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Parte IV: Tomen sus Posiciones

Capítulo 19 - De Regreso a Casa

En la tarde del 12 de Julio de 2010, el SDF-1 cayo en las cálidas aguas del Pacifico Sur. Después de casi un año en el espacio, los ciudadanos de Ciudad Macross habían regresado a la Tierra. Una gran hola de euforia cubrió la nave, pero me encontraba completamente ajeno a ella. En las 18 horas previas, había hecho nada mas que llorar. Realmente no había palabras para describir lo que se siente al perder a la persona que más amas. Tenia un profundo vacio en mi alma y mi corazón parecía como si estuviera hecho de plomo. Había llorado hasta que no hubiera mas lagrimas que llorar y simplemente me había encerrado en mi cuarto, un simple caparazón de mí mismo.

El comandante de mi escuadrón no pudo haber estado mas consternado de mi situación y a pesar de las objeciones del alto mando, me otorgo una licencia de tres días. El Coronel Johannes I. Maistroff, el Oficial Ejecutivo del SDF-1, estaba en contra de cualquier tipo de licencia para los pilotos. Por que el hombre se puso tan duro sobre mi, esta fuera de mi alcance, pero cuando se entero que estaba fuera de los registros de vuelo, se puso furioso, demandando una inmediata retracción de la orden y que regresara a mis deberes. Tomo la intervención del Comandante de Ala Senior, CDR. Roy Fokker, junto con el Cirujano en Jefe para finalmente hacer cambiar la mente de Maistroff. La prisa hizo que Fokker aun amenazara a Maistroff con daño físico si no retiraba su orden.

"¡La única cosa que usted ha volado Maistroff, es este escritorio! ¡Y le prometo -le prometo- que si envío a ese chico allá afuera y él regresa" en una bolsa, voy a arrancar su pomposa cabeza con mis propias manos!

Con el Capitán Gloval, fuera de la nave tratando de convencer al Consejo del Gobierno Unido de la Tierra (UEG) para permitir al SDF-1 desalojar los mas de refugiados civiles -junto con un resumen de los eventos del año pasado- no había nadie que estuviera entre Maistroff y los pilotos de combate, exceptuando por el Comandante Fokker.

Cualquiera que haya sido la razón, Maistroff se retracto y fui retirado de todas las actividades de vuelo por tres días. Pase mi tiempo intentando comprender en algo que nunca podrá ser entendido, y la soledad que me vino fue devastadora. A donde fuera, sentía una nube obscura colgando sobre mi cabeza, y lo que hiciera, no me podía sacudir del sentimiento de desesperación que me consumía. Cuando las operaciones de vuelo y abastecimiento no eran realizadas, pasaba mi tiempo parado en la proa del Prometeus mirando hacia el océano. Estaba totalmente negado. Espere contra toda esperanza que estaba en un sueño inducido por la coma, uno del que pudiera despertar en cualquier momento y encontrar a Rebeca descansando a mi lado, pero no lo podía lograr.

La ironía de todo esto era que su juventud demostró ser la cosa que contribuyo mas a su muerte prematura. Si estuviera Beki en la menopausia, ella hubiera muerto de vieja antes de que el cáncer la hubiera matado. Pero las hormonas en su cuerpo alimentaron el crecimiento de esas células malignas y ella murió porque ella era, sobre todo lo demás... joven.

Mientras ponderaba las preguntas que el paso de Beki había dejado en su velorio, los graznidos de las gaviotas y los ruidos del océano me regresaron al fatídico día de verano cuando la conocí por primera vez. Fue tanto. Llego con dolor, llore incontrolablemente mientras las olas del océano golpeaban los lados del gigantesco portaaviones. Mi Beki se había ido, y yo tendría que esperar el resto de mi vida para estar con ella otra vez.


Los servicios funerales para el Tte. Brubaker y varios otros oficiales que habían fallecido en las ultimas semanas, se realizaron sobre la cubierta del Prometeus, la siguiente mañana. Mientras el capellán leía en voz alta los nombres, regrese a los tiempos que había pasado con el Teniente. Sus sabias palabras estaban indeleblemente grabadas en mi mente. Su amabilidad y compasión fueron una fuente constante de comodidad, y su muerte dejo en su velorio un sentimiento de perdida completa. Me preguntaba por que, una y otra vez. ¿Por qué la gente buena siempre muere, mientras el resto de nosotros nos quedábamos para arruinarlo todo? No parecía justo. Las palabras del capellán se perdieron en un flojo de recuerdos. ¿Qué buenos eran ellos? Sus palabras no podían empezar a hacer justicia a este guerrero, quien, como muchos otros, habían muerto mucho antes que su tiempo. ¿Por qué? ¿Por qué, por qué, por qué? Muchos de nosotros todavía nos preguntábamos por qué...


Fui localizado por el doctor de Rebeca, Dr. Luis M. Ríos, unas cuantas horas después del servicio funeral. Él ofreció sus sinceras condolencias y me invito a pasar a su oficina. Pase para ver al doctor, bajo, bronceado y de sesenta y tantos años, sus palabras fueron uno de los más grandes impactos de mi vida.

"Sr. Framton, antes de que su mujer pasara a mejor vida -de hecho, antes de que ella pasara por su primera cirugía- nos hizo una petición," dijo en su acento bajo Mexicano. "Después de que operáramos a la Sra. Framton por segunda vez, fuimos capaces de salvar algunos huevos de su ovario derecho. No pudimos decirle esto antes porque, francamente, no creíamos que pudiéramos estabilizarlos. Pero pudimos exitosamente recuperar cierto numero de huevos saludables como nos pidió, y era su deseo que le fuera presentada la oportunidad de ser padre."

Con esas palabras mi mandíbula golpeo el piso, y la sangre se escurrió de mi cara.

"Yo... ¿Qué? Ehem..." Me voltee para ver por su ventana, peleando contra las lagrimas -una batalla que rápidamente perdí. Colocando mi cabeza entre mis manos en vergüenza, llore incontrolablemente y paso un largo momento antes de que recuperara mi compostura. "Bien, doctor, esta es una gran decisión que debo tomar... uhm... Oh, Dios. ¿Cuándo debe tener una respuesta? Es decir, ¿por cuánto tiempo pueden preservar los huevos?" le pregunte.

"Por tiempo indefinido, Sr. Framton. Tómese su tiempo. Píenselo bien... y regrese a mí cuando haya tomado una decisión," dijo.

Agradeci al doctor y salí de la oficina completamente mareado. Esta decisión no era una que quisiera hacer de prisa. Si iba a ser el padre de un niño, ¿cómo podría hacerme cargo de él? Podría depender de mis padres y de mis suegros por su puesto, pero ¿seria justo criar a un hijo en medio de una guerra? ¿Cuáles serian las oportunidades que tendría para vivir lo suficiente para ver al bebe que diera su primer paso, mucho menos que las de un padre antes de que alcanzara su madurez? Considere las consecuencias de dejar huérfano a un hijo y no eran un pensamiento muy placentero.

