Capitulo 16.- Capítulo absolutamente exasperante
Por: Maria Elena Venant
Delfino corre a contarle a Adolfo lo que vio en el patio. Al
patrón y a Antonia “bien arrimaos”. Antonia corre donde su Nana.
Está loca de felicidad. Le cuenta que Manuel la besó
¿Y que más? dice Damiana!
¡Me tocó el pecho!
¿Y qué más?
¡Y la cadera!
¿Y que más?
¿Le parece poco?
¡No, mi nena, fue bastante!
En Ciudad Trinidad. Pru ayuda a su hermana a ovillar lana.
Augusta le cuenta que las tropas de Juan Alvarez saquearon la
Hacienda. No sabe donde sacaran para comer. Llega el General,
Pru cambia el tema y le dice que ya va a ir a San Cayetano a
visitar a Mati. Hilario dice que le dará una carta para Manuel.
Esperanzada, su esposa cree que le solicitará dinero a su yerno.
Indignado su marido le dice que la carta es para disculparse por
no poder abonarle la deuda. Cuando se retira el General, Augusta
dice “¡Si el orgullo se comiera, estaríamos hinchados como
guajolotes!” En seguida insta a su hermana a solicitarle un
préstamo a Manuel. Su argumento es que si Manuel no ha expulsado
a Mati de la casa, es porque todavía la ama y a un hombre
enamorado se le puede sacar lo que quieran.
En San Cayetano, Adolfo y Delfino le piden caballos a Benigno
quien les responde con insolencia que sólo recibe órdenes del
patrón. Adolfo le dice que él es el Sr. Santamaría,
administrador de San Cayetano Santa Rita y ahora será quien de
las órdenes.
Antonia muy bonita en blusa blanca y falda negra, saluda a
Manuel muy sonriente en el hall. Este comienza a disculparse por
lo del beso, le dice que no volverá a ocurrir. Antonia llora el
la abraza, y para acabar de arruinarlo todo le dice que la
quiere como una hermana. Aparece Matilde, en una blusa de pique
blanco y una falda blanca con aplicaciones de jaquard d seda
gris y los ve. Casi se le saltan los ojos “¿Qué pasa?” grita. La
pobre Antonia sale llorando. Manuel tranquilo le pregunta “¿Se
te ofrece algo?” Mati comienza a reprocharle que se abrace con
su “querida” donde la gente puede verlos. Manuel le pregunta si
todo lo que le importa es que puedan verlos. Le dice que ya que
lo desterró de su cama, no tiene derecho a reprocharle si busca
otra compañía
Mati se descompone y el tonto de su marido se siente culpable y
trata de explicarle que no hay nada entre él y Antonia, que solo
la consolaba. Como ocurre siempre que Manuel muestra debilidad,
su esposa se pone altanera. Se voltea y le ruge “¡Por mi, puedes
hacer lo que se te antoja!” y se va. Al salir al patio ve a
Antonia llorando en los brazos de Damiana y la mira con odio.
Humberto va a ver a Finita que lo recibe con reproches
acusándolo de estar comprometido con otra. Greñaldo cae de
rodillas y muy convincentemente (casi me convence a mi) jura que
no quiere a la tal Mercedes, que ama a Josefina y que está
dispuesto a pasar por encima de los deseos de su familia. Acto
seguido le propone a Finita una boda secreta. “Lo que tu digas.
LO que tu quieras” dice la pobre solterona.
Llegan de visita a la hacienda el nuevo médico que Manuel
contrató para el dispensario y su esposa. Benigno va a buscar a
Antonia y al no encontrarla le pregunta a Matilde que muy
ordinaria le dice “¡No sé! ¿Acaso soy su sirvienta?” Esta Mati
es una corriente mentirosa. Si le dijo a Rosario que ella nunca
trataba mal a los sirvientes Luego dice que ella es la “Señora”
(¿Señora de que?) y que ella atenderá a las visitas.
En su cuarto, Antonia llora en brazos de su nana, le dice que no
sabe que hacer. Se siente muy mal y para colmo, Manuel le dijo
que la quería como una hermana. “A las hermanas no se las besa”
dice astutamente Damiana.
En el salón, Mati da una cátedra en hipocresía con las visitas.
