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PLAN COLOMBIA | |
EL PLAN COLOMBIA Cortesia: http://www5.gratisweb.com/ciclocrisis/plan_colombia.htm Los analistas del Plan Colombia
presentado por el Gobierno del presidente Andrés Pastrana, no han dejado de insistir en
la forma como este es adaptado a las necesidades del posible donante y del público[1].
Una cosa es la versión para Estados Unidos que enfatiza en la lucha antinarcóticos[2]
y otra el discurso ante la Unión Europea sobre inversión social[3]. Sin embargo cualesquiera que sea la versión que
se estudie es posible descubrir unos elementos centrales: a) "La
implantación de medidas para atraer la inversión extranjera y promover la expansión del
comercio"[4],
fortaleciendo los tratados de protección de las inversiones foráneas y las disposiciones
de libre importación de la OMC. b) Destrucción de los cultivos ilegales en el Putumayo y otras zonas del sur
del país y sustitución por "proyectos productivos, principalmente cultivos
permanentes....a través de alianzas estratégicas"[5] entre inversionistas, grandes y
pequeños propietarios que ofrezcan "oportunidades de empleo alternativo y servicios
sociales a la población de las áreas de cultivo." El Plan se extendería a otras
zonas del país en fases 2 y 3 posteriores. c) Restablecimiento
del control militar en esas zonas[6] y "modernización de las
Fuerzas Armadas". d) Reforma
institucional general, que incluiría la lucha contra la corrupción y la defensa de los
derechos humanos. e) La
reactivación de la economía. Una primera gran contradicción de
este programa es la que existe entre el mantenimiento y fortalecimiento de los tratados de
libre comercio y de protección a la inversión extranjera, con los planes de desarrollo
alternativo a los cultivos ilegales y la narcoeconomía. Precisamente esta clase de
cultivos y economía se fortalecieron merced a la liberalización del comercio y la
economía y, combatirlos dentro del mismo contexto, es simplemente un contrasentido. Para instaurar planes de desarrollo
alternativo se requeriría una modificación sustancial de los tratados comerciales,
especialmente si la cocaína continúa siendo ilegal. Es imposible competir con la
rentabilidad de la coca y la amapola si no hay mercados seguros para otros
productos. La destrucción de los cultivos
ilegales no ha resultado en estos años, ni resultará jamás en su reducción. Al
contrario produce su incremento: los propios datos oficiales indican que a pesar de
haberse fumigado con herbicidas los cultivos ilegales y haberse utilizado otras formas de
erradicación forzada, el área sembrada se incrementó en 200 % entre 1992 y 1999 y
solamente ese año creció 20.200 ha.[7] Esto se debe a que en su mayoría
se trata de cultivos campesinos. La unidad económica campesina[8] no busca la
rentabilidad en el sentido del empresario capitalista, sino que trata de asegurar en
primer lugar la subsistencia familiar. La reacción del campesino fumigado es vender sus
mejoras a un rico (a veces un narco) e irse a sembrar coca (o amapola) más lejos. El
incremento de los costos lo compensa sembrando una extensión mayor. Las selvas del sur del país son muy
extensas y en la Amazonia quedan 650 millones de hectáreas que puden ser tumbadas por
colonos lanzados desesperadamente a ellas. El Plan Colombia dejará siempre zonas muy
amplias sin cubrir y los cultivos se extenderán por las selvas y en vez de reducirse en
un 50% como supone el Plan, se incrementarán gracias a él. Es el efecto inverso al que
produciría la legalización de los cultivos. Esta es la segunda gran contradicción del
Plan y la que lo hace ridículo, si se trata de creer en los objetivos que expone. Distinto es si el Plan se propone "romper los nexos entre los grupos armados y
el apoyo que reciben de la industria del narcotráfico"[9] y "restablecer el
control gubernamental sobre las áreas claves de producción de droga". En este
sentido, el general Roca Machel hace unos años ordenó a la Fuerza Aérea Colombiana,
transportar laboratorios de narcotraficantes a zonas fuera del control de la guerrilla. La
orden se cumplió. Si así funcionara el Plan Colombia, se convertiría en una guerra por
el control de la producción de coca; esta es la tercera gran contradicción del Plan, con
sus objetivos antinarcóticos. El desarrollo alternativo propuesto
no es otra cosa que el modelo malayo del doctor Murgas Guerrero, exministro de Agricultura
del actual Gobierno y asesor del presidente Pastrana, las llamadas "Alianzas
Estratégicas" bajo el comando de los grandes propietarios de tierra. Esta
alternativa significaría que en las zonas donde sean exterminados los cultivos ilegales a
los campesinos e indígenas no les quedaría más remedio que subordinarse a contratos de
aparcería[10]
en gran escala para producir palma de aceite, maderables, caucho, cacao o
ganadería. Es decir una contra-reforma agraria en la cual se sustituiría
la producción campesina por el dominio de grandes cultivadores que se beneficiarían de la mano de obra campesina e
indígena con renovadas
y "modernas" formas de
servidumbre. Los indígenas del Cauca reunidos el
pasado 28 de marzo afirmaban que esta era la resurrección del terraje. Tanta lucha por la
tierra, para terminar entregándola a los grandes palmicultores, bananeros y ganaderos.
