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Parte VI: Todos en Formación, Equipo Listo

Capítulo 29 - La Corte Marcial del Motín del Sand Pebble

Estando en el calabozo tenia una pequeña ventaja -me fue posible terminar de leer "Samurai". El comando de mi escuadrón estaba ahora en manos de mi Segundo Equipo de Ataque, Cabo Ozzie "Wizard" Martin. Por tres días pase mi tiempo confinado en mi cuarto, preguntándome que destino me esperaba. Una audición disciplinaria -conocida como "Mástil del Capitán" en la rama naval- estaba programada para considerar los cargos de insubordinación contra el enemigo. Maistroff quería mi trasero y estaba seguro que lo iba a tener.

Era inevitable que mi carrera como piloto de combate llegaría a un final ignominioso. La única cosa que estaba sin decidirse era si terminase o no en rellenar botes de basura o encarar, con los ojos vendados, la punta de un cañón de fusil. Lo ultimo era ridículamente improbable, pero cosas raras han pasado en guerra -y esta era la madre de todas las guerras.

En el día de la audiencia de la corte marcial, me levante y vestí mi mejor uniforme. La noche previa me la pase acostado y despierto, mirando fijamente el cielo mientras ensayaba el discurso que le daría a los miembros del jurado. Me di cuenta que era un ejercicio inútil -nunca antes en mi vida había dicho algo de la manera que había practicado- pero continuaba adelante, de todos modos, en la regadera, cepillándome los dientes, abotonando mi camisa.

Un golpe en la puerta me indicó que era hora de partir. Mientras pasaba por el espejo, revise mi uniforme por ultima vez y me dirigí hacia la puerta. Un par de Marinos armado estaban en guardia, a ambos lados de la escotilla.

"Por este camino, señor," dijo uno de ellos.

"Conozco el camino, Cabo. Gracias," chasquee antes de dirigirme hacia el corredor, los marinos siguiendo un paso detrás de mí.

Recorrimos todo el camino hasta la cámara de audiencias, donde me encontré a Waylan y a Josh.

"Está es muchachos," indique. "Ya no hay vuelta de hoja."

"Nosotros no lo aceptábamos de otra manera, Jake."

"Pues no parece que tengamos otra opción," indique.

Los tres marchamos dentro de la cámara de audiencias y chasqueamos la atención enfrente de la mesa larga y redonda, donde un gran numero de oficiales de alto rango estaban sentados.

"Declaren sus nombres para el registro," vino una voz profunda e irreconocible.

"Tercer Teniente Jeffrey Dale Framton, RDFN, reportándose como se le ordeno."

"Primer Sargento Joshua Neal Kauffman, reportándose como se le ordeno."

"Primer Sargento Waylan James Green, reportándose como se le ordeno."

El Coronel Maistroff, resplandeciente en su completo uniforme, se paro y se dirigió a los tres de nosotros. "Estamos aquí, para considerar los cargos hechos a estos hombres ante esta audiencia. Insubordinación en contra del enemigo, negativa evidente de obedecer las ordenes legales de un oficial superior..." Mientras él continuaba, mi mente empezó a desvariar. El no era tan alto como me lo imaginaba y sus palabras rápidamente se perdieron dentro de mí. En resumen, él declaró todos los cargos y nos pregunto si teníamos algo que decir.

Nunca fui de los que se quedaban callados, me pare hacia adelante para hablar, jalando el abrigo de mi uniforme nerviosamente, en un intento desesperado de mantenerme en calma. "Señores. ¿Puedo tomar esta oportunidad de hablar libremente?"

"Usted puede hablar libremente, Teniente," dijo el Cor. Maistroff.

"Gracias, señor," dije, entonces, aclarando mi garganta, continué. "Por los últimos siete meses he tenido el privilegio de dirigir a estos dos buenos pilotos de caza -entre otros- en el combate y el rendimiento de mis pilotos bajo mi mando habla por sí mismo, casi sin ambigüedad. Hemos volado los unos junto a los otros por mucho tiempo y esto ha servido para afilarnos como un instrumento fino. Hemos aprendido a predecir nuestras acciones y pensamientos, a leer el tono de nuestras voces, a conocer exactamente lo que esta pensando el otro."

