BbN Logo

Descripción de la ciudad.
Los vampiros de la ciudad
Los demás habitantes de la ciudad.
Historiaas de Bogotá by Night
Hojas de caracter, imágenes, etc.
Introductorio a Vampire y los RPG.
   

Recursos

Textos sobre vampiros

   
  Buscar en BbN  
Foro
Mapa del sitio
Háblanos
Libro de Visitas
Votación del mes
Eventos


Recomendados

  Colombiarol.com  
Tzimisce.net
Sanguinus.com
White-Wolf.com

De Vita In Excessum

Alcaldía
Escrol
 

Bogotá by Night: Reinado de Máscaras

 

Recursos: Textos sobre Vampiros: Las Crónicas de la exclusión

"La vida aún no ha terminado,
Todavía hay esperanzas para el olvido.
"

Onetti.

Imagen de Bolton

 

El olor del pergamino posee una vitalidad que hace recordar al animal y al vegetal. Se moldea como el barro; deja impresas en su superficie las huellas de la memoria. Es menos voluptuoso y tibio que la voz, pero tiene las virtudes de la hospitalidad: Una y otra vez nos invita a volver a él. Estas cualidades son las que más aprecia Beato van Ruysbrock. En su oficio, debe prepararlo, protegerlo de ratones y alimañas escribir en ellos, y luego empastarlos con cero de lagartija o salamandra. En ellos están impresas las crónicas de penumbra, para que las generaciones futuras tengan testimonio fidedigno. Aunque es de señalar, que el mayor placer que le ofrecen, es cuando escribe sobre ellos. El ritmo de los signos que van naciendo en la punta de la pluma, guía sus reflexiones. Puede hacerlo con libertad, pues lejos están los tiempos en que los vampiros vivían las vidas de otros y no las suyas. Tras escritores famosos, pintores del renacimiento, pensadores occidentales y orientales, escondieron sus verdaderos rostros. Emprendieron los más extraños y aventurados oficios que el hombre rehuía. Fueron expedicionarios en lejanos países; alquimistas, brujos durante la inquisición; poetas malditos, inventores. Siglos de existencia marginal y oculta, entrecruzando sus vidas con las de los hombres, reflejándose en su naturaleza animal. Tal vez por ello les temía el hombre; eran hijos de lo telúrico y lo prohibido; transgresores y rebeldes, en un mundo que los negaba, y los relegaba a vivir en las leyendas del pueblo.

Todo esto piensa el bibliotecario y escriba Beato van Ruysbrock antes de comenzar a escribir. Toma su pluma, la impregna de sangre y dibuja una media luna. La sangre del vampiro es indeleble y eterna como ellos. Y suspira satisfecho, pues le agrada su oficio. Es hermoso cuidar la biblioteca donde están consignadas las crónicas de su pueblo, además de aquellos libros que los hambres han prohibido, desechado, perdido o condenado al olvido.

FERNANDO ROMERO LOAIZA, Crónicas de Vampiros.

[regresar]