lados del Atlántico; la irracional Beatlemanía se había convertido ahora en el respeto que se siente por los verdaderos artistas, aunque ellos siempre dijeran que eran "rockers y nada más" no era tan simple. Los Beatles habían llegado a un punto similar al que antes habían atisbado Bob Dylan y los Byrds, a articular cierto trasfondo intelectual detrás de un armazón eminentemente popular: el pop intelectual había nacido. De todas maneras, tampoco hay que dejar de lado su constante vuelta a lo básico, a lo más primigenio dentro del rock, como si de vez en cuando se arrepintieran de todos los avances que iban consiguiendo, volviendo al rythm and blues de siempre, estableciendo dos claros extremos entre los que su estilo fluctuaba intermitentemente, esto era patente en algunas piezas de este "Revolver", ya que era lógico su temor a pisar tierras desconocidas para el rock. Lo habían empezado a hacer, pero este temor se irá disipando con cada día con cada nuevo viaje de LSD, y al final tendremos las mentes lo suficientemente abiertas como para repetir una y otra vez los riesgos de "Tomorrow never knows" y "Eleanor Rigby". No esperaremos mucho porque nuestros Beatles se estaban cebando en viajes lisérgicos, siendo Lennon y Harrison los que más a gusto se sentirían con su consumo, como el propio Harrison, después declararía: "si hay algo que realmente nos cambió fue el LSD, la primera vez que lo tomé fue increíble, me sentía indescriptiblemente bien, y podía ver a un dios en cada hoja de césped, era como adquirir cientos de años de experiencia en sólo doce horas. Me cambió y nos cambió, y no había posibilidad de ser los mismos de antes..." El siguiente nivel de esta etapa fuertemente influenciado por la química fue la melancolía, el recuerdo, la vuelta a la infancia provocada por la afloración de la memoria durante los viajes de LSD, con un resultado parecido al del examen de la memoria que hacen los psiquiatras ayudados por la hipnosis. Pronto veremos a John. Paul, George y Ringo disfrutando de la felicidad de la infancia siendo ya adultos. Y este aspecto será la característica de su próximo trabajo, al mismo tiempo su cima artística: el "Sargento Pimienta" no tardará en aparecer, con colores de circo, felicidad de cuento infantil y un trabajo de producción que era infinitamente superior al de "Revolver", lo que ya es decir mucho, muchísimo. Durante los últimos meses de 1966, John Lennon conoció durante una exposición en la galería de arte de vanguardia londinense Indica, a Yoko Ono, prestigiosa artista conceptual japonesa, que encandiló a John con su inteligencia y misterio. Pronto las relaciones entre John y su esposa Cinthya, madre de su hijo Julian, empezaron a deteriorarse. La presencia de Yoko Ono era demasiado importante en la vida de John como para continuar con la rutina de su papel de padre de familia. Lennon se va a España para participar como co-protagonista en su primera película no musical, dirigida por Richard Lester, y titulada "How I won the war". Era la historia de las tributaciones de un hombre joven durante la segunda guerra mundial, fue un buen intento, que demostró una vez más que los Beatles podían hacer algo más que cantar, ahora podían dedicarse más a su propia vida, puesto que al no tener que preparar actuaciones disponían del tiempo suficiente. John se había cortada el pelo y llevaba unas gafas redondas, George se pasaba el tiempo entre el LSD, alimentando su interés por las religiones orientales y aprendiendo a tocar el sitar bajo las enseñanzas del prestigioso Ravi Shankar. Ringo se pasaba el tiempo en casa con su esposa Maureen y su hijo Zak y Paul mantenía la armonía en su antiguo noviazgo con Jane Asher. Lo mejor que sacó John de su estancia en España fue la composición de la magistral "Strawberry fields", que se grabaría en los primeros días de 1967. La canción era un ejemplo de los resultados del LSD en los procesos de la memoria, con imágenes alusivas a la infancia de Lennon, pero inundadas de reflexiones casi místicas provocadas por el ácido. La canción era un adelanto de lo que seria su próximo trabajo de