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Parte I: Antes de Volar

Capítulo 5 - Turbulencia

Era amargamente frío. Rodé a través de la línea rápida con mi escuadrón, rechazando sus ofrecimientos de cigarros para calentarme. La oscuridad es total. El aire es húmedo, el viento sopla. Estoy congelado hasta la medula.

Alcanzamos nuestro avión, El Mac. Mac es un bombardero mediano bimotor B-25J "Mitchell" norteamericano. Una reliquia para los estándares de hoy, me llevara a donde debo ir.

Una mirada rápida al pasto que esta detrás del avión, una caminata sin sentido alrededor --No pude ver ninguna maldita cosa de todos modos-- y subo a bordo.

"¡Cuidado con la hélice!" Mezcla correcta, bomba encendida y encendimos el motor. Primero una vibración y esfuerzo, después un fuerte rugido. Los nofles radiales Wright R-2600 del Mitchell escupieron una gigantesca nube blanca de humo blanco antes de ajustarse a su ronroneo característico. Lo mismo por la maquina de a bordo. Una mirada rápida a los instrumentos y estabamos listos para partir.

North American B-25 "Mitchell"

La aeronave líder arranca antes de mí y la sigo. Un ligero empujón a los controles para hacernos mover y luego los libera hacia atrás. Uno por uno, como patos en un estanque, los 40 B-52 se encaminan hacia la pista. Cuando me llega mi turno de despegar, veo que uno de los bombarderos sale de su avión y camina hacia nuestro oficial comandante. "Que diablos esta haciendo", me pregunte en voz alta. Revisamos nuestras listas y rugimos por el cielo, uno por uno. Girando lentamente hacia la derecha, nos dirigimos hacia nuestro objetivo.

Me coloque en posición detrás del líder y entramos dentro del territorio enemigo a 50 pies sobre el nivel del piso. Una onda de turbulencia y el avión líder tiembla y brinca un poco. Arboles y ríos rozando. El camuflaje marrón de mi B-52 no me ocultaría, ya sabia, pero no debería importar. Mire hacia atrás y vi el resto del grupo en fila, volando muy juntos. Es una vista que inspiraba miedo.

Mientras nos acercábamos al objetivo, Empuje mis controles para dar sobre marcha y pasar al líder. ¿Por que hago esto? No lo se, pero lo hago. Tomo control de la secuencia de bombardeo desde la cabina mientras me apresuro hacia el blanco. El edificio principal del complejo enemigo esta adelante. Una caja gigante de aluminio, me aproxime y arroje dos bombas exactamente arriba. ¡¡Boom!! Todo el tiradero asciende en una bola de fuego mientras los cuerpos y partes vuelan en todas direcciones. Dirijo mi Mitchell hacia la izquierda y bombardeo un segundo edificio. Dos bombas y termina su existencia en un remolino de devastación. Reconozco esta matanza. Me hace sonreír con placer.

Jalando hacia atrás y a la derecha, inicio mi ascenso. Es agonizantemente lento. Vuelo entre dos arboles, mis alas golpeando algunas hojas y ramas --y espero que algunos nidos, también--tonto. El ascenso parece eterno. Una eternidad en la cual estoy desnudo y expuesto a cualquiera envíe un ataque en mi dirección.

Estoy muy adelantado de mi grupo, así que inicio mi vuelta para estar en posición de alcanzarlos mientras ellos salen del Punto Inicial hacia el objetivo. Adelante y hacia mi derecha, localizo la formación mientras nos acercamos a 450 nudos. Mientras el líder cruza mi línea 3-9. Maniobro mi Mitchell duramente hacia la izquierda y me coloco en medio de la formación. Continuamos acercándonos hacia el blanco mientras ataque antiaéreo empieza a volar entre nosotros. Esquivamos y brincamos dentro del ataque. ¡Wham! ¡Wham! Dos tiros agitan mi avión. Empiezo a rezagarme de los otro, saliéndome rápidamente de formación. Miro hacia mi derecha y veo humo y llamas saliendo de mi motor derecho. El izquierdo también esta muerto, la hélice girando como molino de viento. Instintivamente alcance los extinguidores, las válvulas de combustible, y el gatillo de las bombas antes de nivelar las hélices. Ya la libre.

