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Posiciones
para azotar (6)
Sobre la cama
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La primera idea que a uno se le ocurre al
pensar en una cama, es acostado. Con el almohadón, facilita las
nalgadas. Sin el almohadón posibilita pegar también azotes en la
espalda. Se puede tener al sujeto atado, bien indefenso, u obligarlo a
aguantar desatado, so pena de más azotes. Además, con el cuerpo
estirado, las nalgas están más relajadas, disminuyendo el daño de
los golpes
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La posición de "cambiar pañales".
Cuando el castigado es pequeño, basta con agarrar los tobillos con las
manos. Si no, atar los tobillos juntos y sostener de la soga.
Finalmente, los pies se pueden atar a la cabecera de la cama.
Es
interesante, porque
permite ver al mismo tiempo la cara y las nalgas del castigado. Marcas
rojas y ojos llorosos. Permite pegar bien "abajo", en la base de las nalgas, donde
se unen a los muslos, que es la zona que se apoya al sentarse, y en el
comienzo de los muslos, donde roza con el borde de la silla, para que
el que recibe la azotaína se acuerde varios días. En lugar de atar al
sujeto también se lo puede obligar a agarrarse los tobillos con las
manos y mantener la posición por si mismo.
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Parecida a la anterior, pero más incómoda. Las sogas en las rodillas
sirven para estabilizar al castigado. Es además humillante, porque los
genitales quedan para arriba y a la vista (de paso, y por eso mismo,
cuidado al pegar). Igual que en la anterior, se puede obligar al sujeto
a mantener la posición por sí mismo.
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