JOSÉ JOAQUÍN DE MORA.
(CHILE, 1773-1864)
EL ESTÍO.
Hermosa fuente que al vecino río
sonora envías tu cristal undoso,
y tu blanda, cual sueño venturoso,
hierba empapada en matinal rocío.
Augusta soledad del bosque umbrío
que da y protege el álamo frondoso,
amparad del verano riguroso
al inocente y fiel rebaño mío.
Que ya el suelo feraz de la campiña
selló Julio con planta abrasadora
y su verdura a marchitarse empieza;
y alegre ve la pampanosa viña
en sus venas la savia bienhechora,
nuncio feliz de la otoñal riqueza.
La Palestra de Euterpe.