Mientras caía por el cielo, me dirigí hacia un campo lodoso. Es el único lugar a donde ir. Baje los alerones y me prepare a salir del avión --y rápido. Puse el resto de mi avión en el lodo justo antes de la cerca que lo rodeaba. El Mitchell empieza a hundirse. Con una severidad mas allá de toda descripción, tiro de los harneses. Ya podía sentir las llamas mientras tiraba del arnés de liberación y brincaba por la salida de emergencia. Brinque por la parte alta y me hundí en el lodo. Mirando a mí alrededor decidí que tenia que salirme de aquí. Golpeando el lodo lo más rápido que podía, se pegaba a mis pies y no podía moverme muy lejos. Una mirada hacia mi avión, asentado en el lodo, cerca de mí, me hacia sentirme enfermo. Que desperdicio de una gran nave, pensaba mientras seguía avanzando.

Mi equipo no lo podía encontrar. No podía figurarme que les había pasado. No había tiempo para preocuparme de eso ahora, razone. Tenia que alejarme de aquí antes de que me encontraran.

Alcanzando la cerca que me rodeaba, la brinque y corrí a través de un pastizal. Sabia que tenia que dirigirme hacia el norte, así que partí hacia allá. El caminar va bien --no muy bien, pero bien-- y estaba progresando. Sabia que el enemigo iba a estar buscándome y desesperadamente deseaba algunos arboles para poderme esconder. Mientras caminaba, mi traje de vuelo, húmedo por el sudor, empezaba a pesarme. Ellos estarían en esta área prontamente.

Los escuche antes de poderlos ver. Dos jeeps cargados de soldados armados con rifles automáticos. Si me ven, seria historia. Agazapado en el pasto, escuche sus gritos y pararse en un lugar. Quizás no me verían. Sude y ore. ¡Crunch! ¡Swish! ¡Swish! ¡Swish! Venían por el pasto, peligrosamente cerca de mi. De repente tenia una urgente necesidad de orinar, y empece a desear que desaparecerían para aliviar mi necesidad.

¡¡Click!!

"No se mueva," Escuche a uno de ellos en Español. No había nada que pudiera hacer antes de darme por vencido. Sabiamente, decidí rendirme, lo mínimo es que me den una bala en la cabeza. Me arrastraron fuera y me arrojaron dentro del jeep líder. Mientras el jeep recorría un camino difícil, busque una manera de escaparme, ansiosamente esperando que la oportunidad se presente por si sola.

No paso mucho tiempo antes de que nos acercáramos a la base enemiga. Instantáneamente me di cuenta de que era la misma que acabábamos de bombardear "Diablos" murmure lentamente. No van a estar muy contentos.

Me arrojaron dentro de un edificio con una sola habitación. El cuarto tenia tablas de cedro corriendo verticalmente a lo largo de las paredes. Había una cama pegada a la pared de la izquierda y una ventana en frente de mí, como a diez metros. Dejaron a un guardia armado para vigilarme. No me atreví a hacer nada ya que sostenía un rifle M-16 que podría perforarme fácilmente. Fumaba un cigarrillo. No puedo creer que no me hayan revisado, y si no lo hicieron no iba a quejarme --Estaba seguro de necesitar la .38 de mi bota.

Repentinamente, un soldado emerge dentro de la celda y le dice al guardia que lo acompañe. Me dejan solo en el cuarto y no pierdo el tiempo escapando por la ventana. La trepo y corro como diablo. Mas adelante diviso un árbol. Este va a ser el único lugar donde esconderme hasta que oscurezca. Si tienen perros, estoy perdido. Trepo el árbol y me escondo entre las ramas.

Veo a un hombre siendo llamado al centro de la sección del complejo donde me estaba escondiendo. El pasto parece muy verde y recientemente cortado --extraño para un complejo militar en tiempos de guerra. Hombres con pistolas se retiran unos pasos y miran al prisionero. ¡Oh Diablos, lo van a fusilar! No hay nada que pueda hacer. Mientras miro con horror, los disparos suenan y el prisionero cae al suelo como un saco de papas. Me enrosco de terror. Tengo el extraño presentimiento de que puedo ser visto por detrás. Debo salir de aquí.

