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¡Precaución con...
Las bolsas!

 
¡Precaución con... 
El hilo!
La obesidad!
La estufa!
El plástico!
Las alturas!
Los escondrijos! 
De vez en cuando se nos olvidan las bolsas tanto de basura como del mercado. Hay gatos (como uno mío) que entran para jugar, pero puede suceder que no pueda salir, en el caso de las de resudios que son muy profundas, y asfixiarse. Es algo, parece, muy dirvertido para ellos, pero no saben el riego que corren. Podría ser que el gato con las uñas rompa la  bolsa, pero ¿Qué pasa con las que no son de plástico? Para que esto se evite, hay que tener un lugar especial para bolsas, un cajón, un canasto, etc... Dónde el gato no pueda acceder. ¡Precaución con las bolsas!

¡Precaución con...
El sol!

¡Precaución con... 
El hilo!
La obesidad!
La estufa!
El plástico!
Las alturas!
Los escondrijos! 
   Se dice que los gatos sufren poco el calor. La verdad no sé si será cierto, porque los mios lo sufren, sobre todo Dexter. Ahora que es verano (en Argentina y en América del sur) uno deja los gatos en el patio, balcon o jardín, porque hace calor. Pero hay que tener en cuenta esto: aunque no de sol, SIEMPRE tiene que tener su plato de agua fresca en un lugar de sombra ya que si no lo está, se puede calentar y el gato puede que no la quiera tomar.
   Si el sol da mucho tiempo es lógico que el gato tenga un lugar dónde refugiarse, un lugar con sobra y abundante agua. Le podés poner una caja (que la abertura NO este arriba). 
   Si el gato permanece mucho tiempo en el sol puede llegar a quemarse, las zonas que por lo general se afectan con más facilidad son las orejas, la panza, las zonas que tengan poco pelo. Si tu gato es de color blanco será menos resistente que el que es negro. Los gatos claros necesitan más sombra que los de colores oscuros.