Demetrio Valdés Ortíz

Un producto quibdoseño, de los que ya no se dan Lo conocí cuando los ingenieros  se distinguian de sus colegas profesionales por sus pantalones y camisas caqui, botas marrones y cascos, afines con su trabajo de campo y carretera. Era, tal vez, de la segunda generación de ingenieros chocoanos, salidos de las escuelas de Antioquia. El, y su coterráneos de generación: Dionicio Echeverry Ferrer, Luis Mosquera Garcés, Benjamin Ferrer Ibañez, Ramón Mosquera Rivas y Bonilla Gómez, constituyeron un cuadro ejemplar de profesionales que trascendieron a la empresa privada y a la primera magistratura delgopbierno de su región, hombres de contextura incorruptible que dejaron en la Universidad y en la vida pública de su tierra el ejemplo imborrable de sus vidas y el afán incuestionable de su labor chococoanista, desinteresada y patriotica, a esta constelación luminosa de hombres puros perteneció Demetrio Valdés Ortíz, ingeniero Civil.  Infatigable y terco en la defensa de su terruño, no hubo oportunidad o proyecto que tuviera que ver con el Chocó, en que no se involucrara con cuerpo, alma y vida.  Salía de una frustración a otra:  carretera panamericana, canal interoceánico, grandes lagos, carretera al mar, Bahía Solano puerto alterno, con renovada fe de que algún día conseguiría plasmar en felicidad el sueño de los chocoanos.

Demetrio Valdés Ortíz, ejecutivo de varias empresas de renombre nacional, dos veces gobernador y parlamentario, cumplió el encargo que ello le exigía con absoluta eficacia y honestidad que caracterizó su vida, ni siquiera un solo rumor en turbio la autoridad moral que ejerció en la trayectoria de sus luchas civiles.  Reclamó con gallardía por la dignidad e integridad de su tierra, en primera fila, cuando se pretendió desmenbrar al Chocó.  Dije al guna vez de él, y hoy me ratifico ante su tumba:  Que no pasó un solo minuto de su vida en que el Chocó no tuviera en su corazón.

Como no recordar y lamentar su deceso, hoy cuando rememoramos su lucha  por la carretera al mar y el puerto alterno en el pacífico.  Con Luz Colombia de Gónzalez, en 1980, en su gobierno, izaron la bandera para siempre por los mismos ideales.  Hoy su pueblo en una nueva gesta civil renueva su reclamo en las calles, al gobierno.

¿Como no recordarlo hoy, cuando las Instituciones de su tierra se desmoronan y por los cuatro puntos cardinales de su ciudad natal solo se oye el crugir implacable del hambre?.  Recordamos con respeto y nostalgia a este quibdoseño nacido en la entraña popular que se alejó para siempre.

Condolencias:  Pésame por el fallecimiento reciente de la señora Dorotea Córdoba, madre de nuestro amigo Dr. Yamil Bedoya C. de la señora Ana Dolores Bermúdez, progenitora del Dr. Hernán Ruíz Bermúdez, de todo mi aprecio.  de Emiro Sánchez Gárces, mi pariente, a sus hijos y hermanos mi reconocimiento.  A José Antonio ortíz Palacios a sus hijos y familiares mi solidaridad.  Rurico, fue siempre servicial y compañero de travesías políticas.

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