Si no me acepto a mi
mismo, nunca podré aceptar a nadie en mi exterior.
A través de la
meditación diaria trato de conocerme a mi mismo y de esta forma
aprendo a aceptarme y al propio tiempo adquiero un conocimiento profundo.
Soy paciente conmigo
mismo, me miro con amor y me analizo sin demasiada severidad. Aumenta
mi autoestima y me siento feliz.
Aprendo que estoy hecho
de cualidades y las libero, hago que salgan al exterior.
Descubro todos mis dones,
los desarrollo y me convierto en sur ser creativo.
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