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EN LISTA DE ESPERA

 

(2 Samuel 22:31; Salmo 18:30)

 

Al leer estos textos bíblicos: "En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan" Esta es una afirmación del rey David, en su cántico de liberación, al ser librado por Dios, de las manos de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. Hay una situación que sobresale, la actitud de esperar en Dios. En la relación con Dios, es como estar en una lista de espera, que Él nos coloca, para recibir su bendición o ayuda. Dios nunca se olvida de nuestras oraciones, pedidos o súplicas. Puede demorar, pero, jamás, olvidada nuestra solicitud. En la Biblia encontramos muchos pasajes que nos dice que los que esperan en Jehová, jamás serán confundidos (Salmo 25:3), tendrán nuevas fuerzas (Isaías 40:31), ni se avergonzarán (Isaías 49:23).

 

Esto nos recuerda las veces que hemos ido al aeropuerto en busca de un cupo en el avión para viajar de inmediato, la encargada de la atención nos dice que nos pondrá en lista de espera, hasta que se produzca una oportunidad para viajar. Lo que queda es esperar pacientemente. De pronto se nos dice que hay cupo y viajamos. En otros casos, cuando vamos al hospital para atendernos y se nos dice que no hay turno disponible, y que nos pondrían en una lista de espera. Después de un rato, se nos dice que seremos atendidos. En todos los casos vistos, no se nos niega ser atendidos de inmediato, pero hay que esperar una oportunidad para lograrlo. De la misma manera, muchas veces, Dios no nos niega su atención, pero nos dice que debemos estar en una lista de espera. 

 

Lamentablemente, no solemos entender esta actitud de Dios. Cuando Él se demora en contestar nuestras oraciones, inmediatamente pensamos que Dios no nos escucha o que nuestras oraciones han sido en vano. Olvidamos que Dios es perfecto en todo, que no es mentiroso, y que siempre cumple sus promesas. El rey David afirma que Dios es perfecto en su camino, Su palabra se perfecciona y se depura al ser puesta a prueba. En pocas palabras podemos decir que Dios es honrado, íntegro e intachable. Ignoramos, muchas veces, que Dios nos ha puesto en una lista de espera, y que hay que esperar el momento en que Él nos va a responder con su bendición. Cuántas veces, nos ha pasado a nosotros mismos, esta situación. Nos hemos desesperado, atormentado, angustiado y decepcionados, por la no repuesta rápida de Dios. Al cabo de un rato, llega la respuesta, la bendición de Dios. Es cuestión de tomar la actitud de saber esperar en Dios, de confiar que Él no nos va fallar, de no dudar en su poder y promesa. Es necesario estar en silencio y a solas con Dios, todos los días, para escuchar su respuesta. El rey David supo esperar en Dios, y Él lo libró de todos sus enemigos. En la Biblia, encontramos algunos textos sobre la espera en Dios (Salmos 37:7; 62:5; 119:74,81,114). 

      

Cuán importante es tomar nota, de que Dios puede ponernos en su lista de espera, para lograr ser atendidos, en su tiempo y voluntad. La actitud de esperar pacientemente la respuesta de Dios, es una actitud de confianza en Él. Sí nos desesperamos, nos angustiamos o frustramos, al no recibir la repuesta inmediata de Dios a nuestras oraciones, lo que estaremos logrando, es dar lugar a Satanás, para que nos lleve a renunciar de Dios. Es verdad, que no es fácil, en un momento difícil, de prueba, tener la paciencia suficiente para saber esperar. Es como si todo se viniera abajo, se nublara el horizonte, la angustia nos carcomiera, la esperanza y la fe se nos cayera. Somos frágiles y débiles. Sólo la fe y la actitud de saber esperar, nos puede dar las fuerzas necesarias para tener paciencia y no desmayar. Mucha gente, hoy en día, lo quiere todo para hoy, no saben esperar, no tienen la paciencia necesaria para resistir a la desesperación. Inclusive, hay personas que han renegado de Dios por no recibir la respuesta oportuna. Cuán valioso sería nuestro testimonio, cuando hemos pasado por esta prueba, y hemos recibido las bendiciones del Señor. Dios es nuestro escudo y nos cuida de toda tentación, más aún, de la desesperación.       

 

Que el Señor, Todopoderoso, nos libre de toda tentación de la desesperación y nos aumente la fe para poder confiar en Él. Que sepamos esperar en Su lista de espera. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

                                 


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