larga duración, sobre el que los Beatles guardaban absoluto silencio para no restarle efectividad, lo único que se sabía era que esta canción sería publicada en un single junto a la no menos bella "Penny Lane", y además se tenía la certeza de que el nuevo disco llevaría un título larguísimo y excéntrico. "Strawberry fields"/"Penny Lane" era oro puro, ambas podían ser perfectas caras A, ambas doradas de esa visión melancólica. La primera exploraba el pasado personal de John arropada par unos arreglos originalísimos de orquesta sinfónica mezclados con guitarras eléctricas, extraños ecos y efectos para las voces y la batería, cintas invertidas, estructura iconoclasta y un trabajo melódico perfecto. Era un paso enorme en cuanto al papel de los estudios de grabación. Hasta entonces (no en los Beatles porque ya lo habían dejado en "Revolver") se iba a los estudios se tocaba y se grababa, en cambio George Martin había transformado el estudio a la medida de la inspiración de los Beatles, no importaba trasladar a quien fuera, orquesta sinfónica a fuera lo que fuera, las canciones obtenían lo que necesitaban sin reparos. El single fue publicado al fin en enero y pudimos apreciar la poesía de "Penny Lane" y sus descripciones coloridas de un lugar común en la infancia de los Beatles, una famosa parada de autobús, en donde se daban cita personajes pintorescos que marcaron para siempre la memoria del grupo. Aunque puede parecer a primera vista un llano ejercicio de prosa descriptiva, no lo es pues todo está teñido de una visión naif y tierna, con ese acompañamiento de trompeta que es lírica pura, suave, color sepia y serpentino. Quizás este single se convierte en el mejor de la historia del rock, dados sus alcances en cuanto a riqueza musical y emotividad poética. Lo que sí queda claro al empezar 1967, es que ya no había espacio en el rock para anticuados y pop-para-todos-los-públicos. 1967 redefinió el rock. Además de los adelantos de los Beatles, estaban por ahí Jimmy Hendrix y Jefferson Airplane, todos a su manera anunciando la llegada triunfal del Hippismo. El pop se había convertido en un extenso territorio para experimentar texturas y nuevos metrajes. El pop simple del que los Beatles más o menos provenían había quedado definitivamente muerto y enterrado e incluso los grupos de llamada "Invasión Británica" empezaban a desbandarse cediendo el espacio para las nuevas generaciones, porque eran incapaces de adaptarse a la nueva era que venía. Sólo los Zombies y los Yardbirds, después convertidos en Cream, dieron obras capaces de competir con la creatividad de esos días, aunque sólo los Rolling stones eran los verdaderos rivales de los Beatles en cuanto a popularidad y trascendencia cultural. "Strawberry Fields" y "Penny Lane" fueron lanzados conjuntamente con dos "videoclips" promocionales, y hacían perfecta justicia al clima del disco. En el primero apreciábamos un extraño circular alrededor de un instrumento musical a medio camino entre un piano, un sitar, y algo desconocido que pendía desde el cielo, imágenes de los cuatro Beatles en cámara lenta, y colores transformando la realidad. El segundo es un surrealista enfoque en blanco y negro de un Liverpool imaginario, con carrozas y caballos y diversos elementos que hacían eco del espíritu de la canción. Mientras tanto los Beatles daban los toques finales a su nuevo álbum, que la critica esperaba ansiosa; después de la magnitud del single de adelanto, los adjetivos que cabía esperar eran inimaginables. Ya se les comparaba con Mozart y Beethoven, pues ahora podíamos esperar de todo. Los medios estaban tan impacientes que, ayudados por las noticias de que cada uno hacía su vida independientemente del otro, se atrevieron a insinuar que los Beatles serían incapaces de superar al single. Paul decía: "... ya veréis". El esperado álbum, que trabajaban desde diciembre del año anterior fue titulado por fin "Sergeant Pepper's lonely hearts club band", se terminó de grabar en marzo de 1967 y fue publicado el primero de junio, justo cuando el "verano del amor" empezaba a gestarse, marcando una de las cimas de la