"Estos hombres son leales y esmerados, cualidades que cualquier líder desearía de sus subordinados. Ellos me han seguido sin preguntas, titubeos o reservas, a través del cielo y espacio más mortífero que ningún humano jamás se haya atrevido pisar. Esta lealtad no fue ganada a la ligera, sino más bien, ganada bajo el calor de la batalla -un calor que nos ha forjado como el acero en una arma. Mi equipo es una arma, y una mejor no podrá ser encontrada a bordo de esta nave."

"La idea detrás de la organización de un escuadrón de combate es maximizar su eficiencia y cohesión a través del trabajo en equipo, cooperación y apoyo mutuo. La arbitraria y altamente sospechosa decisión de separar a mi equipo -a pesar de las objeciones de mi comandante de ala aérea, líder de escuadrón y de mí mismo- queda en la razón de existir de un escuadrón de combate naval.

"Nosotros no nos estamos rehusando a pelear. Sólo vean el número de salidas o de naves enemigas destruidas, si es que dudan de nuestra voluntad de hacerlo. Ningún miembro de este equipo ha abortado. Hemos volado misiones cuando nuestras naves no estaban en las mejores condiciones -con radares inoperantes, maquinas en mal estados, misiles que se rehusaban a disparar. Si hemos carecido de la voluntad de pelear, nosotros hubiéramos abortado en cada una de esas ocasiones -pero no lo hicimos. Y sugerir que estas dos personas se han desempeñado de cualquier manera, menos brillante, es un insulto. No existe en ningún lado un par tan fino de pilotos, en cualquier nave, en cualquier milicia. ¡¡Cómo se atreve esta audiencia a insinuar que estos dos pilotos no desean pelear!!" Yo grite, señalando a mis dos hombres ala. Algunos miembros de la audiencia se reacomodaron incómodamente en sus asientos ante mi comentario. "Hemos arriesgado nuestro pellejo -hemos arriesgado nuestras vidas- mientras muchos de los miembros de esta audiencia permanecían parados y seguros en los confines de sus cuartos o en el puente del SDF- 1."

"Tte. Framton, debo advertirle que se esta pasando del limite al desprestigiar esta audiencia," interrumpió el Cor. Maistroff. "Los cargos a los que se enfrena son gravemente serios, Teniente."

"Estos cargos son fraudulentos, señor, y usted lo sabe. Nosotros estamos mas que listos para pelear. Lo único que pedimos es que se nos permita volar juntos. Estos cargos carecen de fundamento y no son necesarios, sino fueran por la intromisión de ciertos oficiales, dizque llamados superiores."

"Teniente, cuide su lengua."

"No voy a cuidar mi lengua, señor. ¿Cuántas misiones ha usted volado, Cor. Maistroff? Cero. ¡Usted nunca ha volado una misión de combate y aun así se atreve a decirnos como hacer nuestros trabajos!"

"Esto es suficiente, Teniente. Su trabajo es obedecer las legitimas ordenes de sus superiores, no importa que ilógicas puedan parecer," dijo.

"¡Estos son mis hombres, señor, no suyos y tengo la responsabilidad de protegerlos de las periódicas y ridículas decisiones enviadas por mis superiores!"

"¡No tolerare mas esto, Teniente!"

"¡Esta corte marcial es un fraude! ¡Estos cargos no tienen fundamento! ¡Sus ordenes no están justificadas!"

"¡SUFICIENTE!" rugió Maistroff, golpeando su puño sobre la mesa mientras se levantaba de la silla. "¡NO TOLERARE MAS DE ESTO! ¡Cabo, retire a este hombre de esta habitación, inmediatamente!"

"Sí, señor."

"¿Qué clase de líder sé rehusa a darles tiempo libre después de un año de combate, sin parar?" demandé, apuntando a Maistroff. Ahora si estaba enfadado y me di cuenta que lo que dijera no importaba. "¡Sus ordenes son arbitrarias e innecesarias! ¡Usted no tiene credibilidad, Maistroff! ¡Estos hombres son mi responsabilidad! ¡MIA!" Grite mientras el Marino me escoltaba fuera de la habitación.