Como en la canción de Silvio Rodríguez "Lucho
con Serpientes": "la mato y aparece una mayor". Es el resultado de combinar la
estructura más obsoleta, con la última palabra de la globalización neoliberal y su
aprovechamiento de las "ventajas comparativas": Violencia y destrucción de
recursos naturales renovables, con enriquecimiento para las transnacionales, las grandes
promotoras de plantaciones (como la palma africana), la compleja red de la narcoeconomía
y los especuladores de la relatifundización, que concentran tierras valorizables en torno
a los proyectos de inversión, . Frente a la perspectiva de la
reactivación económica es muy probable el fortalecimiento de esta estructura. Los
representantes de los gremios de empresarios palmeros (Fedepalma), bananeros (Augura) y de
los ganaderos (Fedegan) promocionan tal programa. Estos gremios ven en el Plan Colombia
una lucrativa oportunidad de catalizar el proceso, mediante el cual se han apoderado
históricamente de las zonas de colonización. Ponen sus ojos en el Putumayo y
otros departamentos donde los cultivos ilegales son extensos. Las fumigaciones de los
cultivos con herbicidas químicos y hongos se complementarían con la sustitución de los
cultivos ilegales por plantaciones donde el gran empresario terrateniente tendría el 80
por ciento y el campesino o el indígena el 20 por ciento. "Alianzas" entre el
jinete y el caballo. Para el Gobierno: "se impulsarán núcleos productivos agrícolas y
forestales, en los cuales se focalicen los esfuerzos de apoyo estatal al desarrollo rural.
Estos se entienden como procesos socioeconómicos generados alrededor de una actividad principal en la cual las
comunidades rurales se integren con el sector empresarial en alianzas estratégicas dentro
de proyectos productivos exitosos ya emprendidos o con altas probabilidades de
competitividad... Esta estrategia contará además de los recursos del sector privado, con
fondos públicos y originados en el Fondo para la Paz
y en cooperación internacional". "En las regiones donde sea factible se buscará la vinculación de capital privado a través de recursos financieros o tierras para el mejoramiento del acceso al recurso por parte de trabajadores sin tierra bajo la modalidad de un programa de alianzas productivas para la reactivación sostenible del agro que liderará el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Con esta política se pretende convertir
el campo en un negocio productivo para todos, impulsando proyectos de inversión
descentralizados..."[11] La "actividad principal"
son los grandes proyectos de inversión; las "alianzas estratégicas" son las
aparcerías en gran escala. La prioridad para las plantaciones
es el sistema tomado de Malasia, Tailandia e Indonesia donde ha tenido terribles efectos
ecológicos, destrucción de selvas, contaminación masiva del aire con el humo[12]
y además, a nombre del "desarrollo", destrucción cultural y étnica de las
poblaciones indígenas[13]. Para completar, vale decir que en la situación actual los mercados como el de
palma africana no tienen un futuro seguro, pues, por ejemplo en el primer trimestre del 99
la producción aumentó 24 % y las exportaciones en 12 %, pero los precios internacionales
disminuyeron simultáneamente en 25 % y los precios internos bajaron 31 % durante el mismo
período[14]. "La caída de tales precios
tiene varias explicaciones. Se vislumbra un aumento de 1,8 millones de toneladas de
fríjol soya en Estados Unidos frente a la de 1998. También se espera una mayor oferta de
aceite de soya y girasol, por cosechas récord en Argentina y Brasil. La producción
mundial de aceite de palma superará en 1,3 millones de toneladas a la del año anterior.
