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Parte X: Vectores

Capítulo 49 - Escuadrón Suplente de la Flota

Las incursiones sobre las bases de entrenamiento de Corpus Christi y Kingsville resultaron ser devastadoras y las cabezas empezaron a rodar. A la larga esto seria un beneficio para mí, aunque no lo sabia por el momento. El Comandante en Jefe, del Comando Central Unificado, General de Infantería Greg Zinni y el Jefe Naval de Operaciones Aéreas, un Almirante gruñón llamado James Preston, demandaron saber ante todo, por que nuestras bases estaban tan pobremente protegidas y como un enemigo pudo lograr meter un ataque sobre nosotros tan fácilmente. Una extensa red de aviso temprano había sido instalada por todo el Río Grande en cooperación con la Fuerza Aérea Estadounidense, Naval de Estados Unidos, Fuerza Aérea de la RDF, Naval de la RDF y la Armada de la RDF y debía de haber visto todo lo que entraba en nuestra área. Pero demostró ser una falla y el Ala Cinco de Entrenamiento perdió mas de la mitad de sus naves. Además, el asalto destruyó las pistas de aterrizaje en NAS Kinkgsville, así como la mayoría de los hangares y el equipo de operaciones de soporte, vital para las operaciones continuas en ambas bases. Aun así, a pesar de nuestra pobre respuesta defensiva ese día, muchas de las barracas sobrevivieron al ataque y las bajas fueron sorpresivamente bajas. Era mejor perder fierros que sangre.

Dejando de lado la pobre defensa y el radar, nuestra área se creía estar bajo nuestro control total, negando la necesidad de una fuerza grande de combate con propósitos defensivos -ese trabajo se suponía que lo manejaban unidades adelantadas, estacionadas en el sur de Texas y México. Los problemas de logística abundaban mientras la RDF luchaba para remover a los Zentraedi de su punto de apoyo en la costa occidental de los Estados Unidos. Aunque no teníamos la presencia militar para montar una ofensiva contra la región de América del Sur dominada por Zentraedi, se había determinado que nuestras fuerzas eran suficientes para defendernos contra los ataques montados desde ahí. Era claro por estos ataques que habíamos juzgado mal nuestra situación.

Las fuerzas militares en el sur estaban, de hecho, manteniendo una acción retenedora, mostrando una fuerza lo suficientemente grande como para disuadir ataques directos contra nosotros. No solo esto permitía que el personal y las aeronaves en las bases de entrenamiento se enfocaran en su misión primaria -entrenar equipos aéreos- pero proporcionaba a los lideres del Comando Central Unificado la flexibilidad de enviar recursos ofensivos a otras áreas. El plan funcionaria mientras las fuerzas Zentraedi en América del Sur continuaran jugando el mismo juego de espera. Los ataques a las bases de entrenamiento nos demostraron que este ya no era el caso. Cambios rápidos tendrían que ser realizados para poner en orden a la región y nuestros comandantes empezaron a agitar las cosas para lograr este objetivo.

Bajo la dirección del General Zinny y el Almirante Preston, una masiva reestructuración de fuerzas empezó a tomar lugar. Una Ala Aérea de Marina y el portaaviones "Neptuno" fueron enviados a Argentina para asistir en la toma de control de la región. Un segundo portaviones fue enviado a la costa occidental de Nicaragua, con un tercero esperando ser enviado a América del Sur o a la costa occidental de América del Norte. Antes de que iniciara el esfuerzo intenso para reconstruir, reabastecer y retripular las dos bases de Texas del Sur, el Almirante Preston ordeno que se asignaran tres escuadrones Veritech y un batallón de Destroids a cada base, con la tarea de proteger el sector de Texas del Sur. Aun más, hasta un tercio de los pilotos instructores estacionados en ambas bases de Hábeas y Kingsville podrían ser asignados a estas unidades de reciente formación, si fuera necesario.

La producción de cazas todavía no estaba de regreso a sui capacidad antes del Holocausto y el compromiso de fuerzas a los puntos rojos Zentraedi en América Central y del Sur, Canadá y el Oeste de los Estados Unidos, obligaba la reubicación de docenas de escuadrones Veritech de áreas a todo lo largo de la parte sur de Norteamérica. Para poder cumplir los requerimientos del General Zinni, sus comandantes tuvieron que jalar mas escuadrones de áreas que realmente no podían estar sin ellos. Esto estiraba sus defensas demacradas a un punto más delgado de lo que ya estaban y en un corto tiempo, esto seria muy costoso para la mayoría de nosotros. No había a quien culpar por esta eventualidad -era que así salieron las cosas. El General Zinni se convertiría, sencillamente, una victima de la circunstancia.


