Mientras mi Veritech era arrastrado dentro de la bahía del hangar, removí mi mascara y mi casco, después levante el domo. Inhale el aire fresco, con aroma a aceite de motor y sentí que me alcanzo una ola de alivio. Había sobrevivido mi primera misión de combate y me sentí agotado por la experiencia. Mis músculos estaban transmitiendo señales de protesta ante el rudo trato que habían recibido. Mientras la grúa jalaba mi caza hasta su espacio de estacionamiento, pise los frenos y me detuve. Mi garganta estaba seca y me espalda estaba increíblemente adolorida. No tenía la suficiente fuerza para retirar los arneses de mis hombros y me senté como un niño inútil hasta que Philo subió por la escalera y me desabrocho.
"Rayos, jefe, ¡Esta hecho pedazos!" exclamó.
Replique con un gruñido luego desabroche mi tablero, colocándolo en el panel de observación. Sintiéndome como un ridículo debilucho, de alguna manera logre salir de la cabina y descender por la escalera con piernas de hule. Me di cuenta entonces porque el entrenamiento físico nos era aplicado durante el campo de entrenamiento. El vuelo de combate era un ejercicio tremendamente demandante, tanto desde un punto de vista físico como mental, y no es algo que se pueda hacer efectivamente sin tener una buena condición física y mental.
Una corta mirada a mi Veritech, me mostró mas de lo que mil palabras pudieran decir. Mi pobre caza estaba maltrecho, y me maraville al ver lo bien construido que estaba. Una rápida inspección me revelo lo suficiente para revolver el estomago de uno. Mas de un metro de la ala izquierda ya no existía, los restos carbonizados estaban pelados como un plátano. La pierna izquierda estaba perforada con mas de 100 agujeros de láser y balas. Faltaban varios paneles de acceso y la cubierta de la maquina estaba a la vista. La misma maquina había recibido varios impactos y había arrojado algunas partes por todo el fuselaje. Era inconcebible para la vista que una maquina pudiera funcionar en esa condición -pero de alguna manera lo hizo.
Mientras de alguna manera llegaba a la parte trasera del avión, por su lado derecho, deje escapar una risa. De este lado uno pensaría que el caza acababa de salir de la línea de ensamble -intocable, sin ninguna marca en ningún lado, la pintura impecable en un marcado contraste con la del lado izquierdo.
"¡Vaya! Esto es impresionante" exclamo Philo, desde lo alto del fuselaje.
"Sin duda," respondí, con cierta cantidad de compostura regresando.
"Cabo, creo que debería echar una mirada a esto," dijo, con una mirada de asombro en su cara. Me volví a trepar a la escalera, una vez mas, arrojando una mirada a donde Philo estaba señalando. El panel lateral delantero estaba perforado con incontables agujeros. Recorrí con dificultad a lo largo de la ala y llegue hasta donde estaba arrodillado Philo. Asomándome por los agujeros de bala, me revelaron mas daños severos a la estructura de mi caza.
"Esta cosa debió haberse partido en pedazos, jefe," dijo Philo con una mirada de maravilla.
"Creo que todavía podría hacerlo. ¡Ahí hay una maldita ráfaga de metralla!" exclamé, retrocediendo y casi cayéndome del endemoniado avión.
"¿Una que? ¡Rayos!" dijó Philo, brincando del caza.
Yo hice lo mismo, corriendo como alma lleva el diablo, hasta una pila de barriles.
"¡Equipo EOD! ¡Equipo EOD!" gritando Philo, señalando en dirección de mi Valkyrie. Mientras nos barríamos para cubrirnos, un equipo de Aseguramiento y Control de Explosivos (EOD) -un grupo de cinco hombres con armadura protectora- llegaron hasta mi caza. Asomándome desde mi fortaleza improvisada, alcanzaba a ver al equipo trabajando en remover la carga de metralla que había golpeado mi Veritech mientras los otros cazas del hangar eran llevados lo mas lejos posible.