Veo a los soldados corriendo como hormigas y oigo un murmullo distante. Mas aviones. ¡Maldición! Esta puede ser mi oportunidad para salir de aquí. Explosiones y confusión. Desde mi punto de ventaja espío el campo aéreo enemigo. Debe haber algo por ahí. Desciendo del árbol y me dirijo hacia la cerca divisora. La brinco. Las espigas altas creciendo mehacia el campo aéreo enemigo. Me muevo rápidamente y alcanzo la barda que corre a lo largo del limite del campo aéreo. Miro sobre ella y mi corazón palpita.

¡¡Jets!! Un grupo de entrenadores T-33 "Shooting Star" alineados. Que buena suerte. Los T-33 no necesitan equipo de poder para arrancarlos. Mi corazón palpita otra vez. Todo lo que tengo que hacer es darle vuelta a uno y salir de aquí. Si solo pudiera alcanzar uno.

Lockheed T-33 "Shooting Star"

Detrás de los jets y hacia mi derecha descansaba un enorme hangar, y dentro un montón de T-33. Observo a la izquierda y a la derecha. Nadie cercas de mí. Si espero, podría ser atrapado o quizás matado. De todos modos, mi grupo puede regresar y bombardear los aviones y entonces si estaría atrapado.

Me arrastro debajo de los alambres de la cerca y espero en la orilla de la rampa al otro lado. Una grúa amarilla, de las que se usan para mover los aviones, pasa cerca de mí, su conductor no se da cuenta de mi presencia. Me desplazo hacia la fila más cercana de T-33. Alcanzando el primero, retiro la cubierta del piloto --no hay tiempo para retirar las otras-- y me subo por la escalera de abordaje, aventándola al suelo tan pronto como me siento en la cabina delantera. Me coloco el casco blanco que estaba descansando en la orilla de la cabina. Esta un poco ajustado pero no me incomoda y murmuro en voz alta, "Espero que arranque."

Mientras aseguro el arrancador, la turbina empieza a encender. ¡Booooommmmmmmmmmm! Una explosión seca y un rugido sigue mientras el combustible enciende. La temperatura de la turbina alcanza la señal verde y empujo el acelerador. Se mueve.

Alcanzo y muevo la palanca del toldo a CERRADO. Mientras el toldo desciendo escucho una metralleta disparar y observo sobre mi hombro derecho. Veo un jeep corriendo hacia mi, su tirador disparando desesperadamente "¡Rayos!" Exclamo, empujando el acelerador hasta el fondo. Debo despegar aquí en la rampa, no hay tiempo para llegar a la pista.

El jeep esta acercándose rápidamente. ¡Crac! ¡Crac! ¡Zing! Dos balas golpean la cabina y una tercera golpea mi casco. Que bueno que me lo puse. El jeep sigue acercándose. La velocidad del aire empieza a formarse, pero la orilla de la rampa sé esta acercando. Sesenta nudos. Si me salgo de la orilla me voy a hundir en el lodo y pasto. El jeep y la orilla se acercan. Ochenta nudos. Tengo que lograrlo. Libero la palanca hacia atrás mientras la nariz se levanta del suelo. "Vuela, maldición. ¡Vuela!" Murmuro mientras más balas golpean mis alas. Siento un crunch cuando mis ruedas golpean una luz, pero no importa. Estoy en el aire.

Levanto la palanca del tren de aterrizaje a la posición de arriba. Los indicadores de posición permanecen fijos. Los pernos están en posición y aseguro que no se muevan. Maldición. Muevo la palanca a la posición de abajo. Esto lo hará. Miro a la derecha y observo las hileras de T-Bird pulcramente estacionadas en la espaciosa rampa. Busco el interruptor maestro de las armas, mas que nada deseando bombardear el lote completo de T-Birds. Me enfurece lo extraño de este gobierno al que estamos peleando que no armen sus T-33 con un cañón. Seria más fácil para ellos --y en este caso más fácil para mi. Me dirijo hacia el norte.