Aun así, me recordaba a mí mismo de lo que Beki hubiera querido. No había duda en mi mente que ella hubiera querido dejar algo tangible. Pense en sus lagrimas llenas de disculpas cuando descubrió que no le seria posible darme hijos e hizo romper mi corazón. En ese momento me di cuenta de lo verdaderamente importante que era para Rebeca ser madre, cuando ella estaba aquí, y como, aun en su muerte, ser padre de su hijo, significaba que una parte de Beki todavía estaría viva. Con este pensamiento decidí permitir a los doctores incubar un niño.

Haria mi parte para asegurar que el ultimo deseo de Beki se cumpliera.


Cuando había problemas, ellos siempre pasaban por montón. El 13 de Julio, el Valkyrie del GYSGT White en modo Guardian perdió potencia durante un reconocimiento nocturno y choco y se quemo en la cubierta del Prometeus. El as y veterano alcanzó a escapar de su Valkyrie en libre caída mientras chocaba sobre el portaaviones, pero él estaba en la orilla extrema de la envoltura de eyección. Su asiento expulsor lo envío sobre la proa y hacia el agua entes de que su paracaídas se abriera completamente, matándolo instantáneamente.

El siguiente día, El Valkyrie de "Bam-Bam" Mitchell perdió potencia mientras despegaba del Prometeus para un BARCAP diurno. Bam-Bam sabia que algo estaba seriamente mal cuando el caza se revolcaba y retumbaba de la catapulta con muy poca velocidad para volar. El panel de instrumentos se encendió como un árbol de Navidad y la retrasada señal de aviso zumbo en su oído mientras luchaba con la computadora de vuelo para mantener la nariz levantada, pero su caza se rehuso a volar. La ala derecha se clavo en el mar y Bam-Bam alcanzaba la palanca de eyección. Mientras el Jefe Aéreo le gritaba. "¡Salga de ahí! ¡Eyección! ¡Eyección! ¡Eyección!" visiones de la eyección de White el día anterior pasaron por su mente y el titubeo.

La ala derecha del Valkyrie sé cortando en lo alto de una ola y dando una voltereta en el océano creando un gigantesco géiser de espuma blanca. El pesado Veritech hizo una perfecta ancla y se dirigió rápidamente al piso del océano. Mareado por el impacto, Mitchell penso que estaba muerto y observaba como la obscuridad descendía sobre el. Un fue hasta que la cabina empezó a llenarse de agua cuando se dio cuenta de que estaba vivo. Aun jalando de la palanca de eyección entre sus piernas, Bam-Bam jalo con todo su poder.

"No sé por que lo jale," reconoció después. "Creo que no tenía otra opción." Los carretes tensos se retractaron y el asiento lo lanzo fuera de la cabina sumergida. "Fue el evento más violento que jamas haya experimentado. Solamente me lanzo fuera de ahí. Salí del avión y emergí hasta la superficie del océano como un misil Trident. Cuando ese paracaídas se abrió, agradecí al Buen Señor con todo mi corazón por salvar mi trasero. Soy afortunado por haber sobrevivido."

Cuando el equipo de rescate lo sacaron del agua, él era dos pulgadas más corto y tenia tres vértebras rotas. Parecía ser cierto que su gran carrera de as como piloto de combate había terminado, pero el escuadrón estaba realmente agradecido que Bam-Bam haya salido con vida.


Regrese a mis deberes el 15 de Julio. Mi promoción a Sargento había sido aprobada -junto a la de Josh y Waylan- y el Tte. Carr me había asignado al escuadrón del Jefe Administrativo. Es mi opinión de que hizo eso para sacar de mi mente a Beki. Como el Jefe Administrativo no solamente era responsable de manejar todos los papeles del escuadrón, si que también estaría a cargo del segundo Equipo de Ataque del Escuadrón 1.

Gracias, entre otras cosas, al "Principio del Lápiz Volador de Josh" finalmente había suficientes pilotos para llenar los espacios dejados por Mittchel y White -CPL Ozzie "Wizard" Martin y LCPL Ben "Rash" Hyves. Ellos dos fueron asignados al Equipo del Tte. Sprabary, mientras que Josh y Waylan fueron asignados al mío.

Fue extraño volver a volar en la atmósfera otra vez. Había olvidado sobre los brincos y jalones, la constante fuerza de gravedad aplicada al cuerpo y el peligro de los vuelos de despegue controlado -una condición en la que la computadora de vuelo automáticamente se recuperaría, mientras la nave tuviera suficiente altitud (la cual usualmente no hay al final de un portaaviones). Para mi disgusto, me encontré otra vez peleando contra el demonio de la nausea y me preguntaba si hubiera sido mejor escoger una profesión diferente. En la atmósfera, nosotros podíamos generar mas de nueve G en una vuelta, comparado a casi 2.5 en el espacio, y tomo tiempo formar la tolerancia de uno a cargas de G mayores. Por suerte, pude pasarlo rápidamente, aunque el primer par de días me sentía completamente miserable. "Ellos van a cambiar mi nombre a 'Vomito' si no pongo esto bajo control, pronto," murmuraba una mañana mientras descargaba mi desayuno sobre el elevador de estribor.

Cuando no estabamos volando, pasábamos una considerable cantidad de tiempo en el salón de clases aprendiendo todo lo relacionado con Fisiología de Aviación. El entrenamiento en esta área era increíblemente valiosa, y me encontré que, a pesar de mi condición, mi resistencia a la hipoxia (privación de oxigeno) era muy pobre. Durante nuestros viajes a la cámara de presión, rutinariamente nos llevaban a casi 60,000 pies. Nuestras sesiones en la cámara de presión -la cual es básicamente un tubo del tamaño de un casa-mobil que era despresurizada para simular una alta altitud- fueron diseñadas para alertarnos de los efectos de la hipoxia para que pudiéramos tomar pronta acción correctiva si alguna vez se presentaban en vuelo. Sin mí mascara, yo podía soportar de ocho a diez segundos a una presión de altitud de 45,000 pies, pasando este tiempo, rápidamente perdía los sentidos y la coordinación. Esto era seguido por un sentimiento aplastane de euforia. Los pilotos que han llegado a este estado, experimentan un falso sentido de mareo que es rápidamente seguido por un rápido descenso e impacto con el terreno o mar después de que el piloto ha perdido la conciencia.