Después de una docena de minutos llenos de tensión, el Equipo EOD cargaba la carga de metralla, metiéndola dentro de una caja blindada, colocada sobre una grúa y retirada rápidamente del área. La grúa llegó hasta el elevador, donde fue alzada hasta la cubierta de vuelo, luego llevada hasta la popa del Prometeus donde fue detonada sin ninguna ceremonia.
"Hangar Tres esta asegurado. Regresen a sus estaciones de trabajo. Repito, Hangar Tres esta asegurado. Regresen a sus estaciones de trabajo," vino el anuncio el jefe del hangar.
Salí de mi escondite y llegue hasta donde estaba Philo. Mire a mi Valkyrie con incredulidad, entonces voltee hacia él y le dije, "Esta terrible cosa debió haber estallado cuando aterrice. Dios..."
"Ni que lo diga. Usted tiene un buen golpe de suerte, justo como el Cabo Sterling," dijo.
"Debería haber muerto," conteste, estupefacto.
"No las gaste, Sr. Framton. A usted todavía le quedan ocho vidas. Como sea, no se preocupe jefe, se lo arreglaremos en poco tiempo," dijo dándome una palmada tranquilizadora en el hombro.
"Mejor reviso la circuitería de los misiles. Tengo que desactivar uno por ahí.
"No hay problema. Lo tendré listo."
"Gracias," dije, volteando hacia el personal del elevador. El pensar revisar la circuitería de los misiles, se veía completamente absurda a la luz de la situación, y me reí estrepitosamente. "Ellos pueden muy bien reemplazar todo el maldito avión y corregir todos los problemas." Seguía riendo fuertemente cuando las puertas del elevador se cerraron.
Ellos no la reemplazarían, sin embargo, y como se vinieron mostrando los siguientes eventos, una aleació más confiable tenia que ser encontrada.
Después de asegurar nuestras naves, nos reunimos para una reunión de escuadrón. El Tte. Carr nos critico, uno por uno, primero mostrando orgullo, critica y consejos. Termino con una nota positiva, llamándola una "Primera Acción Sobresaliente" para los nuevos pilotos, bajo su mando. En poco tiempo, mientras ganáramos experiencia, el Tte. Carr solicitaría nuestros comentarios y criticas, las cuales serian expuestas y concluirían con un sincero "Es bueno estar aquí, señor." De hecho, si lo decíamos con placer.
Al finalizar la reunión del escuadrón, nos separábamos a nuestras juntas de equipo. Durante la reunión de equipo, el Tte. Sprabary hacia unos comentarios específicos sobre nuestra actuación.
"Framton, ¿Por qué no continuo haciendo la vuelta cuando se separo? Yo quería que regresara conmigo, después del quiebre, para así cubrirnos los traseros, el uno del otro, y en vez de eso continuo derecho. Me pregunte "¿Qué diablos esta pensando ese chico??" dijo con una ligera sonrisa.
"Lo siento capitán, creo que me dio pánico."
"Bien, la próxima vez, trata de no tener pánico. Eso es lo que hace que la gente sea matada. A pesar de eso, usted lo hizo muy bien. Solo recuerde dos palabras: Soporte Mutuo. Solo podemos mantenernos vivos protegiéndonos los unos a los otros. No olvide eso."
"Si, señor." Tome las palabras de Sprabary de corazón. Él era un táctico de primera línea y su consejo siempre demostraron ser valiosos.
"Los reportes de bajas y aterrizajes serian colocados en el vestíbulo de las barracas, mas tarde en la noche. El resto del día es de ustedes. Vayan al pueblo, a descansar o lo que quieran," dijo sonriendo. "Se lo han ganado."
"Si, señor," replique, dirigiéndome hacia la salida.
Me dirigí hacia mi habitación y me deje caer en mi cama, exhausto. No me moleste en desempacar mis cosas, hacer la cama o cambiarme mi traje de vuelo sudado. De no ser por Waylan o Josh, que vinieron a mi cuarto y me sacaron de la cama, habría dormido toda la noche.
"Fuera de la cama, Yah" me sacudieron. "¡Vamos! Es hora de celebrar."
"¿Celebrar que? Estoy cansado, déjenme dormir," dije adormilado.
