Nuestro
libre albedrío nos permite elegir entre las varias opciones que la vida nos
ofrece cotidianamente, y son en
definitiva, esas decisiones que
tomamos, las que arman nuestro
destino en su mayor parte. El resto se lo debemos a la voluntad de Dios, quien
pone en nuestro camino algunos eventos destinados a hacernos cambiar o
reflexionar en un eterno aprendizaje para la evolución espiritual. Aun así, la
manera en como enfrentemos estos eventos, ajenos a nuestra voluntad y voluntad de Dios, dependerá enteramente de nuestra actitud,
positiva o negativa, ante ellos. En
efecto, fuimos creados para ser felices, y la felicidad es una actitud
psicológica ante la vida y sus eventos, con fe, esperanza y sabiduría. Como las cosas de la vida no son
permanentes, la felicidad tampoco lo es, sin embargo, si podemos reconocer y
alargar los periodos de felicidad, si solamente aprendemos a disfrutar cada
experiencia que Dios nos ponga en el camino, es sabido que las más
desagradables experiencias, dejan un gran aprendizaje. También fuimos creados para ser
eficaces, y para ello, primero debemos conocernos a nosotros mismos, saber
nuestro potencial mayor y explotarlas mediante un trabajo conciente. La
voluntad de Dios es que seamos felices y eficaces, y no esclavos de los
planetas y sus caprichosas y múltiples influencias.
Conoce cuales son estas influencias, como se manifiestan en tu realidad y que mecanismos
psicológicos, emocionales y espirituales puedes utilizar para lograr un mayor control sobre los eventos que te rodean. Cuanto mas sepas, mayores
serán tus probabilidades de éxito y bienestar. Cada una
de las condiciones astrológicas pueden ser modificadas, ajustadas o incluso
superadas por medio del trabajo consciente individual. Todos los eventos y
características de la personalidad, difícilmente tienen un orden cronológico,
pueden surgir una, o muchas veces a lo largo de la vida, incluso nunca surgir. Por
lo tanto, la información que se
maneje por métodos astrológicos solo debe ser tomada como pistas para
comprender nuestras propias dudas sobre los eventos importantes que ya han pasado
en nuestra vida, y para sacarle el mayor provecho a las tendencias innatas y
oportunidades de crecimiento que ofrecen el presente y el porvenir. Pueden
darse contradicciones debido a la complejidad del análisis y a las
contradicciones presentes en cada ser humano como individuo, único e
irrepetible. Mientras más comprendamos sobre nuestro pasado, más oportunidades
y opciones tenemos para modificar lo que no nos convenga en el futuro y, a su
vez, reconocer lo que nos favorecerá en el futuro.
Leila Jiménez F.E.V.A. # 0038 |
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