JULIO HERRERA Y REISSIG.
(URUGUAY, 1875-1910)
ODALISCA.
Para hechizarme, hurí de maravillas,
me sorprendiste en pompas orientales,
de aros, pantuflas, velos y corales,
con ajorcas y astrales gargantillas...
Sobre alcatifas regias, en cuclillas,
gustaste el narguilé de opios rituales,
mientras al son de guzlas y timbales
ardieron aromáticas pastillas.
Tu cuerpo, ondeando a la manera turca,
se insinuó en una mística mazurca...
Luego en un vals de giros extranjeros
te evaneciste en milagroso esfumo,
arrebatada por quimeras de humo,
sobre la gloria de los pebeteros...
La Palestra de Euterpe.