Afrodita estaba muy molesta porque unos niños habían rayado uno de sus templos con consignas alusivas a Xena, y lo grandiosa que era. Al conversar con Ares, éste le dice que en realidad la culpable de la fama de Xena era Gabrielle, ya que con sus pergaminos idealizaba y aumentaba la imagen de la Princesa Guerrera. Afrodita entonces decide encantar uno de los pergaminos de Gabrielle, pero al final, les sale el tiro por la culata, porque sin quererlo Gabrielle hace que tanto ella como Ares, pierdan su deidad.
Xena
llora la pena de su hijo Solan en la cima de una montaña. Es entonces
cuando Ares aparece en escena, diciéndole a Xena que lo único
que le queda por hacer a esas alturas es vengarse. Es entonces cuando
Xena va a la villa Amazona en busca de Gabrielle, pero en su intento por
arrojarla por un precipicio ambas caen al agua y son transportadas a la
idílica tierra de Ilussia.
En
la primera parte de Sacrificio, Ares aparece como uno más de los
sirvientes de Dahak, protegiendo el capullo del cual más tarde
nacería la malvada Hope.
Ambientado en nuestra época, este episodio nos muestra como Ares todavía no se cansa de perseguir a Xena. Después de miles de años se encuentran nuevamente, esta vez Harry, un joven hombre interpretado por Ted Raimi, es Xena reencarnada. Ares sabe que la pelea será en vano, pero lo hace más que nada como dice el mismo, porque parece que después de todo, es un tonto sentimental. Por supuesto utiliza como carta a Gabrielle, quien está reencarnada en una peculiar psíquica llamada Maddy.
Una
vez que Xena ha vuelto a la vida después de su crucificción
a manos de los Romanos, Ares vuelve al ataque. El sabe que la Xena que
acaba de regresar no es la misma de antes, al contrario, ésta ha
sido purificada y por lo tanto es la candidata adecuada para obtener el
chakram de luz, arma que permitiría exterminar incluso a un Dios,
pero que sólo podía ser sacada del templo en el que se encontraba
por un alma pura.
Una mujer, Mavican, pretende ser la sucesora de Xena, ser la elegida de Ares, y reinar junto a él. Para ello debe deshacerse de Xena. Pero Ares no está para nada interesado en ella, el desea a Xena, o en su defecto a Gabrielle, es por eso que la envía a las tres a una realidad alterna, en la que Xena y Gabrielle son una sola, Xena aparece durante el día y Gabrielle durante la noche. El trato es que Mavican debe matar a Xena, pero Xena (o Gabrielle, ya que son una) mata a Mavican, Xena se condena a pasar la eternidad junto a Ares.
Una vez más Ares vuelve a la carga, tratando de convercer a Gabrielle de que se una a él,. ya que cree firmemente que Xena nunca lo aceptará. Por supuesto utiliza más de algún tipo de presión para que Gabrielle se le una, Eli incluído.
Nace
Eve, la hija de Xena. Los Dioses están más impacientes que
nunca, pues saben que el nacimiento de esta niña significa su muerte.
Es por eso que en este episodio el mismísimo Zeus está dispuesto
a matar a Eve, pero es detenido por Hercules, mientras Ares siente una
especie de alivio, pues en realidad no estaba muy convencido de que matar
a Eve o a Xena era lo más adecuado.
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