Por
ésta, por ésta que yo no fui quien destruyó su aliento, por ésta que
cuando me di cuenta de su muerte, ya ella estaba inconsciente en el suelo,
por ésta que no sé quién pudo hacerlo, así como así, por ésta que si lo
supiera, yo mismo te diría la realidad de los hechos, por ésta que fue una
acción cruel y despiadada, por ésta que fue un procedimiento que deja ver
qué poca madre tienen y qué poco cerebro. Yo mismo hablé con ella esta
mañana, cuando anunciaban la noticia de los policías ejecutados por la
mafia en Nuevo Laredo, por ésta que algo presentía, como que una luz se
iluminaba de pronto, por ésta que nunca imaginé que pudiera presentirlo,
¿cómo pude presentirlo, cómo? Por ésta que me miró a los ojos con rarísima
expresión, con palabras detenidas por algún temor, indecisas por alguna
duda, por ésta que no entendí lo que había detrás de su misterio, por ésta
que había cierto brillo distinto al brillo de sus ojos. Y hace apenas
cinco o seis minutos, por ésta que la encontré dispersa en el suelo, como
si una descarga eléctrica la hubiera dejado muda, por ésta que la encontré
como se encuentra a una de tantas muertas de Juárez, con esas horribles
rosas rojas brotando de su boca, por ésta que la vi con esa liquidez llena
de ira, por ésta que cómo iba yo a saberlo, aunque ya lo presentía esta
mañana, por ésta que lo presentí cuando escuchaba la noticia sobre estafas
y desfalcos en la administración de la Ciudad de México. Por ésta que el
asesino se pudrirá en las llamas del infierno, por ésta que se pudrirá, se
pudrirá, se pudrirá en el fuego del infierno, por ésta que aún sin conocer
su rostro despiadado, algún día tocará las puertas del infierno. Y el
gobierno del país queriendo, a como dé lugar, como quien dice a huevo,
encontrarle un delito que hunda tras las rejas al Jefe de Gobierno, por
ésta que cómo pierden el tiempo con sus pendejadas. Pero ella a quien
tanto amo, por ésta que todavía no lo creo, todavía no lo creo, todavía no
lo creo, aun en mil pedazos rota en la frialdad del suelo, por ésta que
todavía no lo creo. Lo que creo es que un día se marchará mi asombro ante
el perfecto desmadre que asfixia a mi país, por ésta que es una lentitud
terrible, como si las manecillas del reloj se hubieran detenido para
siempre, por ésta que me jode el silencio, por ésta que algún día sanará
el padecimiento ante tanta desventura. Mira cómo sangra, pobrecita, sobre
la fría dureza del suelo, por ésta que cómo fluye su miseria, su
tormentosa despedida, por ésta que le daré cristiana sepultura, por ésta
que lloraré su muerte y lloraré su ausencia y lloraré mi pena, aunque
tenga que olvidarme del recuerdo, por ésta que, aunque no lo creas, el
duelo encumbra la desgracia del momento, por ésta que tengo que vestirme
de negro, porque de negro me siento por dentro. Y aunque quiera olvidarme,
por ésta que no se olvida, no se olvida, no se olvida este silencio que me
muerde los huesos, por ésta que el silencio me tortura, me arroja a un
torbellino inédito, por ésta que me resisto a admitirlo, por ésta que me
niego a creerlo. Pero qué mejor constancia quiero que verla inerte en la
frialdad del suelo, como si sus ojos se hubieran ido para esconderse
detrás de algún espejo, por ésta que pobrecita, mira, cómo fluye su
silencio, por ésta que me duele, que me duele sin solución ni remedio ni
compostura, por ésta que casi siento desmayarme, por ésta que se me escapa
de mis miedos como escapan los momentos memorables, por ésta que lo
lamento al vestirme de negro, pobrecita mi esperanza, mi esperanza bien
querida, mi esperanza acribillada por las balas de la indolencia popular,
ya sin cuerpo ni voz ni conciencia, en la fría solidez del suelo.
●●●
Ramiro Rodríguez (Nuevo Laredo, 1966). Escribe poesía, cuento y ensayo.
Editor. Coordina desde 2002 el Congreso Binacional “Letras en el
Estuario”. Miembro del consejo editorial de la revista literaria
Novosantanderino. Obtuvo el Premio Estatal de Poesía 2008 (ITCA) y el
Premio Estatal de Poesía “Altaír Tejeda de Tamez” 2008 (SET). Su obra se
incluye en revistas como Fronteras, Revista de la UAT y
Catarsis, así como en las antologías Voces desde el Casamata (ALJA,
2010), Sueños al viento (C.C., 2010), Donde la piel canta (C.C.,
2011), Me narraré hasta encontrarme (ITCA, 2012), Cuentos
tamaulipecos (ITCA, 2012). Compilador de Letras en el estuario
(ALJA, 2008), Río Bravo / Río Grande (ALJA, 2012), Palabra de
poeta Antología de poesía sobre poesía (ALJA, 2012), Brevedad
urbana Antología de microrrelato en la ciudad (ALJA, 2012) y
Confusión de cuerpos Antología de poesía erótica (ALJA, 2013). En
poesía, autor de Defragmentación poética (ITCA, 2007), Cosmogonía
de la palabra (ALJA, 2008), Íngrima la ciudad (ITCA, 2011),
Ritual de la tierra (ALJA, 2012), Tierra de sed perpetua (ALJA,
2012), Moros en la costa (Obra selecta 1992-2002) (ALJA, 2012),
Poemas a propósito (ALJA, 2012), Destiempo (ALJA, 2012),
Pasión de Eneas (ALJA, 2012), Minitatuajes (ALJA, 2012),
Claustros (ALJA, 2012), Bagdad (ALJA, 2012), Perros
nocturnos (Obra selecta 2003-2012) (ALJA, 2012) y Rosas de Castilla
(ALJA, 2012). En relato, Sin oficio ni beneficio (ALJA, 2012) e
Inminencia del ayer (ALJA, 2012). En teatro, Maridos maltratados
(ALJA, 2013). Ventanas siderales (ALJA, 2013) es una compilación de
textos publicados en diversos medios.
●●●
Este registro se añadió el 28 de
octubre 2009
Contador
de visitas para blog
*
Inicio |
Relatos |
Poetas |
Ensayo |
Taller |
Autor |
Links
|