Mientras el último Valkyrie del patrón Marshall descendía del cielo nocturno, me di cuenta que era el momento de tomar una decisión de que tendría que hacer. Aterrizar en el portaaviones era mas que imposible. Aun ignorando el hecho de que nunca había realizado un aterrizaje atmosférico convencional en un portaaviones -mucho menos de noche- los brazos conectando al Prometeus y al Dedalos al SDF-1 estorbaban el camino a cualquier acercamiento convencional. La única manera de subir a la nave era volando hacia la red, realizando mi acercamiento por el otro lado del portaaviones. Sin un Sistema Optico de Aterrizaje en la popa de la nave, el LSO literalmente tendría que arrastrarme a bordo de la nave, como sé hacia durante el periodo de la Guerra Koreana. Con ese pensamiento. Además, debido a la condición de mi caza, necesitaría un acercamiento a casi 200 nudos, y aun si el LSO pudiera aguantarme durante mi paso, la red quizás no seria lo suficientemente fuerte para detenerme. La telaraña de la barrera de nylon podría envolver mi cabina -haciendo imposible realizar una salida de emergencia- y mi caza se deslizaría por la cubierta antes de golpear la dura aleación del brazo derecho del SDF-1, donde podría morir en una bola de fuego.
Temblé ante el pensamiento. El portaaviones no me servia. Tenia que buscar otra opción, y rápido. Había estado despierto por mas de 12 horas y la fatiga estaba tumbándome.
Los Sargentos del Mar de las tres naves estaban ocupados sacando pilotos fuera del agua, así que la eyección era una opción poco atractiva. Así mismo, nadar no era agradable, especialmente en la oscuridad. Isla Bird estaba fuera de las opciones ya que no tenía una pista de recorrido largo, una cinta de 500 pies de largo. La isla no tenia necesidad para una cinta de aterrizaje convencional ya que todo el equipo y suministros eran llevados por barco o por transportes VTOL. Tenia más posibilidades de estrellarme en una de las muchas playas de Isla Bird, pero la arena suave, seguramente voltearía a mi caza de cabeza y estaría atrapado hasta que alguien me encontrara, en el mejor de los casos o muerto por el accidente, en el peor. Con esto en mente, mi única opción era dirigirme a otra nave o base y hacer el aterrizaje ahí.
"Aguila Rápida Dos Cero Nueve, este es el Prometeus, todas las aves están seguras a bordo. ¿Cuál es su estado, cambio?"
"Acercamiento al Prometeus, Aguila Rápida Dos Cero Nueve. Estoy en medio de un lío. No puedo ir a Guardián y no deseo nadar. Necesito otra opción, cambio."
"Dos Cero Nueve, espere uno."
Orbité en el área esperando al controlador de vuelo que resolviera algo. Mi mente estaba enrollada. Japón estaba a mas de 500 millas y por el clima, necesitaría un acercamiento por instrumentos. Sin los sensores de proximidad no podía acercarme sin correr el riesgo de golpear una montaña. ¿Y si lograra llegar a Japón? ¿Me permitirían regresar a mi nave o me mantendrían ahí para sondearme con preguntas? Estaba completamente seguro de que debía permanecer con el SDF-1, no importaran los riesgos, lo que significaba que Japón estaba fuera de las opciones. Haría una eyección primero.
"Dos Cero Nueve, este es Prometeus. Podemos mandarte a Yokohama, Kadena o Cronos. Ambos, Kadena y Yokohama están IFR. Tu decides, cambio."
Medite por unos segundos, sopesando mi limitada experiencia con los instrumentos, entonces tomando un profundo respiro conteste, "Dos Cero Nueve no tiene rutas de aproximación para Yokohama o Kadena, cambio." Aunque la información pudiera ser datos enlazados a mi caza, 575 millas era una distancia muy larga para arriesgarse en un acercamiento por instrumentos sin una copia impresa para revisarla.
"Correcto, Dos Cero Nueve, vamos a enviarte al Cronos, cambio," respondió el controlador.
"Dos Cero Nueve, pido información de aproximación, cambio."
"Dos Cero Nueve, este es Prometeus. Vector cero-uno-cero por seis-nueve-cinco millas. Cronos reporta cielo roto a 600, 3 millas [visibilidad], con regaderas y niebla, cambio."
Grandioso. Mi primer aterrizaje en un portaaviones en un clima no ideal, con cuatro horas de sueño, doce horas de guardia y después de un vuelo de casi 700 millas. Esto iba a ser una noche divertida.
"Dos Cero Nueve, correcto. Rumbo cero-uno-cero," dije, dirigiendo mi Valkyrie a la derecha en dirección del portaaviones Cronos. Iba a ser interesante ver que estilo de vida se lleva en otra nave tipo Prometeus.