"¡Estúpido, mal nacido!" sisee a la pared. "¡Maldito sea ese arrogante hijo de perra!" grité. Camine por los pasillos por diez minutos, maldiciendo y vociferando hasta que finalmente me tranquilice. Fue cuando me di cuenta de que había cometido un error muy grave. "Jesús, ¿Qué hice?" murmuré, colocando una mano en mi frente. Había metido la pata en esto. Maistroff era el hombre numero dos, abordo del SDF-1 y - naturalmente- representaba una gran cantidad de poder e influencia sobre la nave. Aun si no hubiera enajenado la audiencia, mis oportunidades de escapar sin un castigo severo habían tomado una grave picada -Maistroff podía dominar a la audiencia a su antojo, por eso era su mástil. Pasee en el corredor, nerviosamente por veinte minutos hasta que Waylan y Josh finalmente salieron de ahí.

"Muy bien, Jake. Si que lo clavaste bien," dijo Waylan tranquilamente. "Vaya que si lo pusiste en su lugar."

"¿Qué esta pasando ahí dentro, ahora?"

"Están considerando los cargos."

Pasee por el piso nerviosamente. Había gastado todas las municiones y lo sabia. "Lo siento muchachos. No debí haber hecho eso."

"Olvídalo, Jake. Fuiste brillante," dijo Josh, colocando una mano sobre mi hombro. "Nosotros no lo hubiéramos dicho mejor."

"Si, bueno, ahora estamos todos hundidos."

"Quizás. Pero al menos ya saben en que nos estamos parando," el continuo. "La gente necesita levantarse ante los Maistroffs del mundo."

Estoy convencido. Es verdad que necesitábamos levantarnos ante gente como él, pero en la milicia, levantarse era también una buena manera de ser disparado.

Después de otros diez minutos, un Marino entró en el pasillo. "Señores, se les requiere dentro, ahora."

Voltee a ver a mis hombres ala y les dije cuanto los apreciaba y me disculpe de antemano, por si terminábamos frente a un pelotón. "Bueno, es el momento," dije con un suspiro nervioso. "A la boca del lobo."

"¡Guau!" ladró Waylan.

Nos reportamos como al inicio y estuvimos de pie para escuchar los cargos. Para mi sorpresa, mi padre y el Capitán Gloval estaban sentados en la mesa. Como el Jefe de Desarrollo de Aeronaves de la RDF, mi papá tenia poderosos amigos, lo que me dio alguna esperanza -atemorizado por el hecho de que mi padre nunca ha usado su influencia para rescatarme de un predicamento derivado de mi propia estupidez.

"Caballeros," empezó el Cor. Maistroff. "Es de la opinión de esta audiencia... que los cargos contra ustedes sean retirados." Espere nerviosamente por su fallo personal. "Coincido con los hallazgos de esta audiencia." Casi me caigo de alivio. "Por lo tanto, la orden de transferir a los Primeros Sargentos Kauffman y Green del escuadrón del Tte. Framton es anulada. Este proceso esta cerrado."

Estaba excitado. Estaba seguro que Maistroff iba a colgarme. No podía pensar ninguna razón para que no lo hiciera. Mientras me dirigía hacia mi cuartel fui interceptado por mi padre.

"¡Hijo!"

"¿Papá? ¿Qué diablos?" pregunté, volteando a verlo.

"Demos un paseo," me dijo, llevándome hacia una salida.

Caminamos hasta un estacionamiento de la base y hasta el carro de mi padre. Mientras él buscaba sus llaves, me voltee y le pregunte, "Papá, ¿Qué paso ahí dentro?"

Mirando al rededor, rápidamente, se recargo sobre el toldo del carro. "La recomendación de la junta se opuso a la de Maistroff -y también la de Gloval," dijo con una sonrisa. "Entra."

Subí al carro y él encendió la marcha. "¿Confío que tu tuviste algo que ver para que la audiencia cambiara de idea?" le pregunte.

"Oh, no sé. Quizás un poco," él dijo con un guiño.

"Déjate de tonterías papá, ¿Qué paso ahí dentro?