De otro lado, la gran devaluación de la moneda brasileña, la reducción de impuestos a
las exportaciones en Indonesia y las menores compras por parte de China, país que junto
con India ha venido participando con 50% del crecimiento de la demanda total de aceites y
grasas en los últimos tres años, son factores adicionales que han contribuido a la
descolgada de precios.[15]" Pero por sobre la importante
discusión sobre las perspectivas económicas de la palma de aceite, lo que primero hay
que apreciar, es cuál es la perspectiva de los grandes terratenientes ganaderos y
agroindustriales: ahora que las arcas del Estado están vacías por la crisis fiscal y la
corrupción política de los líderes de los partidos tradicionales, utilizarán el Plan
Colombia, el dinero de la "comunidad internacional", para continuar un sistema
histórico de dominación y concentración de la propiedad de la tierra y la economía. A esa perspectiva hay que agregar la
de los inversionistas extranjeros, que complementa y dirige la perspectiva de los
terratenientes. La perspectiva de varios de estos inversionistas, por ejemplo las empresas
petroleras, es utilizar el "garrote" del Plan Colombia[16] para extender
"libremente" sus actividades y nuestro temor está en que por experiencia
sabemos que esa libertad significa ignorar los derechos de las comunidades locales, pasar
por alto de la necesidad de defender el ambiente y los ecosistemas y reducir las regalías
y participaciones del Estado. El Plan Colombia desde este punto
aparece así como lo que es, un mecanismo para extender el sistema histórico colombiano
al sur del país, asegurando el dominio de los terratenientes sobre zonas que aun no
controlan, pero sobre las que rápidamente avanzan, como lo demuestran las estadísticas
de concentración de la tierra. Esta "inversión social" resulta peor que la
inversión militar y en cierto modo la explica, dándole el pleno sentido de preservación
del statu quo mediante la extensión del
dominio histórico del esquema latifundista de los gamonales. Además del desarrollo del papel
como latifundista, el sistema de los gamonales se vería fortalecido inmensamente por el
incremento de su papel tradicional como agencia de la inversión extranjera, que adquiere
fundamental importancia por la "globalización". Los gamonales se ofrecen en el
Plan Colombia a abrir más el país a los inversionistas y al comercio extranjeros. La zona piloto escogida para el Plan
Colombia tiene un interés estratégico: 1. Dentro de ella se encuentran localizados ininterrumpidamente proyectos de exploración petrolera:
2. Es
el punto de entrada y control de la Amazonia, con su biodiversidad y multitud de recursos
naturales, claves para el planeta; 3. Allí
confluyen el megaproyecto de intercomunicación fluvial de Suramérica y la carretera
marginal de la selva. 4. Es
zona fronteriza con Ecuador, país petrolero en crisis y donde Estados Unidos ha
trasladado parte de las instalaciones militares que operaba en Panamá. Dentro de este contexto que prioriza
al Putumayo por razones estratégicas, el presidente Pastrana ha ido más lejos en las
ofertas a los sectores privados extranjeros y nacionales: se reunió con los empresarios
petroleros y de la electricidad en Houston y el 11 de febrero de 2000 anunció a los
empresarios colombianos reunidos en el Congreso de Calidad, que solicitaría el ingreso al
NAFTA y propondría una reforma constitucional para dar más libertad a las inversiones.
En el caso de México esa reforma, concordante con el ingreso al NAFTA, incluyó la
eliminación de la inalienabilidad de las tierras comunales y el subsiguiente
levantamiento armado de los indígenas zapatistas. La prioridad para la inversión
extranjera y en particular para la industria petrolera ha sido de hecho exigida en la
enmienda al Plan Colombia, propuesta en Estados Unidos por los senadores Dewine, Grassley
y Coverdell[17].
Este último afirmó además, que la necesidad de proteger los intereses petroleros en
Venezuela justificaba la ayuda a Colombia[18], con lo cual concordó con la
visión del vicepresidente de la Occidental Petroleum, quien afirmó[19] que se necesitaba
duplicar el Plan Colombia en Norte de Santander (frontera con Venezuela), donde está la
explotación petrolera del Catatumbo y la perforación de Gibraltar, en territorio U'wa.
Así, el interés estratégico de
Estados Unidos se articula al sostenimiento del sistema histórico colombiano. ¿Existen
intereses europeos, japoneses y canadienses que puedan confluir en este esquema?
