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Notas de la Autora: Y bien, aquí está el final de mi primer fanfic largo... BUAAA!!! No puedo creer que se haya acabado!!! Pero es cierto!! No sé si les gustará como acaba ésto, pero bueno, pues... espero que sí.

Muchas gracias a todos los que han llegado hasta aquí!!!

 

 

Epilogo: En tu corazón por siempre


Cuatro meses habían pasado desde que Kenshin y Kaoru se habían encontrado. La temperatura había descendido drásticamente desde aquellos días soleados de finales de primavera. Ahora el helado invierno se dejaba ver entre los copos de nieve que caían cada vez con más frecuencia en la fría ciudad de Tokio.

Pero eso no era lo que los estudiantes reunidos en la cafetería tenían en mente. Los exámenes finales habían terminado aquella mañana, y cuatro amigos reía felices en un rincón del atestado lugar, alegres de que las clases hubieran por fin terminado y que la presión de los últimos días por fin se hubiera ido.

"Maa maa, Misao, Sano no quiso decir eso." Dijo Kenshin, tratando de apaciguar a sus tres compañeros de mesa. Algo que usualmente no conseguía.

"Pues entonces que deje de llamarme Comadreja, Niiyama. ¿Por que ése estúpido cabeza de gallina no puede entender que debe dejar de poner apodos a las chicas? Kaoru es una mapache, Megumi es un zorro, y yo una comadreja!!" gritó Misao indignada y furiosa.

A pesar de haber estado gritando por los últimos cinco minutos (que era el tiempo que llevaban en la cafetería), nadie alrededor se inmutaba por el alboroto. Después de 4 meses de seguir la misma rutina, los otros comensales ya se habían habituado a los gritos provenientes de la mesa al lado de la ventana. Allí siempre sucedían cosas extrañas, y se reunía siempre el grupo más extraño también.

Estaba el pelirrojo, muchos lo conocían por ser uno de los mejores litigantes de la facultad de leyes. En frente de él estaba sentada la pareja más dispareja que la Universidad de Tokio hubiera visto jamás. Megumi, estudiante de Medicina de octavo ciclo y su novio Sanoshiro, estudiante de Ingeniería Mecánica y jugador estrella del equipo de Fútbol Americano. A uno de los lados de la mesa, estaba sentada la miembro más joven del grupo Oniwabanshuu, Misao, la comadreja. Recién iba en el primer ciclo de la carrera de Comunicaciones, pero ya se rumoreaba que tenía un gran futuro. También era ella la encargada del periódico universitario, e iba a todas partes siguiendo a Aoshi, al cual no parecía molestarle su compañía. Se susurraba entre los pasillos de la Universidad que algo habían entre ellos, pero eso no había sido confirmado. Además éste era el último año de Hayashibara Aoshi, aunque muchos creían que lo seguirían viendo de vez en cuando, después de todo su hermana menor, Hayashibara Kaoru seguía estudiando allí.

Y hablando de los hermanos Hayashibara, allí entraban ellos. Ambos eran bastante populares entre la población estudiantil. Aoshi era respetado y temido, frío y distante con todos, con la excepción de su hermana menor, a la cual trataba un poco sobre protectoramente, es especial en lo concerniente a Niiyama. La gente de la Universidad, no sabía con certeza cuando era que la relación había empezado entre Kenshin y Kaoru. Lo único que la gente recordaba era que un día Kenshin había ido a clases con varios vendajes, y parches. Unos decían que se había peleado con Aoshi, otros decían que con el padre de Kaoru. Nadie sabía con certeza lo que había ocurrido, pero de lo que estaban seguros era que desde aquel día, él era oficialmente conocido como el novio de Kaoru. Lo cual mucho chicos lamentaban, pues Kaoru era bastante cotizada entre los chicos de la universidad. Pero nadie se atrevía a insinuarse con Kaoru, no solo porque Kenshin los habría hecho añicos en un segundo, sino por lo que le sucedió al único pobre diablo que intentó sobrepasarse con Kaoru.

Aquello si estaba confirmado, hubieron muchos testigos. Todo ocurrió cuando Kaoru terminaba una de sus clases de programación. Era medio día y los alumnos de una de las clases de leyes, es decir de la clase de Kenshin, habían ido a un juzgado a hacer practicas legales, además el hermano mayor de Kaoru no había asistido a la universidad tampoco, pues estaba atendiendo unos concursos estudiantiles en otra de las universidades de Tokio. Así que se podría decir que el pobre diablo creyó que podría tener una oportunidad con Kaoru. El había estado riendo con sus amigos de la facultad de Ciencias Industriales sobre como un sujeto como Niiyama no merecía tener a una chica como esa.