música pop que no se volvería a igualar después, ya no sólo respecto a los Beatles, sino todo el pop, a toda una generación que creía en sí misma, y que tuvo su momento álgido justo un año después en el mayo de París de 1968. En esos días se llegó a pensar seriamente que el pop proponía unos valores revolucionarios y que la juventud tenía en sus manos el cambio. Por supuesto las causas tuvieron un final aplastante, con el sistema utilizando todo tipo de estratagemas violentas para acabar con este atentado general al orden establecido. "El verano del amor" fue la cima de la creatividad intelectual y artística que creó sueños a la postre imposibles de lograr, pero consolidó a los jóvenes como una propuesta a tomar muy en cuenta. El "Sgt. Pepper" fue, sin lugar a dudas, el himno de esta revuelta generacional, encarnaba perfectamente las ambiciones de todo joven comprometido, era una celebración de los viajes lisérgicos, de la paz, del amor, del color, del derecho a buscar y vivir en un paraíso propio. El LP era, formalmente, un paso de gigante, y también en las letras. Este disco fue el primer larga duración concebido coma unidad temática y espiritual, sentaba las bases del actual modelo de creación y consumo de la música pop. Antes nos hablamos referido ya al estado regresivo a que nos puede conducir el uso continuado de LSD, pues el "Sgt. Pepper" está hecho a partir de ese trasfondo basado en la memoria. Al igual que el single "Strawberry fields"/"Penny Lane" este disco es un paseo a través del recuerdo, pero alternado con una conciencia del presente, o sea del momento cultural que se respiraba, proponiendo alternativas basadas en el simple, aunque imposible, hecho de volver a ser niños. Así, el disco nos muestra a los Beatles convertidos en una banda de fanfarrias antigua, sacada de otra época, de épocas en las que el circo era el paraíso de los niños. Los Beatles se disfrazan de personajes de cuento, de colores, de ruido alegre y despreocupado. La portada es una perfecta muestra de lo que decimos, es un estallido de colores brillantes y personajes favoritos del grupo, como haciendo a todos estos rostros participes del disco, y en cierta forma tenían razón, porque ¿qué es la inspiración? es una manera de recuerdo, de invocación y más aún si estás en un viaje de LSD. Pues los personajes son gente que ha sido de alguna u otra forma importantes en la vida de cada uno de nuestros Beatles. Reconocemos a los Beatles de la época de la Beatlemanía, reconociendo que ahora son otros, y también a Karl Marx, Edgar Allan Poe, Johnny Weismuller "Tarzán", Tyrone Power, Oscar Wilde, Lawrence de Arabia, Marlon Brando, Marlene Dietich, Mae West, Marylin Monroe, Mary Pickford, Richard Strauss, Bob Dylan, Lewis Carrol, Stuart Sutcliffe, Fred Astaire, Tony Curtis, Laurel y Hardy, y hasta a una pequeña diosa budista en primera línea; también un muñeco saludando a los Rolling Stones, en un gesto de desprecio a la supuesta competencia que los medios pretendían hacer creer al público. Se ha tratado de interpretar de muchas maneras el hilo argumental del disco, es mejor que cada uno saque sus propias conclusiones, puesto que los Beatles sabían que todos los críticos buscarían las más descabelladas interpretaciones a las letras, y ellos malévolamente se divertían con todo esto, dando pistas falsas, e imágenes ambiguas en lugares estratégicos. Básicamente el disco es una invocación a hacer volar la imaginación sin límite alguno, por eso es tonto buscar interpretaciones que valgan para todos, cada oyente debe buscar lo que más le guste entender, y ese era un excelente avance, pues la gente podrá participar del disco con sus propias vivencias y no quedar reducida simplemente a una escucha pasiva. Musicalmente el disco era una exploración, un viaje a través de toda la historia de la música, extrayendo elementos a la más libre elección, mezclándolos y consiguiendo unos resultados riquísimos, que los historiadores de música más cultos y clásicos no tardaron en halagar; el pop se había vuelto adulto combinando ruido de guitarras rockeras con orquestas clásicas, con bandas