17 de marzo

11 de Abril de 2003

Golpe y retorno: El testimonio del presidente Hugo Chávez

"Caldera conocía del golpe"

Alexander Montilla, Lolimar Suárez, Eduardo Fernández, Marinés Delgado
Panorama

Trabajo publicado originalmente en http://www.panodi.com/golpe/index.html

En tres entregas presentaremos la narración y las conclusiones del Presidente de la República. Aquí, en la sede del periódico, contó sus horas más difíciles. Sus posiciones en la Opep y frente al Alca incidieron en la asonada. "En verdad para mí sí fue una sorpresa muy grande la voltereta de Miquilena al final de su vida. Algunos me dicen que nunca lo conocí bien, es posible. Algunos me dicen que siempre me engañó, es posible".


-¿Hay elementos para pensar en el apoyo internacional en el golpe del 11 de abril?

-Les voy a dar este detalle que yo creo que casi nadie lo sabe. Unas horas antes del golpe, el mismo 11 de abril al mediodía, el entonces ministro de Finanzas, el general Francisco Usón Ramírez, llegó al Palacio, yo lo recibo unos minutos porque teníamos una situación muy comprometida. Venía muy asombrado porque le llegó la información de que estaban subiendo los bonos de la deuda venezolana en esos precisos instantes. Y en la tarde, aún con los muertos y aún con la sangre, me volvió a llamar el ministro y me informó que los bonos seguían repuntando y me advirtió que eso le parecía muy extraño, porque no se explicaba cómo en una situación como esa los bonos estaban repuntando. Yo le respondí que no me extrañaba, porque yo sí sabía lo que estaba pasando. Claro, ya todas estas casas evaluadoras de riesgo tenían los datos y estaban seguras de que yo me iba, y que al día siguiente amanecería un nuevo gobierno.

No es extraño que el Fondo Monetario Internacional fuera la primera institución mundial que se pronunció el mismo 12 de abril, diciendo que el gobierno llamado de transición, que no era otro que el gobierno golpista, tendría todo el apoyo del FMI. A confesión de parte relevo de pruebas.

-¿Y cómo logran estos intereses internacionales penetrar a la Fuerza Armada Nacional, a sectores de Fedecámaras, para ejecutar ese golpe?

-El golpe lo que hizo fue reverdecer... como aquellas matas secas de la sabana cuando llega el invierno. El golpe aquí se montó en el año 1998. Hay que recordar cuando este servidor era candidato, andaba un jefe del Ejército en campaña antiChávez en los cuarteles. El entonces jefe del Ejército decía abiertamente que Chávez no podía ser Presidente, que había que buscar una alianza y aquel hombre era sólo una voz de unos cerebros que estaban por detrás de él. Por ejemplo, el ex presidente Caldera conocía del golpe, así como en el 98 conocía del intento del golpe. Nosotros tenemos informes sobre gente que estuvo en casa de Caldera la noche del 10 de abril. No hay que olvidar que Caldera fue el último mohicano, ojalá viva muchos años más, pero él fue el último representante de un Pacto de Punto Fijo que pasó a la historia y que ellos sueñan con reinstalarlo, ¡sueñan lo imposible!.

Así que ese golpe del 98 contaba con un grupo de militares que estaba organizado. Yo recuerdo clarito cómo los militares institucionalistas desde entonces, los militares constitucionalistas, los militares patriotas, me alertaban. Yo era el candidato y siempre me llegaba un militar, a escondidas, a decirme cómo tenían en Fuerte Tiuna toda una unidad militar conformada para tomar el poder el día 6 de diciembre si el resultado electoral hubiese sido estrecho. Si la diferencia hubiese sido mínima, ellos tenían un plan para desconocer el triunfo nuestro y para dar un golpe de Estado bajo cualquier excusa. No pudieron hacerlo, primero porque chocaron con la estructura militar constitucionalista; desde entonces vienen chocando. Chocaron con la masa popular en la calle y con el triunfo aquel, avasallante. No podían poner en duda nuestra victoria. ¿Recuerdan que yo en una ocasión decía siendo candidato que teníamos que ganar por nocaut? Si ganábamos por decisión, nos podían robar la pelea. Teníamos que lanzarlos largo a largo, como quedaron. ¿Cómo se le quita la pelea a un boxeador que tire al otro allí y lo deje fulminado? Y además chocaron con la estructura institucional y patriota de la Fuerza Armada Nacional.

-¿Qué tiene que ver con el del 11 de abril?

-Bueno, cuatro años después ellos relanzan el golpe. Lo rearman con las mismas estructuras: Fedecámaras...o una cúpula de Fedecámaras... que es representativa de lo más degradado del empresariado histórico venezolano, los que siempre contrabandearon, los que nunca pagaron impuestos. Ellos no son los verdaderos empresarios.

Entonces, el apoyo externo fue determinante para ese golpe, porque el apoyo externo es el que los reordena y los pone de acuerdo. ¿Cómo es que se ponen de acuerdo, por ejemplo, empresarios de medios de comunicación que durante muchos años fueron rivales?, medios que ahora tú los ves alineados en torno de un proyecto, al proyecto de sacar a Chávez, en torno de un golpe de Estado. ¿Cómo se ponen de acuerdo unas cúpulas sindicales con unas cúpulas empresariales? ¿Cómo se ponen de acuerdo cúpulas de Acción Democráticas con cúpulas de Copei?, que por años estuvieron enfrentados. Todos fueron ordenados con el apoyo externo. Lo que hicieron fue reordenar y reorganizar el viejo golpe, la vieja idea golpista de 1998. Pero chocaron igualmente. Se estrellaron de nuevo.