"Dos Cero Nueve, contacta Acercamiento Halcón, dos-uno-cero punto cinco-cero, buena suerte."
"Dos-uno-cero punto cinco-cero para Dos Cero Nueve. Hasta la vista," dije, alcanzando el panel de comunicaciones.
Mientras registraba la frecuencia en mi radio me di cuenta que deseaba haber pedido una escolta al otro portaaviones. Si algo salía mal me encontraría a cientos de millas de un helicóptero de rescate y solo Dios sabría bien cuanto tiempo les tomaría a ellos encontrarme y pescarme fuera del agua -si es que me encontraban.
Sintonice mi GAPS para encontrar al Cronos y observe como el contador de millas disminuía lentamente en decenas. La lectura digital me trajo a mi mente una imagen del panel de instrumentos de mi auto el primer día con Beki y mi mente retrocedio hacia tiempos mejores. Añore la suavidad de su toque, la sensación de su piel suave, la calidez de su cuerpo junto al mío. Su hermosa cara apareció en la cabina enfrente de mí y la alcance para tocarla -no encontrando nada ahí. Me paralice con una aplastante sensación de soledad. La frialdad, el dolor, la sensación de aislamiento. Era mas de lo que pudiera soportar y llore intermitentemente dentro de mí mascara.
Mirando el cielo estrellado, la llame por su nombre. "¡¡Rebeca!! ¿Por qué? ¿Por qué te fuiste?" gemí y grite, golpeando la cabina con mi puño. "¡Maldición! ¿Por qué me dejaste? ¿Por qué no luchaste? ¿Por qué?"
Apreté mis mandíbulas lo mas duro que pude y emití un rugido gutural, golpeando con los pies, estrellando mi codo contra el asiento. Estaba furioso. "¡Rayos, Maldita sea! ¡AAAAAAAH-HAAAAAAA!"
"Jake..." era una voz suave y femenina.
Pare el berrinche y me senté derecho, mis oídos tratando de escuchar sobre el seco rugido de las turbinas de mi caza.
"Jake, por favor..."
Escuche la voz otra vez.
"¿Qué?" dije en voz alta.
"Jake, por favor, escúchame..."
Era la voz de Rebeca. Distante. Hueca.
"¿Beki?" Pregunte en voz alta. Mi maquina, extrañamente se había vuelto silenciosa. "¿Beki, eres tú?"
"Si, mi amor... soy yo... estoy contigo... no tengo mucho tiempo... debes escucharme, Jake..."
"Beki, ¿Dónde estas?" pregunte, buscando frenéticamente por la cabina. Era como si ella estuviera dentro de mí.
"Jake... por favor. Debes seguir adelante... Esta amargura debe terminar... Estoy en paz Jake... Debes hacer lo mismo..."
"¿Qué? Debo... Beki, ¿Por qué? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no peleaste, Beki? ¿Por qué?" pregunte en voz alta, buscando frenéticamente por la fuente de la voz.
"Jake, no había nada que pudiera hacer... Era mi hora... Pelee lo mas duro que pude, mi amor... Esto no era lo que tenia que pasar..."
"Beki, ya no tengo vida sin ti... Yo... Yo... no puedo... no puedo hacerlo yo solo..." dije, mis mejillas eran ahora un río de lágrimas.
"Jake, debes seguir..."
"No puedo..."
"Tú debes..."
Mientras miraba sorprendido, su imagen apareció enfrente de mí, fantasmagóricamente al principio, después tan real como cuando vivía. "¿Rebeca?" pregunte, inclinándome hacia delante, estirando mis manos para tocarla. Echa se acerco para tocar mis manos también. Nuestros dedos hicieron contacto. ¡Podía sentirla! "¿Eres realmente tu, Beki?" pregunte, entre sollozos.
"Si, Jake. Estoy aquí. Pero no puedo quedarme. Debes seguir adelante, Jake. Debes cuidar a nuestra hija. Tienes una responsabilidad con ella."
"¿Una hija? ¿Es una niña?" pregunte.
"Si. Debes estar ahí por ella, Jake. Debes estar ahí por ella. No podrás hacerlo si estas preocupado por mí..."
"Pero... Beki..."
"Sin peros, Jake. Debes seguir. Algún día estaremos juntos, otra vez... pero ahora, debes seguir adelante. Jake, prométeme que seguirás adelante."
"¿Cuándo estaremos juntos? ¿Cuándo?
"Cuando llegue el momento, Jake. Cuando llegue. Hasta entonces, debes prometer que seguirás adelante."
