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La imagen de la mujer victoriana en The Adventures of Sherlock Holmes[1]
Enrique García Díaz
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Breve introducción a la figura de la mujer durante la época VictorianaSe conoce como época Victoriana al período en el que Inglaterra estuvo bajo el gobierno de la reina Victoria (1837- 1901). Éste introdujo un status social para la mujer diferente al que venía teniendo hasta ese momento. Hasta este momento el ideal de mujer tenía que ver con su misión: ser una esposa, madre e hija perfectas. Se la consideraba como la guardiana de la moralidad, de la decencia. Esta concepción surge gracias a Florence Nightingale, quien se hizo conocida durante la Guerra de Crimea por organizar un contingente de enfermeras para cuidar de los soldados heridos. Y mientras su organización de enfermeras se convertía en un importante avance para el tratamiento hospitalario, la imagen de las mujeres a los pies de la cama de los heridos cuidando de ellos y atendiéndolos en todo momento pareció reflejar la imagen de la mujer de aquellos días, y su misión con respecto a los hombres. La mujer ideal siempre se vio asociada con la salvaguardia del hogar. Esta imagen procede de la problemática situación a la que se tenían que enfrentar las muchachas una vez terminados sus estudios. Cuando concluían su educación no tenían nada que hacer excepto quedarse en casa cuidando de su hogar. Esta situación hizo pensar en las mujeres como en las protectoras del hogar y un símbolo de pureza. Pureza que se basaba en la protección de su santuario doméstico: la casa. Por otra parte, las mujeres que salían de la casa y caminaban por las calles eran consideradas como prostitutas, ya que siempre se las relacionaba con toda clase de disturbios y altercados, mientras que la imagen de la mujer perfecta estaba en relación con la salud, la moral y la paz; y sus hogares eran la viva estampa de la felicidad. Por ello la mujer era conocida como el ángel de la casa. Esta nueva imagen se oponía a la imagen del la mujer liberal. La madre, esposa e hija perfectas eran los ángeles, mientras que las prostitutas eran consideradas como mujeres lascivas y se las relacionaba con el mal. No estaba bien visto que las mujeres anduvieran solas por las calles sin compañía. Sin embargo, el “ángel de la casa” tenía que abandonar ésta en ocasiones por necesidades; y por lo tanto debía caminar o subirse a los coches de caballos, o más tarde a los tranvías. Ello trajo consigo la imagen de una mujer independiente y activa que no tenía que ver ni con el ángel ni con el diablo, sino que se encontraba entre ambas. Se trataba de una mujer que desempeñaba una labor importante para la sociedad e incluso la economía. Por otra parte, existían muchos peligros en las calles, pero también innumerables oportunidades de aventura. Las mujeres respetables no podían formar parte del entorno público de la ciudad. John Stuart Mill se convirtió en un pilar importante del Partido Liberal en esta época. Su principal deseo era incorporar a las mujeres a la vida política de la nación y conseguir un status de igualdad con respecto a los hombres que se aceleró durante la década de 1850. Este movimiento para conseguir el sufragio de las mujeres volvió a cobrar protagonismo con un nuevo intento de Stuart Mill para reformar la Ley de 1867 y dar a las mujeres el derecho a votar. Durante las décadas de 1870 y 1880 las mujeres ayudaban a los sacerdotes, a los doctores, o a los miembros del Parlamento, siendo secretarias, examinándose en las Universidades, aunque no obtuvieron diplomas. Para el historiador inglés H.G.C Matthew esta campaña a favor de las mujeres significó un nuevo concepto de ciudadanía.