-Lograron infiltrarle gente muy cercana al gobierno. ¿Cuál de esas fue la que más le sorprendió?

-Me sorprendió un poco el caso del general Efraín Vásquez, aunque ya venía desde hacía algunos meses teniendo yo algunas dudas. Ustedes lo conocen porque yo lo nombré comandante de la Guarnición del Zulia. Conozco a su padre. Una vez el general Vásquez me solicitó una reunión con su padre, quien es un coronel de la época del general Pérez Jiménez, y yo una noche con todo gusto accedí. El viejo me habló con un gran sentimiento cómo ellos fueron al exilio durante el gobierno adeco de Betancourt; cómo fueron perseguidos, sólo porque había sido un funcionario con un cargo de mediana importancia en el gobierno de Pérez Jiménez. Ni siquiera fue una figura relevante, pero no lo perdonaron los adecos. Los adecos no perdonan cuando están en el gobierno. Esos sí persiguen, hostigan y hasta matan. Aquel hombre me recordaba aquello. Sí, me sorprendió, de alguna manera el general Vásquez. Otros militares, como el general Manuel Rosendo... pienso que él no estaba en la componenda. Yo no puedo decirlo. No. Él estaba ahí como entre dos aguas, pero al final creo que la presión lo dominó, fue una presión muy fuerte. En el momento, por ejemplo, de la ejecución del Plan Ávila yo estoy llamando a Rosendo... y es aquella famosa grabación que sale de "Tiburón", un radio que me han dado para comunicarme con los jefes militares, y llamo a Rosendo, "Tiburón cuatro", creo que era, y resulta que no respondía...lo mando a llamar por teléfono y me dice su ayudante que el general está encerrado en su oficina y no quiere atender a nadie. Él estaba como en una gran lucha consigo mismo en ese momento. En algún momento, me contaron, le dio un golpe a la mesa y se encerró. Luego apareció al lado de ellos, pero creo que producto de la presión. Incluso, él fue a Palacio en la noche a hablar conmigo y recuerdo que me dijo "reléveme, yo no soy capaz de estar en el cargo en esta circunstancia". Así que hoy no considero a Rosendo como un traidor, creo que fue un hombre metido en unas circunstancias muy difíciles, luchando entre dos corrientes y se dejó arrastrar por la corriente golpista. De lado civil no hubo para nosotros ninguna traición. El caso de Luis Miquilena ya lo conocíamos. En verdad para mí sí fue una sorpresa muy grande la voltereta de Miquilena al final de su vida. Algunos me dicen que nunca lo conocí bien, es posible. Algunos me dicen que siempre me engañó, es posible. Yo delante de él soy un muchacho.

Después del golpe él me pidió una entrevista y yo con mucho gusto lo atendí. Estábamos los dos solos por allá en la montaña, en Fuerte Tiuna. Nos sentamos en silencio. Yo le miro los ojos, él estaba muy callado y le digo una frase: "oye Luis, como son las cosas. Dieciocho de octubre de 1945. Golpe de Estado contra Isaías Medina Angarita, a quien tú ni conocías. Según supe, saliste a la calle a defender aquel gobierno con el que no tenías ningún compromiso, agarraste un fusil y te fuiste a defender ese gobierno contra los adecos, contra Betancourt y los que tumbaban al viejo Medina, quien fue un buen hombre, un buen Presidente, un general civilista...Cincuenta y cuatro años después, golpe de Estado contra quien ha dicho no sé cuántas veces públicamente que se siente un hijo tuyo. No dudaste en ir a unirte a los enemigos de quien ha dicho ser tu hijo. Ve como es la vida". Luego seguimos hablando...

-Queremos preguntarle si usted considera que el golpe del 11 de abril guarda relación con sus posiciones frente al petróleo y frente al ALCA. Usted ha defendido precios superiores a 20 dólares por barril y ha dicho que el ALCA debería estudiarse más allá del 2010, lo cual toca intereses internacionales. ¿Qué piensa?

-Sí, el golpe de abril, como ustedes reseñaron, tiene connotaciones internacionales. Es parte de una batalla mundial. Venezuela se ha venido convirtiendo, como Ignacio Ramonet lo viene diciendo desde hace dos años, en punto de referencia del globo.

Es una propuesta alternativa que está en marcha; una propuesta alternativa al modelo neoliberal globalizante que pretende imponerse al mundo entero. Es una propuesta frente a la aldea global que pretende borrar del mapa las naciones, las Repúblicas y debilitar los Estados al mínimo. Esa aldea pretende desconocer las constituciones de los países y pretende establecer una especie de Constitución mundial, pretenden crear un poder mundial y desconocer la soberanía de los pueblos.

-¿En qué incide lo de la OPEP?

-En Venezuela está en marcha un intento supremo de ir abriendo un camino contra viento y contra marea, contra mil vientos y mil mareas. Hay que ver lo que nosotros hemos resistido: presiones; amenazas, algunas veladas, algunas soterradas, otras abiertas, otras muy descaradas. Cuando nosotros asumimos la política de fortalecer la OPEP, por ejemplo, o cuando nosotros levantamos desde el primer día la bandera llamando la atención acerca del periodo del ALCA, Venezuela se convirtió en algo así como un gobierno incómodo frente a la pretensión hegemonista. Eso, por supuesto, influyó en el golpe.

-¿De qué manera?

-Por el apoyo externo que aquí llegó. Una oposición que estaba minimizada se sintió guapa y apoyada. Les dieron luz verde y pensaron "ahora sí, Chávez está out, estamos listos, vamos a arremeter contra él". Guapos y apoyados intentaron lo que intentaron y fíjense el daño que le han hecho al país.

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Tomado de Red Bolivariana


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