UNA GRAN VERDAD DIVINA
(Isaías 44:22)
El libro de Isaías nos da a conocer acerca del rol que ha de cumplir el Siervo del Señor, el Mesías. En la mayoría de los capítulos hay la referencia sobre la misericordia de Dios para con Israel, su pueblo. Llama la atención que en los capítulos 40:1-2 y 44:22, el profeta Isaías da a conocer la voluntad de Dios para con Israel. Veamos: "Consolad, consolad a mi pueblo —dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados." (Is. 40:1-2). "He disipado como una densa nube tus transgresiones, y como espesa niebla tus pecados. Vuélvete a mí, porque yo te he redimido." (Is. 44:22). Israel a pesar de todos sus pecados cometidos, es perdonado por el Señor y sus pecados son eliminados para siempre; además, después de un tiempo de prueba, el Señor los bendice doblemente. Sin duda que, la misericordia de Dios es grande para con su pueblo, el cual, ha sido elegido por Él. Dios no abandona a su pueblo, es fiel a pesar de sus errores y transgresiones. No guarda rencor ni venganza. Su amor por su pueblo lo lleva a perdonarlo y quitar todas sus iniquidades. Sin embargo, este gran amor de Dios, no quita que su pueblo pase por pruebas para lograr su arrepentimiento.
Toda la Escritura nos da a conocer del gran amor de Dios por la humanidad, no solamente por su pueblo Israel. Jesús, el Mesías, el Siervo de Dios, el Hijo del Hombre, vino al mundo para salvarlo (Jn. 3:16-17); además, "si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad." (1Jn. 1:9). Hay una actitud misericordiosa de parte de Dios para perdonar todas nuestras iniquidades, si nos arrepentimos de corazón. No debemos dejar de considerar, que mientras vivimos en pecado, Él nos pone a prueba, para llevarnos a la reflexión y lograr el arrepentimiento. Es por eso, que algunos creyentes manifiestan que el tiempo de pandemia que estamos padeciendo, en estos momentos, es parte de esa prueba. Pero, al ser perdonados por Dios, nuestras vidas cambian de situación, ya no hay sufrimiento, remordimiento, temor, vergüenza, pandemias, enfermedades, ni humillación. ¡Somos bendecidos por el Señor! Recibiremos su consuelo y bendición. ¡Esta es una gran verdad de parte de Dios! Este es el mensaje central de toda la Escritura.
Sin embargo, existen teologías y doctrinas que no reconocen esta gran verdad divina, enfatizan en el pecado y no el perdón de parte de Dios. Incluso, si alguien se arrepiente de sus pecados y transgresiones, y es perdonado por el Señor, en su relación con esa persona, le dejan entrever que sigue siendo pecador. Otros, tienen la actitud de decir que perdonan, pero que nunca olvidarán los pecados cometidos. Entonces, la persona que ha sido perdonada por el Señor, no logra ser perdonada por las personas. Otras teologías y doctrinas, manifiestan que solo algunos elegidos por el Señor, pueden ser perdonados y salvados. Los que no, serán condenados para siempre. Como podemos ver, el perdón y salvación de la persona, se maneja según criterios humanos y no según lo que la Escritura expresa. Ante esta situación, muchas personas, dudan si en verdad han sido perdonados por el Señor, viven con un sentido de meaculpa, de temor, de frustración con relación al amor de Dios, tristes, enfermos, tentados a volver a sus vidas anteriores. Esta interpretación equivocada del perdón de Dios, conlleva a que mucha gente, luego de haber experimentado el amor de Dios y haber sido perdonados, abandonan la fe y vuelven a sus vidas anteriores, de pecado e iniquidad.
De ahí que, se hace necesario enfatizar sobre el verdadero perdón de Dios. Nuestra proclamación de la palabra de Dios debe dar a conocer del verdadero amor y perdón de Dios, a través de su Hijo Jesucristo. Y que el Espíritu Santo cuide de los creyentes y los conduzca por el camino de santidad. Si bien es cierto que la paga del pecado es muerte, mas el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:23). Se debe mencionar que la buena noticia del evangelio es que el sacrificio de muerte de Jesús es suficiente para tender un puente sobre esta separación entre nosotros y Dios. Hoy en día, mucha gente necesita oír esta gran verdad de parte de Dios. Que, así como Israel pecó contra Dios, sin embargo, Él en su infinito amor accedió a perdonarlo y bendecirlo, así también será con nosotros. Podremos haber caído y estar en la lona, pero el Señor, en su grande amor viene a nuestro rescate, nos da la mano y nos levanta. Ya no hay nada de que temer, porque hemos sido redimidos, perdonados. Tengamos en cuenta las palabras del apóstol Pablo: "Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús." (Fil. 4:6-7).
Que el Señor nos acompañe al acercarnos a muchas personas que viven en pecado y que, al oír el mensaje de salvación, se acercan al Señor para ser perdonados, y podamos dar a conocer esta gran verdad divina. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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