Una grabación de la sesión nos revelo mas acerca de los efectos de la hipoxia que cualquier otra cosa que nos haya sido enseñada o leído. A uno de los pilotos de la cámara se le había dado una simple tarea que realizar sin su mascara. Una bola de plástico con perforaciones de varias figuras y piezas que encajaban en ella, le había sido dada al piloto. Su tarea era lograr meter las piezas dentro de la bola por las perforaciones mientras respiraba el oxigeno disponible en el aire que lo rodeaba. Mientras observábamos la cinta, claramente lo veíamos tratar de meter la pieza redonda a través de la perforación cuadrada de la bola de plástico. Fallando en su tarea, soltaba la pieza y trataba de tomar otra. Una vez mas tomo la pieza redonda y trato de meterla por el agujero cuadrado. Nosotros estallamos en risas mientras trataba de encajar la pieza en el agujero cuadrado, después la pieza triangular y otra vez en el espacio cuadrado, golpeando con frustración la pieza contra la bola. Era muy cómico, pero marco un punto muy importante. Cuando le fue preguntado acerca de su comportamiento, el piloto contesto simplemente con una sonrisa, "Lo juro, no recuerdo haber hecho eso."

Afortunadamente, nuestros cazas estaban equipadas -como todas las aeronaves de combate de finales del siglo XX- con el Sistema de Recuperación y Aviso de Proximidad ("Groupwars") diseñado para prevenir accidentes debido a la perdida de conciencia, sea inducido por hipoxia o por fuerza G. La computadora de vuelo a bordo, ejecuta un aviso verbal de que el impacto con la tierra es inminente. Si el piloto no responde y un retraso resultaría en un impacto, la nave ejecuta un jalón para nivelar el vuelo, mientras el piloto inconsciente no este aplicando una fuerza mayor a las ocho libras de presión en la palanca. Como uno puede imaginarse, este sistema difícilmente es a prueba de errores, ya que un piloto inconsciente puede fácilmente e inadvertidamente, aplicar mas que unas escasas ocho libras de fuerza en una palanca de control. Aun así, la Groupwars era mejor que nada y ha salvado mas de unas cuantas vidas.

Antes de nuestro paseo en la cámara de presión, nos dieron permiso de almorzar. El cirujano de vuelo nos aviso de evitar ciertas clases de comida -como pizza. Como se pueden imaginar, todos aquellos programados en "viajar" a la cámara nos dirigimos a la "Pizza Sub Pub". En este lugar uno podía comprar una pizza que era tres veces más grande del tamaño de una pizza de las que se vendían en la ciudad -y diez veces más deliciosa- por cerca de la mitad del precio. Cada rebanada estaba cargada de queso, peperoni y salsa de tomate, y era tan grande que tenia que ser doblada a la mitad para evitar tirar el contenido dentro del plato. Había solamente un problema con esta acción, y nuestro paseo en la cámara de presión nos mostró porque.

Mientras la presión en la cámara era reducida para simular altitud, los gases dentro del cuerpo empezaron a expandir. Cuando esto ocurría, existen dos vías para que escapen los gases, y cuando nos removimos las mascaras al nivel de 40,000 pies, inmediatamente nos dimos cuenta de la ruta que nuestros gases habían tomado. El olor era casi sobre-poderoso y las risas que acompañaron los ruidos que hicimos durante el "ascenso" estallaron en carcajadas histéricas. Cada uno de nosotros nos prometimos que para nuestra próxima sesión de entrenamiento, comeríamos pizza hasta después del paseo a la cámara.


Mientras el SDF-1 permanecía en el océano, nuestras operaciones de vuelo tomaron una característica diferente. Debido a la posición de los portaaviones en el Modo de Ataque del SDF-1, no realizábamos ningún aterrizaje convencional sobre la nave -los "brazos" que estaban conectados a los portaaviones, simplemente no podían ser retirados de la ruta de aproximación, sin afectar la flotación de la fortaleza de batalla. Todos nuestros aterrizajes eran de naturaleza vertical, y aunque esto ocasionaba mas desgaste a nuestras maquinas -y así, acortar su tiempo útil de vida- no teníamos otra opción. Nosotros nos acercábamos a la nave -la cual se veía como una persona sentada en un sillón- desde popa, cambiaríamos a modo Guardián, y luego descendíamos en la cubierta de vuelo. Esta era una increíble experiencia en la noche, cuando las condiciones de combata indicaban que las luces de la nave eran apagadas. En poco tiempo, un piloto tendría que confiar únicamente en los instrumentos y en un juego de luces de posición tenues, para realizar su aterrizaje en la profunda oscuridad de la noche, y las travesuras que esto ocasionaría en el oído interno desafiaban a la imaginación. Sin lugar a dudas, había muchos pilotos -incluyéndome a mí mismo- que le agradecían a Dios, no solamente por la noche lunada ocasional, sino también por el Sistema de Aterrizaje Automatizado (SAA), el cual podía estacionar una Valkyrie sobre la nave, tanto de manera convencional como vertical en cuadrado de dos por dos metros.

Pasamos cinco horas al día en el aire durante nuestro periodo remedial de entrenamiento, practicando el arte del vuelo en formación y del combate aéreo, y aun "disfrutando" unas cuantas misiones BARCAP. Era un trabajo agotador. El vuelo de formación aquí era muy diferente al que había sido en el espacio. Nuestros aviones respondían mejor, aunque menos sensibles, a las señales de control, y era posible volara casi todas las formaciones precisas sin preocuparnos a todo lo concerniente al combustible, que es un factor de vida en operaciones en el vacío. Josh y Waylan eran hombres ala increíbles, cada uno de ellos con una tremenda habilidad, y su habilidad combinada de permanecer pegados a mi ala, hacia que nuestro equipo se viera muy bien cuando realizábamos nuestro rompimiento para entrar al patrón de aterrizaje al Prometeus después de cada salida.

Para el final de la primera semana, tenia confianza en mi habilidad para pelear efectivamente en la atmósfera. Mi sincronía no podría estar mejor, ya que un fanático comandante Zentraedi llamado Khyron tenia una gigantesca sorpresa de bienvenida reservada para nosotros.


Capítulo 20 - Aloha, Khyron

EL intento del Capitán Gloval para convencer a la UEG para permitir desembarcar a los mas de 60,000 civiles de Ciudad Macross habían caído en oídos sordos. Era la opinión de la UEG de que éramos prescindibles. Si el SDF-1 era enviado lejos de la Tierra y distraíamos a las fuerzas Zentraedi lo suficiente para que la UEG formara sus defensas, nuestras muertes serian una ganga. Después de luchar nuestro camino a casa por casi un año contra un enemigo infatigable, esta noticia era una píldora amarga que tragar, y no era el único que se sentía furioso ante la decisión irracional de la UEG.

Estaba sentado en la Oficina de Operaciones Aéreas cuando Waylan llego cooriendo como a ocho millas por minuto, con una sonrisa de oreja a oreja en su cara.

"¿Qué pasa, Waylan?"

"¡¡Jo-jo-jo!! ¡¡Jaaa-ja-ja-ja-ja-ja!! Oh, Dios, esto me esta matando. ¡Iggy acaba de sacarle un susto a medio pueblo! ¡Jaaa-ja-ja-ja-ja!" rugió, doblándose y apretándose el estomago.

