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¿ES POSIBLE SABER EL FINAL EN MEDIO DE TIEMPOS DIFÍCILES?

 

(Santiago 5:7-11)

 

Esta es una de las preguntas, que en medio de tiempos difíciles o de crisis, muchas veces, no hay una respuesta inmediata. Cuando nos toca pasar por momentos difíciles o de crisis, lo primero que se nos viene a nuestra mente, es preguntarnos: ¿por qué? ¿cuándo acabará? Sin duda que, queremos tener una respuesta inmediata a estas preguntas. Mientras tanto, nos ponemos nerviosos, nos desesperamos, la angustia nos invade, nos ponemos mal humorados, la tristeza cunde por todo nuestro ser. No sabemos qué hacer. Si somos creyentes en Dios, pensamos que Él nos ha abandonado a nuestra suerte, o le echamos la culpa por todo lo que nos está pasando. Ni hablar, de los que no creen en Dios. La situación es más desastrosa. Ante ello, podemos decir que solo Dios conoce el futuro, solo Él sabe cómo terminará este tiempo difícil. Él tiene la respuesta a nuestras preguntas. Por lo tanto, debemos aprender a confiar en Él mientras tanto. Hay que tener paciencia en medio del sufrimiento. De ahí que, será bueno tener muy en cuenta las palabras del apóstol Santiago: "Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo." (Stg. 5:7-11).   

 

Quisiera compartir algunas experiencias vividas por personas que también pasaron momentos difíciles en su vida. Ellos confiaron en Dios y recibieron la respuesta oportuna. Lo que estamos diciendo, no son meras palabras, son evidencias de cómo Dios siempre está a nuestro lado, sea en tiempos de alegría o bonanza, o en tiempos difíciles o de crisis. Nuestras propias experiencias al respecto, corroboran lo que estamos diciendo. Les invito a poner atención a estas experiencias. La Biblia tiene muchos ejemplos, pero solo tomaré algunos. Por ejemplo, el caso de José. Él fue vendido por sus hermanos como esclavo a los egipcios, estando en Egipto fue calumniado por la esposa de su amo, fue encarcelado injustamente por varios años. Ante esa triste realidad, José bien podría haber perdido la esperanza y la fe en Dios. Él no sabía cuál sería su futuro, ni como terminaría. Sin embargo, José sabía que Dios estaba con él, en cada situación. Al final, bien sabemos cómo Dios lo recompensó, a través del Faraón, que lo sacó de la cárcel, y le dio autoridad sobre todo su pueblo y sobre todas sus posesiones. José se dedicó a enseñar a los consejeros y a los ayudantes del Faraón, y a compartir con ellos su sabiduría. José no podía ver el futuro, pero sabía que Dios estaba con él en cada momento. (Cf. Gn. 37-50). 

 

Otro ejemplo, es el de Job. Él era temeroso de Dios, rehuía hacer el mal, oraba en todo momento, hasta oraba por sus hijos, para que Dios los perdone, si es que hubieran cometido algún pecado. Job poseía una gran riqueza, tenía una gran familia. De pronto, Dios lo puso a prueba. Cuando vino el tiempo de prueba, él perdió todo, sus bienes, sus hijos, sus amigos, se enfermó gravemente. Y lo peor de todo, en medio de su dolor y sufrimiento, su esposa le recriminó su fe en Dios y le dijo que maldijera a Dios y que se muera. ¿Sabía Job lo que estaba pasando y por qué? Una vez más, él no sabía cuál sería su futuro, ni como terminaría. Sin embargo, Job sabía que Dios estaba con él, en cada situación. Al final, bien sabemos cómo Dios lo recompensó, le quitó la aflicción, lo sanó, le aumentó el doble todas las cosas que había perdido, y le dio siete hijos y tres hijas, muy hermosas. Dios bendijo a Job. Él no podía ver el futuro, pero sabía que Dios estaba con él en cada momento de su vida. (Cf. Job 1-42).         

 

Como vemos, no podemos evitar los tiempos difíciles o de crisis, pero, saber que, en medio de ello, Dios está con nosotros, ayudará mucho a tener la paciencia necesaria para resistir en medio del sufrimiento. Comprender que Dios no se olvida de nosotros, ni nos abandona en medio de las pruebas, su compasión y misericordia están en todo momento. Él no está tratando de que la vida sea dura para los creyentes, sino que, al contrario, está poniendo a prueba nuestra fe y nuestra paciencia en medio de las pruebas. El propósito de Dios es bueno, conoce nuestras debilidades y fortalezas, sabe cuál es nuestro futuro, quiere perfeccionar nuestra fe y esperanza, para soportar las dificultades con gozo, alegría y paz. Finalmente, solo los que conocemos a Dios, podremos tener esta experiencia. De ahí, la importancia de compartir nuestro testimonio personal, con respecto a sobrellevar las pruebas, con la ayuda de Dios, con aquellas personas que aún no conocen al Señor.

 

Que el Señor nos acompañe en este tiempo de pandemia, de dolor, de sufrimiento y de angustia. Que sepamos tener la fe y la paciencia necesaria en medio de las pruebas y las dificultades. Que su bendición sea derramada sobre cada uno de nosotros. Amén.

 

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

 

                                 


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