A partir del primero de julio del presente año, empieza a regir el acuerdo de integración comercial, llamado Mercosur, conformado por los países de Brasil, Argentina, Perú, Ecuador y Colombia. Esto implica que todos los productos y servicios de la región mencionada tendrán libre circulación en doble sentido con un gravamen de importación igual a cero.

Colombia es el único país del mundo donde existe monopolio en la producción, distribución y venta de ciertos licores destilados. Esta atribución rentista elevada a canon constitucional, genera unos importantes ingresos para las finanzas departamentales. En el caso del Chocó, el impuesto al consumo de estos productos representa aproximadamente el 80% de sus ingresos corrientes.

Los destilados producidos, por las diferentes empresas oficiales; los incidentes costos de producción, los diferentes impuestos por pagar y la calidad, hacen que estos artículos no sean competitivos en el próximo mercado de consumo regional constituido por 350 millones de habitantes. Por consiguiente, las bebidas embriagantes de las otras naciones firmantes del acuerdo comercial, ingresarán al país a precios más baratos, cero impuestos, libre circulación interdepartamental, y muy buena calidad, y por el efecto extranjerizante implícito en la mayoría de los consumidores, ellos, trasladarán sus hábitos de compra hacia los nuevos productos.

Colombia tiene que suprimir el monopolio arriba referenciado y dejarlo en manos de la empresa privada. En caso contrario, será severamente sancionada por el Consejo de Vigilancia del Acuerdo Mercosur.