Por
Julia Miranda Bonet (fotografías)
y
José Benito Freijanes Martínez (texto)
Talía, hermana pequeña de Euterpe, tiene grandes aptitudes para las tablas, y por eso resulta en ocasiones excéntrica. Suele inspirar ocurrencias un tanto extrañas, y no pocas veces se aprovecha de los conocimientos de un artista para inducirle a aceptar papeles que nunca se le habrían venido a la mente de no ser por su influencia.
El caso es que, como filólogo que soy especializado en Literatura Inglesa, muchas veces no puedo reprimir la afición que padezco por hablar de los grandes clásicos, entre quienes ocupa un lugar preferente, por supuesto, Shakespeare.
A Julia le encantó Hamlet, después de haber visto la ya clásica película protagonizada por el legendario Sir Lawrence Olivier, y quedó especialmente cautivada por el personaje de Ofelia.
No es un caso único, puesto que la figura sencilla e inocente de este personaje, que paga por pecados ajenos, inspiró también grandes obras de arte además de la propia del gran dramaturgo de Stratford-upon-Avon. Una de las más famosas es, sin duda, el cuadro del pintor prerrafaelista John Everett Millais (1829-1896).
¿Sabéis a quién retrató Millais en su célebre cuadro? Poned el puntero sobre él y os enteraréis si no lo sabíais ya.
El pintor francés Odilon Redon(1840-1916) también emana reminiscenciasde la muerte de Ofelia en el cuadro que veis reproducido a la izquierda, El manto azul.
En lo que se refiere a nosotros, cierta mañana nos dedicamos a recoger flores y, armados con éstas y una cámara fotográfica, nos fuimos al río dispuestos a homenajear la muerte de tan misterioso personaje.
Fue un día de mucho trabajo, en el que acabamos sumergidos en la fría agua primaveral. Por mi parte, lo único que hice de interés fue seguir sus instrucciones y pulsar el botón de la cámara mientras ella posaba. Es una fot&ógrafo de primera...
Pero todo tiene su compensación, pues la tarea sirvió a Julia para presentar un trabajo en la facultad de Bellas Artes. Consistió en la proyección pública de una serie de diapositivas mientras sonaba de fondo el célebre In Paradisum, del Requiem de Gabriel Fauré (1845-1924).
Algunas muestras de tal trabajo las puedes contemplar aquí.
En realidad, la figura de Ofelia fue inventada por Shakespeare, quien basó el resto de la historia de Hamlet en otra anterior, relatada por Saxo Grammaticus en su obra Gesta de los Daneses (principios del siglo XIII), que llegó al dramaturgo a través de varias fuentes: Histories Tragiques, de Belleforest, y una obra teatral hoy perdida, que se representó en Inglaterra en torno a 1588.
Se sabe que Shakespeare admiraba una novela pastoril titulada Arcadia, publicada en 1504 por el italiano Jacopo Sanazzaro. En esta obra sale por primera vez el nombre de Ofelia, de donde indudablemente lo tomó el gran escritor inglés.
Como ves, un personaje de ficción bien diseñado tiene detrás una historia real tan atractiva al menos como la imaginada por el autor que le dio vida. Así son los clásicos. ¡Aficiónate a leerlos!
¡A ver si te gusta!
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