"Lo prometo, Beki... lo prometo," dije incrédulamente. Podía sentir el peso de su cuerpo sobre mi pierna. Literalmente, estaba sentada sobre mi regazo. Podía sentirla. Toque su cara... su cabello. Ella estaba realmente con migo -físicamente conmigo. Era nada menos que increíble.
"Jake," dijo, con su sonrisa característica, sus brillantes ojos azules. "Te amo, Jake..."
"Te amo, Rebeca," dije, adelantándome para besarla.
Mientras nuestros labios se unían, sentí como toda la amargura y enojo que habían estado acumulándose dentro de mí, desde el día que ella murió, desapareció completamente. Nos besamos por lo que parecía minutos, pero seguramente fueron solo segundos. Nuestros labios se separaron y ella acariciaba mi mejilla.
"Ahora debes irte, Jake," dijo, suavemente.
"Permanece conmigo, Rebeca. Por favor, quédate conmigo," le rogué.
"No puedo quedarme, Jake. Debo irme. Estaremos juntos otra vez, te lo prometo," ella dijo, mientras su imagen empezaba a desvanecerse.
"¡Beki, no! ¡Por favor!" grite, tratando de agarrar su imagen.
"Lo siento mucho Jake... Debo irme... Te amo..." dijo.
"También yo te amo, Beki. También te amo," le dije mientras ella desaparecía lentamente.
"Te amo... Jake..."
Y se fue... El sonido de su voz fue lentamente reemplazado por el seco rugido de las turbinas del Valkyrie. Saliendo del estupor, revise mi sistema de oxigeno -todo estaba bien. Revise el sello de mí mascara, y también se encontraba bien. Me retire la mascara, me abofetee la cara fuertemente y pellizque mi brazo hasta hacerlo sangrar. Estaba bien despierto. No se podía negar que había pasado y estaba completamente aturdido. La tranquilidad que me envolvió era más refrescante que la fresca brisa del verano. No había ninguna duda: si por solo un momento, Rebeca había regresado a mí.
La extrañaba miserablemente, y lloraba lagrimas que eran una mezcla de tristeza y de placer, sus palabras tuvieron un tremendo efecto en mi. Estaríamos juntos otra vez. Me preguntaba que quería decir con eso. ¿Tendría que esperar hasta la muerte para estar con ella o ella vendría a visitarme otra vez? No tenia idea, pero estaba convencido, sin lugar a dudas, que ella estaba conmigo en la nace, esa noche sobre el Pacifico Sur y en ese momento, la vida repentinamente tuvo un nuevo significado.
"Acercamiento Halcón, Aguila Rápida Dos Cero Nueve contigo. Aprocimacion al Halcón uno-nueve-cero, 50 millas, fuera del Nivel de Vuelo Dos Tres Cero, cambio."
"Dos Cero Nueve, Acercamiento Halcón. Sintonice dos-cero-uno-cero e identifíquese."
"Alcance el sintonizador lo cambie a 2010, entonces presione el botón de identificador. "Dos Cero Nueve cambiando a dos-cero-uno-cero"
"Dos Cero Nueve, Halcón. Contacto con radar. Gire a la derecha, dirección cero-uno-nueve. Descienda y mantenga Nivel de Vuelo Dos Cero Cero. Disminuya a dos-nueve-cero.
Como se me indico, empece un descenso lento, retractando el propulsor, activando los frenos de aire y extendiendo los alerones presionando un botón en la palanca. Con la mitad de los alerones de la ala izquierda perdidos, solamente podía levantarlos como diez grados y mantener bajos los alerones de la ala derecha para evitar que mi caza girara. A 20,000 pies de altura libere presión en la palanca y retraje los alerones, viendo como la velocidad del aire ascendía rápidamente a los 290 nudos. Solté los frenos y solté el suficiente poder para mantener mi velocidad. La distancia a la nave continuaba reduciéndose y me permití un momento para considerar el hecho de que quizás logre llegar a bordo.
A 20 millas llame al Mariscal y bajo la dirección del controlador, saque mi Valkyrie del cielo estrellado dirigiéndome hacia las nubes que se encontraban debajo. La luna acababa de asomarse del cielo nublado a mi derecha y su brillo incandescente le dio textura a las nubes hinchadas que me rodeaban. Destellos de luces punteaban la noche de verano mientras descendía hacia el algodón, nubes grises formaban el punto inferior de un sistema de tormentas que estaba hirviendo desde el océano hasta los 55,000 pies. Barrí por las etapas superiores en el valle de la tormenta y la luz de luna empezó a disminuir y a fluir en un ritmo extraño. Entonces llegó la oscuridad.
Cambie a mi procedimiento IFR, haciendo una referencia cruzada entre mi MFD y el HUD para asegurar que no faltaba nada, existe un axioma en la aviación naval que un buen comienzo engendra un buen final. Satisfecho con mi aproximación, llame a la plataforma.