Posiblemente algunos intereses, fundamentalmente privados: en primer lugar las empresa
petroleras, que como la BP y Shell, Repsol, Elf y varias empresas candienses tienen
inversiones en Colombia; en segundo lugar aquellas empresas involucradas en la
privatización de la electricidad (Endesa, Iberdrola) las telecomuniciones (Telefónica de
España) y la seguridad social (BBV, Banco Santander). Las petroleras canadienses tienen
importancia en la exploración petrolera del Putumayo. El negocio de la venta de
helicópteros para la aporte militar del Plan ya está copado por las empresas de Estados
Unidos y lo disputan la United Technologies y la Bell. A estas alturas el Plan Colombia se
dibuja como un asunto demasiado privado. La inversión "social", los derechos
humanos, la "lucha" contra la corrupción se desdibujan. Aparecen como lo que
son para los autores del Plan: adornos para pescar incautos. Si pudiera tener éxito el
Plan, significaría petróleo, grandes plantaciones de palma africana... Sin embargo, la más grande
contradicción ocurre entre las expectativas que crea el Plan y la realidad colombiana y
en particular la realidad militar. Una operación como la propuesta conduciría a una
escalada de guerra. La situación de los últimos años, meses y días, muestra que la
tarea militar no tiene ninguna garantía de éxito y es totalmente incierta. Los analistas
nunca previeron que después de los acuerdos de paz con parte de la guerrilla en 1990 y
91, las guerrillas incrementarían su poder a los niveles de hoy. Una choque con su base
social en el Putumayo podría fortalecer en gran escala su reclutamiento, como ha ocurrido
en ciertas áreas de masacres de paramilitares o de fumigaciones y para completar, la
guerrilla podría implantarse en las nuevas zonas donde marcharan los colonos en la selva,
como ya sucede con en áreas nuevas de colonización donde marchan campesinos desplazados
por la violencia o las fumigaciones. El escenario político regional es otra causa de incertidumbre, en especial la situación de Ecuador. La inestabilidad se extiende ahora a Perú y las movilizaciones populares a Bolivia. Una tempestad continental podría ocurrir, si se tienen en cuenta la insurgencia indígena en México, el fortalecimiento de la izquierda en Uruguay, Salvador, Brasil, y Chile y la nueva estructura política de Venezuela. La escalada militar "antinarcóticos" en el Putumayo, es una aventura de desenlaces impredecibles e inesperados. © Coyright by Héctor
Mondragón NOTAS
[2] "Plan Colombia: Plan para la Paz, la Prosperidad y el Fortalecimiento del Estado", borrador anexo a la sustentación del proyecto de ley S1758 Aliance Act, de los senadores Coveredell, Dewine y Grassley, traducción de "desde abajo", suplemento especial Nº1, octubre de 1999. [3] Presidencia de la República "Plan Colombia: Plan for Peace, prosperity, and thestrengthrning of the state", President of the Repúblic Andrés Pastrana Arango, edition october 1999. Versión en Español de ANCOL, Santafé de Bogotá, 1 de diciembre de 1999. [4] "Plan Colombia..." traducción de "desde abajo" p.p. 15-16. La versión europea dice en el segundo capítulo: "negociar acuerdos bilaterales de comercio que garanticen la protección de la inversión extranjera". [5] "Plan Colombia..." traducción de "desde abajo" p. 27. La versión europea Capítulo Quinto, presenta "la construcción de alianzas estratégicas ( inversión privada)" como "Democratización y Desarrollo Social". La versión de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y el Departamento de Planeación Nacional, Plan Colombia, Puerto Wilches, diciembre de 1998, asegura que se buscarán "alternativas económicas que resulten de un proceso de concertación, con empresas privadas, comercializadoras, gobierno y participación activa de la comunidad, alianzas estratégicas. Los proyectos deberán tomar en cuenta criterios de sostenibilidad económica, social, ambiental e institucional." [7] Departamento de Estado U.S.A. y Policía Antinarcóticos, citados por VARGAS MEZA, Ricardo 2000 "Plan Colombia: ¿Construcción de paz o sobre dosis de guerra"; Acción Andina Colombia; en "desde abajo", Suplemento especial Nº 2, p.23. [8] CHAYANOV, A.V. 1925 "La organización de la unidad económica campesina". Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1974. [12] SIMONS, Lewis M (text) and Michael YAMASHITA (photos) "Plague of Fire" National Geographic; August 1998. [13] DJUWENG, Stepanus 1966 "Desarrollo contra Sustentabilidad: Una cuestión de confrontación ideológica", en IGWIA Asuntos Indígenas julio/agosto/septiembre 1966 Nº3: 52-56. También: SURVIVAL INTERNATIONAL "Malaysia: Empeora la crisis para los dayak en Sarawak", Acción, abril 1992. [14] "Cultivadores de palma con futuro difícil" El Espectador, Diario Económico, 29 de mayo de 1999. [16] Vicepresidente de Oxy defiende el paquete de ayuda para Colombia "Estados Unidos debe proporcionar el garrote" EL TIEMPO, 18 de febrero de 2000, Bogotá. [17] "Acta de Alianza", sección 101.2: "insistir en que el Gobierno de Colombia complete las reformas urgentes orientadas a ABRIR COMPLETAMENTE su economía a la inversión y comercio exteriores, PARTICULARMENTE LA INDUSTRIA DEL PETRÓLEO, como un camino hacia la recuperación económica". |
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