17 de marzo

13 de Abril de 2003

Golpe y retorno: El testimonio del presidente Hugo Chávez

"Ahora sí tengo cómo responder"

Alexander Montilla, Lolimar Suárez, Eduardo Fernández, Marinés Delgado
Panorama

-Al amanecer del 13 de abril usted estaba en la enfermería del comando naval de Turiamo. ¿Quiénes le acompañaban?

-Unas muchachas también militares, una médica y otra enfermera llegan a tomarme la tensión. Una se pone a llorar y me dice "ay Presidente, mi comandante, yo sí quería conocerlo a usted, pero no así". Yo estaba en shores y en chancletas, con una franelita, ella lloraba y decía "qué pensaría mi mamá si lo viera así". Me ablandó el corazón y me hizo llorar por las cosas que me dijo.

La doctora fue muy solidaria. Me preguntó por las medicinas que yo tomaba y las mandó a buscar. Buscó para el colesterol, los ojos y otros achaques que uno carga por ahí.

Las muchachas empiezan a comunicarse y a permitirle entrar por allá por la parte de atrás a algunos soldados que venían a saludarme.

El cuartico empezó a ser objeto de visitas, incluso creamos una seña. Me decían que si tocaban la puerta tres veces eran ellas, entonces yo les abría porque yo la trancaba por dentro. A cada rato llegaba alguien y tocaba.

En una de esas me llega un teniente bien plantado y me pregunta si yo había renunciado. Le dije que no y de inmediato me dijo "señor Presidente, cuente conmigo, tengo veinte hombres listos, Maracay está todo en la calle, mi esposa vive allá, la llamé ahorita por teléfono, mi general Baduel está alzado y los paracaidistas salieron a la calle a favor de usted, cuente con nosotros. En lo que usted me ordene detengo al capitán de navío aquí y a los oficiales jefes de esta base y nos vamos a Maracay".

Recuerden que estábamos en Turiamo, estado Aragua, y Maracay está como a dos horas. Y ese plan lo estábamos haciendo.

Yo les digo que me den un permiso para ir a trotar, que quería coger aire y el sol estaba muy sabroso.

Salgo a darle vuelta a un patio y a correr un rato. Algunos se incorporan al trote. Llegan dos más y me dicen que están listos para cuando yo diga.

Les dije "esperemos la noche, en la noche nos vamos". Pero no llegó la noche porque en la tarde me llevaron a La Orchila. Ahora, ese grupo de muchachos ya tenía listo un plan para rescatarme y llevarme a Maracay. Con esto quiero decirles que ya yo al mediodía dije "las horas de Carmona están contadas".

-¿En ese momento estaba viendo por televisión lo que estaba pasando?

-No. Absolutamente nada. Yo sí vi lo de Carmona juramentándose pero fue en el televisor de Fuerte Tiuna. Recuerda que a mí me sacaron de Fuerte Tiuna anocheciendo. Yo vi el horror de aquel decreto y el grito de la jauría. Gritaban ¡democracia! y estaban apuñaleando la democracia. ¡¡¡Viva la Patria!!! y estaban enterrándole el puñal por la espalda a la Patria.

Hay un momento muy profundo, se los voy a confesar. Me lo produjo esta muchacha de Turiamo, porque ella me habla de su hijo, de su mamá y se pone a llorar; pero sobre todo me habló de su hijo y yo por los niños tengo una sensibilidad muy especial. Me dijo que su hijo tenía un añito, que estaba empezando a caminar, y ahora sentía miedo por él, por el futuro, "qué va a ser de mi hijo, qué va a pasar aquí", me decía ella.

Cuando ella se va, yo me voy a llorar al baño, pero ¡a lloraaar!

Me empiezan a asaltar imágenes de los niños, como en ráfaga, veo muchos rostros de niños, sobre todo de niños pobres. Después que lloro y me lavo la cara, busco un cigarro de una cajetilla que me habían regalado y me puse a fumar. Volví a fumar. Cuando me recuperé dije "no, yo no puedo rendirme".