"Aguila Rápida Dos Cero Nueve, Acercamiento Halcón. Charlie llegando, reporte la Entrada.
Baje mi gancho y continúe con los instrumentos hasta la Entrada.
"Dos Cero Nueve, Valkyrie Entrando, 10.0," llame.
"Dos Cero Nueve, correcto, descienda," indico el Controlador del radar.
Baje el tren de aterrizaje, alerones y revise que mi gancho estaba abajo. Estaba a los 1000 pies y empece a reducir lentamente mi radio de descenso. Durante un acercamiento por instrumentos a un portaaviones, el radio de descenso en pies por minuto no debe exceder tu altitud sobre el océano.
"Paletas arriba," indico el LSO.
Todavía estaba en la oscuridad y mi corazón estaba en mi garganta. Estaba asustado hasta la medula y empece a tener vértigo. Mi experiencia con instrumentos estaba limitada y la idea de aterrizar en un espacio agitado y móvil del tamaño de una cancha de tenis en la profunda noche no era muy atractivo para mí.
"Dos Cero Nueve, Acercamiento Halcón. Estas a tres millas y un cuarto, planee al descender, en curso. Revise que las ruedas estén abajo y aseguradas.
Con el amistoso recordatorio del controlador del radar, otra vez revise la configuración de mi caza. Todo estaba listo.
Con la excepción del relámpago ocasional, la oscuridad era mas negra que cualquier otra cosa que haya visto -o no haya visto- y a parte del tenue brillo de mi panel de instrumentos, había una abundancia de nada en todas direcciones. Estaba realmente sudando ahora.
"Dos Cero Nueve, Acercamiento Halcón. Esta a una milla y un cuarto, llame la bola."
Observe en la oscuridad como lo había hecho tantas veces en el espacio, escudriñando por una señal fugaz de la nave y la bola.
"Dos Cero Nueve, Valkyrie, Clara, 10.0 manual," dije buscando frenéticamente por la bola. Hice la llamada manual para asegurarme que el LSO estaba advertido de que tenia deshabilitados el Compensador de Potencia (APC) -"auto-acelerador" y el Control de Ascenso Directo (DLC). En el espacio el auto-acelerador nunca es usado y para recortar el tiempo que nos tomaría entrenarnos, nunca nos enseñaron a usar la maldita cosa de todas maneras. Con la mitad de mi ala destruida, el DLC igualmente era inútil y el LSO del Cronos necesitaba esta información para que él supiera hacer las llamadas apropiadas para mi acercamiento, ya que las ordenes usadas para un acercamiento manual son diferentes de las de uno con auto-acelerador.
"Contacto visual. Dos Cero Nueve, déjese venir. Mueva su nave a la derecha. Muy bien, manténgalo ahí. Deme un poco de potencia," demando tranquilamente el LSO.
Estaba debajo de la ruta de vuelo. En el espacio solamente jalaría un poco la palanca (la misma reacción seria verdadera para un acercamiento con auto-acelerador), pero en la atmósfera con un acercamiento manual como este, la altitud es controlada por la potencia, velocidad por la altitud. El LSO estaba indicándome que aumentara ligeramente el poder mientras mantenía una altitud constante. Estaba aproximándome a la nave a unos 180 nudos para no forzar mi ala de babor y sintiéndome bajo y rápido, tenia que luchar ante la urgencia de jalar la palanca y frenar el impulso -la reacción apropiada en el espacio, en esas condiciones. Resistí con todo mi poder, auxiliado por la voz de LSO sobre la radio. Todavía sin poder ver la bola y con el altímetro indicando 300 pies, estaba a punto de ejecutar un acercamiento fallido cuando el LSO me dio su señal verbal de corte.
"¡Toque el suelo!" ordeno.
Empuje la palanca hacia delante y vi la bola relampaguear mientras mi caza golpeaba la cubierta. Coloque el acelerador en neutral y sentí un jalón cuando el gancho brincó el cable cuatro y se engancho del numero cinco. Aterrice sobre la nave sin ver nada. Coloque el acelerador en punto muerto mientras la adrenalina fluía libremente por mis venas y sentí mi Valkyrie ser arrastrado por el cable tractor.
"¡¡Perra suerte!!" exclame. Lo logre. "Controlador desde Dos Cero Nueve, ¡Gracias! Le debo una grande," dije, excitadamente, aliviado.
"Cuando gustes, Aguila Rápida. Cuando gustes. Bienvenido a bordo," dijo.