Volando bajo, veo un B-29 al lado de un camino estrecho. La "Superfortaleza" descansaba en su tren de aterrizaje con el fuselaje partido a la mitad justamente atrás de las alas. Los hombres están brincando y corriendo. Los jeeps hormiguean el bombardero dañado. Una vez mas soy inútil. No hay nada que pueda hacer con un T-33 sin armas. Maldición. Sigo volando, planeo un curso hacia casa, jurando venganza.

Boeing B-29A "Superfortress"

Repentinamente, una luz roja intermitente me llama la atención. 'Poco Combustible' indica. Rayos. Jalo la palanca hacia atrás y escalo todo lo que pueda. Si no llego al río, estoy muerto. El altímetro empieza a escalar. Aunque no tan rápido como quisiera. A los 15,000 pies la maquina gimotea hasta parar. No hay necesidad de ponerme la mascara de oxigeno ahora. Empujo la palanca hacia adelante lentamente, usando mi energía para ganar unos cuantos cientos de pies mas y entonces empezar a planear. Mi tren de aterrizaje no saldría así que la aterrizada va a doler. Empiezo a caer. 10,000 pies. Si puedo llegar al río estaré bien. El altímetro desciende... 8,000 pies... Continua mi caída. ¡Rayos! 5,000 pies. No me estoy acercando. No lo voy a lograr. No hay manera. Empiezo a descender mas rápidamente, parece. Los arboles ya están rozándome.

De pronto, una idea cruza por mi mente. Puede que quede algo de combustible en los tanques en la punta de las alas. Enciendo la bomba de combustible y selecciono AUX en el panel. Aseguro el arrancador. Nada. Los arboles crecen de tamaño. "¡Vamos!" Golpe el arrancador. Las turbinas empiezan a acelerar 40% RPM... 50%. Los arboles se ven más grandes. No voy a lograrlo 70%... Alcanzo la palanca de escape. La turbina se amarra. Suelto la cubierta. El viento golpea mi cara y mis ojos mientras cierro el visor de mi casco. Todavía estoy volando con una mano cuando las llantas golpean los arboles. Lucho para mantenerla en el aire. ¡¡Whap!! Una sacudida. Hay un pequeño promontorio adelante y debo librarlo. No hay modo. Jalo la palanca. Nada. "Rayos, Maldición" Grite. Los pernos están en el asiento todavía. Los arboles rozan. La maquina y el viento rugen por mis oídos. No voy a lograrlo. Los arboles van a arrancar mis alas. Desesperado baje la nariz del avión. Mi velocidad crecía a 115 nudos. Esto lo tiene que hacer. Jalo hacia atrás la palanca y maldije. ¡Crunch! Mi ala derecha golpeó un pino y tambaleo hacia la derecha. El avión giraba violentamente. Pise el pedal del timón izquierdo y de alguna manera se mantuvo en el aire. Libre el promontorio e inicie un lento ascenso.

El viento me rasgaba. El avión continuaba oscilando. Mi ala derecha es una mezcla trenzada de madera de pino y aluminio, y el combustible se escapaba por una ruptura del tanque. Mi velocímetro se detuvo a los 230 nudos. Todos los raspones me estaban lastimando, pero podía ver el río mas adelante. Si pudiera pasarlo estaría bien.

El avión continuaba oscilando mientras alcanzaba el río. Cada vez era más difícil de controlar mientras buscaba donde aterrizar. La luz del combustible empezaba a parpadear otra vez. El campo esta adelante. Lo puedo lograr.

Mientras me alineaba, rastreadores atrás. ¡Esos bastardos me están disparando! Ignorándolos, me concentro mi aterrizaje en el campo. Descendiendo a 150 nudos --Mientras me contengo en mirar esa ala arruinada-- Piso los frenos y rezo. El camino esta rápidamente terminando. Los frenos están humeando y rechinando cuando llegue al limite del camino. El T-33 llega a detenerse justo antes del fin del espacio libre. Desabrocho mi arnés y salgo de la cabina corriendo como mil demonios. ¡¡BOOM!! Caigo hacia el suelo. Mirando hacia atrás veo mi T-Bird subir en una bola de fuego. Hombres armados corren hacia mí gritando "¡No se mueva!"

