EL PLAN DE SALVACIÓN DE DIOS
"Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo" (Ap. 3:20).
Dios tiene un propósito y un plan para usted: su salvación. La Biblia nos habla acerca de ello: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10b).
¿HA DECIDIDO USTED RECIBIR EL DON GRATUITO DE DIOS?
Si usted está decidido, debe orar al Señor. Puede hacerlo en sus propias palabras, o si necesita ayuda puede hacer suya esta oración: Señor Jesús, sé que soy pecador y que necesito perdón. Sé que moriste en la cruz por mí. Me arrepiento de mis pecados y te pido perdón. Te invito a que entres en mi corazón y en mi vida. En este momento te confieso como mi Salvador y prometo seguirte como mi Señor. Gracias por haberme salvado. Amén.
¿Le ha pedido a Cristo que perdone sus pecados?
¿Le ha pedido que le salve?
¿Le ha dado el control completo de su vida a Jesús?
Si así lo ha hecho, ¡BIENVENIDO A LA FAMILIA DE DIOS!
¿QUÉ DEBE HACER AHORA?
Primero, Él quiere que usted esté seguro de su salvación. Usted puede tener la certeza de una vida eterna:
Porque ha nacido de nuevo y el nacimiento es experimentado una sola vez (2 Corintios 5:19).
Por su dedicación entera al Señor, usted ha hecho lo que dice a Biblia (Romanos10:13).
Porque Dios así lo ha dicho (1 Juan 5:11-13).
Porque Dios así lo ha prometido (Juan 5:24).
Segundo, como evidencia de haber dado a Jesús el control de su vida, él quiere que usted le confiese públicamente y le siga en obediencia mediante el bautismo y haciéndose miembro de una iglesia local. La Biblia dice: “Los que recibieron su palabra fueron bautizados. Y...el Señor añadía todos los días.. .a los que habían de ser salvos...” (Hechos 2:41,47).
Tercero, Jesús desea que usted crezca y se convierta en un discípulo fuerte, fiel y responsable. La Biblia dice: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:2-3).
Hay cuatro cosas indispensables para su crecimiento:
Alimento. La Palabra de Dios, la Biblia, es el alimento espiritual. Léala, escúchela cuando es enseñada y predicada, estúdiela, trate de memorizarla y practíquela.
Aliento. La oración es el aliento espiritual. Pase un tiempo todos los días hablando con Dios. Hable con él de lo que usted hace, de sus problemas, de sus necesidades; háblele acerca de su familia, sus amistades. Dígale cuánto usted le ama y exprésele su agradecimiento.
Ejercicio. La destreza espiritual es ayudar a otros, es testificar de Cristo, es usar de su tiempo y energía en la obra del Señor, es ser un ejemplo al mundo en que vive.
Descanso. El descanso espiritual quiere decir adoración: adoración con la iglesia en el templo y adoración en su vida privada. Es esperar en Dios, con serenidad. Es renovación física y espiritual.
Cuarto, Jesús quiere que usted sea victorioso en su vida diaria. La Biblia dice: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4).
La vida cristiana es una batalla, pero estamos seguros de la victoria “. . .porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
Aun con la certeza de que somos victoriosos, habrá momentos de desobediencia y fracaso, porque somos humanos. Dios ha provisto los medios de gracia por los cuales podemos ser limpios de nuestros pecados diarios. Su Palabra dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Así que, cuando usted peque, no lo niegue ni trate de disculparse. Dígalo a Dios y acójase a su promesa.
Si usted desea conocer más acerca de este Plan de Salvación de Dios, puede dirigirse a nosotros: jorgebravoc@yahoo.com o acercarse a una iglesia evangélica más cercana a su casa.
Copyright © 2000-2010 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. All rights reserved. Todos los derechos reservados.