populares de circo, con efectos electrónicos. Con el eclecticismo propio de las comunidades bohemias y hippies de San Francisco. Un ruido ambiental de feria da paso a la primera canción del LP, titulada de la misma forma: "Sgt. Pepper's lonely hearts club band", con su combinación de distorsión eléctrica y tubas y vientos de banda dominical de pueblo... el color de un domingo imaginario e idílico mostrado en una animada estructura audaz que nos "asegura un espléndido rato" para todos. La acertada voz de Ringo entona la memorable melodía de la siguiente canción del LP,"A little help from my friends", en un indescriptible aire de esperanza y profunda felicidad; aunque musicalmente es discreta en arreglos, es un respiro entre los efectos estridentes de la primera y la tercera canción el LP: "Lucy in the sky with diamonds" sobre la que constantemente se ha insistido en sus iniciales como una celebración del LSD; puede ser, aunque Paul lo desmentía diciendo: "Nosotros no habíamos pensado en eso. Lo que pasó fue que el hijo de John, Julian, hizo en la escuela un dibujo, y cuando lo trajo a casa, John dijo: ¿qué es eso?, y él contestó "es Lucy en el cielo con diamantes". Al parecer simple, pero la letra de la canción en cuestión es una composición hecha en el más puro estilo surrealista del collage, la superposición de imágenes disímiles nos obliga a hacer volar la imaginación y tiene muchísimas conexiones directas con "Alicia en El País de Las Maravillas" de Lewis Carroll, por la lógica, más bien, ilógica empleada para la construcción de las imágenes, todo arropado con un bello arreglo de clavicordios, sonidos imaginarios y ecos para las voces, creando un mundo de sensaciones cristalinas y vividas como los caleidoscopios. Luz en la melodía entonada por Lennon y ruptura en ese alegre estribillo. La magia continúa en "Getting better" con esa transformación de estructuras clásicas del rock and rool en algo nuevo, esto los Beatles lo dominaban a la perfección desde "Revolver", además de efectos sonoros extra que contribuían a crear una atmósfera única. "Fixing a hole", la siguiente canción, tiene un ritmo extraño, casi de una época, ¿los años 20? ¿los 30?, y un ligero aire circense, además de una serie de mezclas novedosas entre la guitarra eléctrica y los teclados, y la famosa y reconocida capacidad de McCartney para experimentar con armonías vocales inéditas, que están presentes también en "She's leaving home", pero con belleza aumentada en las voces de Lennon y McCartney y en ese logradísimo fondo de cuerdas clásicas y arpas, pintándonos el paisaje entre triste y decisivo de una chica que abandona su casa para irse, a una comuna seguramente, y encontrar su felicidad. La cara A del disco se cierra con "Being for the benefit of Mr. Kite!" y es la condensación del clima enrarecido y circense que se entreveía en los anteriores temas, pero esta canción tiene su propio color, más extraño aún, el ritmo hipnótico, esos personajes raros, acróbatas, enanos, animales y sonidos que hacen piruetas, pianolas, saltos, sombras. El viaje del LSD traducido a canción y a carpa teatral, con la voz nasal y fría de Lennon. Este disco es casi festivo, aunque la cara B se abre con la segunda incursión de Harrison en el uso de elementos de la música hindú, esta vez la atmósfera es más serena y profunda que en "Love you too" del anterior LP. El sitar va acompañado de violines que realizan paseos por extrañas escalas orientales, describiendo paisajes inmemoriales y lejanos, la presencia de dios, en este fantástico tema titulado "Within you Without you" entonado por la voz relajada y como emergente de un medio sueño soñado por Harrison. Todo este viaje al borde del blanco mental completo se desvanece cuando "When I'm sixty four" de Paul McCartney empieza con sus saltitos y observaciones excesivamente naifs sobre un amor para siempre... una música casi de cabaret le pone el adecuado marco, el color continuaba aunque McCartney a veces lo ponía demasiado rosa. En cambio "Lovely Rita" es pop puro y renovado, con arreglos pianísticos y la voz correctísima de Paul en un estribillo