Ahora había mas instructores que aviones, por un amplio margen y pasaría cierto tiempo antes de que llegaran las naves de reemplazo. El "Exceso en capacidad de pilotos" seria mejor utilizado en otras áreas. El 24 de Octubre de 20012, mi nombre estaba en la lista de transferencia, con ordenes de reportarme al recién formado grupo de VF-94 "Seacats" en la RDFNAS Hábeas Christi, como el Oficial Ejecutivo del Escuadrón, después del repetitivo entrenamiento con la Flota del Escuadrón de Reemplazo (FRS) Seis. Brinque de gusto cuando leí los documentos. ¡Finalmente podía salir del purgatorio! Podía finalmente regresar a donde pertenecía -detrás de los controles de un caza, no en los de un maldito entrenador de baja potencia. Que maravilloso día era para mí.

Con un corazón lleno de placer, empaque mis bolsas y tome un vuelo en el primer VC-33 a Corpus que pude encontrar. Tenia que reportarme al FRS, VF-6 "Los Osos Hormigueros," para recibir entrenamiento, después era de regreso a los cazas una vez más.


Me reporte con el VF-6 y empecé inmediatamente a trabajar. Debido a mi experiencia con el Valkyrie, un curso abreviado fue creado para calificarme rápidamente. Como un veterano de combate, el entrenamiento en destreza de armas no fue considerado de importancia primaria y solo recibiría un tratamiento de curso. Ya estaba calificado en operaciones VTOL y en el uso de ordenamientos del Valkyrie aire-aire y en vacío. Eso me dejo a operaciones de aire-tierra y portaaviones convencional. El gran empujón iba a ser pasarme por la Calificación Portaavión o "CALPOR" y enviarme a mi escuadrón tan rápido como fuera posible para enviarme al mar. El entrenamiento aire-tierra podía ser manejado "a domicilio" con mi escuadrón, sin importar donde estuviera, pero CALPOR era vital.

Normalmente, se pasaban las primeras seis semanas sin hacer nada as que entrenamiento de armas y Practicas de Aterrizaje en Portaaviones en Tierra (PAPAT) en la nave que iba a ser usada en el destacamento. Durante el PAPAT, los procedimientos de operación en portaaviones son taladrados en la cabeza. Los pilotos hacen acercamientos de precisión hacia un "portaaviones" pintado en una pista, y los errores eran identificados y corregidos ahí en lugar de la nave verdadera. Esto es muy importante, ya que aterrizar en una cubierta de vuelo mecienta es realmente la tarea más difícil en el mundo, una en la que el más mínimo error puede ser mortal. También, antes de que un piloto pueda ir al "bote", tiene que tener un mínimo de cincuenta horas en forma, y para esto el PAPAT servia para cumplir este requerimiento también. Dado que mi tiempo de vuelo en el Valkyrie pasa por mucho el mínimo, yo podría intentar el bote tan pronto como terminara exitosamente PAPAT.

Antes de que nosotros tocáramos un avión, pasamos dos días de estudio intensivo en operaciones de portaaviones y aerodinámica. Mientras pasábamos a través de nuestro entrenamiento, nos mostraban cientos de videos de aviones acercándose a los portaaviones, tanto de dentro de la cabina como de varias posiciones de la nave. La primera docena de acercamientos fueron inexitosos por una razón u otra: un Valkyrie golpeando la rampa en la popa de la nave y explotando, un Dragon aterrizando duro, ocasionando una falla en el puntal del engranaje principal que lo envio por el otro lado y hacia el océano, el gancho del Valkyrie que atrapo el cable y después se giro, permitiendo que el caza se deslizara hasta el final de la cubierta sin suficiente velocidad para volar. Estos videos, algunos mortales, nos recordaba a nosotros la importancia de un acercamiento preciso al portaaviones y nos grabamos en el corazón toda esta información.

Las tomas dentro de la cabina fueron desde la perspectiva del piloto y nos proveía con una representación grafica de cómo se vería una aproximación apropiada. Nuestro instructor nos mostró las distintas características del HUD y como interpretar la información cuando aterrizamos en la nave. Aunque la mayoría de esta información ya era conocida, era una buena revisión y nos ayudo a reforzar aquellas cosas que se supone debemos saber.