"¡¡Fuera de la cama, ahora, señor!!" grito Waylan.
Me rehuse a moverme, pero eso no me salvo. Con un brazo me levanto sobre su musculoso hombro y me llevo, escaleras abajo al vestíbulo. Estaba pateando y retorciéndome, en un intento para zafarme, pero Waylan, fácilmente era tres veces mas fuerte que yo, y el esfuerzo era en vano.
"¿Qué demonios es tan importante para ustedes?" demande, mirando al piso.
"¡Esto!" dijo Josh, señalando el tablero de avisos. Waylan me bajo e intente mirar hacia donde Josh estaba señalando. Sin mis lentes, difícilmente podía ver y me acerque mas para leer lo que el boletín decía.
"¡Jeff, tienes la puntuación más alta!" exclamo Waylan, palmeando mi espalda.
Recorriendo la hoja de papel vi mi nombre en el reporte de muertes y el numero 10 estaba al lado de él. ¡Diez impactos!
"¡Santo Dios!" exclame. "¿Diez?"
"Si, anotaste diez," dijo Josh, agitando mis hombros.
"¡Ahora eres un as por dos!" grito Waylan agitadamente.
Con toda justicia, mi puntuación no era una medición correcta de mi habilidad de combate. La mayoría de mis victorias fueron impactos de misiles, y había, sin lugar a dudas, otros que anotaron mas que yo. Desafortunadamente, casi un tercio de todas las muertes por misil eran marcadas como posibles. Los sistemas que seguían el rastro de cuales misiles golpeaban al enemigo dejaban mucho que desear, especialmente cuando un gran numero eran lanzados de varios cazas.
Adicional a esto, las muertes por misil son increíblemente fáciles, cuando se comparan con muertes por pistola. Max Sterling, por ejemplo, se le acreditaron nueve muertes en su primera misión. Dejando a parte las muertes, la productividad de Max fue por mucho superior a la mía, debido a que la mayoría de sus muertes fueron por pistola, cuando la mayoría de las mías fueron impactos de misiles de largo alcance -fue suerte que la mayoría de mis impactos me hayan sido acreditados. Cuando formas un factor entre el numero de cargas/tiros por muerte, se encuentra que Max estaba siempre un quinto arriba del promedio de toda la nave, no había discusión sobre que él era el maestro del combata. Él era "El Demonio Azul" y con buena razón.
Otro factor que estuvo a mi favor fue el hecho que durante la primera ráfaga de misiles, yo solamente dispare tres Stilettos -de los cuales, uno recibió un crédito. Los otros miembros del escuadrón dispararon mas, y por la confusión que esto ocasiona, muchos de los misiles no son rastreados. Esto me dejo con seis misiles, no incluyendo los tres misiles en el cartucho defectuoso- para ser usadas en modo manual, los resultaron en seis muertes por seis tiros, un total de siete por nueve en el día -un alto porcentaje.
Revisando el tablero otra vez, vi que Josh y Waylan habían anotado también, con siete muertes cada uno. Al Tte. Carr también le fueron acreditados siete muertes, y estoy seguro que habría anotado mas si no estuviera ocupado pastoreando sus nuevos pilotos.
Hinchando mi pecho, anuncie con piedad burlona, "¡Esto merece una celebración!"
"Si, seguro que lo merece," replico Josh con una sonrisa traviesa.
"Y como anotador líder, tú debes pagar por ella," agrego Waylan con una palmada en mi espalda.
"Oh diablos," murmure,
"Bien, ¡Vamos! ¡Alístense! Tenemos cosas que hacer, gran jefe" insistió Josh.
"Esta bien, esta bien," dije, dirigiéndome hacia la escalera a mi habitación y hacia una muy necesitada regadera.
Abotone mi camisa del uniforme y me dirigí por el pasillo hasta la cabina telefónica. Hice una llamada rápida a Rebeca y le dije que nos viera al recientemente reconstruido "Nido del Cuervo". Después alcance a mis dos camaradas y tomamos un taxi que nos llevara al pueblo.