plagado de jadeos y voces intuidas. "Good moorning, Good moorning", y un gallo canta anunciando el amanecer, tiene una cadencia rara, como demasiado acelerada y nos nubla la apreciación de lo que acontece y es básicamente el mismo sonido ferial del "Sgt. Pepper" del principio del disco, porque su reprise que viene a continuación está desprovisto de arreglos de viento y sólo conserva a las multitudes que aplauden agradecidas por la diversión brindada por este disco. El LP se cierra con una obra maestra, "A day in the life", basada también en un collage, noticias tomadas en un periódico y sus respectivas reflexiones en la voz de Lennon, permitiéndole hacer una visión critica muy especial de lo que se describe en la canción. Todo en un medio difuso y borroso, aunque bello y casi acústico, que va a ser sumergido poca a poca en un ascendente ruido sinfónico que se eleva y se eleva hasta lo más alto que permiten los instrumentos, como el sonido de un despegue o aterrizaje de un vuelo, pared de ruido que súbitamente se corta por un reloj despertador. Los sentidos se aclaran en la voz de Paul hasta que de repente y después de "una fumada" nos sumergimos en un sueño más profundo aún que el anterior, la voz de Lennon se debate flotante entre la marea de una orquesta Wagneriana, grandiosa gigantesca. Otra vez estamos en medio de un sueño y otra vez el ruido del despegue o aterrizaje. Fin de la canción. Al final del disco ruidos de voces extrañas, aparentemente invertidas, nos hacen intuir un mensaje oculto. Todo esta riqueza de elementos y descubrimientos hicieron que la crítica y el mercado del pop en general se estremecieran desde sus cimientos. Habían llegado a una cima insuperable por ningún otro grupo. Los adelantos de "Pet Sounds" de los Beach Boys en 1966 eran hasta ahora lo más vanguardista dentro del pop, y pronto cayeron en el olvido. Las 700 o más horas invertidas, las orquestas enteras y la imaginación empleada hacían de "Sergeant Pepper's lonely hearts club band" una frontera que pocos han podido rebasar. Las reacciones fueron diversas, por un lado se les alababa como profetas del futuro, por otro se les criticaba duramente por sus referencias expresas a las drogas, e incluso la BBC vetó "A day in the life". Inmediatamente tras la publicación del LP, octavo en la carrera de los Beatles, se les invitó a un programa especial planeado por muchas naciones en defensa de la paz; ellos representaban a Inglaterra, a su modo, claro. Compusieron especialmente para la ocasión una canción que confirmó la nueva era abierta por su LP. "All you need is love" fue definitivamente la canción que representaría al "verano del amor", el verano de 1967, pletórico de flores y cabellos largos, y grandes ideales. La canción se basa en un estribillo ultra repetitivo pero muy efectivo, con una voz de Lennon que extendía por todo el mundo un único mensaje, amor, amor y amor. El sueño de los hippies. La canción fue publicada después en un single junto a "Baby, you're a rich man", una canción también decididamente crítica por parte de Lennon. Este sencillo no tuvo ningún problema para colocarse en lo más alto de las listas de ventas casi instantáneamente, y se lanzó al mercado exactamente el 22 de julio de 1967. En él podemos apreciar el claro enfoque mesiánico de "All you need is love" con sus arreglos orquestales cercanos al himno, mientras que en la segunda cara una serie de sonidos étnicos hacían perfecto complemento de la época y del single mismo. En agosto, los Beatles viajaron a Gales a un seminario que daba el Maharishi Maesh Yogi, para oírle hablar del consciente sublime, del orden del universo, y de la paz interior. Este viaje lo realizaron después de haberlo escuchada en Londres y por supuesto Harrison estaba encantado y convenció a los demás para seguirle y aprender más. Ese mismo fin de semana Brian Epstein viaja a su casa de Sussex para descansar y relajarse en el campo, pero el trajín agitado de vida al que estaba acostumbrado pudo más y rápidamente regresó a Londres. Por esta época Brian Epstein se debatía entre su adicción a los somníferos y