Capitulo 42. Una plaga, una campaña de
alfabetización y.. ¡Hasta que se te hizo Toñita!
Por: Maria
Elena Venant
PENSIÓN DE DOÑA VIRGEN Humberto va a llorar sus penas con su
amigocho. Renato intenta hacerlo recapacitar
“Josefina no tiene la culpa”
El flamante novio se pregunta si ese poder será legal
“Consúltalo con un abogado”
“Tengo una rabia, un coraje” dice Greñaldo
“Vuelve con Josefina. Llévatela a la cama”
Esa idea a Betito le parece macabra
“Si le cumples, mañana mismo revocará el poder. No hay nada
mejor que el amor”
“¿Pero y si no?” dice Humberto atribulado
“¿No, qué?”
Nada” dice avergonzado su amigo
“¿Y si no qué?” Insiste Renato echándose a reír
MANSIÓN PEÑALVERT. Las futuras socias discuten sobre su negocio.
A Prudencia todavía no le parece y dice que las costureras ganan
poco. Briosa, su sobrina opina que aunque ganen para velas y
para el pan ya es más que suficiente
“Si tu madre se da cuenta, nos mata” comenta su tía
“Mi mamá quiere que nos quedemos con los brazos cruzados
esperando que nos caiga el techo encima. Como decía mi papá, no
es vergüenza trabajar”
“Para los hombres no” dice Pru
CASA DE JOSEFINA La sorprendida nana recibe al esposo de Finita
“¿Y mi mujer?”
“Ya se acostó. Le voy a avisar”
Humberto la detiene “¿Y mi ropa?”
“En la recamara de la señora”
Josefina se despierta sobresaltada cuando su marido entra en su
cuarto
“Disculpa la hora”
“¿Qué pasa?”
“¿Dónde está mi ropa?” pregunta Humberto
“¿Te vas a quedar?”
“¿No es esta mi casa?”
“Por supuesto”
Humberto anuncia que se va a cambiar y se va al tocador. Su
esposa tiritando de miedo se persigna.
CATEDRAL DE CIUDAD TRINIDAD. Al día siguiente la nueva Señora
Peñalver corre a confesarse
“Padre, estoy tan desperada. Acabo de casarme y mi marido me
encuentra tan fea, tan horrible, que no puede cumplirme”
“¿Es un hombre mayor?” pregunta el confesor
“Es joven”
“¿Y no tuvo el vigor suficiente?”
“No pudo” llora humillada Josefina
BARRANQUILLAS Les llueve sobre mojado. Aparecen enfermos de
tifus o tabardillo en el hospital. El Dr. Fuentes Guerra informa
al inspector. Los piojos infectados los han traído unos
soldados. Hay que quemar chozas y ropas de donde proviene el
contagio.
San CAYETANO Silvano llega al galope para informar a las Urracas
que Manuel necesita una muda de ropa porque va a quedarse en el
hospital
“Es muy peligroso” dice Antonia angustiada
MANSION PEÑALVER. Augusta recibe sorprendida a su hijo
“Vine por unas cosas. Me voy a la hacienda”
“Te acabas de casar” dice Augusta escandalizada
“¿CUAL ES EL PROBLEMA?” Le aúlla su vástago
MANSION PEÑALVER. Matilde le pide a su suegra que le diga sólo
“Matilde”
“Nunca me atrevería”
“Dígame “Señora” entonces”
Rosario prefiere seguir diciéndole “niña” Matilde se ríe
“De día me distraigo con usted y mi tía, pero de noche me siento
sola. Mis noches son tan feas. Lo extraño mucho”
“Así son los hombres”
“Pero Manuel tiene razón”
“UD. Es inocente”
“Aun cuando no hice el amor con Adolfo” confiesa Mati “Hubo
besos y caricias”
Le explica a Rosario que eso ocurrió estando ya casada
“Me arrepiento. Daría mi vida por borrarlo Y si no pasó mas, no
fue por falta de ganas sino por miedo. Manuel no está tan
equivocado”
Su suegra le explica que las mujeres y los hombres sufren las
mismas tentaciones
SAN CAYETANO Damiana le alegra la cena a su reinita dándole
horribles descripciones del tifus y como se transmite no sólo
por los piojos sino también por el aire viciado (un concepto muy
común en la medicina de esa época)
“¿Qué pretende? ¿Preocuparme más?” le dice Antonia enojada
Su nana le explica que solo quiere disuadirla de esa idea de ir
al hospital. Antonia le recuerda que cuando ocurrió el incendio
tanto ella como Matilde trabajaron toda la noche con los heridos
“A Manuel le va a extrañar no verme ahí”
“No es lo mismo atender a chamuscados que enfermos contagiosos”
A Toñita le preocupa Manuel “¿Y si se contagia y se muere?”