"¿Él hizo que?"

La cara de Waylan estaba colorada. "¡Jajaja! ¡Él acaba de tener una pelea y limpio embarro de lodo a la mitad de la gente de Ciudad Macross!"

"¡¿Max?!"

"¡Sí, Max! ¡Jajajaja! Siempre supe que esos lentes eran un disfraz." Y tomo una posición de terror. "'¡¿Qui-Quién eres tu?!'" Entonces parándose en una pose feroz, su voz como de un cañón. "'¡Soy Maxman!' ¡¡¡¡Jajajajajaaaaaa!!!!" se volvió a doblar con mas risas una vez mas, golpeando la barra con su puño.

Yo empecé a reírme de Waylan. Me estaba matando con sus payasadas.

Lo que sí era seguro, Max Sterling, Rick Hunter y cierto personal del RDF estaban disfrutando un buen almuerzo en un restaurante local cuando la noticia corrió a bordo del sistema de transmisión de la nave, que el SDF-1 no tenía permitido desalojar a ningún refugiado civil. No es necesario decir, que después de estar encerrados dentro del SDF-1 por mas de un año, los civiles en el restaurante no recibieron muy bien la información y decidieron ventilar algo de frustración. Sin dudar que la pequeña estatura de Max indicaba un blanco fácil, pero para su sorpresa, él era, de hecho, un peleador altamente capaz.

Las noticias de la pelea, se difundió rápidamente a lo largo de lave, y no paso mucho tiempo antes de que Max Sterling se hubiera ganado otro peldaño en la escalera hacia la inmortalidad.


Con el SDF-1 todavía anclado cerca de la Isla Bird en el Pacifico Sur, nosotros no éramos mas que patos sentados, lo que nos otorgo, al menos, una minima protección. Desgraciadamente, aun una altamente disciplinada fuerza militar como la Zentraedi, estaba sujeta al comodín ocasional, y este comodín estaba asumido en la persona de Khyron Kravshera.

Comandante de la 7ma. División de la elite Flota Botoru, Khyron era de cierta personalidad exótica. Con una lujuria para el combate que caía en fanatismo, había poca, si es que había algo, que se interpusiera en el camino de su búsqueda de gloria -incluyendo la muerte de sus propios hombres. Él era un comandante despiadado, sediento de sangre, como sacado el mismo molde de un general de la Guerra Civil Norteamericana -y más tarde presidente de los Estados Unidos- Ulises S. "El Carnicero" Grant. Grant ganó su sobre nombre durante su marcha sobre Petersburgo en el otoño de 1864, cuando él perdió mas hombres en un periodo de tres semanas que los Confederados perdieron en toda la guerra. La idea de Grant era que su poder numérico podía durar mas que el sur, sin importar cuantas bajas él sufriera -"Tengo mas hombre, solo los siguió enviando hasta que al enemigo se le agoten." Khyron Kravshera no era diferente, y el incluso llegaba a disparar a sus propios soldados en la espalda, si el inadvertidamente se interponía en el camino de una muerte.

Obsesivo, astuto y despiadado, fue este hombre, quien eligió traer su único estilo de ataque hacia la Tierra, para una llamada al hogar en el SDF-1, y no fue un pequeño milagro, el hecho de que todos nosotros hallamos logrado salir de ahí en una pieza.


Acababa de aterrizar sobre el Prometeus después de una misión BARCAP de cuatro horas cuando una llamada de alerta sonó. Estaba cansado y sudoroso, y el motor izquierdo de mi Valkyrie estaba dándome problemas todo el día. Sin contar la turbina que había perdido en mi primera misión, esta era la tercera turbina, en los muchos meses que había tenido problemas y estaba empezando a ser molesto.

"Por mil diablos, Philo, ¿Estas seguro que no hay nada mal o extraño?" le pregunte, señalando con una lampara encendida dentro del panel de acceso.

"No, señor. Todo esta bien desde el trasero hasta la nariz, Sargento. Quizás este un poco pesado en su lado izquierdo, jefe, no sé."

No estaba de buen humor para ser mofado en ese momento. "Maldición, Rorbough, quiero esta maldita cosa arreglada, ¡ahora! ¿Me has escuchado? Estoy cansado de estar escarbando esta mugre maquina. ¡ARRÉGLALO!" dije, saliendo a la sala de preparación para saber que estaba pasando.

"Si, Sarg," lo escuché decir, con un tono herido en su voz.

Me encontré a Waylan y a Josh en la puerta. Intercambiamos miradas cuando entramos y vimos al Tte. Carr esperándonos por algo, impacientemente.

"Caballeros, espero que hayan disfrutado sus vacaciones, porque acaban de ser canceladas," dijo, golpeando un mapa mural con una vara indicadora. "Acabamos de localizar en el radar a una nave, realizando un descenso dentro de la atmósfera, y sé esta dirigiendo directamente sobre nosotros. Nosotros somos la interferencia desde el punto de vista de Isla Bird, así que ustedes saben lo que esto significa. Como se ve, creemos que esta nave tocara tierra cerca de aquí, posiblemente como una área estacionaria para hundirnos. No estamos seguros." Nos miro a nosotros con una ferocidad intensa. "¿Alguna pregunta?"

Nos quedamos en silencio.

"Muy bien señores. Buena suerte. Buena caza. Botón cinco será dos-tres-cero punto cinco-cero, sus bloques de tiempo serán uno-ocho-tres-cero y cuatro-cero. Buena suerte."

Los bloques de tiempo son los tiempos de instrumento en despegues y llegadas para dirigir a los cazas dentro y fuera de un patrón de instrumentos. En este caso íbamos entrar al Patrón Marshall a las 1830 y descenderíamos de Plataforma a las 1840, escalonados en intervalos de dos minutos. Seria después de anochecer cuando realizáramos nuestros aterrizajes, y probablemente habría muchísima confusión, así que cumplir con nuestros bloques de tiempo serian esenciales para asegurar que la operación de recuperación se realizara sin ningun contratiempo.

Me dirigí a mi casillero y revise todo mi equipo de vuelo: cuchillos, pistolas, bengalas, balsa inflable, marcadores, etc. La mayoría de los pilotos no se molestan con la mitad del equipo que les era dado. Era voluminoso e incomodo, y cuando generabas Gs, hacían del peso, algo mas que el piloto deseara. Aquí en la atmósfera, era posible sostener jalones de nueve o más Gs -comparado con un máximo de cuatro o cinco en el espacio- así que cada onza que uno pudiera trasquilar le ahorrarían nueve en una vuelta brusca. Existía una buena posibilidad de que terminara mojado, junto a un buen numero de pilotos, y podría pasar un buen rato antes de que un helicoptero "Sargento del Mar" de rescate pudiera arrancarme del agua. En corto tiempo, no le daba mucha importancia al peso, mi única preocupación era mantenerme caliente y seco.