Bajo la dirección del equipo de cubierta, solté el gancho de la cola, dirigí mi caza hacia la proa del portaaviones, y coloque los motores de punto muerto a apagado. Me senté silenciosamente y escuche a los instrumentos y giroscopios murmurar suavemente mientras se apagaban, repentinamente cansado pero totalmente agradecido. La expresión en la cara del capitán de vuelo mientras ascendía por la escalera y al ver las hileras de marcas de muertes, debajo de mi cabina, fue inolvidable. Estaba realmente impactado.
Abrí la cabina y empece a quitarme los cinturones del avión. Había estado en la cabina por casi ocho horas sin descanso y estaba exhausto. Coloque mi tablero sobre el panel y mi casco en la orilla de la cabina.
"Bienvenido a bordo, señor," dijo el capitán de vuelo.
"Gracias. Usted no se imagina que feliz estoy de estar aquí,"
dije, bajando de la cabina y descendiendo de la escalera. "Gracias nena,"
dije mientras besaba la nariz de mi Valkyrie. "Tú eres un hueso duro,
cariño."
(NdelT) En la obra original, Hueso Duro es
Hard Case, luego hace la comparación con el de su difunta esposa
Rebeca Casey.
Mientras acariciaba la nariz del caza me di cuenta que había encontrado el nombre perfecto para mi caza: "Hard Case." El doble sentido era sin duda claro -y apropiado. Lance un beso hacia el cielo y después dirigiéndome al capitán de vuelo le pregunte la única pregunta que necesitaba saber.
"¿Tienen donde echar una descarga a bordo de esta cosa?"
Él soltó una risa de comprensión. "Por este camino, señor."
"Muy bien," exclame, siguiéndolo con prisa, una nueva expectativa en mi camino. La vida repentinamente valía la pena otra vez.
Las reparaciones en mi caza tomarían dos días. Durante este tiempo seria un huésped en el Escuadrón de Valkyries del Cronos, VF-33 "Los Toms Rugientes" llamados por su herencia como el primer escuadrón de F-14 "Tomcat" durante los finales del siglo 20 y al principio del siglo 21. Mi chaperón era un joven teniente llamado Scott "Toll" Booth y él estuvo todo el tiempo para asegurarse que mi estancia a bordo de la nave fuera extremadamente agradable. De hecho fui tratado mas como un héroe que un NCO de bajo rango. Los pilotos de combate estaban extremadamente deseosos de escuchar detalles sobre los Zentraedi -su equipo, sus tácticas, su apariencia, etc.- y pase muchas horas en la sala de reunión discutiendo los eventos de los últimos 12 meses.
El Tte. Booth me dio un paseo por la nave, uno de los portaaviones mas nuevos de clase Prometeus. Aunque la disposición de la nave era familiar, estaba mucho menos abarrotado que su nave hermana mas vieja, y por una buena razón -Cronos tenia como una tercera parte del personal acomodado en el Prometeus. Como estaba, me di cuenta de muchos refinamientos y mejoras en el trabajo y funcionalidad a bordo del Cornos y estaba impresionado por el progreso que se había hecho desde el tiempo en que el Prometeus había sido construido.
Como cualquier amante de los portaaviones hubiera adivinado, la porción más agradable del paseo no tenia que ver con la nave, sino, con una vista de cerca y personal de las aeronaves a bordo de ella. La Ala Aérea del Cronos era de las más variadas. Desde el F-24 "Dragón" un caza interceptor de alta velocidad y alta altitud con capacidad STOL, hasta el jet de ataque VTOL LTV "Aventurero II", los aviones a bordo de la nave eran una fuerza cohesiva de combate altamente integrada. Se me dio la oportunidad de volar en el F-24 "Dragón" y simplemente lo aprecie. Era sin lugar a dudas el caza más fino del mundo. Con un radio de giro que rozaba lo insoportable y un radio de empuje-peso que haría a un piloto de Veritech salivar, rápidamente decidí que cada aviador debería tener uno. Estaba mas impresionado con el piloto, Tte. "Blip" Sherrar, aterrizar sobre el Cronos después de nuestro vuelo a solamente 50 nudos. Era claro para mí porque el "Ultra Viper" era el artefacto de portaaviones mas seguro en el inventario del RDF. Era verdaderamente una obra de arte.
F-24 "Dragon II
Mientras las reparaciones a mi caza se completaban, los miembros del VF-33 me hicieron miembro honorario y me fue entregada una hermosa chaqueta de piel con la insignia del VF-33 estampada por detrás. Estaba realmente conmovido y me prometí hacer algo agradable para los pilotos de combate que extendieron tal amabilidad hacia mí durante mi corta permanencia sobre la nave.
Mientras me dirigía hacia la cubierta de vuelo, el Tte. Booth me agradeció por compartir mis conocimientos con los pilotos en la nave. En el evento de que la ala aérea del Cronos se enfrentaran a los Zentraedis en combate, la información que les había proporcionado seria altamente valiosa.