Finge ser la esposa perfecta, se le llena la boca diciendo “¡Mi
Marido!”, pero se sorprende al saber que la labor profesional de
Manuel ha sido un apostolado entre los pobres. Trata de
arreglarlo, diciendo que estaba perfectamente enterada de los
planes de Manuel de establecer escuela y dispensario en
Barranquillas. En ese momento baja Antonia y observa la escena
sorprendida. Mati le hace un gesto de desprecio y Antonia corre
a la cocina donde se desquita gritando a las sirvientas. ¿Por
qué no le avisaron que había visitas? La tonta de Rosario mete
su cuchara y dice que Matilde es la esposa del patrón. Esto
enfurece a Antonia que la amenaza con contarle al patrón para
que la corra por respondona.
Llega Manuel y se encuentra con Antonia quien desesperada le
pregunta qué habló con Matilde. Manuel le dice que le inventó
que Antonia tenía un problema y el sólo la consolaba. Antonia
teme que Matilde la eche. Manuel le dice que eso no ocurrirá.
Antonia le cuenta como Mati pone al servicio en su contra y
aprovecha de acusar a Rosario. Manuel dice que hablará con ella.
Manuel se sorprende al encontrar a Matilde haciendo los honores
de la casa. Le sigue el juego y la acompaña a despedir al médico
y a su esposa. Aparecen a caballo Adolfo y Delfino quienes han
ido al pueblo. La cobarde Matilde se dispone a correr a
esconderse en la casa. Su marido la llama para que venga a
conocer el administrador. Mati no le hace caso, Manuel la grita.
Adolfo pone cara de furia. Mati se acerca cabizbaja (maldita
cínica) y sin decir palabra saluda al “Sr. Santamaría” con una
venia de cabeza. Se escabulle y va a su cuarto predilecto: el
baño Ahí la encuentra Manuel quien dice no entenderla. Ha
recibido a los invitados, pero se negaba a conocer al
administrador. La farsante le inventa que fue parca con Adolfo
porque no tenía nada que decirle. Pero su esposo tiene otra
teoría. Recibió al medico para molestar a Antonia y fue fría con
Felipe Santamaría para fastidiar a Manuel. Mati comienza con sus
excusas falsas. Recibió al médico porque Antonia no estaba.
Manuel le dice que Benigno le contó que fue Mati quien insistió
n portarse como el ama de la casa. Mati se turba. ¿Miente acaso
Benigno? pregunta Manuel. Ella dice que no. Comienza a quejarse
de Antonia de que no le gusta que Manuel ande abrazando a su
querida. Ella merece un mínimo de respeto. (Ah ¿y no te estabas
besando picarona con Adolfo en la capilla?) Manuel le pregunta
si bajará a cenar. Mati no quiere comer con Antonia. Manuel le
dice que no la va a consecuentar, ofendiendo a Antonia y
enviándola a la cocina. Le dice que no ve razón para cambiar sus
costumbres si su esposa va a irse de todos modos. Mati enojada
pide que le suban la cena en su cuarto.
Humberto y Finita hacen planes para la boda. El le cuenta a la
Srta. De Icaza que la ceremonia será en la finca de la familia
de Renato. Feliz, la Fea abraza a su novio quien aprovecha de
bajarle el escote y besarle el cuello. La pobre Josefina casi se
desmaya. El malévolo Greñaldo con muchas miradas oblicuas
comienza a decir que esta muy aproblemado. Finita se da cuenta
que necesita dinero y le dice que no quiere que vuelva a
atribularse por eso. Lo lleva a una habitación cercana y le da
unas llaves que lleva colgando del cuello. Con ellas, Humberto
abre un arcón lleno de monedas. Su prometida le regala las
llaves para que cuando necesite venga a buscar dinero.
Esa noche Manuel habla con Rosario quien se ve turbada. Manuel
pregunta porque se pone tan nerviosa cuando habla con él. “Quien
nada debe, nada teme” le dice. Agrega que tiene muchas quejas de
ella. Rosario no se defiende y acepta haberse portado mal con
Antonia. Manuel le dice que si vuelve a repetirse la despedirá.
Rosario sale. Llega Adolfo, Manuel le cuenta que tiene problemas
con el servicio. “Nunca se sabe quien dice la verdad” dice.
Adolfo le aconseja enfrentar a ambas partes. Manuel no quiere,
no le gusta humillar al servicio. Le explica que el “viene de
abajo” y sabe como se siente cuando se tiene que aguantar el
despotismo de los otros.
Ceferina le lleva la cena a su ama. Matilde pregunta quién quitó
los retratos de Joaquín y su esposa. Ceferina responde que así
lo dispuso Antonia, quizás por orden de Manuel. Mati se
sorprende que su maridito mande quitar los retratos de sus
padres. Ceferina se turba y Mati lo nota, pero la criada no
quiere decir más.
