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Alberto Chimal (entrevista)  

 Luis Alberto Valdez

 Luis Alberto: ¿Trabajas por las mañanas esto del taller literario?

 Alberto Chimal: Sí, precisamente estaba revisando algunos ejercicios y enviando instrucciones de otros.

 LA: Sería bueno saber hasta que punto un taller literario por internet es ya una asesoría casi personalizada

AC: Sí. No puede ser de otro modo. Y algo muy importante es mantener el diálogo, por así decir, constante: como no nos vemos las caras, es necesario no mantenernos en silencio porque sólo así se puede mantener la continuidad del trabajo.

LA: Ah, ¿has manejado algún otro tipo de comunicación, en algún momento...digamos...como algún mesenger o el audio con ellos?

AC: Audio, en un par de ocasiones, y sobre todo chat, en un sitio privado que pusimos. Es mejor porque permite conversar a varios a la vez.

LA: ¿Y entre que edades son los talleristas que has llegado a incluir?

AC: Ahora están en el rango de los 35 a los 60. Son profesionistas con un horario difícil, en su mayoría.

LA: ¿Cuáles son los lugares donde residen?

AC: Monterrey, la ciudad de México, y Colombia (por el momento; quiero decir que en este caso es una persona que viaja mucho por su trabajo).

 LA: Al menos la persona que viaja puede tener la idea de que ya hay pueblos donde quizás no haya clinica del seguro social pero sí algún cibercafé...eso pasa mucho acá en el noreste.

AC: Sí, lo cual es muy extraño y desafortunado (por la ausencia de la clínica, no por la presencia del cibercafé) En todo caso, la red es una herramienta muy útil porque la tecnología implicada, aunque no está igualmente distribuida en todas partes.... de todos modos permite, cuando se encuentra, muchas posibilidades de comunicación y acceso a la información.

LA: Sí. en el caso del arte... más hacia la literatura...habrás podido notar que muchos prefieren ser artistas del ciberespacio que artistas de disciplina real.... mmhhhh..... mucha poesía espontánea, chats de artistas mas emocionales que de trabajo. ¿Pierde credibilidad la literatura en internet?

 AC: Temo que sí, al menos en el sentido de que, si bien la posibilidad de publicar llega por ese medio a muchísima gente... no se difunden del mismo modo los conocimientos necesarios para que los autores pasen del nivel de aficionados. Tampoco se alienta la disciplina imprescindible ... ni se crea la conciencia de que la escritura no es sólo una catarsis, que es lo que mucha gente cree.  Y a la vez, aunque hay millones escribiendo, ¿cuántos los leen?

 LA: y luego caen, conozco gente así, en las empresas que les proponen publicar su obra por internet con un precio "módico"

AC: Ah, sí. Terrible.

LA: cierto...se difunde la información, pero no la lectura

AC: Por desgracia

LA: ¿Y se puede considerar mayor responsabilidad en los espacios como revistas virtuales?  ¿O siguen siendo meras paginas literarias entre mutuas admiraciones?

AC: Creo que yo me quedaría con aquellas que a) sean abiertas, y b) seleccionen los textos con algún rigor. Si no se cumplen estas dos condiciones, lo que se publique, probablemente, carecerá de interés. (Hay foros que funcionan como espacios de una comunidad cerrada, y en los que a veces se publican textos literarios, pero su intención es que lo dicho en ellos se difunda en el seno de la propia comunidad y ya. El caso de estos sitios en la red es del todo distinto, en realidad, aunque muchas veces funcionen como clubes de elogios o críticas indiscriminadas.

LA: ¿Y últimamente, has advertido que la internet se vaya depurando en estos casos, o todo lo contrario?