Mi padre partió en camino, acelerando para evitar ser alcanzado por uno de los muy numerosos conductores psicóticos de taxis del SDF-1. "Digamos que Maistroff y yo retrocedimos algunos años. Sin mencionar el hecho de que tengo algunos amigos en puestos altos que saben que eres mil veces más valioso en la cabina de una avión de combate que encerrado en una celda de una prisión."

"¿Gloval?"

"Gloval."

"Entonces, ¿Cúal es la relación entre tu y el Coronel? ¿Cómo es que lo conoces?"

"Ah, acostumbrábamos a salir con la misma chica en algún tiempo," me dijo mi padre, viendo el camino adelante. "Es una larga historia."

Ahora estaba supremamente interesado en su pasado común. "Ah, vamos papá, ¿Qué paso?"

"Le partí toda la cara, una vez," dijo con un burlesco golpe de derecha.

Yo estalle en risas. "Ella si que era una gran chica. ¿Quién era ella?"

"Tu madre," dijo mi padre dándolo por hecho.

La sangre se vacío de mi cara, ya que no estaba listo para su respuesta.

"¡Jajajaja! ¡No te preocupes Jeff!" rugió de risa. "Tu no eres el hijo de Maistroff"

Respire con un suspiro de alivio. "Gracias a Dios por eso. Bueno, al menos ya sé por que odia mis agallas, tanto."

"Si, bueno, no te preocupes. El no se enredara contigo otra vez. Ya resolví ese problema. De todos modos, estoy hambriento. Vamos por algo para comer."

Reí estrepitosamente. "Por mí, esta bien, papá. Por mí esta bien," dije mientras acelerábamos hacia el distrito de restaurantes.


Capítulo 30 - Volando Sobre la Torre

Regrese al servicio el primero de Marzo, volando mi primera misión el siguiente día. Hubiera sido mejor haber permanecido en el calabozo, y como dice Murphy, todo lo que pueda salir mal, saldrá -y así paso.

Me escuadrón partió para la ultima patrulla del día. Habiendo estado fuera de combate por tres semanas, tomo unos cuantos minutos regresar al ritmo de las cosas. Con los cinco cazas de mi escuadrón formados sobre mi ala derecha, me dirigí hacia nuestro sector de patrulla. La voz del controlador en el radio no fue una voz familiar. Lisa Hayes, la directora de vuelo habitual, estaba con apendicitis y su sustituto, Sammy Porter, era todo, menos apropiada, además de ser muy nerviosa para ser efectiva. Su ineptitud demostraría ser muy costosa.

Durante las semanas previas, me había tomado tiempo registrar las tácticas Zentraedi, con la esperanza de idear unas maniobras defensivas más efectivas. Para enfrentarlos. Si me importaba volver a volar o no. Si nunca fueran empleadas por me, al menos esperaba que fueran valiosas para alguien más.

Una de las maniobras que desarrollé, fue una defensiva que podía ser usada por formaciones de tres y seis naves. Después conocida como "Trébol de Framton", era una derivación de la "Trama de paja" de la Segunda Guerra Mundial. En el "Trébol" las naves de cada sección se separarían en diferentes direcciones. La nave número uno ejecutaría un ascenso vertical, mientras los numero dos y tres saldrían a la izquierda y derecha, respectivamente, después un giro de 135 grados a fuera de borda. Las tres naves se extenderían ligeramente, antes de cambiar a una inversión en un vector reciproco para encontrarse en el punto de separación (Figura 3). Esta táctica da los mejores resultados cuando se encuentran por un numero inferior de oponentes y permite a un caza liberarse y asistir a los otros dos, como se requiera. En situaciones ofensivas, la maniobra reducía la posibilidad de un blanco que presentan tres cazas para cualquier nave enemiga y permitía a las naves cubrirse unas a otras mientras se reunían, aun así, los Zentraedi tenían otra sorpresa guardada para nosotros.

Mientras barría el cielo estrellado, en busca de la presencia de naves enemigas, me permití una sonrisa. Mi hija ahora estaba en su octavo mes de incubación y en las cuatro semanas mas, oficialmente me convertiría en un padre. Yo había hecho una visita, diariamente al hospital desde el Mástil del Capitán y no podía mas que estar impaciente al no poder llevarme a mi hija, conmigo. Se veía como un bebe saludable, después de todo y como una persona hambrienta viendo como se hornea un pastel en el horno, quería llevármela antes de que estuviera realmente lista.