"Buena suerte, Jake," dijo el Tte. Booth, estrechando mi mano.
"Gracias, Teniente. Espero volverlos a ver pronto, caballeros."
"También yo, Cuídese," dijo.
"Si señor," dije, saludando al joven teniente.
Di media vuelta para dirigirme hacia mi caza y lo que ví golpeo mis ojos lo suficiente para enfermarme. Mi hermoso caza estaba embadurnado de nariz a cola en una horrible pintura blanca, indicando toda forma de profanación, comentarios acerca de la hombría de los miembros de mi escuadrón y otros comentarios a cerca de la ilegitimidad de nuestros progenitores. Esta fue mi primera exposición a una vieja tradición compartida entre escuadrones rivales e hice una mueca visible preguntándome si me había equivocado al pensar que eran agradables las personas que difamarían mi avión de esta manera.
Los miembros del escuadrón, difícilmente podían controlar su risa mientras ascendía mi caza y arrancaba las turbinas. Como el Cronos era capaz de generar algo de viento sobre su cubierta mientras se movía, el impulso de la catapulta era mucho más suave que la del Prometeus. Eso hizo poco para disminuir la ira que sentía al ver como mi hermoso caza había sido abusado en una manera tan cruel, aun así, mientras dirigía mi curso hacia el Prometeus, jure que tendría mi venganza.
El reporte de muertes para la misión de protección para Isla Bird, oficialmente me acredito con ocho muertes, mas el caza con el que había chocado, llevando mi total a 71. Josh y Waylan se anotaron con doce, cada uno, acercándonos a los tres a una corta distancia de la mágica marca del 100. No hay duda de que nuestras marcas fueron sustancialmente mas altas, pero a los tres no nos preocupaba eso. El que la nave estuviera a salvo era mas recompensante que el número de muertes que nos pudieran acreditar.
Durante los siguientes días continuamos volando misiones BARCAP y pasaron sin novedad. La operación de reabastecimiento del SDF-1 estaba casi completa y rápidamente se volvió aparente que la ventana par mi venganza se estaba reduciendo. Tenia que actuar rápido.
Rápidamente diseñe un plan para darles un espectáculo a la ala aérea del Cronos que no olvidarían. Con la ayuda de Philo, Waylan, Josh y yo fuimos con el oficial de suministros para que nos diera acceso a la bodega de pintura.
"Necesitamos la pintura para hacer un retoque a uno de nuestros cazas," fue la línea que le dimos. "Pueden confirmarlo con el Tte. Carr si es necesario."
"Oh, no hay problema. Esta bien. Tomen toda la que necesiten," dijo el oficial.
No es necesario decir que cargamos un endemonial de pintura. Después pasamos a visitar todos los sanitarios a bordo de la nave y robamos todas las toallas de papel y rollos que pudimos encontrar. Finalmente aseguramos varias bolsas gigantes para la basura y las juntamos en el hangar para hacer nuestra sucia obra.
Con mucho cuidado, llenamos las bolsas con pintura, las sellamos y las colocamos dentro de las cabinas del tren de aterrizaje de nuestros tres cazas. Después colocamos varios rollos de toallas y rollos de papel dentro de cada cabina, asegurándolos de manera que el tirón de la catapulta hicieran que se soltaran. Finalmente, coloque una nota dentro del la nariz de mi caza, para que el blanco supiera quien la mando.
Frotando mis manos reí maliciosamente. Cuando el BARCAP de la mañana terminara, buscaría mi venganza.
En la mañana del 1 de Agosto del 2010 despegamos como parte del BARCAP 0900. Había advertido a mis camaradas que se movieran suavemente cuando maniobraran para que no reventaran nuestras cargas. La patrulla fue aburrida, y no vimos mas que una gaviota. Cuando nuestro relevo apareció, no separamos y nos dirigimos hacia el Cronos. Había recibido permiso para pasar una hora de vuelo para probar mi caza, por parte del Tte. Carr. Esta no era un procedimiento inusual para un caza que había pasado reparaciones tan extensas, como el que había recibido el mío, y me otorgo suficiente tiempo para completar mi pequeña travesura.
"Acercamiento Halcón, Sand Pebble Uno. Vuelo de tres Victor Felix Unos, Aproximación al Halcón uno-cinco-cero, descendiendo del Nivel de Vuelo Dos Uno Cero, cambio," llame.
"Sand Pebble Uno, Aproximación Halcón. Desciendan o mantengan a uno cero mil. Cambien a uno-dos-cinco-cero e identifíquese."
"Sand Pebble Uno, cambiando a uno-dos-cinco-cero."