En el lado izquierdo del HUD esta la Caja de Velocidad de Aire y en la derecha el Altímetro y el Indicador de Velocidad Vertical. La "Escalera de Inclinación", la cual corría verticalmente en el centro del HUD, mostraba el nivel de inclinación de la nave en incrementos de diez grados desde el nivel de vuelo (cero grados) a vertical (noventa). Los niveles de inclinación sobre el horizonte se mostraban con una línea sólida, mientras que los niveles debajo se mostraban con una línea punteada. Con el tren de aterrizaje abajo, una pequeña W, o marca de agua, aparecía en el centro del HUD. Esta línea imaginaria de orientación mostraba hacia donde apuntaba la nariz del avión y era independiente de su ruta de vuelo. La ruta de vuelo actual estaba mostrada por una pequeño símbolo en forma de avión conocido como "Vector de Velocidad". Si el vector de velocidad estaba sobre el horizonte, el avión estaría al nivel de vuelo. Si estaba arriba del horizonte, el avión estaba ascendiendo y si se colocaba debajo del horizonte, el avión estaba descendiendo.

El vector de velocidad y la marca de agua son independientes debido a que la ruta de vuelo de la nave no siempre es igual a su nivel de inclinación. La cantidad de empuje que produce una ala es muy dependiente de la velocidad y del Angulo de Ataque (ADA). El ángulo de ataque es la diferencia entre la cuerda de la ala (una línea imaginaria desde la punta delantera hacia la punta trasera) y el viento relativo. Para una velocidad dada, un ángulo de ataque mayor genera mas empuje (hasta que el ADA critico se alcanza, en este punto la ala deja de producir empuje y queda varada) así como más lastre inducido. Por el contrario, para un ADA dado, una velocidad mas alta genera mas empuje y una cantidad de lastre parásito.

Una nave manteniendo el nivel de vuelo a su mínima velocidad esta generando el lastre total máximo (máximo lastre inducido y mínimo lastre parásito) porque la nariz esta apuntando hacia arriba y su velocidad es baja. Una nave volando a su máxima velocidad esta generando su lastre máximo (mínimo lastre inducido y máximo lastre parásito), debido tanto a las distintas antenas localizadas alrededor como la forma básica de la nave rompiendo el aire a altas velocidades. Así, asumiendo que la nave esta manteniendo su altitud, esta creando la misma cantidad de lastre tanto a máximo y mínima velocidad. Para lograr lastre máximo se requiere empuje máximo en ambos casos.

Cuando la nave esta a su velocidad mínima, se considera que esta en la "parte trasera de la curva de poder" en el área de "comando inverso" (p.ej. inclinar hacia arriba te ocasionara descender, no subir). Esto es considerado un punto malo ya que no hay impulso adicional disponible para mantener el avión volando si la velocidad desciendo y/o el factor de carga o el ángulo de ataque se incrementa. Si cualquiera de esas cosas ocurren, el avión tendrá que perder altitud para mantener el flujo de aire sobre las alas, de otra manera se detendrá. Un final rápido, a baja altitud caer en la parte trasera de la curva de poder usualmente termina en un choque espectacular y los pilotos son advertidos de estar fuera de esa posición a toda costa.

Para los acercamientos de precisión por instrumento, el HUD muestra las familiares agujas ILS, las cuales proporcionaban ruta de planeo e información de alineación. Si el vector de velocidad estaba centrado sobre el punto donde las dos agujas se cruzaban, el piloto estaba en curso y en ruta de planeo. Las correcciones se hacían simplemente "volando" las agujas. Si las agujas estaban arriba y a la derecha del vector de velocidad, el piloto estaba bajo y a la izquierda de la ruta de acercamiento. Una ligera corrección hacia arriba y a la derecha colocaría al avión en curso y en ruta de planeo. El HUD también mostraba el ángulo de banco, dirección magnética, fuerza de inercia y miles de otras características relacionadas con la navegación y entrega de armas. Toda esta información era familiar para mí y para el segundo día, estaba masticando la punta del lápiz, deseando empezar a volar.