Mientras viajábamos en la parte trasera del taxi, los eventos del día fueron regresando a mí. Era difícil de creer que yo había hecho lo que siempre soñé con hacer. Como un chico leyendo las hazañas de mis héroes -Greg Boyington, Steve Ritchie, Robin Olds... Roy Fokker, Manfred Richtofen, Willie Coppens... Don Blakeslee... Don Gentile, Pierre Closterman, David McCampbell... Alex Vraciu, Chuck Yeager... Saburo Sakai... James Jabarra, Adolf Galland, Ken Walsh... Geoffrey Page, Jack Ilfrey, "Duke" Cunningham... Albert Ball, Georges Guynemer, Donald Lopez, y miles mas -yo llegue a tener una fantasía donde yo era uno de ellos. Era un sueño infantil, y mientras iba creciendo, era mas ridículo, conforme pasaban los días. Aun así, ya era un as, peleando en un ambiente en los que estos hombres -con la posible excepción de Fokker- nunca pensaron posible. Formaba parte de la fraternidad mas exclusiva en la aviación, y difícilmente podía creerlo.
Mientras descendíamos del taxi, empece a recitar los nombres de todos mis héroes de niñez, y al final de la lista coloque mi nombre. Sonaba extraño, pero escuchar mi nombre en la misma lista, junto a la de esos grandes hombres, me dio un incremento de confianza.
Esa velada fue muy memorable. Max Sterling llego y nos presento a su nuevo equipo VF -Tte. Rick Hunter y CPL Ben Dixon- el cual, mas tarde reconocí como el bullicioso miembro de mi equipo de batallón durante el campo de entrenamiento. Pasamos un buen rato contando nuestras versiones del combate del día, y unas pocas risas que tuvimos a expensas de cada persona en la mesa. El Tte. Brubaker paso por un momento para compartir una o dos historias, y antes de partir, aprovecho la oportunidad para decirme unas cuantas palabras.
"Sabia que estaba en lo correcto contigo, chico," dijo, palmeándome en el hombro. "Solo recuerda -que no se te suba a la cabeza. Eso es lo que hace que la gente se mate. Nos veremos por ahí."
Debido a lo tarde de la hora, eventualmente nos forzó a una partida temprana, y como demandaba la tradición, me toco tomar la cuenta. Una mirada rápida fue suficiente para darme cuenta que ser un piloto as, aunque completamente satisfactorio, era endemoniadamente caro.
"Si esto sigue así, voy a tener que pedir un préstamo," dije en voz alta mientras salíamos por las puertas dobles del restaurante hacia un taxi que no estaba esperando. "Bueno, a lo mejor obtengo un aumento," le dije a Rebeca mientras ella subía al brillante taxi amarillo.
Si, seguro.
Las siguientes semanas estuvieron cargadas con combates constantes, y mi tiempo lejos del Prometeus, estaba terminando. Después de un corto tiempo sin muertes, Max Sterling tuvo una racha durante Marzo, que culmino el 27, cuando destruyo 14 naves enemigas. Esto trajo su nivel de muertes a 65 naves enemigas en menos de seis semanas -un numero increíble para cualquier piloto, especialmente para uno que esta comisionado a cuidar la espalda de su líder.
Nosotros lo habíamos hecho bien como escuadrón, no habiendo sufrido bajas. Aunque sabíamos que esto no podía durar para siempre, nosotros sentíamos que estaríamos por aquí para ver que se le acabara la suerte a cualquier pobre diablo. El 13 de Marzo, después de llevar mi total a 24 muertes, tuve la mala fortuna de casi perder un ojo en un estúpido accidente, asegurando que estaría vivo para atestiguar como la buena fortuna del escuadrón llegaba a un fin.
Estaba trabajando con Philo en un esfuerzo para deshacernos de algunos duendes que se estaban escondiendo en el sistema del radar. Mientras cargaba una caja con componentes electrónicos hacia mi caja, falle en poner atención a lo que estaba haciendo y tropecé sobre una juntura en la cubierta del hangar. De alguna manera golpee mi ojo derecho con el peldaño inferior de la escalera de abordaje de mi Valkyrie. Fracturando mi pómulo. Como no perdí mi ojo es todavía un misterio, pero el daño me dejo fuera de acción por siete semanas.
