Al leer este capítulo 55 del libro del profeta Isaías, uno queda sorprendido, al saber que la misericordia de Dios es gratuita para todos, sin ninguna distinción religiosa, social o política. Por más de 800 años permanece escrito este texto en las Sagradas Escrituras, sin embargo, muy pocos lo han tomado en cuenta, ignoran esta invitación de Dios. Hoy en día, muchas personas pasan por muchas necesidades económicas, por hambruna y sed. En esas circunstancias difíciles, no saben a quién acudir para un pronto auxilio. Ignoran que la misericordia de Dios está a la mano. Cuando decimos que la misericordia de Dios es gratuita para todos, es porque, Él mismo hace esa invitación. Hay dos tipos de invitación: la primera invitación es para todos los sedientos, para que vengan a las aguas; y la segunda invitación, es para los que no tienen dinero, para que vengan a comprar y comer, sin dinero y sin precio, vino y leche. Hay dos realidades, luna es, a necesidad de beber agua fresca para sobrevivir, y la otra, es la necesidad de comer para poder subsistir. Suplir estas necesidades, es urgente, y no pueden esperar. En los tiempos antiguos y en los tiempos actuales, mucha gente ha muerto y siguen muriendo sed y por falta de alimentos. El agua y los alimentos, no están disponibles para todos, solo para aquellos que tienen dinero. De ahí, millones de personas, contando a los niños, mueren cada día por esta causa. Por eso, al leer sobre la misericordia gratuita de Dios para con todos, nos llena de alegría, y de esperanza, de que es posible un mundo mejor, bajo la cobertura del Señor. 

Es interesante, que en medio de la invitación que Dios hace, plantea una pregunta a los que tienen dinero y lo gastan en compras, ¿por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y el trabajo en lo que no sacia? Nada de eso los deja satisfecho. Sin duda, que hay gente que posee dinero, algunos en demasía, que lo gastan en compras, que muchas veces son innecesarias. A ellos el Señor les pregunta, ¿por qué gastan su dinero en lo que no es necesario? Luego, les invita a que le escuchen y coman buenos alimentos y deliciosos. Que haya un gran deleite. Por otro lado, les hace una invitación para que vengan a Él y lo escuchen para que tengan vida plena. Dios está dispuesto a hacer una alianza eterna con ellos y cumplir sus promesas, tal como lo hizo con David, su siervo. Ahora bien, siendo parte de la alianza, como pueblo de Dios, podrán llamar a pueblos desconocidos y que no les conocían, ellos vendrán a la invitación. Esta es una invitación para todos aquellos que no saben de Dios, que viven ajenos a su amor y misericordia.

El Señor aconseja a todos los merecedores de su misericordia gratuita, que lo busquen mientras puedan encontrarlo, llamarle mientras él está cerca. Que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus pensamientos, y que se vuelvan a Dios, quien tendrá misericordia de ellos y él es generoso para perdonar. En esta situación, Dios les dice que esto es posible, porque sus pensamientos, no son como los pensamientos de ellos, ni sus caminos son los caminos de Él. Porque, así como son más altos los cielos que la tierra, así son los caminos del Señor, más altos que sus caminos, y sus pensamientos más que los pensamientos de ellos. Dios sigue hablándoles acerca de Él. Les dice que, así como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será Su palabra que sale de su boca; no volverá a Él vacía, sino que hará lo que Él quiere, y será prosperada en aquello para que fue enviada. Aquí Dios muestra su grandeza y soberanía sobre todas las cosas. Nosotros, somos criaturas creadas por Él, pero somos limitados y finitos. Siempre hemos de estar bajo su cobertura.

Ahora bien, los resultados de esta misericordia de Dios, es que los que estén esclavizados, saldrán con alegría, y regresarán con paz; los montes y las colinas estallarán en cantos de alegría y todos los árboles del campo aplaudirán. En vez de zarzas crecerán pinos, en vez de ortigas crecerán arrayanes; esto hará glorioso el nombre del Señor; será una señal eterna indestructible. Esta es la esperanza para los que están siendo esclavizados, de distintas maneras, ya sea de una esclavitud, en la que se priva de la libertad; o de una esclavitud espiritual, ideológica, social, o política. La misericordia de Dios es gratuita y para todos.

Demos gracias al Señor por su misericordia que es gratuita y para todos los que quieran experimentar de su gran Amor. No nos cansemos de proclamar esta misericordia de Dios y que muchos puedan gozar de sus beneficios. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

Copyright © 2022 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. Todos los derechos reservados.