Había doce pilotos en mi clase, no conocía a ninguno de ellos y ninguno de ellos era un veterano de combate. Aunque atendimos las mismas sesiones escolares de Sistemas aéreos y Desempeño, Manejo de Armas y Operaciones en Portaaviones, nuestro entrenamiento en el aire demostró ser un animal completamente diferente. Mi instructora, LCDR Lori "Steffi Graf" Traina, era una mujer alta y esbelta con una bella sonrisa y una brillante personalidad. Con el cabello rubio arena y un cuerpo que hacia tus ojos agua (ella era realmente muy bella), ella parecía una imagen exacta de la famosa tensita alemana de los 1980s y 1990s, Steffi Graf, solo que más bella. El C.O. del VF-6, su especialidad era pasar a la gente "por el tubo". Si alguien necesitaba ser entrenado rápidamente, LCDR Traina era la mujer para el trabajo.

Mientras subía la escalera y pisaba el cojín del asiento de eyección delantero antes de mi primer vuelo, mire a mí alrededor hacia las otras naves estacionadas en el piso de concreto y red de acero. No podía empezar a expresar el gusto que sentía de estar de regreso en una cabina de Valkyrie una vez más. Este era un avión de verdad. Después de completar la lista de preparación arranque las maquinas, recorrí la lista y salí hacia la pista activa. Mientras rodábamos, con la cabina abierta, pasando los otros cazas en la rampa, baje el visor entintado de mi casco e hinche mi pecho orgullosamente. Casi estaba en casa otra vez.

La torre me llamo para "colocar en posición y espera." Había trafico al final que necesitaba aterrizar y limpiar la pista antes de que pudiera despegar. Después de una corta espera, el controlado me dio permiso, y empuje los propulsores a potencia militar. La caja de velocidad en el HUD leía treinta y cinco nudos mientras empujaba los propulsores hasta la marca de sobre marcha. El empuje en la espalda cuando los propulsores aceleraban era como éxtasis y en unos momentos las ruedas dejaron de tocar el suelo. Acelere mas y sonreí mientras el terreno arenoso y abrasado se reducía atrás de mí -las cadenas de la Tierra ya no me ataban.

El sol de la tarde se movía lentamente detrás de nosotros mientras giraba mi Valkyrie en una vuelta suave de 180 grados a la derecha, apuntando en la dirección del área de practica en ultramar hacia el este. Nosotros alcanzamos la línea costera en poco tiempo. Una vez alcanzada, y sin perder la oportunidad. Una vez 50 kilómetros en el mar, jalé el Valkyrie hacia el cielo. Giros, vueltas, frenos, reversibles. Por veinte minutos perfore agujeros enormes en el cielo. ¡Era libre otra vez!

Como todas las cosas buenas, mi juego pronto llegó a un fin y era hora de ir a trabajar una vez más. El plan para las primeras dos vueltas se centraban en el vuelo de precisión. Vuelo lento, maniobras a velocidad constante y los ascensos y descensos a un radio constante fueron enfatizados, siendo un maestro y evaluador el año pasado, era, al principio, desconcertante estar "en el otro lado de la mira." Estaba sorprendido, sin embargo, de que bien volaba el Valkyrie. Claramente, todo el tiempo pasado en enseñar y calificar a los estudiantes me había ayudado a manejar mi avión con una mayor finura que jamás hubiera imaginado posible.

Para mi tercer vuelo, Steffi empezó a construir basándose en la información aprendida en la escuela de tierra y las maniobras practicadas en el avión los dos vuelos previos. Lo que siguió fue una serie de vuelos para llevarme al punto en los sistemas utilizados para los acercamientos a portaaviones.

La dificultas de aterrizar un avión en un punto del tamaño de una cancha de tenis mientras surcando el cielo a 150 nudos no puede ser sobre enfatizado. Llevar una nave táctica a bordo de un portaaviones es una lección de precisión, y una atrapada exitosa es totalmente dependiente de la administración simultanea de tres factores: Alineación, Nivel de Inclinación y la Velocidad / Ángulo de Ataque. Hecha a perder cualquiera de esos tres elementos y los resultados pueden ser mortales. Aterriza muy alto o muy rápido y el gancho no agarra los cables, viaja muy bajo o muy lento y te voltearas en la rampa y morir en una bola de fuego y acero derretido, muy lejos a la derecha y te incrustas contra la isla de la nave o con aviones estacionados y muy a la izquierda significa que te sales por un lado. Los pilotos navales son entrenados para hacerlo correctamente la primera vez, porque aun algo tan benigno como que un gancho brinca los cables se puede convertir en algo mas que una volcadura sobre el patrón de amarre, especialmente cuando hay mal tiempo, sin combustible o si alguna otra emergencia entra en la foto. La línea entre un aterrizaje exitoso y un ataúd relleno de seda o una buena nadada es, de hecho, muy fina.