“Entonces su esposa se quedaría con todo y nos correría de aquí”
“No me preocupa eso. Me preocupa él”
“Las dos cosas” dice la astuta Urraca Mayor
CASA SOLIS Los esposos Solís siguen de luna de miel muy felices.
Los vemos en la cama hablando de la cena con Santiago López.
Catalina acaba de enterarse de la muerte del General Peñalvert.
Le sorprende que su esposo ya lo supiera y aún mas que se niegue
a ir a dar del pésame.
HOSPITAL DE BARRANQUILLAS. Manuel se sorprende al ver llegar a
Antonia
“No debiste venir”
“Es muy peligroso para usted”
“Yo sé como cuidarme”
Manuel le pide que se vaya. Nada puede hacer ahí
“Sea precavido” le pide Antonia y le toca el hombro. Algo en la
caricia conmueve a Manuel
MANSION PEÑALVER. Contagiada de la fiebre de actividad, la Tía
Pru decide educar a Rosario, comienza por los números. ¡La madre
de Manuel sabe contar hasta 10!! Pru le dice a su sobrina que
Rosario no es tan burra como creía. Mati tiene otra preocupación
“¿Tía, crees que Antonia se aproveche de esta situación?”
“Un hombre despechado..” suspira su tía
“Es una arpía” se queja Matilde “Y está enamorada de Manuel. Y a
él no le disgusta”
“No pasará de ser su querida” la consuela Prudencia
“No quiero que tenga otra mujer”
“Una tiene que apechugar y resignarse”
Matilde suspira “Todos estos días he estado esperando un
milagro. Es tiempo de aceptar que no va a suceder. Me duele
tanto”
Prudencia continúa dándole clases particulares a la madre del
Dr. Fuentes Guerra. Augusta le pregunta a su hija, que hace su
hermana encerrada. Augusta sigue preocupada por Humberto que
lleva una semana en la hacienda y Josefina no ha venido a
visitarlas
“¿Por qué no vas a visitarla?” le dice a su hija
Matilde le recuerda que ella misma le ha prohibido salir a la
calle
“Me preocupa Josefina. Necesitamos dinero. Tú podrías
convencerla. Después de todo ambas son jóvenes, recién casadas…”
“Y ambas en desgracia” dice irónica su hija
Augusta insiste en que Finita tiene deberes con los Peñalver.
Su hija se va dejándola bufar sola
“¡Es inconcebible! Mis dos hijos casados con millonarios y
nosotras en la miseria”
SAN CAYETANO El tifus ha sido erradicado. Manuel feliz regresa a
su hacienda y es recibido por una jubilosa Antonia. El sube y
pide que le preparen un baño
ESCENA DEL BAÑO. Manuel dentro de la tina todo jabonado. Entra
Antonia, él finge no sentirla. Ella sonríe como… (Nuera,
imagínate en esa situación y mírate al espejo. Esa sonrisa) Lo
abraza por detrás, hunde sus manos en el jabón que cubre el
pecho de Manuel y le pasa la esponja de aspillera El cierra los
ojos y recuerda la vez que sorprendió a Matilde en el baño
(¡!!!) Ella lo besa en la mejilla. Sus manos van bajando cada
vez más. La esponja cae al agua. Vemos la ropa de Toñita caer al
suelo y sus piernas al meterse en la tina (muy bien hecha la
escena. Me recordó una de Xica) La cámara enfoca las piernas y
luego a Manuel que la mira entre sorprendido y asustado. Antonia
desnuda besa a Manuel en su pecho y luego en su boca.
CASA DE JOSEFINA José Maria viene de paso. Finita le dice que si
ha venido a contarle a Humberto sobre el poder “Ya se lo dije”
¿Y como lo tomó?