El papel de la mujer victoriana en The Adventures of Sherlock Holmes (1891-1892) He seleccionado esta recopilación de historias porque ofrecen una amplia variedad de personajes femeninos relacionados con lo expuesto anteriormente. Conan-Doyle no era ajeno al papel desempeñado por las mujeres durante el reinado de Victoria. Sólo me centraré en estos personajes femeninos y en ejemplificar los diversos calificativos expuestos anteriormente: el ángel y el demonio. Las Aventuras de Sherlock Holmes (1891-1892) es una colección de relatos que originalmente fueron publicados en el Strand Magazine desde julio de 1891. En octubre, los editores le pidieron a Conan-Doyle que escribiera más historias dado el éxito de las tres primeras aventuras publicadas. Las ediciones se vendieron de inmediato, ya que los lectores estaban atrapados por las aventuras de este personaje tan peculiar. Sin embargo, antes de concluir de escribir estas primeras doce historias Conan-Doyle meditaba acabar con Sherlock Holmes, porque deseaba escribir otra clase de novelas. Sin embargo, su producción de historias del famoso detective continuó hasta las últimas doce historias recopiladas bajo el título The Casebook of Sherlock Holmes (1921-1927) . Cuando Conan-Doyle decidió acabar con él arrojándolo por las cataratas de Reichenbach en “The Adventure of the Final Problem” (The Adventures of Sherlock Holmes 1892-1893), para dedicarse a otra clase de literatura, se vio en la obligación de rescatarlo ante la insistencia de su público lector, quien no daba crédito ni concebía que Holmes pudiera morir. Este hecho junto con que sus otras novelas no se leían como las aventuras del carismático detective obligaron a Conan-Doyle a retomarlo y rectificar su muerte literaria. Desde entonces aunque Doyle escribió otras novelas nunca logró la popularidad que alcanzó con la pareja Holmes- Watson. Comenzaré este análisis mostrando que Sherlock Holmes nunca amó a una mujer. Esta afirmación aparece reflejada al final de The Adventure of the Devil’s Foot: “I have never loved, Watson, but if I did, and If the woman I loved had met such and end, I might act even as our lawless lionhunter had done” (Conan Doyle 1996: 797). Nunca se casó, ni tuvo hijos, mientras que el Dr. Watson si está casado. Y es precisamente la esposa de éste la que me sirve para ilustrar la perfecta imagen de la mujer victoriana que he descrito anteriormente. Ella permanece en casa, y anima a Watson a visitar a Holmes y pasar el tiempo que quiera junto a él como refleja en The Boscombe Valley Mistery:
“We were seated at brakfast one morning, my wife and I, when the maid brought in a telegram. It was from Sherlock Holmes, asd ran in this way: ‘Have you a couple of days to spare? Have you been just wired for from the West of England in connection with Boscombe Valley Tragedy. Shall be glad if you will come with me. Air and scenery perfect. Leave Paddington by the 11.15”. “What do you say dear?”, said my wife looking across at me, “Will you go?”. “Oh, I really don’t know what to say. I have a fairy long list at present”. “Oh, Anstruther would do your work for you. You have been looking a little pale lately. I think that the change would do you good, and you are always so interested in Mr. Sherlock Holmes’ cases” (Conan-Doyle 1996: 159).
Sin embargo, pese a esta explicación hay otra aventura en la que la mujer de Watson abandona la casa para visitar a su madre. De este modo tenemos la otra imagen de mujer victoriana: la que sale a la calle. Es el propio Watson quien lo explica: “My wife was on a visit to her mother’s and for a few days I was dweller once more in my old quarters at Baker Street”. (Conan-Doyle 1996: 175). El ángel de la casa abandona ésta para visitar a su madre. Pero no es ella la única que lo hace ya que si nos fijamos una gran parte de las aventuras de Holmes están introducidas por mujeres. Por ejemplo, en A Case of Identity, Miss Mary Sutherland busca el consejo de Holmes para encontrar a su prometido Hosmer Angel. Esta historia es algo cruel ya que la mujer es engañada por su propio padrastro, quien se disfraza de Hosmer Angel para mantener en casa a su hija. Miss Mary desempeña en esta historia el papel de la hija perfecta que se queda en casa cuidando de su padre. Otro ejemplo lo encontramos en The Man with the Twisted Lip donde Kate Whitney acude a Baker Street buscando la ayuda de Holmes para encontrar a su marido Neville St. Clair. Su reacción ante esta desaparición es la normal en una mujer preocupada por su marido. Demuestra su amor por él al salir en su busca. Una vez más ha de abandonar su hogar, pero lo hace para encontrar a su marido lo cual justifica su abandono. En The Engineer’s Thumb Adventure encontramos que el personaje femenino, Elise, advierte al ingeniero a que abandone la casa sin hacer su trabajo:
“‘I would go’, said she, trying hard as it seemed to me, to speak calmly: ‘I would go. I should not stay here. There is no good for you to do’. ‘But madam’, said I, ‘I have not yet done what I came for. I cannot possibly leave until I have seen the machine’ ‘It is not worth your while to wait’ she went on. ‘You can pass through the door, no one hinders’ […] ‘For the love of Heaven!’ she whispered, ‘get away from here before it is too late’” (Conan-Doyle 1996: 237).