Fue una experiencia devastadora. Durante el siguiente mes, todo lo que pude hacer, fue ver a mis camaradas volar misión tras misión contra las cada vez más altas probabilidades. Lo más cercano que estabamos a La Tierra, lo más intenso se volvían los ataques contra nosotros. El sentimiento de inutilidad que me vencía no puede ser descrito, y estaba frustrado mas allá de lo creíble. Mientras me sentaba en los observatorios y miraba, los rangos de los pilotos se reducían. Con cada misión venían mas camas vacías. Mas cartas a los padres y seres queridos. Mas cajas para ser empacadas por los compañeros de escuadrón. Maldije mi mala fortuna mientras asistía a mis compañeros de combate en cualquiera y cada manera posible. Los ayudaba durante las juntas y revisiones antes de salir, los saludaba mientras se dirigían a los elevadores. Observaba cada lanzamiento, recorría los pisos mientras ellos no estaban, y los contaba cada vez que regresaban a la nave. No había mucho que pudiera hacer.
Mi invalidez se multiplicaba cuando los pilotos de mi propio escuadrón empezaron a caer ante las armas enemigas. LCPL Jin "Taco" Takamura, el capitán de Marina convertido en piloto de combate, fue el primero en caer. Durante la tarde del primero de Abril, superados en numero como siempre, nuestro escuadrón se mezclo en una pelea que duro casi 40 minutos, y acorralados por mas de 75 millas. En la confusión, Jin se separo de su equipo. Sus llamadas frenéticas por ayuda fueron contestadas demasiado tarde y Taco falleció bajo una ráfaga de rayos láser.
El siguiente día -mi decimoctavo cumpleaños- fue igualmente trágico. Durante la mañana del 2 de Abril, nuestro escuadrón fue movido a BARCAP anillo 2 por la primera vez, y en ese día, nuestros perseguidores decidieron lanzar una mayor ofensiva, enviando todo lo que tenían. Cada caza a bordo de la nave -incluyendo naves de entrenamiento- fueron lanzadas en un esfuerzo desesperado para calmar el ataque violento alienígena. Mi instructor del entrenamiento avanzado, Tte. Lehman, aprovecho la oportunidad, anotando nueve muertes.
Como sea, era una enorme batalla campal. Sobrenumerados como siempre, la integridad de los equipos de ataque se disolvieron rápidamente mientras los cazas eran forzados a separarse, y en poco tiempo cada piloto a bordo de la nave se encontró envuelto en su propia pelea individual por la sobrevivencia. El SDF-1 se veía como un oso siendo perseguido por los residentes de un nido de avispas molestas mientras los cazas zumbaban en todas las direcciones. Durante esta batalla salvajemente torcida, mi amigo y compañero tejano, LCPL Dain "Drain-O" Clements, se convirtió como en un hombre poseído. Él era Fokker, Sterling y Carr, los tres en uno. Disparando Battlepods a diestra y siniestra, esquivando misiles y enfrentándose hasta cincuenta naves enemigas por si solo, la actuación de Dain era nada pero estelar.
Yo llegue a conocer bien a Dain Clements durante los días que compartíamos. Fornido, callado y modesto, él parecía mas bien un oso de peluche mas que un piloto de caza. Solamente de 19 años de edad, Drain-O era un ser humano estelar, y con 21 muertes acreditadas, él estaba en camino para convertirse en un piloto de combate de primer nivel a bordo del SDF-1.