Aprovechando que ella estaba 'desprotegida', cerró la clase en la cual aun estaba Kaoru con él adentro. Pues bien, no se sabe con exactitud que fue lo que él le dijo, pero muchas chicas dicen que empezó a decirle cosas como 'nena' y 'bebe' además de hacer gestos con las manos. Lo que si es un hecho es que el pobre diablo rompió dos computadoras, tres escritorios, y la puerta del salón con la serie de golpes que Kaoru le dio, además de terminar con tres costillas fracturadas, una pierna rota, y un ojo morado. ¿Mencioné antes que el pobre diablo era además capitán del equipo de atletismo? Pues el pobre no ha podido hacer ningún otro deporte hasta ahora, aunque ya no cojea tanto. No hubieron cargos de ningún tipo en contra de Kaoru, después de todo él fue quien intentó agredirla, y además estaba drogado, como demostró la prueba que la Universidad mandó realizar.

Y eso no fue todo. Por que cuando Kenshin y Aoshi se enteraron de lo ocurrido, el pobre chico tuvo que correr con todo y muletas por todo el campo deportivo para escapar de un novio celoso y un hermano sobre protector.

En cuanto a la relación entre Kenshin y Aoshi, pues, solo se sabe que Aoshi va a todas las reuniones a las que van Kenshin y Kaoru, y siempre va acompañado de Misao. Aunque él no ha asistido a las últimas dos o tres fiestas, al parecer ya ha admitido que Niiyama es un buen chico y lo ha aceptado como tal. Incluso se ha visto conversando a los dos tranquilamente, según las palabras de Misao: "Aoshi-sama sabe que Niiyama no tocaría ni un cabello de Kaoru-chan sin que ella lo consintiese. Y hay que ser realistas, si Kaoru quiere estar cerca de Niiyama, pues no hay nadie en éste planeta que pueda detenerla. Ni siquiera mi Aoshi-sama." Nadie sabe a que se refería Misao con eso de " mi Aoshi-sama", pero fue después de ese comentario que los rumores de que hay algo entre ellos empezaron. Nadie tenía dudas de que la comadreja estuviera loca por Aoshi Hayashibara, eso era obvio, pero el séquito de chicas que estaban locas por Aoshi se enfadaron, pues la dichosa frase salió escrita en la revista estudiantil. Muchas se acercaron a Aoshi a pedirle que refute el comentario, pero él no ha negado nada aun. Así que se puede decir que ambos son algo así como, 'la pareja no oficial de la Universidad', pues hay que agregar que a todos los eventos sociales a los que Aoshi ha asistido, siempre ha llevado a la pequeña comadreja como pareja.

Kaoru se acercó a la mesa en la cual Misao y Sano intentaban estrangularse mutuamente, mientras que Megumi comía una ensalada tranquilamente y Kenshin solo negaba con la cabeza, pues sus intentos se evitar que la pelea comenzara no dieron resultado. Tal que esto último se debía a que cuando Kaoru entró en la habitación él dejó de jalar a Misao como lo había estado asiendo, y eso hizo que ella alcanzara a rodear sus dedos en el cuello de Sano.

Kaoru rió ante la escena, no la sorprendía en lo absoluto, se adelantó un par de pasos a los de su hermano y se inclinó sobre Kenshin para darle un suave beso en los labios. Kenshin sonrió complacido, mientras quitaba su chaqueta de la silla de al lado para dejar que ella se sentara.

Aoshi miró la mesa, su hermana y Niiyama estaban sentados a un lado, con sus espaldas a la ventana, justo en frente de ellos estaban Sano y Megumi. A otro de los lados estaba Misao, que tenía sus cosas apoyadas en la silla que estaba a su lado, mientras que ella trataba de ahorcar a Sano, el cual ya se estaba poniendo azul. En frente de Misao estaba una silla desocupada, en la cual él solía sentarse. Pero Aoshi pasó la silla de largo sin siquiera mirarla, y en cambio recogió las cosas de Misao para ocupar la silla que estaba a su lado, lo que ocasionó que Misao soltara Sano, Kenshin y Kaoru dejaran de mirarse como si fueran las dos únicas personas en el mundo, y que Megumi dejara de comer (Sano no prestó atención pues trataba de respirar).

"A-Aoshi-sama..." susurró Misao con los ojos tan grandes como platillos de té. Nunca antes él se había sentado cerca de ella por iniciativa propia. Siempre era ella la que iba a él, era ella la que empezaba la conversación, era ella la que pedía ir con él a las fiestas, y era ella la que hacía todo, él solo asentía sin pronunciar ni una sola palabra. ¿Y ahora él, por su propia voluntad se sentaba a su lado? Misao simplemente no podía creerlo.