Y yo salí de ese baño, después del lloro, fortalecido y dispuesto a volver. Y empecé a hacer planes para volver, pero jamás pensé que sería tan rápido.

-¿Y ahora cuál es la situación frente a una hipotética rebelión?

-El 11 de abril yo no tenía un plan alterno. Hoy, ¡miii!.. Hoy yo tengo mi propio plan de respuesta y tengo mis propias redes de comunicación directamente con las unidades de combate.

A la hora en que a alguien se le ocurra inventar algo, directamente me comunico con los muchachos de la Aviación, los Mirage, los F-16, los helicópteros, los tanques, con los infantes, con los paracaidistas.

-Ahora cuando se cumple un año del regreso al poder ¿en qué etapa está el golpismo?

-El golpismo en este instante está viviendo una etapa de desespero, lo cual lo hace peligroso porque el desespero puede conducir a locuras. Sí, hay locuras por ahí sueltas. Y sobre todo, dado esto de la impunidad. La sanción tiende a ser ejemplarizante, pero como no ha habido sanción ellos se sienten libres de hacer y deshacer, y aquello puede convertirse en la base de nuevos intentos de locura.

Pero en este instante todo ese proceso que se soterró después del triunfo electoral del 98 y se disfrazó, y estuvo por allí moviéndose, y luego se activó ante una circunstancia, según ellos apropiada, ese golpismo hoy está derrotado, desmoralizado, sin un liderazgo claro. Ese golpismo está fragmentado, dividido entre ellos mismos, pero con cierto grado de desespero e intentando captar militares, intentando captar grupos civiles, incluso corrientes civiles que asumen el golpismo y se han dividido ahora de la llamada Coordinadora Democrática; ahora ha salido por allí un bloque democrático o algo así...yo leía por allí declaraciones de uno de esos dirigentes quien dice que no está de acuerdo con la coordinadora, se han separado, que esto de las elecciones es una mentira, que el referéndum es una mentira, que ellos sólo quieren un pronunciamiento militar.

Es decir, esa es la expresión civil del golpismo y sin duda que algunos militares, sobre todo los de Altamira, lo que queda de esos grupos, van a continuar intentando dar forma a un movimiento golpista, pero serán derrotados. Claro, soy de los que cree que la mejor guerra es la que se gana sin disparar un tiro. Y nuestra principal tarea ahorita debe ser desmontar, neutralizar y apagar esas pequeñas llamas que andan por ahí antes que puedan convertirse en un candelero de nuevo.

Ahí es cuando creo que otros factores de la vida nacional, entre ellos los medios de comunicación, en vez de estar alentando el candelero deberían contribuir, porque ya bastante algunos medios lo alentaron. Sin la participación de estos medios que se comprometieron con el golpe, no hubiese sido posible levantar todas aquellas fuerzas y lanzar todo aquel plan.

"Los venezolanos necesitamos un poder judicial valiente"

Al término de la entrevista, el presidente Chávez queda convencido que el país necesita un poder judicial imparcial, lejano a las presiones de grupos.

Respecto al esfuerzo de los militares por preservar el hilo constitucional, admite que han sido gallardos al resistir cacerolazos, vejámenes y descréditos.

-Al cumplirse un año de su retorno al poder, ¿que ha sucedido con la justicia?

-Tenemos un poder judicial penetrado por mafias, corrompido, ¡cómo cuesta conseguir un juez que tenga valor y coraje!. Sí los hay, jueces y juezas, pero es una minoría ínfima para enfrentar el gran drama venezolano de hoy. No tenemos un poder judicial idóneo. Y por eso ocurre lo que aquí pasó. Los golpistas según un grupo de magistrados no son golpistas. Algunos incluso están manejando la tesis de que yo soy el golpista, de que yo tumbé a Carmona, y que tengo que ir preso, porque el golpe se lo di yo a Carmona; y que los generales García Montoya, Raúl Baduel, García Carneiro y todos estos muchachos son los que tumbaron a Carmona. ¡Es el colmo!.

-¿Cree usted que los cacerolazos de los cuales son objetos muchos militares pueden terminar desmoralizándolos?... Allí está el caso del general Acosta Carles...