Les explico a ellos quién soy. AL principio no creyeron mi historia, paro alguien del grupo me reconoce y me libera. Me llevan a mi base donde me dirijo hacia mi cuarto. Estoy demasiado cansado y caigo dormido antes de tocar la almohada. Repentinamente, mi despertador se apaga. Lo observo a través de la oscuridad y me doy cuenta de que estoy en un hospital. "Maldición," me dije a mi mismo "¿Qué diablos...?"

Oscuridad.


Capítulo 6 - Caos

La oscuridad que me envolvió la segunda vez no fue tan prolongada como la primera. La ceguera llego a aclararse desde el centro de mi campo de vista antes de extenderse lentamente hacia los extremos. De hecho estaba en un hospital, como lo evidenciaban las enfermeras que se apuraban a mantenerme en mi cama, con el mínimo intento de salir y estallar mi cabeza otra vez.

Los detalles de ese día no son muy claros. Personas que no podía reconocer entraban y salían de mi habitación a intervalos fijos, algunos a mirar, otros a extender una mano confortante. Mientras empezaba a recuperar mis sentidos me encontré gritando el único nombre que me importaba en todo el mundo: ¡Beki! Las figuras borrosas que entraban y salían se encontraban con mi grito desesperado. ¡Beki!... ¡¡¡Beki!!!... ¡¡Bekiii!!

Cada vez estaba mas frustrado y preocupado, Ella no estaba contestando, y todas las manos que venían a tomar las mías no eran las de ellas. Me sentí sofocado. No podía moverme. Sentíantarme --Tenia que encontrar a mi dulce Beki. Era inútil --¡Maldición! Tenía que encontrarla. Mi frustración no conocía limites y cada momento que pasaba sin ella era una eternidad en la miseria. Había encontrado mi propio infierno.

Solo después de lo que fue casi una eternidad empece a ver claramente las caras de las personas que venían a mi habitación. No podía escuchar claramente lo que me decían y fue cuando me di cuenta de que estaba sordo. Me asuste. Grite lo mas fuertemente posible y trate de liberarme de mis ataduras, sin ningún éxito. Entonces llego una enfermera y un sedante... y la oscuridad


Mi despertar de la oscuridad a la luz fue mejor que la tercera vez. De lejos oía voces murmurando... volviéndose mas fuerte y claro hasta que pude oír lo que estaban diciendo.

Parece que esta volviendo en si. Dotty, ven un momento," dijo una voz femenina.

"¡Beki!" Grite otra vez. "¿Dónde esta ella?"

"Ella esta bien, Sr. Framton," me dijo la voz. "Solo relájese. Ella esta bien. Cálmese. Usted pasó por una dura etapa recientemente. Trate de relajarse."

"Quiero ver a Rebeca. ¡Ahora!" Rugí. "¡¡Ahora!!"

"No hasta que se relaje, Sr. Framton. Tiene que calmarse o nos veremos forzados a ponerle sedantes. Se va a lastimar así mismo," dijo la voz.

"No me interesa. ¡Quiero ver a Rebeca! ¡Malditos! ¡Desaten mis brazos! ¡Aaaaaaah!" Grite algo mas. Pero no tenía caso, por supuesto, pero no sabia nada mejor por el momento:

Después de una dosis de sedantes me encontré mas murmurando en vez de gritar --gritar requería mucho esfuerzo y obtenía pocos resultados. Además, los sedantes hacían que mi mandíbula pesara como tres kilos de roca. Sabia que había algo malo con Beki. ¿Por que se rehusaban a traerla si ella se encontraba bien? Esta pregunta me quemaba lo mas profundo de mi alma y resulto en una ansiedad viciosa. Estaba lleno de un miedo mortal de que ella estuviera... Forcé mi mente a parar. Ella tenía que estar bien. Ella era pura y noble... No había modo de que ella estuviera... Quite de inmediato el pensamiento otra vez. Una y otra vez cancelaba el pensamiento de que ella estuviera muerta, una y otra vez me esforzaba para regresar a mi consciencia.