"Misao, ¿podrías dejar de llamarme Aoshi-sama? Con Aoshi estaría bien." Dijo Aoshi mientras acomodaba los cuadernos y chaquetas a un lado.

"Pe-pero Aoshi-sama... tu-tu eres el jefe de los Oniwabanshu, se supone que..." empezó diciendo Misao, pero Aoshi la interrumpió antes de que terminara.

"Ya no soy más el líder Misao, éste es mi último día en la Universidad..." comenzó diciendo Aoshi, pero luego vio la triste mirada en los ojos de Misao, "... pero seguiremos viéndonos, no lo dudes."

Misao estaba a punto de saltar de alegría, no era una confesión de amor eterno, pero por algo se empezaba, además ella no era el tipo de personas que se rendía fácilmente. Y antes de que ella pudiera responder algo, Aoshi había vuelto a hablar.

"Quería preguntarte si querías ir conmigo a la ceremonia de graduación." Dijo él, mirándola a los ojos. El silencio en la mesa era absoluto, incluso Sano estaba callado mirando de uno a otro sin poder creer lo que escuchaba. En realidad toda la cafetería estaba callada desde que se dieron cuenta que el constante ajetreo de la mesa especial había terminado, todos habían volteado a ver que ocurría, y ahora todos esperaban escuchar la respuesta de Misao. Nadie de último año había invitado a alguien de primero nunca antes. Y si algo confirmaba que existía algo entre ellos, pues esto era.

"Ha-Hai Aoshi-sam... digo, Hai Aoshi." Contestó Misao sonrojada, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Aoshi asintió. Y luego miró a su alrededor, todos lo estaban mirando, y eso era algo que no le agradaba. El silencio era absoluto, nadie se movía ni hablaba. Hasta que un grito hizo a todos estremecerse.

"¡¡¡SUGOI!!! Ya era hora Aoshi!!!" gritó Sano, sin importarle en hecho de que casi causa un ataque cardíaco a media cafetería. Pero inmediatamente después Kaoru se unió a grito con una exclamación de "Tal vez deba ir a la ceremonia, después de todo no puedo dejar que mi amiga Misao salga con un chico de último año sin supervisión, no vaya a ser que él se sobrepase con ella o algo..." dijo alegre. Kenshin empezó a reír, mientras Misao estaba lista para competir por el puesto de "la mujer más roja del año", y Megumi soltaba su "Hohohohoho, creo que es hora de hablar de ciertas cosas Comadreja, y no olviden usar siempre protección, es el mismo consejo que le doy a Kaoru cada vez que sale con Ken-san"

Ese último comentario hizo que Kaoru y Kenshin dejaran de reír quedando más blancos que un papel, Kenshin volteó lentamente la cabeza para ver a Aoshi y se encontró con los ojos más fríos que jamás hubiera podido soñar, al mismo tiempo que Kaoru, empezaba a negar con la cabeza desesperadamente. A lo que Misao y Sano se empezaban a partir de risa en sus asientos.

En unos segundos la persecución empezó, aunque nadie estaba seguro de si Aoshi estaba tratando de matar a Kenshin, o si era Kaoru la que trataba de ahorcar a Megumi, mientras que Sano volvía a comentar algo acerca de comadrejas locas y tanukis dementes, que hacía que Misao le saltara encima otra vez.

Lo cierto era que la cafetería volvió a la normalidad, y a nadie le sorprendía en absoluto en que esa mesa se encontraran tal vez los mejores amigos del mundo.


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Navidad había llegado, la suave y blanca nieve cubría la ciudad de Kioto. Era temprano por la mañana del día 25 de diciembre, y el auto en que viajaban Kenshin y Kaoru se estacionó suavemente frente a una típica casa japonesa, que tenía adornos navideños en la entrada.

Kenshin apagó el motor y volteó hacia el asiento de al lado, donde una pálida Kaoru trataba de sonreírle. Kenshin devolvió la sonrisa, mientras que cubría con una de sus manos la mano de su novia.

"Daijoubu, todo va a salir bien." Le susurró Kenshin afectuosamente, al mismo tiempo que con su mano libre apartaba unos cuantos cabellos que se habían soltado de la cola de Kaoru.

Kaoru asintió, aunque sentía un agujero en el estómago. Respiró hondo, y abrió la puerta del vehículo, dejando entrar el frío aire invernal.