Carge toda el barril en mi pistola de respaldo -una Bereta Modelo 96, calibre .40 semiautomática de acero inoxidable, italiana. Había sido un regalo de mi padre, y la consideraba una de las más finas armas de fuego que hayan sido fabricadas. Mientras examinaba las finas líneas de la culata, me di cuenta que podría estar usándola entes de que el día terminara. Estaría enfermo de permitir a un Zentraedi capturarme vivo. Lo que no hubieran podido sacas de Max Sterling y compañía, sin lugar a dudas, intentarían sacarlo de quien capturaran después, y yo no quería que ese fuera yo.

Deslizando mi pistola dentro de su funda, cerré mi casillero y me salí de la sala hacia mi caza, Josh y Waylan siguiéndome de cerca.


Despues de pasar por la miríada de cosas que cada piloto de combate debe hacer antes de despegar hacia el cielo azul, dije una rápida oración y mire una fotografía de Rebeca en mi panel de instrumentos. Sentí un pequeño dolor al ver su mirada. Me preguntaba si ella sabia cuanto la amaba y cuanto la extrañaba. Deseaba tanto que ella lo supiera.

"Sand Pebble Dos, en línea, Botón Cuatro".

"Tres, en línea, Botón Cuatro."

Los anuncios oportunos de Waylan y Josh me despertaron de mi reverencia. "Sand Pebble Uno en línea, Botón Cuatro. Sand Pebbles ilumina mi fuego," dije a través del micrófono de mi casco.

Asegure los arrancadores y observe como mi turbina numero dos encendía y se estabilizaba. El numero uno continuo en un ciclo de inicio, pero no encendió. Estaba molesto.

"¡Maldito pedazo de chatarra!" sisee, golpeando con mi puño contra el botón de inicio. Para mi sorpresa, el numero uno empezó a encender y finalmente se estabilizo. "Mendigo suertudo," murmure a mí mismo. "¿Quién lo hubiera pensado?"

Mientras el estruendo en la bahía del hangar empezaba con un crescendo, recorrí todas mis revisiones antes de despegar y voltee hacia mis dos alas. Cada uno hizo la señal del pulgar y con eso cerré mi cabina y mire a Philo. A su orden, salí de las cuñas hacia el elevador de estribor. Intercambiamos saludos y me pregunte si no había actuado demasiado pronto al tratarlo tan severamente. Las turbinas de fusión que alimentaban el Valkyrie eran notables al ser difíciles de arrancar (y mantener una reacción de fusión activa, siempre era algo difícil de hacer, como se evidenciaba en los accidentes de White y Mitchell) así que realmente no podía culpar a Philo. Él era un buen capitán de vuelo, y no podía haber pedido uno mejor. Tenia que asegurarme en disculparme con él cuando regresara a la nave.

Nos colocamos detrás de las cuatro catapultas y recorrí otra letanía de revisiones. Registre la nueva frecuencia del botón cinco y la di de alta en mi panel de comunicaciones. Era una buena idea que la haya recordado, de otra manera, hubiera estado sin comunicaciones de radio cuando saliera del área del SDF-1.

El Valkyrie delante de mí fue lanzado de la catapulta y era hora de jalar los seguros de las cartucheras de mis misiles. Coloque mis manos en el panel mientras los armadores retiraban los seguros de mis doce Stiletto-A y ocho Stiletos-B montados. Si íbamos a terminar en una pelea, necesitaríamos de toda el armamento que pudiéramos cargar, porque regresar a la nave para rearmarnos iba a ser un infierno.

Mostre mi tabla de peso al Oficial de la Catapulta y fui colocado en una lanzadera. Moví el acelerador hasta generar velocidad y sentí a mi Valkyrie sacudirse contra la lanzadora, con una fuerza de mas de 70,000 libras de empuje que era desatada en el posterior de mi caza. Ahora estaba en tensión con nada, excepto por la catapulta que prevenía a mi Valkyrie dejar la cubierta.

Una mirada al Oficial de la Catapulta y una señal del pulgar. Cabeza junto a la cabecera, un rápido saludo, y ¡BANG! Estaba hundido a fuerzas en mi asiento, mientras la catapulta me lanzaba fuera de la cubierta del Prometeus. Jale mi palanca hacia atrás, mientras mi Valkyrie se clavaba hacia el agua, y veía el Indicador de Velocidad Vertical (VSI) mientras registraba un radio de ascenso positivo. Una mirada al indicador de velocidad en el HUD, me mostró como aceleraba hasta los 165 nudos. Tren de aterrizaje arriba, 180 nudos. Derecho me elevaba, todavía acelerando, el portaaviones y el SDF-1 encogiéndose lentamente en mis retrovisores. Voltee hacia la derecha y vi el horizonte, ahora en paralelo con mi torso, como si fuera una extensión del respaldo de mi asiento de eyección.

Una mirada a la velocidad aérea en el HUD me mostró 450 nudos, el altímetro ascendiendo a los 10,000 pies. Liberando el acelerador, gire mi caza hacia la derecha para una media vuela y después jale lentamente la palanca hacia atrás. El océano lleno mi cabina, mientras jalaba mi nariz hacia el horizonte, llame a mi equipo para cambiar frecuencias.

"Sand Pebbles, Botón Cinco."

"Dos."

"Tres."

Voltee por encima y mire sobre mi hombro. El Valkyrie de Waylan se estaba acercándose lentamente desde la izquierda, mientras se colocaba en posición, justamente arriba y a la izquierda de mí, cambie mi vista hacia la derecha. El caza de Josh tembló ligeramente, justamente encima de mi ala a estribor.

"Muy bien, caballeros, hora de ir de caza. Vamos a la izquierda, a cero-nueve-cero."

Giramos a la izquierda y nos dirigimos hacia nuestra área de patrulla. Con una extraña sensación de intensidad guardada, busque en el hermoso cielo azul mientras el director de vuelo nos informaba la posición de la nave enemiga.

"Noventa y nueve, despeguen, contacto fuera del Ojo de Toro en tres-tres-cero, 595 millas. Saliendo de Angeles uno-dos-cero, estén alertas."

Ojo de Toro era el nombre clave del SDF-1, y el mensaje me indicó que el punto de contacto estaba más cercano de lo que había creído. Mirando hacia la izquierda de la nariz de mi caza, observe la Isla Bird, y mi sector asignado para patrullar. Si los chicos malos habían decidido enviar una fuerza de asalto aquí, seria nuestro trabajo detenerlos. Reí ante el pensamiento. Ibamos a estar sobre pasados de 2000 a 1, así como se veía. ¿Qué diablos estabamos pensando?

Mientras la línea de la playa cruzaba debajo de mi caza, desvaríe en un corto sueño. ¿Qué bello seria solamente extender una silla y meter mis pies en la arena, debajo de un cocotero?

