TROPIEZOS EN EL CAMINAR
(Lucas 9: 51-62)
Estos dos relatos nos presentan a Jesús viajando de Galilea rumbo a Jerusalén, la ciudad donde se daría el cumplimiento de la misión por medio de la muerte y la resurrección. Es inevitable cruzar la región de Samaria, una ciudad hostil para los judíos, debido a las diferencias religiosas y políticas que tenían entre ellos. Ningún peregrino judío recibía ayuda.
En el camino Jesús envía a unos mensajeros para que preparen el lugar, y en ese instante se produce un incidente con los pobladores samaritanos, que niegan recibir al Maestro, ya que sabían que él no se iba quedar. Este hecho causa enojo entre los discípulos Jacobo y Juan quienes le sugieren a Jesús que les permita traer fuego del cielo para que los consuma, tal como lo hizo en una oportunidad el profeta Elías (Cf. 2 R. 1: 9-16). Es decir, hay una actitud violenta, contra todo tipo de tolerancia y diálogo. No se averiguan las causas que generan dicha actitud. Se arrasa todo un pueblo sin misericordia. La respuesta violenta es la única solución de estos discípulos.
En esa situación embarazosa, Jesús es tentado a generar violencia como respuesta a la actitud de los samaritanos. Es curioso que hoy en día, muchas personas opten por este método para resolver problemas o acallar los reclamos, de aquellos que no piensan como nosotros. Felizmente, Jesús, el Príncipe de Paz, toma una actitud diferente, apela a la no violencia, es la alternativa por la paz. Les recuerda que él ha venido a dar vida en abundancia y no muerte, a salvar lo que se ha perdido (cf. Lc. 19:10). Pocos en estas circunstancias apuestan por la paz, no hay una cultura de la paz, se actúa en forma irracional. Jesús es el gran ejemplo de la Paz. De ahí que la Iglesia está llamada a ser la defensora de la paz y preservarla.
Sin embargo, otro impase surge en ese caminar hacia Jerusalén. Jesús es abordado por personas que quieren seguirle, pero primero deben atender sus asuntos propios, necesitan de alguna seguridad. Ante esta petición, Jesús quiere hacerles ver que el seguimiento es sin ninguna garantía. Es incondicional. Él no tiene ninguna seguridad garantizada, ni donde recostarse. Esta es una aventura, pero que tiene un final feliz: la vida eterna. ¡Que diferencia en esta actitud de Jesús! Sus seguidores plantean un seguimiento con condiciones. Muchos quieren seguir al Señor, pero no están dispuestos a entregarse completamente o a dejar lo suyo. Están a disposición según sus posibilidades, sus tiempos, sus agendas. Olvidan que el Señor lo ha dejado todo y está por dar la vida sin poner condiciones. Su sacrificio es una entrega por amor a esa humanidad creada por Dios: el ser humano. Por otro lado, no se puede llegar a la meta, al éxito, mirando siempre hacia atrás. El presente y el futuro está por delante; el reino de Dios es la meta para todos los cristianos y hacia ese logro avanzamos.
En estos dos relatos podemos notar que cuando uno se dispone a realizar una tarea o cumplir una misión, siempre se presentan tropiezos en el camino que dificultan su logro. Tentaciones al paso parece ser una característica muy común desde tiempos ha. Hoy en día también podemos observar cómo hay personas que se dejan seducir por tentaciones y caen, perdiendo el rumbo, el objetivo trazado. Sólo la convicción y la seguridad de lo que se ha de realizar puede darnos el éxito de la misión. Jesús sabía cuál era la misión que le había tocado realizar y sus consecuencias. Él había venido para salvar al mundo y dar su vida como rescate. No hay dudas al respecto. Por lo tanto, la violencia no es parte de su personalidad. La defensa de la vida es su opción, cualquiera que sean las circunstancias que la rodean. Por otro lado, la vocación, el servicio, el seguimiento, tiene un costo que hay que pagar. No está condicionado a nada. ¡Jesús es nuestro gran ejemplo!. Amén.
Para reflexionar:
1. ¿Qué tropiezos tienes al cumplir una tarea?
2. ¿De qué manera has sentido la mano de Dios ante una tentación?
3. Frente a las protestas sociales de carácter reivindicativo, ¿Cuál sería la propuesta de paz de la Iglesia?
4. ¿Cómo se manifiesta la paz en Jesús?
5. ¿Tenemos los cristianos (as) una cultura de paz? ¿Cuál?.
6. En los tiempos actuales, ¿Cómo se da el seguimiento a Jesús?
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
Copyright © 2000-2010 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. All rights reserved. Todos los derechos reservados.