Los detalles de las acciones del día no están muy claras. Lo que es conocido es que Drain-O respondió a una llamada de nuestro oficial de seguridad y as, 3Tte. William "Tank" Sherman. Perturbado por la perdida de Taco el día anterior, Tank desesperadamente quería prevenir que volviera a pasar otra vez, y mientras los lideres son aveces lo que hacen, puso su bienestar de sus pilotos mas allá de los suyos propios. Durante sus esfuerzos para pastorear a sus pilotos, Sherman se separo de su hombre ala y se encontró perseguido por una formación compuesta por mas de cuarenta cazas Regult y Raulon've. El principal interceptor enemigo -y una de los pocas naves alienígenas que nuestra gente de inteligencia conocía por su nombre propio- los Raulon-ve de tres motores hicieron su presencia en los cielos sobre la Isla Macross durante el asalto alienígena inicial. Con su complemento de misiles de medio alcance y tres cañones, era un adversario fuertemente armado -ligeramente acorazado.
Barrenando por el grupo con un gran abandono, Drain-O Clements tuvo éxito en limpiar la espalda de su líder, destruyendo tres Battlepods en el proceso. Desafortunadamente, los dos pilotos se encontraron a casi mil millas del SDF-1. Bajos en combustible y en municiones, y siendo seguidos por el mismo grupo que Dain había exitosamente eliminado hace unos minutos, los dos ases hicieron un viraje precipitado hacia la nave, solamente para encontrarse con una porción de la fuerza de ataque enemiga. Sobrepasados por 500 a 1, ellos nunca tuvieron una oportunidad.
Los dos pilotos lucharon valientemente, destruyendo casi una docena de cazas antes de que se les agotaran las municiones. Una fuerza de combate para traerlos llego muy tarde. La batalla ya tenia mucho tiempo de haber terminado y los pilotos no encontraron mas que el espacio vacío.
Esperamos ansiosamente por Tank y por Drain-O que entraran por el patrón del Prometeus, pero nuestras esperanzas fueron en vano, como los pilotos no regresaron. Fue un día triste para los miembros del VF-12 y la perdida de estos dos buenos hombres no sirvieron solamente como inspiración, sino como un horrible recuerdo de lo desesperado de nuestra situación.
Tres pilotos perdidos en solamente dos días. El encanto que nos había rodeado, finalmente se había roto.
Mientras Mayo pasaba, mi ojo rápidamente mostró progresos. Me di cuenta que mi regreso al combate no tardaría en llegar. Esto aunado con el conocimiento de que nuestros pilotos estaban cayendo en números más grandes, me forzó a adelantarme con mis planes de matrimonio. Después de discutir la situación, Rebeca y yo decidimos poner la fecha el 2 de Mayo -dos días después de su decimoctavo cumpleaños. Aplique y recibí una licencia de dos días.
Una gran gala fue planeada. Mi esperanza era que esta ocasión de jubilo pudiera distraer mi atención lejos del dolor de corazón y pesar de las tres semanas previas.
Fue una boda espectacular, considerando las circunstancias y todo mundo estuvo lleno de felicidad. Mi novia nunca estuvo tan bella como ese día, y estaba encantado ante mi suerte. Ella se veía como la Princesa que envío el Cielo, y estaba seguro que cada hombre en la boda tenia envidia.
Fue una celebración maravillosa. Waylan fue el padrino y Max y Josh estuvieron asistiendome. Pilotos de combate de toda la nave asistieron a la ceremonia. Entre la multitud estaban mis amigos Nathan Morris y Joe Burkett -ahora un líder de escuadrón con un escuadrón de Destroid en el Dedalos.
Mientras el sacerdote pasaba su letanía, mi mente regreso al día, cuando conocí a esta hermosa mujer. Ella era la más hermosa chica que jamas había visto en mi vida. Sus ojos se fijaron profundamente en los míos y luche ante la urgencia de despertarme a mí mismo.
Desperté a la realidad con las palabras del sacerdote, "Ahora son marido y mujer. Puede besar a la novia." No tenía que decirlo dos veces. Levante el velo sobre su cabeza y la bese, preguntándome que hice para merecer a esta maravillosa esposa.
Permanecimos para la partida tradicional del pastel y mezclarnos con nuestros amigos. El aire estaba cargado con una felicidad genuina que no se había presentado en mucho tiempo. Se sentía como el día después de que la tormenta pasa, llena de frescura y esperanzas renovadas.