Con un empujón en el acelerador, desaceleré para igualar la velocidad con la del SDF-1 y así mantener mi distancia de patrulla apropiada. "Control, desde Aguila de Ataque Dos-Cero-Nueve. En estación con cinco aves," llame. Mi escuadrón estaba trabajando en dos turnos -doce horas de guardia y doce libres. Yo era el líder de ataque para el "turno nocturno."

"Uh, Aguila de Ataque Dos-Cero-Nueve, correcto. Uh, proceda como... ¿siempre?" vino la respuesta de Sammy

Me reí. La pobre chica estaba pasando un mal rato. Ella nunca había hecho algo como esto, antes y aunque estaba completamente entrenada para la posición, carecía del entrenamiento más importante que uno puede tener: experiencia. Cuando me di cuenta que ella tenia que mantener a todos en línea si los Zentraedis decidían atacar -siempre una posibilidad probable- mi sonrisa desapareció.

Me tome el tiempo para echar un vistazo a mi escuadrón. Waylan y Josh estaban en perfecta formación, hacia mi ala derecha. El número cinco estaba un poco detrás de su líder, arruinando la, de otra manera, perfecta simetría de la formación.

"Sand Pebbles tomen posiciones de combate," ordene tranquilamente.

"Correcto," indico Wizzard.

Observe los cazas del otro equipo curvarse delicadamente hacia la derecha, a una distancia de casi una milla. El Valkyrie de Josh bajo hacia atrás, ligeramente antes de deslizarse lentamente debajo de mi caza de derecha a izquierda. Mientras él desaparecía de mi mira, cambie mi vista hacia la izquierda. Su caza reapareció, moviéndose a una distancia de media milla.

Continuamos revisando el cielo oscuro, maquinas en punto muerto -el mínimo necesario para mantener los reactores encendidos y los sistemas ambientales operando- para ahorrar combustible. Mantener los rectores en movimiento era esencial, para no vernos forzados de intentar un arranque en condiciones menos que ideales.

Parecía que esta seria otra rutina de patrulla. La ausencia de actividad Zentraedi por largos periodos de tiempo se estaba convirtiendo en un hecho de la vida, y era difícil mantenerse fuera de complaciente. La experiencia con el Cíclope estaba fresca en mente, y la imagen del caza de Josh lleno de agujeros de cañón causaban que me sentara derecho en mi asiento. Casi inmediatamente una voz chillona en mi casco me causo que respingara.

"Sand Pebble Uno, este es Control," mire a la consola enfrente de mí y vi la imagen de la cara ruborizada de Sammy.

"Adelante Control," conteste.

"Sand Pebble Uno, tiene bandidos acercándose, saliendo de dos-nueve- cero--no--tres-uno-cero, a... oh Jesús," tartamudeo.

"Tranquilízate, Sammy. Respira profundamente y léeme los números a mí, uno por uno," estaba viendo a mi pantalla, tratando de hacer contacto visual con ella. Sus ojos giraron frenéticamente.

"Muy bien. Saliendo del tres-uno-cero, dos-nueve-cero a siete-cientos- noventa-cinco millas," alcanzo a decir.

"Entendido. ¿Fue desde un Ojo de Gato o desde el Ojo de Toro?"

"Desde el Ojo de Toro," alcanzo a decir.

"Sand Pebbles, diríjanse directamente a tres-dos-cero," indique. Dibuje el curso en mí GAPS y moví el acelerador hacia adelante, al punto de intercepción. Mientras mi caza empezaba a acelerar, repase mis controles. "Sand Pebbles, controles activos." Asegure mis sistemas de armamento e inicie mi equipo Electrónico de Mediciones en Contra (ECM) antes de recorrer mi lista previa al combate, una vez más.

Mientras me aproximaba al alcance de radar, no mostré contactos. Mientras revisaba mis interruptores -todo estaba listo. Algo estuvo mal. "Sand Pebble Uno a Wizard Uno. ¿Aparecen los bandidos en tu pantalla?"

"Ah, Sand Pebble Uno, negativo. Mi pantalla esta limpia, cambio."

