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LA COLUMNA DE MENA MENA

Prohibido soñar

Antes decíamos los chocoanos: soñar no cuesta nada

Hoy, cuando nos despertamos de un viejo sueño, mil veces nos gritan al oído: prohibido soñar. Son nuestros "hermanos" y vecinos ricos del Valle del Cauca que le dicen a Colombia que Tribugá "no existe". No aceptan, ni se convencen nuestros vecinos que su puerto sobre el Pacífico ya no da más. Que su capacidad portuaria ya está colmada y que el progreso, como el crecimiento mundial naviero, no se detiene. Que lo que transportaban cinco buques ayer hoy lo hace una nave de alto tonelaje, y que, desde luego, ello necesariamente exige condiciones naturales propias para esa operación que hoy las posee espléndidamente el puerto de Tribugá. Así de sencilla es la cosa.

Nuestros "hermanos" debieran recordar la clásica y vieja frase: "Lo que natura no da" –y me perdonan complementar con un vulgarismo– no lo da ni el putas.

Nuestros vecinos del Valle, con una poderosa clase social, política y económica, piensan como los ricos, que los pobres no tienen derecho al progreso. Así lograron imponer la construcción de la base naval del Pacífico en Málaga (Litoral del Valle), a más trabajo y costo, despreciando las inocultables condiciones de Bahía Solano, puerto natural por excelencia, clasificado entre los primeros del área del Pacífico, según concepto del almirantazgo norteamericano. Nada valió. Era entonces canciller de la República, nada más ni nada menos, que un fatuto vallecaucano, Rodrigo Lloreda Caicedo (q.e.p.d).

Se anuncia para el 12 de agosto un foro de una comisión del Congreso en Buenaventura (campo minado) en donde se analizará y tratará el asunto. Nos imaginamos la artillería que empleará nuestro poderoso vecino para descartar el atrevimiento de soñar con un puerto en el litoral chocoano. Un amigo periodista residenciado en Cali, nacido allá pero con el alma en el Chocó, ha notificado a nuestra clase política, gubernamental e institucional, para que acudan a la cita, respalden y apoyen con toda la inteligencia y valor civil al escudero Andrés Uriel Gallego, ministro de Transporte, el buen vecino que nos acompaña en la causa. Nada de avasallamientos ni poderíos. La causa de los pobres y desvalidos también es grande cuando nos acompaña la razón, la técnica, la fuerza y dinámica comercial a través de los mares del mundo. Ni un paso atrás.

El corazón de Diego Luis. Conmueve el irrespeto del robo del corazón de un gran hombre, que en un gesto de pertenencia, su esposa e hijos, donaron a su tierra natal, sea cualquiera el motivo, se atreva a semejante irrespeto. Hay la forma de expresar cualquier inconformidad o desacuerdo antes de tal proceder. Se ha sido injusto con el líder que dejó a sus amigos su apellido y procedencia, su cultura y luminosa honestidad. Que no sea el corazón de Diego Luis bandera de desacuerdo políticos o familiares. El líder tiene derecho adquirido por su trayectoria y lucha social a la gloria del descanso eterno.

Dice la gente... Que existía reproche de familiares de Diego Luis por la vecindad y cercanía con dirigentes de dudosa conducta y proceder que no enaltecen al líder político... Que otros prefieren que el corazón repose es el interior del busto eregido en el Parque del Centenario, acompañando en la otra esquina a César Conto. Que es con quien merece estar eternamente... Dice la gente.

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