-Tratan de desmoralizarlos. Pero ellos no se desmoralizan. Yo creo que más bien asumen sus responsabilidades con mayor rigor. El caso de Acosta Carles es un ejemplo. Él era coronel el día del golpe, y esos muchachos tomaron la Efofac, y su hermano, que es coronel del Ejército, con otros muchachos tomaron la Academia. Los dos hermanos Acosta Carles, con los cadetes y un grupo de oficiales, echaron al director de la Academia que estaba con el golpe y asumieron ellos el control de la Academia Militar y de la Efofac. Luego, asciende a general porque le correspondía y ahora es jefe de un Comando Regional de mucha importancia estratégica. Ahí lo tienen a punta de presión el gobernador de Carabobo con partido y todo, las televisoras y los periódicos regionales. Pero aquel general está ahí cada día más firme.

-¿Tiene algún recuerdo en especial de sus momentos más difíciles?

-Son muchos. Pero jamás olvidaré el temple de mi madre cuando me llevaban preso y ella me dijo "hijo, que Dios te bendiga, tu pueblo te ama".

EVALUACIÓN

ALFREDO PEÑA

"Ustedes recuerdan que yo nombré a Alfredo Peña como ministro. Me lo metieron por los ojos con el cuento de que era un periodista combativo en la lucha contra la corrupción. Yo me tragué el cuento. Sí, con mi inocencia. Yo era virgen políticamente...sí...¡perdí la virginidad políticamente!...y de qué manera. Empezó a hacer nombramientos y la gente patria o muerte que tiene años trabajando conmigo me alertó. Peña era la punta de lanza cuando llegaban dueños de canales de televisión o de grandes periódicos caraqueños a pedir créditos para hoteles y otros asuntos. A todos les dije que Miraflores no era una casa de negocios".

LUIS MIQUELENA

"Yo no tengo compromisos materiales o grupales con nadie, pero Luis sí los tuvo y fuertes por muchos años. Cuando aprobamos las leyes habilitantes, él se opuso. Era ministro del Interior. Recuerdo un extraño viaje que hizo a los Estados Unidos pocos días antes del paro del diez de diciembre del año 2001. Yo ni me enteré. Se quedó como ocho días por allá para unos tratamientos. Cuando él retorna me entero de una reunión donde invitan a que se desconozca mi autoridad para que suspenda la Habilitante. Cuando hablé con Luis, se puso pálido y me lo negó. Le dije 'tengo pruebas, sé quiénes estuvieron'. Cuando se ve descubierto me responde que no está de acuerdo con esas leyes. Entonces le dije 'renuncia, no te queda más alternativa que renunciar porque lo que estás haciendo es traición, tú estás conspirando a mis espaldas'. Hasta allí llegó la relación".

JOSÉ VICENTE RANGEL

"Debo decirles que José Vicente Rangel se agigantó en los momentos más difíciles. El once en la noche me dijo 'aquí estoy, no me voy a ir, no me voy a rendir, le dije a Anita que si este día llegaba iba a perder a su marido y a su hijo, ahí está Pepe', y mandó a pasar al alcalde Rangel Ávalos al despacho. José Vicente me dijo 'a mí no me dé ningún fusil, yo no soy hombre de armas, pero aquí me quedo'. Estaba imperturbable José Vicente. Aquel día yo aprendí a respetar mucho más a este hombre, a nuestro vicepresidente y amigo".

CLÍVER ALCALÁ

"Conversé con el coronel Clíver Alcalá el once de abril como a las diez de la noche. Era el comandante del Batallón Blindado Bravos de Apure en Fuerte Mara. Me dijo que tenía sus cuarenta tanques encolumnados y que se iba para Maracaibo cuando recibiera mis órdenes. Además tenía contacto con trece comandantes de batallones en otros lugares del país. El general Raúl Baduel ya se había puesto a la orden. A todos les dije que esperaran. Pero luego nos sabotearon las comunicaciones y no pudimos hablar más".

© Panorama Digital, 2003

"Caldera conocía del golpe"


Tomado de Red Bolivariana


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