Y al final es la mujer, quien salva al ingeniero a pesar de su reticencia a hacerle caso: “I was recalled to myself by a frantic plucking at my wrist, and I found myself lying upon the stone floor of the narrow corridor, while a woman bent over me and tugged at me with her left hand, while she held a candle in her right. It was the same good friend whose warning I had so foolisly rejected. ‘ Come, come!, she cried, breathlessly. ‘They will be here in a moment. They will see that you are not here, Oh, do not waste the so precious time, but come!. “This time, at least, I did not scorn her advice…” (Conan-Doyle 1996: 239)
De nuevo encontramos a la perfecta esposa y madre en The Adventure of the Copper Beeches, Mrs Rucastle es “passionately devoted both to her husband and son” (Conan-Doyle 1996: 279). He pretendido mostrar algunos ejemplos de lo que era la imagen de la perfecta mujer en la época victoriana, o el ángel como era calificada. Sin embargo, hay cuatro ejemplos de la otra imagen de la mujer, o aquella que no acepta los dictados establecidos por la sociedad. El primer y más importante ejemplo de ello es sin duda alguna Irene Adler. Watson la describe como sigue al comienzo de A Scandal in Bohemia: “To Sherlock Holmes she is the woman. I have seldom heard him mention her under any other name. In his eyes she eclipses and predominates the whole of her sex” (Conan-Doyle 1996: 117). Irene Adler es la única mujer que ha conseguido derrotar a Holmes, y por lo tanto mostrarse como alguien más inteligente que él. Esa es tal vez la razón por la que Holmes la admira y la llama “The woman”. El rey de Bohemia le advierte acerca de ella: “You don’t know her, but she has a soul of steel. She has the face of the most beautiful of women, and the mind of the most resolute men”. (Conan-Doyle 1996: 122). ¿Qué significa Irene Adler para la mujer victoriana?. ¿Y qué pretende mostrar Conan-Doyle a la sociedad victoriana con este personaje?. Irene Adler representa a la nueva mujer. Representa al ángel de la casa que la ha abandonado para demostrarse así misma y a la sociedad que la mujer puede ser más inteligente que el hombre, y que es capaz de valerse por si misma. Al derrotar a Holmes, Conan-Doyle está describiendo una nueva mujer. Y no sólo eso sino que asistimos a la admiración que ella ha despertado en el detective. Ha sido lo suficientemente inteligente como para recopilar la información necesaria para derrotar a Holmes, como le explica en la carta dirigida a ambos. Es una mujer cautelosa que se ha hecho un sitio en la sociedad y se ha ganado su respeto a través de su inteligencia. Una vez más el rey de Bohemia muestra su admiración y respeto por ella al final de la aventura: “What a woman –oh, what a woman!”, cried the King of Bohemian, when we all three read this epistle. “Did I not tell you how quick and resolute she was? Is it not a pity that she was not on my level?”. (Conan-Doyle 1996: 130). Holmes le pide al rey de Bohemia una fotografía de ella en pago por sus servicio, lo cual no deja de sorprender a éste.