"Maldita sea," me maldije a mi mismo. "Ella me dio los mugrosos números al revés", sisee, mientras giraba mi Valkyrie hacia la izquierda, justo a tiempo para ubicar una manada de Battlepods de combate Raulon've, resplandecientes rifles, rayaron hacia mí. "¡Sand Pebbles, rompimiento!" grité en la red antes de jalar mi caza en un violento revés para seguir a los Raulon'ves que acababan de pasar volando.

Un tono en casco y un trío de aureolas rojas en el HUD me mostraron que mis misiles estaban marcados en los cazas enemigos. Con el interruptor de la palanca dispare en grupos de tres, presione con el pulgar el botón de misiles. Tres Stilettos salieron hacia adelante. Dos de ellos golpearon las naves enemigas en el centro, mientras que el tercero fue exitosamente evadido por la nave enemiga que faltaba. La cola del caza Zentraedi dio una llamarada brillante mientras el piloto enemigo agregaba mas potencia al intento de escapar. Yo actué como él, empujando mis aceleradores hasta un alto. El caza giro a la derecha, intentando desesperadamente evadirme. Pero ya no importaba, el ya era un hombre muerto.

Pisotee el timón derecho, y jale la palanca hacia atrás y hacia la derecha, girando en espiral alrededor, en un esfuerzo de permanecer con el Battlepod. Con un tono de mi casco y una luz roja en el HUD, volví el indicador de la lanzadera a "1" y dispare. Un Stilleto salió hacia adelante, golpeando el Battlepod por debajo y detrás de la cabina. Una explosión brillante -dedos blancos calientes de fuego arrojando pedazos de acero puntiagudo hacia el espacio- se hincharon hasta morir repentinamente por la ausencia de oxigeno.

Hice que mi caza girara hacia la izquierda, revisando sobre mi hombro para revisar mi trasero. Estaba despejado. Girando de nuevo hacia la derecha, me dirigí en dirección donde yo estimaba que estuviera Waylan. Me había convertido extremadamente protector del gigantesco piloto de combate y quería estar seguro de que nada le hubiera pasado. Josh me preocupaba menos, dado que no estaba tan convencido de que moriría y por lo tanto no me inquietaba menos su destino -Sabía, intuitivamente, que él estaría bien. Los destellos de luz, mas adelante, eran evidencia de que una pelea violenta estaba calentándose, y mi suposición de la posición de Waylan demostró ser precisa.

"Sand Pebbles, repórtense cuando puedan," llame desde el micrófono de mi casco.

"¡Aquí el tres, jefe! ¡Tenemos las manos llenas, cambio!"

Empuje el acelerador hasta el acelerador a un alto y me acerque a la pelea. Grite entre un par de explosiones de lo que eran restos de un par de Raulon'ves. Un Veritech giro, luego hizo espirales violentamente a mi derecha, un par de Battlepods, haciendo pareja, devolvían golpe por golpe.

"¡Alguien quítenmelo de encima!" escuché una voz gritar histéricamente. Era el número cinco, un joven Cabo llamado Ben "Rash" Hyves.

"Aguanta Rash, voy en camino," dije tan calmadamente como pude. No acababa de decir estas palabras cuando una explosión ardiente iluminó el cielo estrellado. Ben Hyves había muerto, ahora era un pie de pagina en la crónica del Capitán Barr. "No hoy, malditos bastardos," murmure, cayendo entre los dos Battlepods. Seria un maldito si los dejara irse después de matar a uno de mis muchachos, aunque esto significara estrellarme con ellos.

Con sed de sangre, enfoque mis esfuerzos a esta meta. Acercándome al par, sentí como una extraña calma venia a mí. Como un pitcher lanzando a alguien que no conecta, había entrado en mi zona y nada iba a detenerme. Coloque la mira sobre la cabina del Raulon've líder y dispare una segunda descarga. La cabina explotó como si fuera en cámara lenta, fragmentos de vidrio y acero volando en todas direcciones.