Esa noche fue tan especial como ninguna en mi memoria. Había tomado el tiempo para preparar nuestro nuevo departamento, colocando los pétalos de 100 rosas -uno por cada año futuro de mi vida que pasaría junto a ella- un sendero desde la puerta delantera hasta nuestra recamara, escaleras arriba. La cama también estaba completamente cubierta de pétalos de rosa y la luz tenue de la habitación era supremamente romántica
Esa noche seria la más feliz de mi vida, y en nuestro pequeño apartamento esa noche, cada momento se envolvió alrededor de la felicidad que sentíamos al amarnos el uno al otro.
Regrese a mis deberes el 4 de Mayo, dos días después de nuestra boda. Las fuertes perdidas del mes anterior nos obligo a reordenar la organización de nuestro escuadrón. GYSGT White tomo los restos del Equipo Dos, compuesto solamente por dos pilotos -"Beowulf" Andersen y "Notso" Wise. Para nuestro alivio, los ataques alienígenas sobre nuestra nave habían parado y aunque el respiro que nos otorgaron era desesperadamente necesario, su significado no era desperdiciado. Hasta este punto nuestro enemigo no había hecho un esfuerzo serio para destruirnos. Con el poder destructivo a su disposición, no había nada que los detuviera de borrarnos del mapa completamente y cuando nuestros perseguidores finalmente decidieran que era la hora, el fin llegaría rápidamente.
Después de estar siete semanas retirado del vuelo de combate, encontré que estaba algo oxidado. Habiendo estado fuera del ciclo por tanto tiempo, decidí que era mejor volar como numero 3 por un rato, dándole a Waylan y a Josh de tomar turnos de volar como lideres -lo que no solo les ayudo a nivelar su puntuación, pero les proporcionaba con valiosa experiencia de líder en combate. Como resultado, mi actuación cayo detrás de mis expectativas y solo anoté 5 muertes durante todo Mayo, llevando mi total a 29. Esto no me preocupaba demasiado, de hecho, estaba mas preocupado con mis hombres ala y su desarrollo. Durante esas pocas semanas los observe madurar como lideres, volviéndose más letales y decisivos con cada misión. No podía estar mas a gusto con su progreso. Waylan se embolso 11, llevando su total a 52 y Josh quemo 15, llevando su total a un sobresaliente 59.
Para estas alturas, La Tierra estaba volviéndose más grande en la ventana, y empezamos a permitirnos algo de esperanza. Los ataques enemigos habían hecho de todo, menos detenerse, y parecía que quizás lográramos llegar a casa. No perdíamos el tiempo en aprovechar la oportunidad para resurtir nuestra defensa marchita -construyendo cazas, entrenando pilotos y reparando daños a la nave. La calma durante las peleas permitían a nuestros pilotos a descansar y relajarse, cuando los ataques volvieron a mediados de Junio, nuestros escuadrones estaban de regreso a todo potencia.
El 10 de Junio de 2010, nuestros perseguidores atacaron el SDF-1 y destruyeron la torre principal del radar. Aunque todos nuestros sistemas de comunicaciones eran unidades de Baja Probabilidad de Intercepción (LPI) -lo que significaba que tenían varias características para asegura la intercepción no autorizada durante la transmisión- nuestros enemigos habían aprendido una o dos cosas de nuestro lenguaje. Una amenaza con palabras secas siguió minutos después del ataque poco característico, y escuchamos por primera vez el nombre de nuestro enemigo -los "Zentraedi".
El mismo ataque no tenía precedente. Hasta este momento, los Zentraedi habían estado perfectamente cómodos en concentrar su atención en minar y agotar nuestras defensas. Con el sistema de radar destruido, estabamos obligados a depender en las menos capaces habilidades de nuestro ES-11 "Ojo de Gato", escuadrón de Precaución Aérea y Sistema de Control (AEWACS). Con un alcance de solamente 400 millas, el radar del Ojo de Gato dejaba mucho que desear cuando se comparaba con el del SDF-1 -en la tierra, 400 millas es un enorme pedazo de cielo, pero en el espacio, no es siquiera una gota de la cubeta proverbial, y nuestra habilidad para enviar intercepciones efectivas era dramáticamente difícil.