“I am immensely indebted with you. Pray tell me in what way I can reward you. […] “Your majesty has something which I woul value even more highly”, said Holmes. “You have to name it”. “This photograph!” The King stared at him in amazement “Irene’s photograph!”, he cried, “Certainly, if you wish it” (Conan-Doyle 1996: 131).
Podemos comprender el comportamiento de Holmes debido al respeto de éste por Irene Adler porque ella ha sido la única que lo ha derrotado. Al guardar su fotografía está admitiendo su derrota y su admiración hacia ella. Pero Irene Adler no es la única mujer que rompe las normas de la sociedad victoriana en las historias de Holmes. En The Adventure of the Noble Bachelor una novia, Miss Haty Doran, desaparece después de la boda. La descripción de ella representa una vez más a la mujer que ha roto las reglas de la sociedad. Y por otra parte, las últimas palabras muestra claramente el sentimiento de la época victoriana. La mujer debe sacrificarse.
“She is what we call in England a tomboy, with a strong nature, wild and free, unafettered by any short of traditions. She is impetuous-volcanic, I was about to say. She is swift in making up her mind, and fearless in carrying her solutions. On the other hand, I would not have given her name which I hace the honour to bear (he gave a little stately cough) “had I not tought her to be at the bottom a noble woman. I believe that she is capable of heroic sacrifice, and that anything dishonourable would be repugnant to her”. (Conan-Doyle 1996: 247)
Sherlock Holmes expresa dos ideas diferentes acerca de las mujeres. La primera es la idea de la nueva mujer, pero que espera que se sacrifique. El siguiente pasaje muestra un diálogo entre Sherlock Holmes y Lord Saint Simon. En éste se presenta una nueva idea: la mujer tiene su propio derecho a expresar su punto de vista hacia el matrimonio: “Was she in good spirits?” “Never better. She kept talking of what we should do in our future lives” “Indeed. This is very interesting… (Conan- Doyle 1996: 248).
Con respecto a la educación Lord Saint Simon declara: “It seemed to me that her mistress allowed her to take great liberties. Still, of course, in America they look upon these things in a different ways” (Conan- Doyle 1996: 248-9). Queda claro que Conan-Doyle se opone al comportamiento de la novia. Sin embargo, la solución a este caso es una gran sorpresa para los lectores victorianos. Miss Daty Doran es Mrs. Moulton. Ella había contraído matrimonio en América con Francis Hay Multon. Después, creyendo que su marido murió en un ataque de los Apaches decidió volver a Inglaterra. Cuando conoció a Lord Saint Simon decidió casarse con él hasta que vio a su marido. La imagen del personaje femenino en esta aventura es claramente contradictorio al ideal de la mujer victoriana, y suponemos que esta historia bien pudo haber sido criticada en su tiempo. Sin embargo, entendemos que su comportamiento se debió al hecho de que ella se consideraba viuda de su primer matrimonio. No existía entonces ningún problema par casarse de nuevo. Éste surgió cuando reconoció a su marido. Al final ella escapa con Francis Hay Moulton dejando a Lord Saint Simon solo. El discurso final de Holmes es muy convincente: “I think that we may judge Lord St. Simon very mercifully; and thank our stars that we are never likely to find ourselves in the same position” (Conan-Doyle 1996: 256). Hay dos ejemplos más de personajes femeninos que representan a ambos calificativos: el ángel y el demonio al mismo tiempo. La primera es Miss Mary Holder de The Adventure of the Beryl Coronet. Este personaje representa las dos imágenes a la perfección. Esta hermosa y encantadora muchacha roba la joya Beryl Coronet de la casa de su tío y huye con su socio George Burnwell. Su tío, Alexander Holder, la describe como sigue una muchacha de una naturaleza tranquila y que está muy afectada por el robo:
“She is quite nature. Besides, she is not so very young. She is four and twenty. “This matter from what you say, seems to have been a shock to her also”. “Terrible! She is even more affected than I” (Conan-Doyle 1996: 262)
Cuando Holmes resuelve el caso y descubre que la sobrina es la co-autora del robo, Alexander Holder no puede creérselo.