Adolfo le dice a Delfino que deben irse cuanto antes. El trabajo
de administrador es muy pesado y el no se lo puede. Tratará de
convencer a Mati para irse cuanto antes.
En el despacho Antonia y Manuel platican sobre el nuevo médico.
Manuel le comenta que la esposa de éste es enfermera y que
planea entrenar a varias mujeres del pueblo para que puedan
atender enfermos. Antonia cariñosa comenta que a Manuel se le ve
contento y ofrece ir al hospital, y en compañía de la enfermera
hacer la lista de lo que necesita el dispensario. Manuel con
tristeza piensa por que no será Matilde como Antonia.
Antonia encuentra a Rosario que esta a punto de subir a ver a
Mati. Le dice que ya no trabajará más en la casa. De ahora en
adelante sólo se ocupara del administrador.
Matilde baja y Manuel la ve. Le dice que si va a salir que no se
aleje demasiado. Mati aprovecha de preguntar por los retratos.
Manuel dice “No tengo bien recuerdo de mi padre” y sobre la
esposa de Joaquín “Esa señora no era nada mío” Y agrega que no
hay retratos de su madre en ningún lado. Al ver la sorpresa de
su esposa le dice
“¿No estás enterada? ¿Tu madre no te lo dijo? ¡Soy un bastardo!”
Le cuenta que su madre era una pueblerina y que Joaquín la
violó. “¡Yo soy la consecuencia de ese acto!” Matilde esta
genuinamente horrorizada ante la idea de que su familia la casó
con un bastardo. Manuel le dice que desde el primer día le contó
la verdad a Augusta. El esta orgulloso de su madre y de ser el
producto de una mezcla de sangre, tal como Matilde es el
producto de la honestidad de su padre y la codicia de Augusta.
Matilde inconsecuentemente, se pone a defender a su madre y a su
hermano. Furioso Manuel le dice que la ambición de ellos no tuvo
medida que la hubiesen vendido al mejor postor, aunque este
fuese un viejo o un enfermo. Le dice que sintió lastima por
ella: Asqueada Mati comienza a lloriquear y a decir que Manuel
se casó por lástima con ella. (¡Esta mujer es aberrante!) Manuel
le explica que no es cierto, que ya le dijo que la vio en la
calle y le gustó. Mati histérica chilla que el le acaba de decir
que se casó con ella por lástima. Manuel intenta tranquilizarla,
pero ella le grita que no la toque. Manuel la agarra. El la toca
cuando quiere, pero exasperado la suelta y le dice que se vaya.
Al día siguiente, Manuel y Antonia se van al dispensario.
Ceferina le lleva el desayuno al ama y le cuenta que Rosario ya
no trabajará en la casa grande. Enojada al saber que Antonia lo
dispuso, Mati exige hablar con ella. Ceferina le dice que
Antonia salió con el patrón.
Aprovechando la ausencia de Manuel, Adolfo entra a la casa y va
a subir al segundo piso, cuando lo ve Damiana quien le dice que
Manuel no esta. Baja Mati con un vestido precioso de organdí
rosa y blanco. Se dispone a dar un paseo, pero no deja que la
acompañe Damiana. Cuando sale, Damiana comenta triste que es una
lastima que Mati no se lleve bien con su esposo y que pronto
regrese al lado de sus padres. Adolfo corre gas Matilde y la
lleva a un lugar apartado y le pregunta por qué no le contó que
Manuel la pensaba devolver con los Peñalver ( n hombre? En esa
época no había divorcio en México) Le dice que esa es la
oportunidad para ser felices juntos. Matilde sigue con remilgos.
Adolfo se enoja, le dice que no entiende porque le guarda
consideraciones a un hombre que se besa con su querida en el
patio. ¿Acaso no tiene orgullo y dignidad? Incoherente como
siempre, Mati dice que la dignidad le impide volver con Adolfo.
Este le dice que al sacrificarse ella ¿también acaso pretende
sacrificarlo a él?
Nota: Matilde ya no sólo es incomprensible con Manuel sino con
todos. Su comportamiento es borderline, ya parece orate. ¿Será
que el personaje además de presentar trastornos alimenticios
tambien está loca? Su comportamiento cabe en un marco de
anorexia, y me recuerda el comportamiento erratico que los
libros sobre la Princesa Diana describen.
También me gustaría decir que no creo que nunca me pueda
reconciliar con el personaje. Al reves de Magdalena, no es ni
inteligente, ni instruida, ni sensible. Es una histérica
ignorante
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