El caza numero dos, ahora consciente de que estaba en problemas, rompió hacia la izquierda violentamente. Lo seguí con facilidad, mi dedo acariciando el gatillo. Otra descarga corta fue lo único necesario. El caza enemigo explotó en un billón de pedazos. Su destrucción hizo poco para calmar mi rabia. Nunca antes había perdido a un piloto y las emociones que esto ocasionaban no son fácilmente de describir. Jale en la palanca y gire en una media vuelta, dirigiendo mi caza hacia la batalla. Ya no había mas batalla.

"Sand Pebbles, pasen lista," llame.

"Tres."

"Cuatro."

"Seis."

¡Waylan! "Sand Pebble Dos desde Uno, ¿Me escuchas?" esperé por varios segundos mientras mi sangre se enfriaba. "Sand Pebble Dos desde Uno, ¿Me escuchas, cambio?" No había respuesta. "Cristo," pense. "Esto no puede estar pasando. Maldita incompetente Samantha Porter"

Hice varias llamadas y aun no recibía respuesta. "Sacacorchos Uno- Cinco, este es Líder Sand Pebble, cambio." Estaba contactando uno de los Ojo de Gato con la esperanza de que pudieran localizar el caza de Waylan. Estaba claro que Sammy no le hubiera sido posible darme una respuesta.

"Líder Sand Pebble, este es Sacacorchos Uno-Cinco. Adelante."

"Sacacorchos Uno-Cinco, este es Líder Sand Pebble. ¿Tiene contacto de radar con Águila de Ataque Dos-Uno-Cero, cambio?"

"Líder Sand Pebble, aguarde uno."

Espere impacientemente por su respuesta. La premonición de Waylan vino a mi mente y me di cuenta de que él pudiera estar muerto.

"Líder Sand Pebble desde Sacacorchos Uno-Cinco," llamo. Los músculos tensos. "Águila de Ataque Dos-Uno_cero esta a las cuatro en punto a tres- cero millas. Su transmisor indica que tiene fallas de comunicación, cambio."

Respire con alivio. "Gracias a Dios." Mi amigo estaba vivo. "Correcto Sacacorchos. Muchas Gracias. Sand Pebble Uno, fuera."

Waylan estaba "NORDO," un acrónimo de los viejos tiempos que significa "No Radio." El probablemente necesitaría una escolta para facilitar su llegada a bordo de la nave. Me incline a mi derecha, en dirección del caza de Waylan y lo encontré orbitando, no muy lejos de nuestro sector de patrulla. Mientras nos alineábamos con él, el golpeo su casco con su mano derecha, señalado que tenia problemas de radio.

"Águila de Ataque Dos-Cero-Nueve a Control. Aguila de Ataque Dos-Uno- Cero esta NORDO. Requiero bingo para despejar la cubierta, cambio," estaba haciendo todo lo posible para no demostrar mi ira. El error de Sammy casi nos costo la vida.

"Aguila de Ataque Dos-Cero-Nueve, este es Control. Despejado hasta Plataforma... Repórtese... Maniobras, cambio."

"Dos-Cero-Nueve, correcto." Apunte a Waylan, después a Josh. "Tres, escóltalo a la nave. Yo permaneceré aquí con el resto de la sección."

"Correcto, Uno," contesto antes de separarse hacia la derecha, en dirección de la nave.

El resto de la misión paso sin ningún problema o enfrentamiento. Nuestro BARCAP destruyo mas de sesenta cazas enemigos contra la perdida de diecisiete de los nuestros. Un mas trato, pero sin lugar a dudas afecto negativamente los nervios raídos de Sammy Porter. De algún modo me sentí mal por la pobre chica, pero al mismo tiempo, su incompetencia (¿Existe otra palabra para eso?) había costado vidas y eso no era aceptable.

Mientras me dirigía hacia la nave -después de haber sido relevado por otro escuadrón- los nervios raídos fueron más evidente que nunca. Mi primer intento de llegar a la nave resultó en un salto de gancho. Mientras entraba en el patrón de descenso, las indicaciones frenéticas de Sammy chillaban en mi radio numero dos.

"Sand Pebble Uno, rompa a la izquierda para evitar trafico."

Jale la palanca a la izquierda y observe en incrédulo horror como un par de Valkyries relampaguearon debajo de mi nariz, a solamente unas cuantas pulgadas de chocar conmigo. "¡Jesucristo!" grité, antes de levantar mi caza hacia la derecha para entrar a favor del viento hacia el Prometeus. El patrón era una carnicería.

