JESÚS LLENA NUESTRA BARCA
(Juan 21:1-14)
El relato que vamos a reflexionar, se encuentra en el contexto de la tercera aparición de Jesús a sus discípulos en el mar de Tiberias, después de haber resucitado. Pedro y sus seis compañeros, han intentado pescar de noche, pero no lograron pescar nada. Para ellos, era necesario llenar sus redes de peces, para poder llevar la barca a la orilla, con una cantidad de peces para alimentarse y venderlos. Su economía dependía de la pesca, ellos eran expertos en esta actividad. Habían pasado un buen tiempo con Jesús y ahora que Él ya no está con ellos, era hora de volver a su actividad marina. La barca y las redes, están vacías, y los pescadores expertos, confiando en su experiencia, deciden pescar de una vez por todas. Tiran las redes al mar, esperan lograr pescar una gran cantidad de peces, pero se llevan una sorpresa: no hay peces. ¿Y ahora qué? ¿Qué hacer cuando no hay nada para comer? ¿Cómo suplir una necesidad? Preguntas, que hoy en día tienen vigencia en nuestra sociedad actual.
De pronto, algo insólito ocurrió en la orilla del mar. Jesús, les pregunta si tienen algo para comer. Ellos ignoran que es Jesús, quien les ha preguntado. La respuesta es tajante: No. Aquí va a suceder algo que ellos, ni se imaginan que ocurra. Jesús les pide que echen la red a la derecha de la barca. Ellos, tal vez un poco incrédulos, echan la red hasta el punto de no poderla sacar, por la gran cantidad de peces. ¡Qué sorpresa! ¿Otra vez se repite lo que pasó anteriormente en el lago de Genesaret? Vale aclarar que el lago de Galilea recibe nombres de Genesaret o Tiberias, (Lucas 5:5-6). En esa oportunidad, Jesús le pidió a Simón Pedro que echara las redes para pescar. Pero él, le responde que han estado pescando toda la noche y no han logrado pescar nada. Cuando echaron las redes pescaron tantos peces que casi rompían las redes. Ahora, se repetía otra vez la pesca milagrosa. En esta oportunidad, es Juan, el discípulo amado, quien identifica a Jesús, como el Señor. Hoy también, Jesús llena nuestra barca. Suple nuestras necesidades. Es cuestión de encontrarlo en nuestro caminar. ¡Hay que reconocerlo como el Señor!
Después de esta experiencia, Jesús les invita a cenar con él. Él ha proveído el sustento, hay alimentación en demasía. Es interesante tomar nota, que, en un primer momento, cuando Jesús realizaba su ministerio, ocurrió la primera pesca milagrosa; ahora, después de resucitado Jesús, sucede la segunda pesca milagrosa. Esto, nos debe llevara a reflexionar, que hoy en día, Jesús está a nuestro lado, listo para llenar nuestra barca. Hoy, más que nunca, en nuestra sociedad, hay carencia de alimentos y de recursos indispensables para sobrevivir. La pandemia del COVID-19 ha causado estragos en la vida de las personas, en la economía, ocasionando una hambruna generalizada. Muchas personas han perdido sus empleos, sus negocios, sus fuentes de ingresos. Ante esta situación, la mayoría se pregunta: ¿Quién podrá ayudarnos? ¿Cómo salir de esta pandemia? Sin duda, que la respuesta es una: Jesús es quien llena nuestra barca. Es cuestión de clamar a Él con fe y esperanza.
En este tiempo de pandemia, necesitamos proclamar a voz en cuello, que Jesús es el Señor y que Él es quien ha de proveer lo necesario para nuestras vidas, nuestros hogares y para nuestra sociedad. ¡Él llenará nuestra barca! Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
Copyright © 2021 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. Todos los derechos reservados.