La disciplina erótica no es de por sí
peligrosa, pero entraña algún riesgo, como los deportes de contacto. Infórmese
y practique.
No podemos escribir aquí un tratado
sobre seguridad, ni somos expertos en el tema, pero nos atrevemos a darle unos consejos básicos.
Primero que nada, si Ud es dominante,
recuerde que el castigado confía en
Ud. y depende de Ud. Es su responsabilidad protegerlo. Protéjalo teniendo
cuidado, respetando la palabra de seguridad, y comprobando su estado
aún sin que diga la palabra.
Si les gusta jugar fuerte, recuerden que
hacer llegar al sumiso al estado de agonía, en que ya no puede pensar del
dolor, puede llevarlo al éxtasis pero también puede llevarlo a un estado de
shock clínico, inconsciencia y posiblemente muerte.
Para peor, los forcejeos
de alguien en agonía se parecen a la excitación sexual, y los efectos del
shock a un estado de calma.
Alguien en agonía puede no recordar su palabra de
seguridad o no poder decirla. Por lo tanto, si quiere jugar seguro, evite
los extremos.
Recuerde que los implementos de
castigo no son juguetes. Los golpes dados con ellos pueden dejar
marcas, producir moretones y levantar ampollas. Si se pega con demasiada
fuerza, repetidas veces o en forma inapropiada pueden producir heridas o
lastimar seriamente. Y desde luego, golpes muy fuertes pueden producir la
muerte. Practique con algún objeto inanimado (almohadón,
almohada, etc) hasta estar seguro de poder usarlos con seguridad.
Controle que todo el equipo está en buenas
condiciones y que los muebles y herrajes que se van a usar son bastante
fuertes para soportar no sólo el peso de sumiso sino también la
tensión de alguien retorciéndose y luchando contra las ataduras.
Con las paletas o correas, asegúrese
de pegar de plano. No pegue con los bordes, porque puede lastimar seriamente,
y al pegar con látigos o correas, asegúrese de que la punta pegue de
lleno en la superficie elegida. Si pasa de largo y dobla en el borde del
cuerpo tomará más velocidad, lastimando más fácilmente. Las puntas de
las correas y látigos pueden cortar la piel. No pegue con los mangos ni
con las hebillas u otros herrajes.
Recuerde que cuanto más largo el
instrumento, más difícil es controlar donde pega y más se debe practicar.
No introduzca en los orificios del cuerpo
objetos que no fueron diseñados para ello. Evite los filos o puntas. Los mangos
de los instrumentos en general no fueron diseñados para introducir
en el cuerpo.
Pegue sólo en áreas cubiertas de músculos que protejan los órganos interiores
y los huesos. Los órganos interiores se dañan fácilmente y los huesos se
astillan o quiebran si se les pega con algo duro como una madera. Algunas
áreas menos propensas a dañarse con los golpes son la parte baja de las nalgas
y la superior de los muslos, y con elementos flexibles como látigos o correas,
la parte superior de la espalda a los lados de la columna vertebral.
No
pegue en el tórax en áreas no cubiertas por las costillas, como el
abdomen, que contiene órganos interiores sin protección y la parte baja de
la espalda (ahí están los riñones), ni sobre la columna vertebral.
En
las manos y pies, el ardor se produce en la piel, pero el dolor es
causado por el aplastamiento de los tejidos contra los huesos. Entonces,
pegue sólo
en ellos y sólo con instrumentos flexibles o muy
livianos, ya que son mecanismos complicados con huesos pequeños, fáciles
de dañar y difíciles de reparar. Son áreas con muchas terminaciones
nerviosas y muy sensibles. Pegue sólo del lado de la palma de la mano y
de la planta del pié. la parte de arriba de manos y pies no tiene
protección, y terminará dañando algo.
No pegue en los dedos, puede dañar las delicadas articulaciones.
También hay que
tener mucho cuidado al castigar en los órganos genitales. Nunca
pegue en la cabeza o el cuello. Los tobillos y rodillas y sus áreas circundantes
están poco protegidas también se dañan fácilmente.
Si quiere dar algunas bofetadas, pegue
sólo en las mejillas y suave, sólo para humillar y llamar la atención, no
para hacer doler. Sostenga la cara con la otra mano para evitar daños en el
cuello. Cuide de no pegar sobre los oídos, o en los ojos. Una
bofetada fuerte va a dañar algo (Puede causar daños cerebrales.
desprendimiento de retina,rotura de los nuesos de las mejillas, dañar nervios
y músculos, etc).
Si va pegar
con sus manos, recuerde quitarse los anillos, que pueden herir a su pareja. Y
nunca pegue con sus puños en ninguna parte del cuerpo.
Nunca deje a alguien atado sin
supervisión. Alguien atado está indefenso (desde luego, para eso lo atamos) y depende del que está libre. Es su responsabilidad. Tampoco lo
deje atado por demasiado tiempo, y asegúrese de que las ligaduras no corten la
circulación. Esté preparado para liberar al sujeto con rapidez. (Tenga
a mano unas tijeras apropiadas o use dispositivos de apertura rápida que se
puedan abrir bajo tensión. Busque en las casas de montañismo ).
No ate nada al cuello, puede producir
asfixia.
Tampoco cuelgue a alguien completamente
en el aire. Es muy peligroso.
Los crucificados morían por paro respiratorio por colgar de los brazos mucho tiempo. Desde luego, los colgados por el cuello morían por asfixia o
rotura de las vértebras cervicales mucho más rápido. ¿Tenemos que decirle
que no cuelgue a nadie por el cuello?
Si va a colgar a su pareja, aunque sea
dejando que apoye las puntas de los pies, o va a atarla con los brazos para arriba,
asegúrese de que los puntos de amarre sean seguros y aguanten el peso y que
la soga o el aparejo del que va a colgar esté en buen estado. Si algo cede
bajo la tensión,
el atado no puede usar las manos para amortiguar el golpe, y puede lastimarse
gravemente.
No deje a nadie atado con los brazos para
arriba mucho tiempo, aún si los pies se apoyan en el suelo.
No juegue
cuando su juicio esté alterado por el consumo de alcohol o drogas. Si no está
en condiciones de conducir un auto, tampoco lo está de jugar a esto.
Como los materiales naturales no se
pueden esterilizar, estos implementos (como la ropa interior) no deberían
compartirse entre varios sujetos,
y nunca deben utilizarse en otra persona si se mancharon con sangre
(algunos virus pueden vivir largo tiempo fuera del cuerpo).
Diviértase, pero con responsabilidad y
sentido común.
Vea también el
artículo Seguridad: las nalgas