"Sand Pebble Uno, contacto de radar. Gire a la izquierda tres-uno-cero. Reporte a Plataforma."
Como me fue indicado, procedí en curso hacia Plataforma.
"Muy bien, Sand Pebbles, esta es. Estamos dentro," dije, señalando una señal de pulgar a mis hombres ala. "Ustedes saben que hacer a partir de ahora. Buena suerte."
"Correcto."
"Correcto."
Mientras descendíamos hacia el Cronos, no podía mas que reírme excitadamente. Nada nos podía detener ahora. Esos bastardos estarán impactados hasta el cerebro.
Reporte con Plataforma, descendimos hacia la Entrada y volé un acercamiento preciso hacia la nave. El LSO me dirigió hacia el portaaviones y me di cuenta de que era difícil retener la risa mientras llamaba a la bola. A 3/4 de milla empuje el acelerador y baje mi nariz hacia el océano.
"¡Altitud, altitud! ¡Potencia! ¡Potencia! ¡POTENCIA!" vinó el grito chillante del LSO. "¡ALÉJESE! ¡ALÉJESE! ¡ALÉJESE! ¡DIOS MIO! ¡ALÉJESE!" sin lugar a dudas, el LSO estaría clavándose en su red de seguridad para evitar que su cabeza fuera separada por un Valkyrie fuera de control. Reí ante la idea.
Revisando el océano, vi que la cubierta de vuelo del Cronos estaba llena de naves estacionadas y rugí con regocijo mientras jalaba mis impulsores a punto muerto. En el momento preciso, jalaría la palanca y ascendería en un jalón de seis y medio Gs. La fuerza centrifuga aplicada a los elementos en mi tren de aterrizaje hicieron que se separaran en un arco hacia la cubierta cargada de aviones. Una vez asegurado que el contenido fue entregado, gire mi Valkyrie 180 grados, jale el poder a empuje militar y libere la palanca. Observando por la ventana de mi cabina vi las seis bolsas gigantes con pintura blanca estallar mientras golpeaban las naves estacionadas en el frente del portaaviones, listones de papel del baño flotando alrededor de ellos. Inmediatamente detrás de mi Josh y Waylan arrojaron 12 bolsas mas con pintura amarilla, azul y roja, hacia la nave y observe como las bolsas hacían impacto en una rápida sucesión, convirtiendo el frente del portaaviones en una gigantesca pintura impresionista.
"¡Jajajajajajajajajaja! ¡Tomen eso muchachos!" exclame, guardando mi tren de aterrizaje y girando de nuevo. "¡Jojojojojajajajaja!" Estaba mas allá que histérico. "¡Sand Pebbles únanse a mí!"
Riendo incontrolablemente, mis hombres ala se formaron junto a mi caza.
"Sand Pebbles cambien a modo Guardián," indique, dirigiéndome de regreso al Cronos.
Con Josh y Waylan manteniendo una perfecta formación, llegamos a detenernos con respecto al portaaviones y descendimos a casi quince pies sobre la enorme nave. Abriendo mi cabina, fui recibido por el aire enérgico, salado que rugía a lo largo de la cubierta del portaaviones. Alcanzando el respaldo de mi asiento saque dos contenedores etiquetados "VF-31". Con un saludo de estilo las arroje lejos de la cabina lo mas lejos que pude para que no fueran absorbidas por las turbinas y las vi rebotar en la cubierta para ser recuperadas por el equipo de cubierta. Las botellas de Whisky Escocés que contenía cada una era un gesto de agradecimiento por la chaqueta y una señal de que no había resentimientos ante el abuso hecho a mi maravillosa nave.
Bajando la cubierta una vez mas, moví el acelerador y despegamos directamente hacia arriba, Waylan y Josh acompañándome todo el camino. Pisando en el pedal derecho del timón, hicimos piruetas en formación, como un trío sádico de bailarines de ballet, hasta los 3,000 pies. Reconfigurando a modo F, nos dirigimos hacia nuestra propia nave -después de hacer un bello, cercano y preciso paso sobre el Cronos, alas moviéndose en un "hasta pronto". Hubiera dado cualquier cosa para ver las expresiones en las caras de los pilotos del Cronos cuando leyeran mi nota (Había colocado una copia, junto a cada botella del Whisky escocés para asegurarme de era recibido) confirmando que era yo.
"Gracias por el trabajo de pintura. Pero, ustedes necesitan trabajar mas en sus métodos y pense darles una demostración practica. Así es como pintan los pilotos de combate activos. ¿Les gusto nuestra técnica? Con mis mejores deseos -Jeff Framton."
Los tres nos reímos todo el camino de regreso desde el Cronos. No podíamos evitarlo. Después de todo, estos chicos iban a tener un buen rato para limpiar todo ese desorden.