El control del nivel de inclinación es mantenida usando el Sistema de Aterrizaje Óptico Fresnel, localizado en el lado izquierdo de la nave, a la derecha del punto del número tres que agarra el cable. Conocido como la "Bola", el Sistema de Aterrizaje Óptico fue cubierto con mucho detalle durante la instrucción en tierra. Aunque estaba familiarizado con el dispositivo en operaciones de espacio, usando uno en la atmósfera era, en varias maneras, más difícil. Un dispositivo sorprendentemente simple, la Bola proporcionaba información precisa del nivel de inclinación a un piloto que se aproximaba. Estabilizada con pernos y giroscopicamente y sumando los movimientos de la nave, la Bola proyectaba un nivel de inclinación de 3.5 grados que era la línea vital del piloto desde 1 kilómetro hasta el aterrizaje. Una fila vertical de cinco lentes rectangulares de colores (los cuatro primeros eran amarillos, el de abajo rojo) se apilaban entre una fila de luces horizontales verdes que proyectaban un haz redondo, o "albóndiga" para el piloto. Si la albóndiga era amarilla en color y colocada sobre las luces rojas, el piloto estaba muy alto en el nivel de inclinación. Si la albóndiga estaba amarilla y debajo de las luces verdes, el piloto estaba ligeramente debajo del nivel de inclinación. Si la albóndiga era roja, el piloto estaba extremadamente bajo y un incremento de potencia era necesario para evitar golpear la rampa. Y como decía el adagio, "Si esta rojo, estas muerto."

Para maximizar las oportunidades de que el gancho de agarre tome un cable, un avión debe de volar en un ángulo preciso. Para lograr esto, el piloto se apoya en el Indicador del ángulo de Ataque (ADA) (colocado en el lado extremo izquierdo del portaaviones), este era el principal instrumento usado para mantener la optima velocidad de aterrizaje de la nave con relación al peso neto. Con una tolerancia de mas, menos un nudo, el indicador ADA tenia tres indicaciones: en velocidad, lento y rápido. Una indicación en velocidad resultaba en una dona ámbar en el centro del indicador, un galón verde apuntando hacia abajo mostraba una condición lenta, y un galón rojo apuntando hacia arriba indicaría que el avión iba muy rápido. Controlando cuidadosamente poder y altitud, el avión puede bajar en la cubierta en el ángulo correcto, tomar un cable y ser jalado para detenerse.

El Control de Ascenso Directo (CAD) y el Compensador de Potencia de Acercamiento (CPA) eran las ultimas piezas de equipo que aprendería. Aunque no era requerido para realizar un aterrizaje exitoso, hacían las cosas un poco más fáciles para el piloto. "El Control de Ascenso Directo" era una descripción elegante para los alerones localizados en lo alto de la ala. Los alerones rectangulares que corren a lo largo, con las bisagras hacia la punta delantera de la ala, alerones para reducir el ascenso, que cuando están abiertos, interrumpen el flujo de aire sobre la ala y son usados, comúnmente para asistir a los alerones para girar el avión. En la completa posición de barrido los alerones del Valkyrie son completamente inefectivos y el control de giro es controlado casi por aerodinámica. Moviendo la palanca a la izquierda y los alerones en la izquierda se abren. Esto destruye el ascenso y la ala izquierda baja, haciendo girar el avión a la izquierda. A la inversa sucede lo mismo.

En el modo de Ascenso Directo, los alerones son abiertos simétricamente en las dos alas, permitiendo al avión descender a un radio más rápido sin incrementar la velocidad. Un botón en la palanca permite al piloto extender los alerones como sea necesario para ajustar su posición en el nivel de descenso. Generalmente, un piloto de Valkyrie baja al suelo con los alerones abiertos a diez grados (la posición neutral). Presionando el botón en la palanca havia abajo, ocasiona que se cierren los alerones. El incremento de ascenso resultante ocasiona que el avión se eleve en el nivel de ascenso. Inversamente, presionando el botón hacia arriba ocasiona que los alerones se abran y el descenso en empuje ocasiona que el avión descienda en el nivel de ascenso. Esto permite correcciones muy precisas en la ruta de vuelo cuando uno se aproxima al portaaviones.