AC: Creo que no es una cuestión de depuración; siempre lo deseable será que haya muchos foros, porque el punto de la red debería ser la diversidad. Sin embargo, lo que sí ha sucedido es que los sitios literarios se han vuelto más abiertos a los recursos de Internet, lo que en muchos casos ha ocasionado la aparición de ... híbridos en los que hay una parte más rigurosa y otra abierta.  La abierta se convierte poco a poco en una comunidad a la que sólo llega un grupo limitado, y por lo común sus lectores o participantes acaban por no visitar la otra. No he hallado ningún sitio en el que no ocurra esto.  Lo que me refiero es a la diferencia entre la antología (que elige un consejo editorial) y los foros de participación libre. Es triste ver que mucha de la gente que escribe en los foros lo hace sólo para atacar o alabar irreflexivamente otros mensajes de los foros. Las dos secciones no se comunican mucho. Sobre la publicación física, creo que el paso de lo virtual a ella sigue siendo tan azaroso como siempre, aunque en México, por la recesión y las medidas fiscales del gobierno contra editoriales y autores, las posibilidades están incluso disminuyendo.  Los editores tienen cada vez más miedo de no ganar con sus publicaciones y apuestan cada vez más por fórmulas probadas y autores "de renombre"

 LA: y por ello a los recientes autores les resulta más sencillo autopublicarse o publicar en la internet

AC: Sí, precisamente. Pero las desventajas son las que comentábamos.

 LA: ¿Se podría en algún momento llegar a tener la presencia mundial virtual de un Vargas Llosa o un Umberto Eco sólo trabajando en la internet? digo...trabajando correctamente

AC: Difícilmente, creo... Si te fijas, cuando tuvo lugar el boom y luego la caída de los .com hace unos dos años, los sitios que sobrevivieron eran, en muchos casos, los que más dinero ponían en promoverse fuera de la red.  Sucede lo mismo con los autores. En México, por ejemplo, uno de los más exitosos en línea es Rafa Saavedra, de Tijuana, que tiene un weblog muy visitado. Pero él es conocido más por sus publicaciones de fuera.

LA: sip..y ya contaba con una trayectoria por las páginas de la Revista Pusmoderna, Moho y la editorial Yoremito.

AC: Exacto. Pasa lo mismo (para decirte de experiencia personal) con una columna que publico cada semana en un suplemento de acá y luego mando a la red, a una lista de correo. Las más de las personas que se inscriben han visto antes la columna o se han enterado sin pasar primero por el sitio de la lista.

LA: sí...todavía la internet no es tan constante como una publicación física no es lo mismo que lean la columna el domingo a que chequen su correo el martes

AC: Sí. La difusión por Internet, al menos ahora, sirve más como un apoyo a otros medios. También tiene que ver el hecho de que, salvo en Estados Unidos (y no estoy del todo seguro ni siquiera de ese país), la conectividad total vía Internet que muchos imaginan no es una realidad, ni de lejos.

LA: bueno, ahorita todavía se está tomando la internet como algo enfermizo y no muy cotidiano para la mayoría. Sobre esto, ¿cuáles opciones le sugieres a un miembro de taller literario en internet para proseguir con su obra?

AC: Primero, que no deje de leer, y que busque las lecturas más diversas posibles.  Segundo, que pruebe suerte en publicaciones tanto en Internet como impresas, aunque las primeras deben ser tomadas más bien como una primera etapa.

LA: buen plan. Que no se sujeten solamente a esas lecturas en fragmentos que encuentran en la red...al menos por ahora, que por acumulación nada está del todo completo.

AC: Exacto. Además, la red impone exigencias sobre la lectura que no están en el libro.  Hasta que no vea un aparato que copie auténticamente la facilidad de lectura de un libro impreso, su portabilidad y su flexibilidad (algo así como los periódicos actualizables que aparecen en "Minority Report",  no creeré en una posibilidad real de suplir al libro.

LA: Ah, quieres decir algo portable que maneje la capacidad de información de la red y que no sea propiamente una laptop abierta en el Metro

LA: Sí, y que sea tan intuitivamente fácil de manejar (Es terrible eso de la laptop).

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