Apenas me había permitido este pensamiento, cuando una serie de luces encendieron el pacífico terreno isleño. Una docena de ráfagas de humo salieron disparadas de uno de los numerosos valles montañosos de la isla. En unos cuantos segundos estaban estallando a nuestra altitud y zumbando a un radio increíble.

"¡Maldicion! Gracias por los mendigos avisos," musite dentro de mi casco.

La Base de Misiles Balísticos de Isla Bird, disparo todo lo que tenia hacia lo que se estaba acercando a nosotros. Treinta segundos después, el cielo se ilumino como el sol de mediodía mientras los misiles golpeaban su blanco. Pero no hicieron absolutamente nada -las ojivas convencionales de los misiles, golpearon sin dañar la gruesa armadura de la nave enemiga.

Mientras escuchaba, uno de los otros escuadrones, realizaron un ataque a la gigantesca nave, pero solo fueron ligeramente más efectivos que los misiles de Isla Bird. En 90 segundos, el enemigo había pasado a través de las tres líneas defensivas y la situación se volvió rápidamente de desfavorable a critica. Nuestro escuadrón hermano, el VF-131, había sido traído de la estación en Isla Bird y llamado para ayudar al SDF-1. Mientras rompían formación, inteligentemente en dirección de la nave, yo maldije, deseando que los controladores hubieran llamado a mi escuadrón.

La pantalla del radar de mi Sistema Electrónico Militar empezó a desplegar un cono amarillo a las 11 en punto, mientras el Receptor de Avisos de Radar (RWR) detectaba un radar enemigo. Estabamos todavía en la orilla externa del rango de este radar, lo que nos dio tiempo para actuar antes de que nos detectara. "Sand Pebbles, Busquen radar, 11 en punto." Encendí el sistema de interferencia de radar y el cono desapareció. Estabamos invisibles -por el momento.

Continue escuchando intensamente ante la batalla que se desarrollaba por el radio, hasta que un sonido zumbido y una luz de aviso rojo, llamo mi atención. "FUEGO" mandaron. Con una sonrisa, coloque mi impulsor izquierdo en punto muerto. "Bien, esto es lo que pasa cuando las cosas son construidas basándose en la apuesta mas baja," murmure a mí mismo.

"Equipo Sand Pebble, Sand Pebble Uno. Tengo una luz de aviso de ataque," indique sobre la red.

No era poco común para el Valkyrie, estar dando luces de falsas alarmas, y noventa y nueve de cien veces eran infundadas. De todos modos, el piloto que ignoraba ese aviso, se encontraba que era el verdadero y lo convertía en un riesgo y muy a menudo se encontraba su asiento mojado -después de brincar de susto.

Los indicadores de mí maquina empezaron a retroceder salvajemente. "Jesús," volví a murmurar. Este parecía que no era uno de esos noventa y nueve. Un momento después sentí una sacudida y un temblor, seguido por un estallido sonoro.

"Jefe, estas bajo fuego," Josh me indico sobre la red, tan calmado como se atrevió.

"¡Maldita sea!" Grite dentro de mí mascara y jale mi "Pocket Rocket" (una lista abreviada de procedimientos de emergencia que rápidamente se podía uno referir cuando las cosas salían mal) y empece a recorrer la lista en busca de fuego en los motores. En mi espejo izquierdo vi un pequeño rastro de humo negro saliendo detrás de mí. "¡Que pedazo de porquería!"

"Noventa y Nueve Aguilas Rápidas, este es Control. Regresen a la base, señal cafe," esta era el controlador líder del SDF-1 indicándonos que regresáramos a la nave con nuestras armas calientes -nos acababa de ordenar que atacáramos.

"Mandalos todos al infierno," maldije otra vez. "Debí haberme quedado en mi cama, esta mañana."

Vi a mí alrededor y observe a varios grupos de cazas dirigiéndose hacia la nace. "Sand Pebbles, síganme," dije, volteando mi caza y jalando como cinco Gs para colocarnos en dirección hacia la nave. El rastro de humo todavía estaba conmigo, pero todos mis instrumentos me mostraron que el fuego se había extendido. No sabia que más hacer y ore que solo era el aislante lo que se estaba quemando allá atrás. Un reactor no es un buen lugar para tener un fuego, el primer vuelo de Max lo había demostrado, no hacia mucho tiempo.

A unas 35 millas, estabamos descendiendo a 6,000 pies. Le recomendé a Josh y Waylan para que se mantuvieran juntos y que no se preocuparan por mí si las cosas se volvían pesadas. "Tengo que mantener mi velocidad, chicos. No estoy bien para cualquier cosa hoy. Si se pone duro, rompan filas y ya me las arreglare.

La habilidad para mantener vueltas a altas velocidades y maniobras verticales esta directamente relacionada a la cantidad de "energía" que el caza tiene. La suma de energía kinética (velocidad) y energía potencial (altitud) disponible en un particular momento, es el factor mas critico en el combate aéreo. Un caza bajo en energía es altamente vulnerable al ataque de una nave enemiga con una mayor cantidad de la misma energía. Vueltas, maniobras verticales y tácticas evasivas -entre otras cosas- rápidamente consumen energía, la cual debe ser obtenida acelerando. Las naves con un alto radio empuje-peso pueden mantener energía mas fácilmente mientras maniobran y acelerar mas rápidamente cuando no lo están haciendo. Con solamente una turbina operando, mi habilidad para ganar y mantener energía estaba disminuida a la mitad y quería asegurarme que mis hombres ala habían entendido esto.

Mi RWR se volvió amarillo una vez mas, mientras un radar enemigo volvía a localizarme una vez más. Una mirada al panel, me indicó un simple radar, 55 millas mas adelante y acercándose. Uno de los problemas con las contra medidas, es que ellos también pueden ser medidos. El radar enemigo había vencido mis esfuerzos para engañarlo, y estaba trabajando duro para localizarnos a los tres. Encendí mi radar de señalización y la pantalla se encendió con una docena de posibles contactos. Ahora era un juego de ajedrez, donde ambos lados sabían cuantas piezas quedaban sobre el tablero, y el primer movimiento seria determinado sobre que misiles estuvieran en rango de alcance primero.

Mientras la distancia hacia la nave se reducía rápidamente, mi radar empezó a ordenar y dar prioridad a mis blancos basándose en mis tiempos de contacto. Una fuerza de Raulon'ves -también conocidos como "Dardos" debido a su forma y a la función para la que servían cuando sé clavaban a sí mismos en el suelo (después de recibir unos cuantos tiros bien colocados de 55mm, por supuesto)- se estaban dirigiendo hacia nosotros, sin dudar en proveer protección aérea para una fuerza de asalto, cuyo destino era Isla Bird (o quizás, retirar nuestros intentos en asistir al SDF-1). Presionando un botón en la palanca, coloque los misiles para que dispararan en grupos de cuatro e hice una revisión final a mis sistemas y controles. Me retorci en mi asiento, anticipando la inminente batalla campal -nuestro trabajo esta esperando por nosotros.