El Compensador de Poder de Acercamiento, era simplemente un propulsor automático. Para un rango de altitud especifico, la computadora de vuelo mantendría la velocidad de vuelo optima y el ángulo de Ascenso dado el peso de la nave, así maximizando las oportunidades de tomar un cable. Un beneficio adicional era un descenso en la carga del piloto. Aunque la mayoría de los pilotos preferían realizar sus descensos manualmente, el auto-propulsor era a veces una bendición, incluso para esas almas intrépidas.

Nuestro campo FCLP "Rebote de Práctica" estaba localizado en la larga isla costera, a 40 kilómetros al norte de RDFNAS Corpus Christi. Un Sistema de Aterrizaje Óptico portátil estaba localizado en el lado izquierdo de la pista activa, el cual usualmente corría de oeste a este hacía el prevalente viento marino. Pintado con las líneas y marcas de un portaaviones, completo con siluetas de aviones estacionados, el Campo de Práctica estaba constantemente en uso mientas los pilotos de las bases de entrenamiento próximas y los escuadrones de reemplazos aprendían o reaprendían el fino arte de aterrizaje en portaaviones bajo el ojo avizor de un Instructor Oficial de Señales de Aterrizaje.

"Barrido del viento esta en automático, gancho en posición, mi arnés esta puesto, ¿Cómo esta el tuyo?"

Jalé sobre los tirantes de los hombres para asegurarme que estuvieran seguros. "Arneses listos."

Con Steffi detrás de los controles, salimos hacia el lado derecho de la pista a 300 nudos con dirección al este, 300 metros sobre la playa arenosa. Mientras cruzábamos la línea de la playa y sobre las olas del Golfo de México, ella quebró en una vuelta a la izquierda de 3G. Extendiendo los frenos de poder durante la vuelta para frenarnos a 250 nudos, entramos a un brazo para nuestra primera aproximación a la "nave". Mientras frenábamos, sentí un ligero cambio en el asiento de mis pantalones y mire sobre mi hombro para ver las alas moviéndose hacia delante para el vuelo a baja velocidad.

"Dos-cinco-cero nudos, tren abajo, en transito... uno, dos, tres verde, no rojos, tren abajo y asegurado. Tableros, alerones, timón, gancho," llamó ella. "Radar de Altura esta encendido, potencia encendida, buscando dos-cero-cero nudos. APC esta apagado. Barrido de ala en automático. DLC esta encendido. Estabilizado, dirección dos-siete-cinco. Velocidad es uno-cuatro-cero nudos con siete mil libras de RM."

Cambie mi vista hacia delante y atrás entre el HUD y la pista. Una pequeña W aparecía en el centro del HUD indicando la marca de agua de nuestro Valkyrie y un símbolo de forma de llave ( [ ] apareció en el centro del HUD, como 10 centímetros sobre el vector de velocidad. Conocido como la "Llave de ángulo de Ataque", era otra señal para ayudar al piloto en estabilizar la altitud de aterrizaje apropiada. Si el avión estuviera en velocidad, el Vector de Velocidad estaría en el centro de la llave del ADA. Como la llave estaba sobre el Vector de Velocidad, entonces íbamos rápido. La velocidad aérea en el lado izquierdo del HUD indicaba "200". Junto a esta, el ADA indicaba un galón rojo. Los tres instrumentos coincidían en que íbamos rápidos mientras el umbral de la pista pasaba mi hombro izquierdo.

"Dos-dos-cinco, atravesando," indicó Steffi al LSO.

"Dos-dos-cinco, entendido. Prosigan," contestó.

"Tres verdes, no rojos, tren abajo y asegurado," dijo otra vez, "Muy bien teniente, aquí vamos. Como a los ocho o diez segundos a favor del viento después de la rampa, gire treinta grados hacia la izquierda. La potencia redúzcala a setenta por ciento y bajamos la velocidad de vuelo. Usted debe de tener las tres llamadas al tren hechas para ese entonces. Tres verdes, no rojos, tren abajo y asegurado. En el punto de los noventa grados, deshebra descender a los 400 pies sobre el nivel del suelo," me iba narrando mientras realizaba las acciones. "Haré un rápido vistazo a la bola ahora," dijo.

Mientras observaba, el Vector de Velocidad y la Llave ADA empezaron a juntarse una con la otra, mientras la caja de velocidad empezaba a descender. Mire sobre la izquierda y vi la bola, entonces regrese a mirar el HUD.

