Laureano Márquez P.
Vamos a estar claros, yo no estoy guabineando ni nada de eso. Que nadie vaya a salir por ahí a decir que yo no apoyo a mi comandante, que yo con él obediente y no deliberante, como corresponde. Con Chávez hasta la muerte, como él dice, aunque nunca aclara hasta la muerte de quién. Yo pensaba que era la suya, pero desde que pidió avión para irse a Cuba el 11 de abril, he comenzado a sospechar que se trata de la mía. Lo que pasa es que ahora estoy un poco confundido: Los magistrados que hasta hace un mes eran los mejores del mundo, empeoraron rapidito y en una semana se volvieron una plasta. Gracias a Dios que Juan me explicó la vaina: Parece que los magistrados se volvieron todos pargos de un día pa’ otro. Yo había comenzado a sospecharlo, desde que los vi a todos con vestido de medio luto me dije: “esos carajos son raros”. Pero dice él que no son todos, que los que no votaron a favor de la ponencia no llevan falda, sino togas, que es una ropa romana. Aunque la vaina no me convence, yo confío en Juan porque ese chamo es burda de inteligente.
Lo de Miquilena y Tobías si me confunde un poco más. Al fin y al cabo, Luis Miquilena antes se ponía con don y ahora el don se lo dan los escuálidos. Eso es muy raro, alguna coñoemadrada tiene que habernos hecho. Pero aquí es donde yo me vuelvo un culo: Miquilena ahora es malo para nosotros, pero lo que hizo antes ¿sigue siendo bueno?, me explico: Lo de la publicación de las constituciones y lo del TSJ ¿Es ahora bueno o malo?, ¿ves? Ahí yo me tranco. Aja, ¿y Tobías? Ahora es un capitalista escuálido, pero antes también tenía plata, cuando nos financiaba.
Entonces: ¿En que momento un carajo con real deja de ser enemigo y pasa a ser amigo? Si ya lo de las traiciones y contra traiciones es jodido, en la parte de la economía si es verdad que a mi se me tranca el serrucho: El comandante siempre nos dice que todo lo que está pasando es culpa del neoliberalismo salvaje, que eso es lo que tiene mal a los gringos y a los alemanes. Por eso me vuelvo un ocho con lo del IVA, porque como el Presidente nos había dicho antes que eso era neoliberal y salvaje y que nada de lo que mandaba el FMI era bueno, entonces me confundo. Pero, gracias a Dios, Carreño me lo aclaró: Lo del IVA es una estrategia bidireccional pa’ jodé a los ricos: nos jodemos nosotros, es verdad, pero también se joden ellos que es lo importante! Por eso es que tenemos que pagar IVA por medicinas y artículos de primera necesidad. ¡ Carreño es un estratega! Yo espero que no me vayan a sacar del círculo por estar pensando estas pendejadas , pero es que es natural que uno se
confunda: Por ejemplo, yo voté por Peña y a mi no me
gustaba Peña. Total que yo me fui encariñando con él y cuando le voy cogiendo cariño me dicen que hay que odiarlo y uno tiene que pasar el suiche de la arrechera de un día para otro. Y esa es otra galleta que tengo: ¿Hasta donde llega la parte de Caracas que es nuestra? ¿Peña gobierna a Bernal o a la bis conversa? ¿cómo es eso de que ahora hay policías buenos y malos? ¡Eso es nuevo! A veces, cuando voy a la esquina caliente, me confundo porque no se muy bien a quien hay que coñacear. Dígame con el MAS, se me arman unos líos. El otro día, por ejemplo, le caí a huevazos a Rafael Simón Jiménez porque yo le escuché unas declaraciones en televisión y pensé que él era enemigo, y resulta que es de los nuestros. Ese día casi me raspan por infiltrado, aunque yo sigo creyendo que el infiltrado es el gordo Jiménez. De todas maneras, Nicolás me dijo que no me pusiera a pensar que eso no es bueno pa’l proceso y ahora nos pasan las listas con fotografías de los diputados enemigos y se actualizan semanalmente.
Lo que a mi sí me tiene contra el suelo es lo de la bicha del
comandante: Tanto mostrar la bicha, que si el librito azul, que si era pa 200 años, la mejor del mundo, para construir un país moderno y a la altura, la primera constitución votada por el pueblo. Y ahora resulta que la bicha es una plasta y hay que arreglarla. Eso si que me desilusionó, vale, porque yo cargaba con mi librito pa’arriba y pa’bajo, y hasta me pelié con los escuálidos por ella. Menos mal que nunca me la leí.
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