Los misiles se aseguraron con un rugido. Era hora de salir a trabajar. "Muy bien muchachos, la pelea esta encendida. ¡Vamos por ellos!" llame, disparando una granizada de misiles mientras una ola de cazas se acercaba a mi. Los Stilletos salieron disparados majestuosamente, estelas onduladas de humo blanco detrás de ellos. En cuestión de segundos, el horizonte, delante de mí, se ilumino con explosiones llenas de humo cuando los misiles encontraron sus blancos y detonaron. La estela de señales en mi HUD cambiaron a otros blancos, y dispare otra ráfaga de Stilletos. Mientras los misiles surgían adelante, mi sistema de detección infrarrojo se ilumino como una candela romana. El tono en mi casco me alertó de la presencia de un grupo de misiles dirigidos con detectores de calor, y la computadora concluyo -con el 98% de probabilidad- que estaban siguiendo mi caza.

"¡Sand Pebbles, Rompan Filas!" grite sobre mí mascara.

Waylan volteo su caza rápidamente hacia la izquierda, mientras Josh ascendía en vertical y yo giraba mi caza hacia la derecha en una vuelta de ocho G. La vejiga de mi traje antigravedad se inflo, mientras las fuerzas de gravedad me hundían profundamente en mi asiento, de ahí pase a mi "Manejador de Tensión de Energía." "¡Juuuuuu-ku! ¡Juuuuuu-ku!" Al tensar todos los músculos del cuerpo y al forzar la pronunciación de la palabra "Juk" mientras se acentuaba la K, era posible prevenir la consiguiente Perdida de Conciencia inducida por Fuerza de Gravedad (GLOC) y mantener altos niveles de G por largos periodos de tiempo.

El GLOC siempre es un peligro para un piloto de combate. Cuando un piloto genera Gs, la sangre de su cuerpo quiere juntarse en sus pies, reduciendo el numero de glóbulos rojos -y de ahí, el oxigeno que cargan- que llegan al cerebro. Dependiendo de la severidad y la duración de la Fuerza G, un piloto usualmente sufriría perdida de vista a las tres o cuatro Gs, visión de túnel o desmayo a los cinco Gs y la inconsciencia a los seis Gs, cuando la presión sanguínea en el cerebro cae a cero. A la inconsciencia le toma 15 segundos para despertarse y 45 segundos para volver a obtener las completas funciones mentales y físicas. Esta es una mala situación en la que uno pudiera encontrarse durante una batalla, cuando los efectos del GLOC llegan debido a un giro o vuelta, pensando en el adversario que va a un blanco mortal de un G. Con la ayuda de un traje antigravedad (el cual solamente proporciona una protección máxima de uno a un y medio G) y la maniobra de tensión de energía, el piloto usualmente puede soportar hasta nueve y aun diez Gs por un apreciable periodo de tiempo sin tomar una siesta, y eso era lo que estaba haciendo cuando intente evadir los misiles que se dirigían a mi.

Despues de un cambio de dirección de 120 grados, cambie mi giro hacia la izquierda y libere un programa de bengalas para distraer los buscadores infrarrojos de los misiles que estaban detrás de mí. Casi inmediatamente, el tono infrarrojo se apago en mi casco y los misiles siguieron a las bengalas, detonando sin daños en el cielo humedo del Pacifico. Un enjambre de Raulon'ves aparecieron sobre mi cabina, dirigiéndose en la dirección opuesta en persecución del Valkyrie de Josh. Continúe dando media vuelta a la izquierda, tratando desesperadamente de conectar un disparo de misil antes de que ellos pudieran disparar a mi hombre ala. Girando y saliendo de la vuelta me encontré a mí mismo en la "montura" directamente debajo y detrás de dos naves Zentraedi, mientras ellas se lanzaban sobre el Valkyrie de Josh. Con un poco de presión hacia atrás en la palanca, eleve la nariz treinta grados y coloque la mira directamente hacia las naves alienígenas. Con dos tiros del gatillo, un par de Stilletos surgieron hacia adelante, golpearon sin error y volaron los Battlepods en pedazos con explosiones cortas en forma de palomitas de maíz.

"Sand Pebble Dos, tu trasero esta libre," llame.

"Correcto. Gracias."

El HUD me indicó que mi velocidad había caído debajo de los 300 nudos, un pecado moral en el combate aéreo -especialmente cuando uno esta operando con una turbina- y me di cuenta de que no tenia suficiente energía para evadir otro ataque de misiles. Tenia que volver a obtener velocidad y rápido. Girando e invertido, jale hacia atrás la palanca y me clave hacia el océano. Salí del área de combate y espere que mi velocidad alcanzara los 450 nudos antes de voltear mi curso hacia el combate que acababa de hacer erupción.

Waylan estaba enfrentado en una pelea arremolinante que abarcaba desde el océano hasta mi altitud. Un nido de avispas cargado de Raulon'ves plagado alrededor de su Battloid mientras él brincaba de atrás y hacia delante, disparando a los Battlepods a diestra y siniestra. Apunte cuatro de los Battlepods cerca del punto medio del enjambre y dispare. Mientras los misiles hacían contacto, hacían que salieran de la batalla los cazas cercanos a las explosiones y escaparon en todas direcciones.

"Don, tu posterior esta limpio," dije mientras pasaba rápido junto al Battloid de Waylan.

"Gracias por la ayuda, Yah," me llamo por el radio.

"Ya sabes. Fuera. Sand Pebble Tres desde Uno, ¿Dónde estas?" dije, mirando sobre mi hombro derecho. Una nave de combate se acababa de plantar en la "montura" detrás de mí. Girando para estar invertido, jale la palanca y me dirigí hacia el Veritech de Waylan.

"Uh, Sand Pebble Tres esta aproximadamente cinco millas al oeste de la isla. Tengo una docena de ellos rodeados por aquí, si alguien quiere ayudar, fuera," llamo.

No pude mas que sonreír, todavía concentrado en el Battlepod que se había pegado a mi trasero. Realice varios reversibles, esperando que el radio de giros superior de mi Valkyrie pudiera forzar al Battlepod a pasarme. No tenia la energía para voltearme hacia el Raulon've y se mantenía pegado a mi ante cada giro que realizaba, mientras intentaba maniobrar hacia donde Waylan había estado. Mis maniobras habían causado al Battlepod a que perdiera terreno, pero no lo suficientemente rápido para mi comodidad.

"Donis, ¡Haz que este bastardo se retire!" dije impacientemente.

"Lo tengo. No se mueva líder" dijo sin aliento.

