VIVIR BAJO LA COBERTURA DE DIOS
(Salmo 91)
Vivir bajo la cobertura de Dios implica una relación cercana y continua con Él. El Salmo 91 nos da unas pautas sobre cómo vivir bajo la cobertura de Dios. Se nos dice que el habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Este Salmo es uno de los capítulos más conocidos y apreciados del Libro de los Salmos en la Biblia. A menudo se le conoce como el "Salmo de Protección" debido a sus poderosas palabras de consuelo y seguridad. Analizaremos este salmo.
El salmo enfatiza la protección de Dios sobre aquellos que confían en Él. Se refiere a Dios como refugio y fortaleza. Él es nuestra protección Divina.
Aquí los creyentes son alentados a confiar en Dios, sabiendo que Él los protegerá de peligros físicos y espirituales. Nuestra confianza está en Dios.
Por otro lado, Dios promete liberar a los fieles de trampas y plagas. Dios nos libera de todo mal.
En este salmo se menciona que Dios envía a sus ángeles para proteger a los creyentes en todos sus caminos. Los ángeles del Señor vienen para protegernos.
Finalmente se nos dice que a pesar de los peligros y adversidades, los que confían en Dios no serán vencidos por el mal. Dios es nuestra seguridad en la adversidad.
Ante estas afirmaciones sobre la protección de nuestro Dios, se nos viene a la mente, la pregunta: ¿Cómo vivir bajo la cobertura de Dios? Aquí daremos algunos pasos que pueden ayudarnos:
Oración y Meditación: Dedicar tiempo cada día para orar y meditar en la palabra de Dios. Esto fortalecerá nuestra conexión espiritual y nos permitirá discernir Su voluntad para nuestra vida.
Estudio de la Biblia: Leer y estudiar la Biblia regularmente. Conocer las Escrituras nos ayuda a entender los principios y promesas de Dios.
Fe y Confianza: Confiar en Dios en todas las circunstancias. La fe es esencial para vivir bajo Su cobertura, creyendo que Él tiene el control y que todas las cosas obran para bien.
Obediencia: Vivir de acuerdo con los mandamientos y enseñanzas de Dios. La obediencia demuestra nuestro amor y respeto por Él.
Comunión con Otros Creyentes: Participar en una comunidad de fe. La comunión con otros creyentes nos brinda apoyo, aliento y crecimiento espiritual.
Servicio y Amor al Prójimo: Servir y ama a los demás como Jesús nos enseñó. Esto refleja el carácter de Dios en nuestra vida y extiende Su cobertura a través de nuestras acciones.
Arrepentimiento y Perdón: Mantener un corazón arrepentido y dispuesto a perdonar. Esto mantiene nuestra relación con Dios limpia y libre de barreras.
Gratitud: Agradecer a Dios por todas las bendiciones y desafíos. Un corazón agradecido reconoce la soberanía de Dios y Su provisión constante.
Practicar estos principios nos ayudará a vivir bajo la cobertura de Dios y experimentar Su paz, protección y guía en nuestra vida diaria. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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