Los cazas al ser dirigidos a sus áreas de patrulla, a menudo están a merced del controlador y Sammy estaba haciendo estragos. Apenas había entrado en el patrón de descenso cuando me ordeno girar a la derecha para evitar trafico. Otro par de Valkyries pasaron junto a mí y reventé. "¡Porter, bruja loca! ¡Sal inmediatamente del maldito puente! ¡Tú eres endemoniadamente peligrosa!" sisee. No importándome cuidar la lengua.

Su reacción fue inestimable. "Tte. Framton, por favor no me interrumpa cuando estoy tratando de darle instrucciones."

Casi estallaba en risa. "Esa maldita bruja," gruñí, golpeando la palanca de configuración a "B" y cambiando a modo Battloid. Ya había tenido suficiente. "Yo arreglare su carro y para bien. La pequeña mugre," murmure.

Maniobre mi Battloid justo enfrente de la burbuja de vidrio que separaba el puente del SDF-1 del vacío frío del espacio y apunte mi rifle a la rubia adolescente. La expresión en su cara, la pantalla del radar, arrojando un brillo incandescente en sus mejillas, era incomparable.

"Sammy, te dije que te largaras del puente. Te lo voy a deletrear. Eres... muy... peligrosa. O te tranquilizas o trae a alguien que sí lo este. ¿Fui suficientemente claro? Ya has costado muchas vidas con tus chapuceos. Lárgate de ahí, ¡Ahora!

Afortunadamente para ella, Claudia Grant, la oficial numero tres del puente llego al rescate de Sammy. Cuando vio mi Valkyrie azul medianoche parado nariz con nariz, se dio cuenta que las cosas no estaban bien. Una Nigeriana, ágil, morena, Claudia tranquilamente retiró a Sammy del camino de su consola. "Yo me haré cargo desde aquí, Tte. Framton. Usted puede regresar a la nave."

"Gracias, Tte. Grant. ¿Qué les tomo tanto tiempo? ¿Dónde diablos esta el resto del personal del puente?"

"Eso será todo Teniente," dijo firmemente. "Regrese a la nave."

Regrese al Prometeus, no importándome volver a volar el patrón otra vez. Estaba mas que feliz al volar en el elevador en modo Guardián, sin hacer una llamada al controlador. Ya fue suficiente.

Invadí la sala de espera lleno de rabia. Estaba completamente fuera de mi dominio de entendimiento que alguien tan incompetente pudiera alcanzar un alto nivel de responsabilidad. Aun así, esta era la milicia y como cualquier fuerza militar de la historia del mundo, estaba propensa a cometer tales errores.

Sin sorprenderme, nunca recibí respuesta a mi pregunta de por que el puente había respondido tan lentamente al predicamento de Sammy. Supuse que la naturaleza, frecuentemente dividida, de las operaciones del puente significaba que sus dificultades pasaron por mucho tiempo inadvertidas.

El 7 de Marzo, mientras sustituía, una vez mas a Lisa Hayes, los nervios raídos de Sammy enviaron cazas viajando alocadamente en todas direcciones, imposibilitados de hacer intercepciones efectivas. Solamente un milagro previno otra catástrofe. Su segunda regada en menos de una semana resultó en ser retirada de las actividades de dirección de cazas hasta que ella pudiera exitosamente completar un entrenamiento remedial de silabario. Por fortuna para nosotros, pasaría un buen rato antes de que Samantha Porter regresara como directora de vuelo, otra vez. Lo que si fue desafortunado, sin embargo, que esta decisión llegara demasiado tarde para salvar la vida de diecisiete pilotos de combate que murieron en esa primera noche de Marzo, y uno solo podía esperar que su suspensión sirviera para salvar mas vidas en el futuro.



por Jason W. Smith
Julio 1995

traducción Gerardo Campos De León
Julio 1998

Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith

(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)

Basado en los personajes y situaciones de
Robotech, © 1985 Harmony Gold, USA, Inc.

Robotech ® es propiedad de Harmony Gold. Este documento de ninguna manera tiene la intención de violar sus derechos

Última Fecha de Revisión: 10 de Julio de 1999