a las anfetaminas, organizando su vida en largas períodos de hiperactividad y otros de largo sueño. Parece que un error en el consumo de somníferos causó su muerte, el 27 de agosto de 1967. Los Beatles fueron informados por teléfono, y pronto empezaría el caos. Se decidió que Paul McCartney, relaciones públicas nato, tomaría las riendas del grupo, haciéndose cargo de los negocios y los asuntos internos. En septiembre de 1967, los Beatles llamaron a una serie de artistas a un autobús alquilado por ellos, para la filmación de la primera película dirigida enteramente por John, Paul, George y Ringo. El resultado se llamaba "Magical mistery tour" y era una serie de secuencias inconexas, que carecían de la mínima organización satisfactoria. Aunque su banda sonora, que se publicaría después de unos meses, era excelente. En noviembre se publica su siguiente single, "Hello goodbye"/"I'm the walrus", la última una canción del soundtrack de "Magical mistery tour del que nos ocuparemos enseguida. Mientras tanto "Hello goodbye" estaba bastante lograda, y con la innegable capacidad de Paul para cunstruir melodías eclécticas y bonitas fue también un excelente éxito en las listas americanas e inglesas, ayudada por una filmación para la televisión que nos muestra a los Beatles en sus uniformes del "Sgt. Pepper" actuando en un escenario teatral y colorido. En diciembre se lanza el soundtrack de "Magical mistery tour" para apoyar a la película, que no estaba teniendo mucha suerte. Fue en formato de EP y contenía 6 canciones. El disco se abre con "Magical mistery tour" y es una composición un poco irónica, al estilo del "Good moorning Good moorning" del "Sgt. Pepper's" aunque su glorioso estribillo inicial la convierte en un hit instantáneo, y tiene un aire publicitario: nos invitaban a subir a ese bus de magia y misterio con el entusiasmo de una marcha circense. "Your mother should know" es una apacible balada, pero no llega a la grandeza de "The fool in the hill", también cantada por Paul, en un delicioso dúo de voz y flauta y en un ambiente calmo y triste, hablando sobre la soledad de un hombre. En cambio "Blue jay way" de Harrison es densa y nebulosa, profundamente psicodélica y llena de frases herméticas, en un clima ciertamente místico. Pero es "I'm the walrus" la canción que desencadenará la avidez de los críticos, empeñados en buscar significaciones ocultas en la música de los Beatles. Es una canción bastante agresiva de Lennon, que aprovecha la ocasión para excederse con una interminable serie de referencias culturales y literarias, ayudada por secciones de cuerda realizando ejercicios orientales y extraños. La morsa es un personaje bastante conocido de Lewis Carroll en sus libros sobre Alicia y Lennon la cita como metáfora de la hipocresía y voracidad de los políticos capitalistas, también el hombre-huevo es un personaje de Carroll. Lennon por supuesto adoraba "Alicia en El País de Las Maravillas" y aquí estaba otra muestra de ello. Pero la cosa no acaba ahí, porque también hay fragmentos del Rey Lear de Shakespeare y alusiones a Lucy de "Lucy in the sky with diamonds" y a Edgar Allan Poe, completando el rompecabezas que tuvo a los críticos de cabeza por un buen tiempo. Un instrumental tranquilo titulado "Flying" completa el EP que se sumaba a la lista de logros artísticos, en toda la extensión de la palabra, a que los Beatles habían llegado vía la libertad mental provocada por el LSD. Antes de finalizar el año los Beatles se embarcan en una nueva aventura, crean su propia compañía: APPLE CORPS, que empezó como una boutique en Baker Street, concebida por Paul como "Un bello lugar en donde se pueden comprar bellas cosas"; encima de la tienda estaban las oficinas de Apple, que en un futuro cercano sería una especie de sello independiente dependiente de la EMI pero dirigida enteramente por los Beatles y gente joven, nada de ejecutivos trajeados, que eran detestados por los Beatles. Así llegamos a 1968, el año en el que los Beatles alternarían su vida de hombres de negocios con la de música, y tam |
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