Fue cuando me di cuenta que la manera mas rápida de obtener las respuestas era seguirles el juego a las enfermeras. Seria un paciente modelo.


En un corto periodo era suficientemente racional y las enfermeras me removieron los lazos de nylon que me ataban a mi cama. Continuaba preguntando acerca de Beki, y a su vez eran ignoradas. Algo no estaba bien. Cuando la enfermera llego a revisarme la tome del brazo lo mas fuerte que pude.

"Enfermera, por favor. ¿Se encuentra Beki Casey viva? Tiene que decirme" le rogué.

"Por el amor de Dios suélteme, me lastima" ella chillo.

Libere la tensión. "¿Se encuentra viva? Dígame o le rompo su maldito brazo" Le demande.

"Si, Si, Ella esta viva, ahora suélteme" ella jaló su brazo de mí y salió del cuarto.

Habia suspirado el suspiro mas grande en mi memoria mas reciente. ¡Ella estaba viva! Mi placer estaba limitado, como sea --ensombrecido por la realidad de que algo terrible le había pasado a ella para mantener este hecho tan secreto. Repentinamente me sentí más cálido. Gotas de sudor emergieron, alcanzando un punto justo debajo de la superficie de mi piel. A pesar de que no era el mas asiduo de la iglesia, no había duda de mi creencia de un Ser Supremo y pase muchas de las horas concentrado en una oración por la seguridad de Beki. Desgraciadamente no mantenía registro de las oraciones no contestadas.


En un corto tiempo me encontré con mis visitantes. Había hecho las paces con las enfermeras lo mejor que pude, y me disculpe por los moretones en el brazo de la enfermera Karen. Las primeras personas en visitarme eran por supuesto mis padres. Ellos habían sido evacuados a los refugios cuando el SDF-1 disparo su "rayo alrededor del mundo " y fue cuando aprendí de ellos los eventos que habían pasado desde el día de despegue.

Una flota gigantesca alienígena de casi mil naves de guerra --cada una de cuando menos un kilometro de largo-- había llegado a la órbita de la Tierra y atacado la fortaleza de batalla gigante. Mientras Beki y yo observábamos la pelea en Ciudad Macross, mi auto había sido atacado por un "Avestruz sin Cabeza" (Después conocido como un "Battlepod Regult") Había estallado por la explosión y la fuerza del impacto me había ocasionado una coma que duro seis semanas. Beki había volado de lado y se había estrellado contra un pino. La fuerza del impacto resulto en una pelvis destrozada, ruptura en el bazo, corazón perforado y otras heridas internas muy severas de las que todavía se estaba recuperando.

Zentradei Regult Combat Pod - "Headless Ostrich"

Para nuestra buena fortuna, un piloto que salía de la isla para encontrarse con el SDF-1 observó el ataque y despacho al Battlepod Regult sin dificultad. Antes de regresar al crucero de batalla nuestro rescatista se aseguro que fuéramos llevados con un equipo medico de la isla. El piloto, Teniente William "Salvaje Bill" Brubaker, nos había visitado a los dos con regularidad durante nuestra permanencia en el hospital. Su mano había sido una de las que frecuentemente me habían confortado en mis primeros días de consciencia, e impacientemente esperaba la oportunidad de agradecerla por salvar mi vida --y mas importante, la de Beki.

En un esfuerzo desesperado para escapar de las fuerzas alienígenas --que eventualmente serian conocidas como los "Zentraedi"-- El Capitán Gloval intentó una "Operación Hiperespacial de Transposición" no probada aun. Dirigiéndose como blanco la parte exterior de la órbita lunar, ejecuto la transposición a una baja altitud después de un reingreso atmosférico riesgoso. Los efectos no fueron los que él esperaba. En vez de terminar en la órbita lunar, el SDF-1 emergí de la operación de transposición en órbita alrededor de Plutón. Y como si no fueran suficientes problemas, se trajo la isla completa y un gran bulto del océano que lo rodeaba, junto con dos de los portaaviones que estaban amarrados en el puerto- La fortaleza de batalla estaba en camino de regreso a la Tierra, nuestros adversarios alienígenas en persecución y el viaje iba ser muy largo.


