Te miro...

Te miro acostado a mi lado,

en brazos de Morfeo dormido,...

el respirar pausado,...

quién sabe en que sueño sumergido?,

¡ y te siento tan mío!

Mís dedos,...

recorren con suavidad tu cuerpo,

estás expuesto a mí,...

indefenso,...

aún mí boca

conserva el gusto de tus besos

y mí cuerpo sudoroso,

el placer del encuentro.

Vivo en el paraiso del amor,...

la brisa que entra por la ventana,

me trae el aroma del agua marina,

con su gusto salobre,...

instalado en tú piel húmeda y fría.

Cuanto amor adormecido,

que al despertar es tan activo,...

sin verguenzas lo vivimos,

en la penumbra del cuarto acogidos,

perdiendo la noción del tiempo,

entre tantas caricias que nos dimos.

Recostada a tú lado,...

mí cabeza reposa en tú pecho

y al calor de tú cuerpo,...

me entrego placidamente al sueño,

sabiendo amor mío,...

que ésto,...

es sólo el principio,

de éste amor tan bello.

(Dulcedaniela2002)