UN CONSEJO ARCANO.
Poesía... esculpir niebla. Ya lo dijo Unamuno
con su sabia y amarga solemnidad de druida,
descender a la muerte, regresar siendo uno
con el Hado inconstante, que de nada se cuida. Sólo el Vivir y el Ser, no dejar que del Todo
escatime el Yo mismo lo que no debió nunca.
Beber con el diablo su licor, codo a codo;
no dejarse arrastrar a su gris espelunca.
Sostener fuerte y recio la autoridad profana
que el ser hombres nos brinda, frente a su espúrea lanza;
regalar nuestra fuerza, como nace el mañana,
con su indiscriminante color que a todo alcanza.
Y al fin, conseguir siempre llenar toda una estancia
aun sólo del silencio que nuestro ser invada:
una simple presencia de infinita sustancia...
¡Qué gozo tan inmenso!, ¡venganza refinada..!