Mientras pasaba sobre el Valkyrie de Waylan, hice que mi caza girara violentamente hacia la izquierda para acomodarle el tiro. Todavía en modo Battloid, Waylan lo apunto con su GU-11 e hizo estallar a la nave.

"Gracias Don," dije.

"Ya sabe jefe."

"Reunete conmigo cuando puedas," le dije.

"Voy para allá."

Todavia en la vuelta a la izquierda, circule mientras veía al Valkyrie de Waylan cambiaba a modo Caza y se colocaba en mi ala de babor. Una vez mas la pelea en nuestro punto se había dispersado y sin lugar a dudas Josh agradecería cualquier ayuda que hubiera.

"Husky, aguanta, estamos en camino."

"Correcto," gruño.

Una de las cosas interesantes que siempre pasaban en medio de una batalla campal, era que las voces de los pilotos subían como dos octavas. Este fenómeno era evidente a cualquiera que estuviera escuchando las comunicaciones entre el Sand Pebbles este día. Las probabilidades estaban en contra nuestra y lo sabíamos, y este conocimiento se traducía a través del tono chillon de nuestras comunicaciones por radio.

Mientras entraba en el área, donde Josh estaba enfrentando su combate, vi su caza pasar rápidamente, enfrente de mi nariz de derecha a izquierda. Volteando a la derecha, me coloque detrás de él, un poco debajo y a la izquierda. Waylan siguió el curso en el lado derecho, y juntos cuidamos el trasero de Josh mientras él hacia la limpieza con un grupo de Raulon'ves que estaban escapando cuando llegamos.

"¡Clavalo, Husky! Apúrate," dije impacientemente, refiriéndome al ultimo miembro sobreviviente del grupo. Era seguro que había mas de ellos dirigiéndose para acá para apoyar a su camarada, y no quería estar en un curso tan predecible.

"Aguanten. Estoy sobre de él," dijo, siguiendo al Raulon've mientras este brincaba frenéticamente de lado a lado.

Volamos atrás y adelante, siguiendo al único dardo sobreviviente, volando alrededor -arriba en una ala, luego la otra- mientras Josh lentamente ganaba ventaja sobre su adversario. Repentinamente, mi RWR se volvió loco y una rápida mirada a mi espejo me mostró que otro Raulon've estaba en la "montura" detrás de mí. Negligentemente había fallado en revisar a las seis -error fatal numero dos- y él estaba ahí.

Pise los tableros (frenos de aire) y voltee mi caza hacia la izquierda con un pisotón en el pedal izquierdo. Sin alas, debería de existir un limite de que tan lento podía volar un Raulon've y la maniobra lo forzaría a pasarme. El piloto alienígena giro a la izquierda y lo seguí en una espiral descendente hacia el océano color azul cobalto que se encontraba debajo. Cambiando energía por posición, jale la mira hasta la nave, después de jalar siete Gs y dispare. Las cargas de mi primer ráfaga pasaron enfrente del caza alienígena, pero mi segunda ráfaga hizo contacto. El Battlepod se partió en dos pedazos, zambullendose en picada dentro de las olas y exploto, un pilar de humo negro emergió del agua, la única señal de su existencia.

Rode la palanca y la jale, gruñendo ante las fuerzas de empuje que trataban de aplastarme. Mientras miraba sobre mi hombro derecho escuche un estruendo moliendo metal y sentí como mi caza se jaloneaba hacia la izquierda. Cambiando mi mirada hacia atrás a la izquierda vi una estela de humo, lejana en el espejo. EL rastro de humo descendió elegantemente hacia el océano y desapareció. Entonces me di cuenta de que me costaba muchisimo trabajo controlar mi caza y que mirando hacia la izquierda, vi que la mitad de mi ala se había ido.

"¡Rayos!" exclame mientras mi caza giraba invertido. Acababa de chocar con una nave enemiga y por algún milagro había salido de esta, todavía volando. Mi caza se mecía y sacudia mientras la computadora intentaba mantener algún semblante del nivel de vuelo e hice una llamada a mis hombres.

"Equipo Sand Pebble, este es Sand Pebble Uno. Tengo una emergencia, una milla al suroeste de Isla Bird. Esto a uno-uno-cero grados del Ojo de Toro a tres-punto-dos. Reúnanse conmigo a su discreción, cambio."

"Sand Pebble Uno desde Tres, estamos en el camino," contesto Josh.

Mientras mi Valkyrie zigzagueaba hacia delante en el sol del atardecer, Josh y Waylan se formaron junto a mi caza y nos dirigimos hacia el SDF-1. La nave estaba llamando por refuerzos para repeler un segundo ataque Zentraedi, pero era poco lo que podía hacer uno con una turbina y media ala faltante. Pero lo que paso, los refuerzos no eran necesarios, la segunda ola de ataque Zentraedi resultó ser una fuerza de protección para cuidar la retirada de la fuerza inicial de ataque. Todos dimos una oración de agradecimiento de que los Zentraedi se hayan retirado. Ellos estuvieron terriblemente cerca de clavarnos esta vez.

Mientras entrábamos al patrón Marshall para el Prometeus, verifique mi situación. No había muchas oportunidades de subir a bordo de la nave hoy. El empuje asimétrico al cambiar a Guardián seria demasiado para dejarlo que lo manejara la computadora de vuelo y aun si pudiera, la maquina no se mantendría en su lugar por mucho tiempo. Aun así, tendría que intentarlo.

"Sand Pebbles sepárense un poco. Voy a tratar de cambiar a Guardián con esta nave."

"Correcto."

"Correcto."

Cargado de un sentimiento de aprehensión, moví la palanca de configuración a "G" y mi nave giro a invertido violentamente, golpeando mi cabeza contra la cabina. El libro dice que si cambias configuración y algo malo pasa, deberías considerar mover las cosas a como estaban antes de que tú las arruinaras. No es necesario decir que moví la palanca a "F" y decidí que tenia que tomar otra decisión. Cuando volví a obtener altura de vuelo, el altímetro me indico que había perdido casi tres mil pies durante los cambios de configuración y me agradecí por intentar estas cosas a altas altitudes en vez de hacerlas sobre la nave. Haber hecho lo ultimo me hubiera matado.

Una mirada el reloj en el panel de instrumentos nos mostró que nuestro bloque de tiempo estaba empezando y que era hora de empezar a descender. "Muy bien muchachos, suban a bordo. Si ellos tienen que venir a pescarme mas tarde no quiero mantenerlos aquí," dije con una sonrisa.

"Correcto. Buena surte Jake," dijo Josh.

Prendi mis luces a mis hombres y observe como descendían hacia la oscuridad hacia la plataforma. Mis oportunidades de tener que nadar se incrementaron substancialmente y temía que seria una noche larga y húmeda.



por Jason W. Smith
Julio 1995

traducción Gerardo Campos De León
Julio 1998

Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith

(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)

Basado en los personajes y situaciones de
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Última Fecha de Revisión: 17 de Enero de 1999