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UN RUEGO PERTINENTE PARA LA IGLESIA DE HOY

(1 Pedro 5:1-11; Juan 21:15-17)

Las palabras del apóstol nos recuerda las palabras de Jesús en la cena de su con sus discípulos junto al mar. Así como Jesús le ruega a Pedro a apacentar sus ovejas, de la misma manera Pedro ruega a todos los ancianos de la Iglesia a apacentar el rebaño del Señor. Pide que se le cuide, no por la fuerza, que sea con amor, en forma voluntaria, no con ganancias deshonestas, sino con entusiasmo. Es decir, háganlo considerando que las ovejas son del Señor y no de alguien, hagan todo de buena gana, por amor y sin generar ganancia deshonesta por ello. Aquí vale la pena detenernos un rato y examinar estas palabras de Pedro para la Iglesia Cristiana de hoy. ¿Qué significan estás palabras?  ¿Hasta dónde la entrega de los pastores es sincera? ¿Se tiene en cuenta, en la labor pastoral, que las personas a nuestro cuidado son del Señor y no nuestras? ¿Se está dispuesto seguir pastoreando el rebaño del Señor aún sino se recibiera salario alguno? Hoy podemos ver pastores que se hacen ricos a costa de las ofrendas o diezmos de sus ovejas. Ganan un dinero mucho mayor que un pastor de campo y hasta tienen propiedades y autos de primera. ¿Por qué esta diferencia? Y qué decir de aquellos pastores que solo pastorean o predican si se les paga lo que quieren? ¿Tendrá sentido las palabras de Pedro hoy?

Otra recomendación que hace el apóstol Pedro es que tratemos a las personas no como si fuéramos sus amos, sino con amor y que seamos ejemplos para ellos. El premio a recibir por el Señor de la grey es la corona incorruptible de gloria. Muchas veces, los pastores creemos que las personas a nuestro cuidado son nuestros siervos y que nosotros somos sus amos en todo sentido. Tenemos autoridad sobre ellos de la manera como los amos lo hacen con sus siervos. No respetamos la condición humana, social y espiritual de cada una de las personas que están a nuestro cuidado. ¡Cuántas veces se ha visto y oído levantar la voz a un pastor o enojarse con alguien en la iglesia porque no se hizo lo que él quería. A veces se nos va la mano con nuestro carácter y hacemos lo que la gente común suele hacer: somos autoritarios, intransigentes, imponemos nuestras ideas a la fuerza, algunos miembros son nuestros empleados domésticos. ¡Cuán importante son las palabras de Pedro para nuestra iglesia hoy!

Otro aspecto del ruego del apóstol Pedro a la iglesia, es la humildad y la sumisión a la autoridad. En especial este ruego está dirigido a los jóvenes y también a toda la iglesia. Aquí se destaca el ejercicio de la humildad y la sumisión los unos a los otros, ya que Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (Proverbios 3:34). Es necesario ser humildes y aceptar la autoridad de Dios, pues él es poderoso. Cuando llegue el momento oportuno él nos tratará como gente muy valiosa. Este es un consejo muy oportuno para todos los jóvenes que muchas veces son rebeldes y altivos, quieren imponer sus ideas y costumbres, no respetan y no se someten a autoridad alguna. Los grupos juveniles muchas veces están apartados o distanciados del programa de la iglesia. La humildad y la sumisión a la autoridad es muy importante en el pastoreo del rebaño.

Otra recomendación pastoral de Pedro a la grey del Señor, es la de poner toda ansiedad en la manos del Señor, ya que él cuida de nosotros. ¡Cuán necesario tener en cuenta esta recomendación en nuestros tiempos turbulentos y angustiosos!. ¡Cuántos padecemos de ansiedad y angustia por la diferentes situaciones que nos ocurre? Mucha gente anda ansiosa y angustiada todo el día sin saber a quién acudir. Aquí se nos recomienda confiar en el Señor y poner en sus manos nuestras ansiedades y angustias. ¡El cuidará de nosotros!. Este es el mensaje que la Iglesia debe predicar todos los días.

Una advertencia que Pedro hace a la grey, es la ser sobrios, moderados y estar en vigilia, ya que el diablo, que es nuestro enemigo, acecha como león rugiente buscando en nuestro alrededor a quién devorar. De ahí que hay que resistir firmes en la fe sin temor alguno, sabiendo que luego vendrá la recompensa. Hay que confiar en Dios y nunca dudar de él. Hay otros hermanos en otras partes del mundo que están sufriendo también. En estos tiempos vemos cómo el diablo se está metiendo en la iglesia y a muchos débiles e ingenuos los está convenciendo para cambiar de opinión con respecto a la fe y a la doctrina evangélica y cristiana. Muchas ideologías y doctrinas están apareciendo en el seno de la iglesia, trastocando las verdades que están escritas en el santo libro, que es la Biblia. También sabemos los padecimientos de otros cristianos sufriendo por defender la fe cristiana en lugares donde no se permite predicar el Evangelio, ni menos en distribuir la Palabra escrita.  ¡Cuántos están dejando sus vidas en manos de los verdugos de la fe! La Iglesia debe estar todos los días en actitud de vigilancia ante las asechanzas del diablo. Cuesta aceptar que hoy en día hay muchas iglesias que se dejan llevar por cualquier viento de doctrina o predicador advenedizo, generando el caos y la división.

Finalmente, hay palabras de esperanza del apóstol para la grey: después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino. ¡Que Dios reine con poder para siempre! . Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

       


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