El sermón sobre ser "sal de la tierra" se basa en una enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte, específicamente en Mateo 5:13. Este pasaje dice: "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres." Es bueno tener en cuenta sobre el valor y el uso de la sal en la antigüedad, en especial, en los tiempos bíblicos, en la que la sal era extremadamente valiosa. Se usaba para conservar alimentos y realzar su sabor, y también tenía significados simbólicos en los pactos y sacrificios. Jesús le da un significado espiritual, compara a sus seguidores con la sal, implicando que tienen un papel crucial en preservar la bondad y agregar valor al mundo.

Sin duda que, Jesús está diciendo que la sal tiene un propósito: conservar la Pureza y la Verdad. De tal manera, así como la sal conserva los alimentos, los cristianos están llamados a mantener y proteger los valores y enseñanzas del Evangelio en un mundo que a menudo se desvía de la verdad. De ahí que, la vida cristiana debe ser atractiva, infundiendo esperanza, alegría y bondad en la sociedad. Es decir, agregar y dar valor a la vida.

Por otro lado, Jesús advierte que, si la sal pierde su sabor, no sirve para nada. Esto puede interpretarse como una advertencia a los creyentes sobre la importancia de vivir una vida auténtica y fiel a los principios cristianos. Por eso, es esencial que los cristianos mantengan su fe viva y activa, evitando comprometerse con prácticas que diluyan su testimonio y efectividad.

De ahí, la importancia de que los cristianos deben ser una influencia positiva en sus comunidades, mostrando amor, justicia y misericordia en sus acciones diarias. El testimonio personal es muy importante. Cada creyente debe reflexionar sobre su propia vida y considerar cómo puede ser una "sal" efectiva en su entorno específico, ya sea en el trabajo, la familia o la sociedad en general.

Estas palabras de Jesús, nos debe llevar a examinar nuestras vidas y buscar maneras de ser una buena influencia y positiva en el mundo, hoy más que nunca, donde el pecado, la corrupción, la violencia, la maldad, la desvalorización de los valores éticos, están cada vez más ganando terreno.  

Oremos para que el Señor nos de la fortaleza y sabiduría para cumplir este llamado de manera fiel y efectiva. Que podamos reconocer la importancia del testimonio personal en el mundo y al compromiso a vivir de manera tal que refleje los valores del Reino de Dios. Amén.