|
|
Chistes
– Parte I Un
gallego le dice a otro: Oye Manolo pásame otro shampoo. a
Pero si ahí en el baño hay uno. a
Si hombre, pero este es para cabello seco y yo ya me lo he
mojado. Al cruzar por delante de una vidriera, un gallego se ve reflejado en el cristal, lo que provoca que se pase todo el día pensando: "¿De qué conozco yo a ese tío que estaba en la vidriera? ¿Dónde lo he visto?" Por la noche, ya acostado sigue dándole
vueltas en la cabeza y al fin cae en cuenta: "¡Coño, ya lo sé! ¡Es él
que se corta el pelo delante de mí en la peluquería!" A un gallego le dijeron que su
mujer lo engañaba con su mejor amigo... Entonces mato al perro. Varios astronautas se reúnen en
la NASA. Un ruso dice: a
Nosotros enviaremos un cohete a Mercurio, para estudiar la
atmósfera de ese planeta. Uno de Estados Unidos dice: a
Nosotros enviaremos un radar a la Luna para estudiar el
interior de este satélite. Y un gallego dice: a
Nosotros enviaremos un cohete al Sol... En ese momento todos dicen: ¡Pero
el cohete, al acercarse al Sol, se derretirá! Y el Gallego responde: a
Bueno, no vamos a ser tan brutos como para ir de día... En su viaje a Nueva York, Manolo
compró una televisión para llevársela a su familia. "¿Es
qué no hay televisores en su país?", preguntó alguien. "Claro que los hay, pero los
programas de aquí me gustan mucho más". En un loquero, un par de médicos están practicándoles exámenes a los locos para ver si alguno de ellos ya había mejorado. Así que pintan una puerta en la pared y los apremian: "Vayan a abrirla". "Todos los chapitas
inmediatamente se levantaron a abrirla; solamente uno se quedó sentado. Los
doctores, al ver esto, se dijeron entre ellos: "Mira, parece que ya se
compuso, vamos a verlo". Se dirigen hacia el chiflado
solitario y le dijeron: "¿Por qué no te levantaste,
como tus otros compañeros, a abrir la puerta?" "Es que yo traigo la
llave", responde sonriendo con picardía. Va un loco paseando una piedra
atada a una cuerda. En esto que se le acerca el director del centro, que ya
estaba harto de tantos locos, y le pregunta: a
Que, paseando al perrito, ¿no? a
Pero que perrito, no se da cuenta de que es una piedra ? a
Muy bien, muy bien, para que vea que nosotros somos
sensibles a las mejoras de nuestros pacientes le voy a dejar en libertad. Sale
el loco al a calle con su piedra y vuelve la cabeza y dice: a
Ves lo que te dije, Sultán, si no ladrabas lo engañaríamos
! Dos enajenados mentales se escapan del manicomio y andando por el campo se encuentran una escopeta, uno le pregunta al otro: ¿Para qué sirve ese artefacto? El otro le contesta que no tiene
ni idea, el primero se pone a mirar por el cañón y el otro aprieta el gatillo
¡¡boooooon!!. Le dice el que apretó el gatillo al otro:
|
|