Cuando
Hector Rojas Herazo, pintaba, siempre lograba la alegría.
Cantaba, oía música y era feliz creando su mítografia,
que eran las vendedoras y decía que eran las "reinas
de una altísima comarca"; los peces; los gaiteros; los
gallos y todo lo que había detectado en su niñez.
Por eso decía muchas veces que él quería detener
el recuerdo".
Seguía
la máxima de Leonardo Da Vincci: "Sabiéndote
efímero trabaja como si fueras a ser eterno; y en cuanto
a la perfección no te preocupes, pues ésa no la alcanzaras
nunca" nos decía, y así continuaba en su larga
lucha por la creación de figuras que lo acompañaron
toda la vida.
Su
pintura es personalísima pues creó un grupo de personajes
que él admiraba y con los que siempre se identificó
formando una vasta y enérgica pintura que ya empieza a ser
entendida y admirada nacional e internacionalmente.
El
no pintaba para ser famoso, él pintaba para realzar los recuerdos,
que al quedar plasmados en un lienzo casi se vuelven los recuerdos
de cualquier ser humano que sé acerca a mirar el mundo a
través de la pintura. De él habló, el crítico
de arte y escritor español Félix Grande y dijo en
su ensayo sobre Rojas Herazo: "Es la materia pariendo a la
energía; cuando uno se acerca a una vendedora o a un gallo
parece que va a recibir un lametazo de sangre debido a la intensidad
con que están pintado estos cuadros".
Fue
muy reconocido y apreciado en España. Los críticos
como el gran poeta Luis Rosales gran amigo de Federico García
Lorca quiso mucho a Rojas Herazo fueron grandes amigos y escribió
acerca de mi padre " la pintura de Rojas Herazo es una pintura
enraizada y caliente; dura mas no agresiva, con una luz de plano
único que baña los objetos y en el tratamiento de
la figura humana le da carácter alucinatorio".
Insistía
en sus figuras por que pretendía una depuración de
los temas tratados. Algunos se repiten pero siguen siendo diferentes;
hay otros nuevos que se instalan por la insistencia del artesano.
Él decía, que era un humilde artesano, que quien le
enseñaba día a día era la materia. ''Apenas
se sabe algo de algo se acaba el asombro''.
PATRICIA ROJAS BARBOZA. Su Hija
Comienza a pintar, mejor a dibujar a los 7 años. Rojas Herazo
pensaba que pintar, era algo vocacional, "La persona siente
el llamado, siente la impresión de un objeto o su presencia
y tiene, la necesidad de convertirla en dibujo".
El entorno de su pintura es su comarca, su región en donde
figuran los peces, las vendedoras, los bodegones, los amantes...
aún no ha pintado deportistas, pero "tengo que hacer
una serie de fútbol, otra de ciclistas.
Secuencias como la de los amantes" En ésta serie se
refleja el amor de todos los tiempos, en todas las circunstancias.
Hay
amantes marinos, sentados en mecedores.
Considera que "el homenaje al amor es imperecedero; el amor
es lo esencial en la vida. El odio puede ser también una
forma del amor, o puede haber amores obsesivos o truncados",
enfatizó el maestro.
La
tendencia de su pintura, "no es hacer gráficas de "aquello"
no es ilustrar "aquello".
Es convertir todo "aquello" en una mitografía que
puede verse" Refiriéndose a su obra " un insecto
convirtiéndose en hierba"; pretendo más que un
insecto, "mitograficar" el terror. El terror nocturno,
el terror al insecto cuando lo vio por vez primera. El terror que
sintió cuando pequeño y vio reflejados por la sombra
de la luna innumerable montón de insectos. Porque para el
maestro el terror fue el asombro, como estado natural del ser humano.
Afirmó
que le tenemos miedo a todo, a morirnos, a que nos atropelle un
automóvil. Que el elemento primo del hombre, por el sólo
hecho de estar vivos, es el terror.
Eso
se mimetiza en una serie de elementos coincidenciales terroríficos.
En
su cuadro "cosas en la alacena" están presentes
la cotidianidad y el asombro que produce las cosas encerradas."En
lo más sencillo del mundo está encerrado el terror.
Los objetos nos hacen jugarretas". Decía, "uno
cree que los dejo allí y están allá".
Bautizó un cuadro "jaulero liberando sus pájaros"
porque el pájaro debe ser libre.
Fueron
puestos en grandes espacios y no conciben el encerramiento. Y comentando
sobre "espantapájaros consolado por una golondrina"
cuestiona: "¿ha visto algo más desolado y cómico
que un espantapájaros? Pero en mi obra llega una golondrina
y lo consuela".
Acerca
de la técnica confirmaba que es acrílico en primera
instancia, luego óleo después tintas. Ataca con todo
para la textura, los frotados, la difuminación de la imagen
y para acreditar determinado tipo de color, de movimiento.
Acepta
que su pintura es americanista, porque un europeo no puede hacer
ésto, si lo hace es imitación; que tiene gran influencia
de Picasso, quien "para mí es el primer gran pintor
contemporáneo de América. El primero de vocación
atlántica". Acepta también la influencia del
mexicano Rufino Tamayo, pero nunca de Guayasamín porque éste
busca las zonas del dolor. "Lo dicen sus cuadros, como por
ejemplo "el camino del llanto", y eso no es lo que yo
estoy buscando".
Sobre
los colores afirmaba, que en un principio usó mucho rojo,
y amarillo, después los fue atenuando. Siguen siendo muy
fuertes pero no tan luminosos. Su pintura es una pintura muy solar.
No
ha pintado el mar pero si a sus habitantes y los elementos que lo
rodean como los peces y sus vendedoras. Y cuando cuenta sobre sus
pinturas de peces recuerda con cariño a su gran amigo Alejandro
Obregón, quien al visitar una de sus exposiciones en donde
primaban las brujas, vio de pronto un cuadro de peces y le dijo:
"Hay mas brujas en estos peces que en las mismas brujas".
Está
de acuerdo cuando reconoce que el pintor propone una interpretación
pero cada cual la recepta a su manera. Mirando el cuadro "paloma
guarumera" cuyo ojo es extraordinariamente vivo dice que: "
ese ojo tan agudo le da la libertad".
Como
pintor tiene mas de cincuenta exposiciones entre Colombia y el exterior
( España, Alemania, EEUU) estando sus obras en los más
importantes museos y entidades privadas.
Su
pintura es decididamente americana dentro del estilo figurativo
habiendo creado una mitografía personalísima (gallos,
vendedoras, tamboreros y gaiteros) que han sido admirada y elogiada
por destacados críticos nacionales e internacionales.
Pintar
para él fue algo "biológico como respirar o caminar"
esto lo decía cuando dibujaba los burritos que pastaban en
la plaza del pueblo, el campanario, los barcos y los pájaros
o se entretenía tratando de reproducir fielmente algunas
estampas de la historia sagrada.
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