Pase de sentarme a pararme, y de ahí a caminar cortas distancias en menos de una semana. Experimente mareos y nauseas frecuentes, pero a parte de eso me sentía bien. Para el décimo día de despertar de la coma me fue posible visitar la habitación de Beki por primera vez.

Mientras me acercaba a la puerta me encontraba con dificultades para respirar. Me sentía como un escolar nervioso. Un extraño sentimiento de aprehensión me llegó y me empezó a agitar de cabeza a pies mientras caminaba por la puerta. Ella estaba acostada en su cama durmiendo silenciosamente, tubos y sensores mientras abrazaba un viejo oso de peluche.

Alcanzando una silla cuidando de no molestar su sueño, me senté cerca de la cama de Beki, mi dedo índice descansando suavemente sobre su mano. La observe respirar suavemente, sus ojos azules cerrados mientras ella dormía. El dulce y fino ángulo desde su barbilla hasta su mejilla fué interrumpida por un ligero estremecimiento que me causo inconscientemente. Observaba su bella cara por horas, cuando, finalmente, empezó a estremecerse. Sus ojos se abrieron lentamente y cuando se encontraron con los míos y una sonrisa --esa sonrisa que me cautivo como un lucero en mi alma-- cruzo su cara.

"Jake," me dijo calladamente, una lagrima de gusto corrió lentamente por su mejilla derecha.

"Hola querida, amiga," respondí, mis ojos encontrándose con los suyos, llenos de lágrimas. "¿Cómo estas? Te vez de la patada" Alcance a decir, con un tono de broma.

Su sonrisa creció. "Estaba tan preocupada por ti. No podía ir a verte, No... podía hacer nada.ta," continuo entre sollozos.

"Bueno, lamento defraudarte chica" Agregue. "No llores. Todo va a estar muy bien." Agite su cabello y acaricie su mejilla, secando sus lagrimas. "¿Cuál es tu historia? ¿Te sientes bien?"

"Estoy bien, Sir Caballero", dijo débilmente. "Ellos tuvieron que hacer muchos remiendos y tal vez parezca toda parchado por dentro."

"Bueno, tu eres una joven fuerte, Beki. Estarás bien. Saldremos delante de esto juntos," le dije. "Sabes, esta no era exactamente mi idea de una primera cita."

Ella se rió calladamente. "Estoy tan cansada, Jake."

"Duermen, cariño. Aquí estaré cuando despiertes," Le dije.

Y con eso, se puso a dormir.


Fui dado de alta dos días después de mi primera visita a Beki. Por supuesto, a los doctores no les molestaba --mi hogar por las próximas semanas seria la habitación de Rebeca. Estaba ahí las 24 horas del día. Ella era de galleta dura y mostró un gran coraje. Aun el mas ligero movimiento le ocasionaba una enorme cantidad de dolor en la pelvis de Beki, y sus sesiones de terapia eran pura agonía. Todo lo que podía hacer era alentarla y estar ahí por ella, mientras los terapeutas hicieran lo que pudieran para ayudarla a recuperar su rango de movimiento a la normalidad.

En dos semanas se decidió que su progreso había avanzado lo suficiente como para que caminara. Sorprendió a todos la velocidad de su recuperación, y aunque lastimaba como el infierno, ella podía caminar por si misma en tres días. Estaba estático. Diez semanas después de sufrir lo que había sido uno de los accidentes mas devastadores que nadie pudiera imaginar, Rebeca caminaba --sin asistencia-- por las puertas del hospital, y hacia una nueva vida...



por Jason W. Smith
Julio 1995

traducción Gerardo Campos De León
Julio 1998

Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith

(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)

Basado en los personajes y situaciones de
Robotech, © 1985 Harmony Gold, USA, Inc.

Robotech ® es propiedad de Harmony Gold. Este documento de ninguna manera tiene la intención de violar sus derechos

Última Fecha de Revisión: 21 de Agosto de 1998