Ambos salieron a la calle y se acercaron a la casa. Kenshin tocó el timbre, y a los pocos segundos la puerta se abría, dejando ver a una mujer adulta, de unos 25 o 26 años. Su cabello estaba sujeto en una cola en la base de la nuca, y ojos oscuros que brillaron al reconocer a su pequeño hermano.

"¡Kenshin!" exclamó Tomoe feliz de saber que después de todo pasarían Navidad juntos. "Pudiste venir, me alegra tanto." Dijo y luego vio a la jovencita que estaba parada detrás de él, "Y tú debes ser Kaoru, ¿no es así? Kenshin no ha hablado de otra cosa desde que comenzó las clases." Dijo sonriéndole mientras se acercaba a Kaoru y ambas se abrazaban alegremente.

Al poco tiempo todos estaban sentados en la sala, Kaoru ya había sido presentada a Akira, el esposo de Tomoe, y también había conocido a sus dos hijitos, Akito y Tomoyo, un niño y una niña.

A pesar de que Kaoru estaba sumamente nerviosa de conocer a Tomoe, solo le tomó un par de minutos de estar con ella para que se convirtieran en las mejores amigas. Ambas era diferentes en muchos aspectos, pero eso no importaba.

A Tomoe también le agradaba Kaoru. Desde que su hermano la había llamado hace como cuatro meses atrás, para contarle que tenía novia, ella se había estado preguntando como sería ella. Y ahora que la tenía en frente suyo, estaba contenta de saber que ella parecía entender lo que pasaba por la cabeza de su terco hermano. Algo que siempre había sido un misterio para ella. Normalmente ella dejaba que él hablara, y trataba de ayudarlo, aunque muchas veces no entendía los problemas que él parecía tener, o la razón por la que él andaba deprimido. Pero eso parecía estar atrás. Ni un ciego se perdería de la forma en que los ojos de Kenshin se iluminaban cada vez que miraba a su joven novia, o la forma tierna en que decía su nombre, o cuántas veces había hablado de ella por teléfono cuando conversaba con Tomoe.

Y Tomoe sabía que era al revés también, Kaoru parecía encantada con Kenshin. Y Tomoe se encargó de hacer sentir cómoda a su joven invitada. Lo cual no le costó demasiado tiempo.

Poco después toda la familia estaba sentada en la mesa listos para tomar el desayuno navideño. Kaoru se sentó al lado de Kenshin, y él no tardó en sujetar una de sus delgadas manos entre las suyas, mientras susurraba a su oído: "¿Ya vez que el único que va a sufrir con la familia soy yo? Tomoe te adora."

Kaoru rió suavemente, "Maa, amor, no estás molesto aún por la pequeña broma que hizo papá ayer ¿no?"

Kenshin enarcó las cejas fingiendo disgusto: "¿Broma? Kaoru tu padre casi me mata ayer, ¿como se le ocurrió encerrarme en el congelador?"

Kaoru volvió a reír divertida, "Vamos Kenshin, olvídalo ya, además ¿quién te manda a meterte dentro del congelador?"

"Oroo, tu padre me dijo que sacará la carne, y estaba al fondo, como no llegaba y no tenía ninguna forma de alcanzarla, tuve que saltar dentro, no creí que Saitoh se atreviera a cerrar la puerta... ¡y le puso llave!"

Kaoru esta vez empezó a reír sin poder contenerse, "Debiste ver la cara de mamá cuando abrió la máquina y te encontró adentro. Mou, créeme, papá no se libró de esa tan fácilmente. Mamá se las arregló para perder la llave del cuarto de espadas de papá, y no te imaginas lo que eso significa para él. A mamá le agradas, no lo dudes." Terminó diciendo Kaoru, al mismo tiempo que Tomoe ponía un gran pedazo de pastel de ciruelas en frente de ella.

Kenshin apretó la mano de Kaoru más fuerte para llamar su atención, porque Kaoru no dejaba de ver el pastel, con ojos llenos de hambre. "¿Vamos al parque después de comer? Por estas fiestas hay concursos para hacer formas de hielo, aun deben estar allí." Dijo Kenshin agradeciendo con los ojos a su hermana cuando puso en frente suyo su porción de pastel.

Kaoru volteó, lo besó en la mejilla rápidamente y le sonrió. Eso era todo lo que Kenshin necesitaba. Dejó ir de su mano para que ella pudiera comer. Pero la sonrisa que tenía no dejó su rostro, ni ese día, ni los días que siguieron después de ese.


--- Owari, The End, El fin ---- SNIFF!!!

Aquí acabo amigos!! Espero que me dejen un review!!! Ya estoy empezando mi siguiente fanfic. Si es que quieren saberlo se tratará del pasado de Kenshin. ¡¡¡K&K4EVER!!!

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