ES-11D "Cat's Eye" AEWACS Air/Spacecraft
La perdida de la torre del radar hizo necesario enviar nuestro Ojo de Gato en misiones de Reconocimiento y Evaluación de Amenaza (RATA) para poder determinar que se proponían los Zentraedi. Al sondear la flota Zentraedi a distancias mas allá de las 3000 millas del SDF-1, las probabilidades de perderse, ser atacados o de quedarse sin combustible al volar misiones RATA eran altas y eran sin lugar a dudas una de los deberes más peligrosos a los que uno podía enfrentar. Sin ninguna duda todos los pilotos a bordo de la nave, secretamente esperaban que no fueran escogidos como parte de la escolta de un RATA.
El 11 de Junio, regrese a mi habitación para encontrar un alegre mensaje de Rebeca en mi contestadora. La llame a nuestro departamento y escuche las palabras más dulces que un hombre pueda escuchar.
"Cariño... ¡Vas a ser un papá!" lo dijo con una alegría que no puede ser descrita.
"¿Que voy a ser un que?" respondí, torpemente.
"¡Que vas a ser padre!" exclamo.
"¡Wow!" fué la cosa más original que alcance a decir.
Estaba encantado. Yo. Un padre. No podía creerlo. Nunca había considerado esa posibilidad, y aun así, aquí estaba, una realidad. Por mas de una hora estuvimos hablando, discutiendo nombres potenciales junto con miles de cosas que hace la gente en la misma situación. Después de colgar corrí por el pasillo gritando las buenas noticias a todo el que se preocupara en escuchar. Buscando por Josh y Waylan por casi una hora, finalmente los encontré en la Sala de Espera. Alcance a decir media oración entes de que las expresiones en sus caras me mostraron que algo drástico había pasado.
"¡Hey, voy a ser... !" mi sonrisa desaparecio. "¿Qué pasa, Josh?" pregunte, mirándolo con interrogación.
"Uh, Jake..." dijo, retirando lagrimas, su voz quebrándose, "Yo... Yo... uh... no se como decirte esto... pero uhm..." el tartamudeo, mirando hacia el piso.
"Max esta perdido, Jake."
"¡¿Max esta que?!" exclame.
"Esta perdido. Desapareció como a las 0700 esta mañana con un Ojo de Gato y otros dos cazas. No hemos oído de ellos desde entonces, y no se ve bien," dijo. "Lo siento."
Estuve ahí, parado en asombro. El jubilo que sentía hace un momento se evaporo, mal humorado por las noticias de que mi buen amigo Max Sterling había desaparecido. Por varios minutos solo estuve ahí, parado, mirando incrédulo, entonces la Sala de Espera me envolvió y mareo. Cuando finalmente me di cuenta en donde estaba, estaba en el puente del Prometeus. Pase el resto del día ahí, esperando a que regresara mi amigo, y habría estado ahí por un mes si los Tenientes Carr y Brubaker no hubieran llegado y escoltado a mis habitaciones.
Pase por un shock, negación y al final una furia pura e inadulterada. Maldije fuertemente, de puñetazos al escritorio, aporreando a mi almohada tan fuerte como pude. No parecía ser posible que el más grande piloto de combate que haya visto pudiera estar muerto. Solamente no había manera.
Llame a Beki a nuestro departamento y ahogamos juntos las lagrimas. Mi amigo Max se había ido y no había nada que pudiera hacer. Maldije al destino por llevarse a este gran guerreo de nosotros, y prontamente me arrepentiría de haberlo hecho.
Mi vida estaba apunto de convertirse en un infierno viviente.
por Jason W. Smith
Julio 1995
traducción
Gerardo Campos De León
Julio 1998
Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith
(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)
Basado en los personajes y situaciones de
Robotech, © 1985 Harmony Gold, USA, Inc.
Robotech ® es propiedad de Harmony Gold. Este documento de ninguna manera tiene la intención de violar sus derechos
Última Fecha de Revisión: 21 de Agosto de 1998