"Siempre da placer pagar, ¿verdad?" indico Waylan, una sonrisa de oreja a oreja en su cara.
Reímos ante el comentario de Waylan y continuamos contando chistes durante el regreso a la nave. Solamente paramos cuando fue momento de hacer contacto con la nave, y aun ahí, fue difícil mantenerse calmado y no estallar en una risa histérica y carcajadas. Mientras descendíamos hacia el SDF-1, me di cuenta que era la primera vez que me permitía reírme desde que Beki había fallecido. De hecho, verla otra vez había cambiado por completo la dirección de mi vida y mientras miraba hacia el cielo azul, tome la oportunidad de decir, "Gracias, cariño"
Mientras el portaaviones aparecía a nuestros ojos, era obvio que las noticias de nuestra "pintura" nos había precedido. Gritamos sobre el centro del SDF-1 a 375 nudos. Dando Josh la señal de separación, rompí en un giro brusco hacia la izquierda, las alas acomodándose para un vuelo a baja velocidad y entramos la pierna descendente del Prometeus. Toda la cubierta del portaaviones estaba llena de pilotos y marineros lanzando porras y saludando, mientras apagaba mi Guardián después de un aterrizaje perfecto, me empece a preocupar. ¿Qué pasaría sí el Tte. Carr estuviera disgustado? Un escalofrío recorrió toda mi espalda.
"Oh rayos," murmure mientras habría la cabina. "Podría perder mis alas."
Mientras descendía de la cabina, intercambiando saludos con la tripulación antes de reunirme con Josh y Waylan. "Buen trabajo, chicos," dije, tratando de parecer lo mas confiado posible.
"Eso fue absolutamente histérico, Jake. Si que los dejaste clavados. ¡Pow!" exclamo Josh, haciendo gestos excitadamente con sus manos.
Sonreí, entonces me voltee y me dirigí hacia la Sala de Preparación en la cubierta inferior del hangar. Camine por la escotilla y fui recibido por la vista de un firme y obviamente irritado, Tte. Carr. "Oh, rayos," alcancé a decir.
"Siéntense ustedes tres," dijo, apuntando tres asientos en la fila delantera. "Gusanos, ¿se dan cuenta de que acaban de hacer? ¿Se dan cuenta?"
Nos sentamos en silencio.
"¿Bien? Estoy esperando por una respuesta. ¿Ustedes tres genios se han dado cuenta de lo que hicieron?"
"Uhm, señor," se aventuro Josh. "Estamos, uhm... ahem... Lo sentimos, señor."
"¡¿Lo sienten?! ¡¿Lo sienten?! ¡Ustedes creen que decir que lo sienten va a arreglar esto!" rugió, su cara negra tornándose mas negra de rabia. "¡¡¿Lo creen?!!
"No señor," conteste.
"¿Qué suponen que debo hacer con ustedes, idiotas? ¡¡¿Qué?!!" exclamo, su voz mas fuerte que las maquinas del Valkyrie a toda potencia.
Después de una corta pausa, Waylan murmuro calladamente, "Fusilarnos... señor..."
"¿Fusilarlos? ¿Fusilarlos?" preguntó incrédulamente, su acento francés repentinamente más acentuado. "¡Diablos! ¡Me gustaría promocionarlos!"
"¿Promocionarnos, señor?" pregunté, volteando en incredulidad hacia mis camaradas.
"¡SI Sargento! Ese fue el mejor espectáculo que jamas haya oído en mis 10 años de servicio. 'Así es como pintan los pilotos de combate activos.' ¡Ja! ¡Buen trabajo muchachos!" exclamo, extendiendo su mano. "Espero que tengan una grabación del evento."
Estaba estupefacto. El resto del escuadrón rápidamente se introdujo dentro de la sala y empezó una gigantesca celebración. Como los héroes de la hora, ninguno de nosotros pudo comprar algo para comer o beber en el pueblo por mas de una semana -a donde fuéramos, siempre había alguien que tomara la cuenta. También nos inmortalizaron con el nombre de "Los Tres Picasos," y nuestra pequeña travesura con bombas se convirtió en una de las legendarias historias de la Primera Guerra Robotech. Verdaderamente fue un momento maravilloso en mi carrera y una experiencia que nunca olvidare.
por Jason W. Smith
Julio 1995
traducción
Gerardo Campos De León
Julio 1998
Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith
(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)
Basado en los personajes y situaciones de
Robotech, © 1985 Harmony Gold, USA, Inc.
Robotech ® es propiedad de Harmony Gold. Este documento de ninguna manera tiene la intención de violar sus derechos
Última Fecha de Revisión: 21 de Febrero de 1999