“Con mucha serenidad Muy digno” Le miente y le dice que a pesar
de la noticia, Betito le ha cumplido como marido
“Te exijo entonces que canceles el poder”
“En un año” le dice su malvado hermano “Cuando nazca tu primer
hijo, tal vez volvamos a hablar”
MANSION PEÑALVER. Augusta sigue buscando delegados para ir a
hablar con su nuera. Ahora quiere mandar a su hermana
“La suegra eres tu” dice Prudencia
“Son unas ingratas” grita Augusta
Matilde le dice que si necesita dinero le dará algo. Su madre
quiere saber de donde lo sacó. Mati le cuenta de las joyas que
le compró Pilar. Augusta esta horrorizada. Pilar se lo habrá
contado a Ramón. Ahora todos sabrán que están en la ruina
Matilde trata de calmarla. Esta la hacienda, los muebles de la
casa. Prudencia le recuerda que todavía tiene sus alhajas, pero
su hermana se va llorando
“Nunca he visto a tu madre tan abatida y tan chillona”
SAN CAYETANO Damiana nota que su “reinita” anda muy contenta,
pero no sabe porque. Toñita ha encontrado las escrituras de la
Mansión Peñalvert y decide ir a Ciudad Trinidad a ponerlas a
nombre de Manuel
Antonia entra al cuarto de su amante que duerme muy placido. Lo
mira con pasión y lo acaricia. El se despierta. Ella le besa las
manos
“¿Me quieres de veras, Antonia?”
“Sabes que si, desde el primer instante”
“¿Estás conciente de que no puedo casarme contigo?”
“Sólo deseo tu cariño”
“Lo tendrás siempre”
Se besan
MANSION PEÑALVER. Los esfuerzos de Pru han dado resultados.
Rosario ha aprendido a escribir. Lo primero que escribe es el
nombre de su nuera. Matilde la felicita. Rosario agradece a
Prudencia por su paciencia. Ya están listas para iniciar el
negocio
MANSION MARQUEZ En busca de su primera cliente, Mati se tropieza
con Ramón y con el Capitán Yves Santibáñez ¿(Lo recuerdan? El
pariente de Manuel al que conoció en Cerro Alto)
“Algún parentesco con Manuel Fuentes Guerra?” pregunta Yves al
oír el nombre de Mati
“Es mi esposo”
“¿Sabe que somos parientes?” pregunta el oficial
Al retirarse Santibáñez comenta la belleza de Matilde. El
chismoso Ramón le informa que se rumora que está disgustada con
su marido y que Manuel no vino ni al funeral de Hilario ni a la
boda de Humberto. Le pregunta a Yves si sabe que Manuel es un
bastardo
“¿Un bastardo?” esta noticia sorprende al primo de Manuel.
Pilar se sorprende al saber que Mati va a meterse en un negocio
“¿Tan grave esta la situación? ¿No tienes miedo a que se
enteren?”
“Correré el riesgo” Le pide que recomiende a Rosario con sus
amigas. La generosa Pilar decide ser la primer cliente de la
nueva modista.
IGLESIA DE BARRANQUILLAS. El padre Urbano da una clase de
catecismo. Unos pequeñitos recitan el decálogo. Llega Manuel. Le
dice que quiere que se entere por él y no por rumores
“Antonia y yo vivimos juntos”
El sacerdote se escandaliza
“No soy un monje ni un santo” le dice su ahijado “tengo derecho
a tomar mujer”
Urbano le recuerda que ya tiene mujer. Manuel despectivo dice
que Matilde sólo le alquiló el cuerpo por un tiempo
“Mientras vivas en pecado no quiero volver a verte” le grita
Urbano mientras Manuel se aleja.
Va pasando el tiempo En Ciudad Trinidad Matilde e Ignacia pasean
bajo las hojas otoñales. Luego se la ve paseando con un paraguas
bajo las lluvias de invierno. La última escena muestra a Ignacia
cargando un ramo de flores. Ya es primavera. En un soleado
Barranquillas las comadres comentan al ver pasar a Manuel y a su
querida muy contentos en un carruaje descapotable Rosario muy
arreglada alaba a una clienta que se prueba una de sus
creaciones
Renato y Humberto (no recuerdo donde están)
“Hablé con un abogado” dice Renato “Si quiere, Josefina puede
impugnar ese poder”
Ya lo sé” dice desalentado el marido de Finita
“¿Por qué no lo han hecho?”
“Ni siquiera he intentado hablar con ella sobre ese asunto”
“¿Qué pasa?” pregunta su amigo alarmado
“Pasa que no puedo” gime Greñaldo “No le he cumplido en la cama”
“¿No puedes o no quieres?”
Una mirada desesperada de Betito es la mejor respuesta
“¡Santo Niño de Atocha!” Exclama el hermano de Pilar.
|