“And let me say you first that, which is hardest for me to say and for you to hear. There has been an understanding between Sir George Burnwell and your niece Mary. They have now fled together” “My Mary? Impossible!” “It’s unforntunately more than possible; it is certain… “I cannot, and I will not believe it!” cried the banker with an ashen face (Conan-Doyle 1996: 268).
La imagen de la hija perfecta, o sobrina, como en este caso, se ve deteriorada por el personaje de Mary Holder. Y podemos ver como su tío no puede creer las palabras de Holmes dada la imagen que tiene de su sobrina. La última mujer que voy a analizar es Miss Violet Hunter a quien Conan-Doyle describe como sigue: “She was plainly but neatly dresses with a bright quick face , freckled like a plover’s egg, and with a brisk manner of a woman who has had her own way to make in teh world” (Conan-Doyle 1996: 273). Pero no es la única opinión acerca de un personaje femenino en la historia. El propio Dr. Watson señala que “she seems to be a young lady who is very well able to take care of herself” (Conan-Doyle 1996: 277). Y después se presenta ella misma como “I have been governess for five years in the family of Colonel Spence Munro…” (Conan-Doyle: ibid). En esta época las familias buscaban institutrices para la educación de sus hijos (Matthew 2001: 546). Hay un claro precedente de ello en la novela de Charlotte Bronte, Jane Eyre. Estas mujer estaba altamente cualificadas para desempeñar la labor de institutriz, ya que poseían conocimientos de idiomas, cálculo, o música entre otras.
Conclusión: Arthur Conan-Doyle describe una gran variedad de mujeres victorianas en todas las historias de Sherlock Holmes. Hemos intentado mostrar en este breve ensayo el papel desempeñado por algunas de ellas. Como señalábamos al principio Conan-Doyle no era ajeno a este cambio en la sociedad inglesa, y así lo refleja en sus historias. Por sus páginas desfilan amas de casa, institutrices, amas de llaves, mujeres inteligentes, esposas afligidas... Pero el elemento más importante es que los personajes femeninos son parte fundamental de la trama de la historia. Muchas de las mujeres que aparecen en las historias de Holmes presentan el caso al detective. Y muchas de ellas has conseguido un estatus social equiparable al del hombre. Un estatus frente al que Conan-Doyle se muestra ambiguo en diversas ocasiones, como si le preocupara la opinión de la sociedad. Sin embargo, y pese a ello las historias de Sherlock Holmes y el Dr. Watson siguen siendo hoy en día un referente claro en la literatura universal.
Bibliografía: Fuentes primarias: Conan-Doyle, Arthur., The Adventures of Sherlock Holmes (1891-1892), The Original Illustrated Strand Magazine Sherlock Holmes. The Complete Facsimile Edition, Great Britain, Wordsworth, 1996, pp:117-290.
Fuentes secundarias: Arthur Conan-Doyle, Valdemar, Madrid, 1999 Gilbert, Sandra M & Susan Gunbar, The Madwoman in the Attic: The Woman Writer and the Nineteenth Century Literary Imagination, New Haven & London:Yale UP, 1979. Harvie, Christopher, “Revolution and the Rule of Law ( 1798-1851)”. The Oxford History of Britain, Kenneth Morgan (ed.) Oxford: OUP, 2001, pp: 470-517. Kincaid, James R. & Albert J. Kuhn (ed.), Victorian Literature and Society, Ohio:OUP, 1985. Mattew, H.C.G., “The Liberal Age (1851-1914)”, The Oxford History of Britain, Kenneth Morgan (ed.) Oxford: OUP, 2001, pp: 518-81 Miller, J. Hillis., Victorian Subjects, Hertfordshire: Harvester Wheatsheaf, 1990. Morgan, Kenneth. (Ed.), TheOxford History of Britain, Oxford: OUP, 2001. Schandt, P., Jane Eyre and the History of the Self-Respect, Modern Language Quaterly, 52: 4, Seattle, pp: 423-53.
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octubre 2009
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Escritor español
Doctor en Filología inglesa.
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En el 2012 se publicó La
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