"Una vez que tenga la bola a la vista, no mire a ninguna otra cosa."

La mire otra vez y vi como se acomodaba, un punto arriba en el indicador de elevación mientras girábamos, en dirección a nuestro curso de aproximación de cero-nueve-cinco grados.

"Dos-dos-cinco, esta a tres cuartos de milla, llame a la bola," solicito el LSO.

Steffi contesto inmediatamente, "Valkyrie, Bola. Siete punto Dos."

"Correcto, Bola."

"Estamos ligeramente altos, así que soltare los alerones un poco," dijo.

En el asiento de mis pantalones, podía sentir como se ajustaba el Valkyrie ligeramente. La bola ce centro perfectamente con las luces de datos verdes. El indicador ADA estaba justo en el blanco, mostrando una dona verde. Mientras nos acercábamos mas a la orilla de la pista cambie mis ojos a los umbrales de aterrizaje.

"No veas la pista," ordeno, "y no persigas la bola tan cerca o vas a aterrizar duro."

Sus palabras me sobresaltaron. Ella estaba leyendo mis movimientos antes de que yo los reconociera. Mis ojos regresaron a la bola justo a tiempo para verla empezar a acomodarse. Con un golpe irritante golpeamos la pista de concreto. Steffi retracto los tableros, cerro los alerones y empujo el propulsor al alto en un solo movimiento. Aceleramos en el aire una vez más.

"Ese fue quizás un pase '4.0 OK'. 'Desviaciones razonables con buenas correcciones.' Tiene los controles, Teniente. Vamos a darle un intento. Puede usar el DLC y el APC. Le mostrare la manera fácil primero, después la difícil al último."

Levante una ceja mientras tomaba la palanca y la meneaba. "Tengo los controles de vuelo." ¿Mostrarme la manera fácil primero? ¿Qué diablos...?

Jale la potencia a ochenta por ciento y mire la velocidad alcanzar los 275 nudos. Me quebré a la izquierda para entrar a favor del viento dirigiéndome a dos-siete-cinco grados. Presionando los tableros espere que la velocidad descendiera a 250 nudos, después levante el avión.

"Velocidad de barrido en automático, manteniendo el gancho. Alas... están extendidas...," dije, mirando rápidamente sobre mis hombros. "Tableros, alerones, timón," continuaba, mirando rápidamente alrededor del avión para verificar visualmente que estaba configurado apropiadamente. "Tren abajo, en tránsito... tres verdes, no rojos, tren abajo y asegurado. Arnés en posición, ah, Radar de altura encendido, potencia al ochenta por ciento, manteniendo el APC. DLC encendido, buscando los dos-cero-cero nudos con siete mil libras de gas," titubeaba por la lista memorizada de aterrizaje como si fuera un novato. Realice una mirada rápida el centro del MFD por cualquier punto rojo. Todo en la lista estaba en verde y eso significaba que el Valkyrie estaba configurado para aterrizar.

"Tren abajo, uno, dos, tres verdes, no rojo. Tren abajo y asegurado." Mirando hacia la izquierda vi que estábamos sobre la área de aterrizaje y llame al LSO. "Dos-dos-cinco encima," indique, jalando los propulsores un par de centímetros.

"Dos-dos-cinco. Entendido. Prosiga," respondió.

Conté hasta diez, después gire en una ángulo de treinta grados hacia la izquierda, bajando la potencia a setenta por ciento, mientras lo hacia. EL indicador de velocidad empezó su descenso fijo hacia la velocidad requerida. Hice una revisión final del tren mientras alcanzaba el punto de noventa grados de la vuelta, y busque por la bola.

"Recuerde, la velocidad es uno-cuatro-cero con el DLC," me recordó Steffi.

Empuje los propulsores hacia arriba y después hacia atrás un cabello para mantener los 140 nudos. En modo de Control Directo de Ascenso (DLC), la posición neutral de los alerones de diez grados destruye algo del ascenso generado por la ala. Esto ocasiona un radio de descenso mas alto y un ángulo mas pronunciado aun sin manipular el sistema. Por lo tanto, por seguridad y para mantener el ángulo de descenso apropiado, llevábamos unos diez nudos extras con el DLC encendido.

Presione el botón del APC a la posición de encendido y sentí las turbinas frenarse y encender otra vez mientras la computadora de vuelo intentaba restaurar algo de estabilidad a mi aproximación. Después de unas correcciones menores, el indicador de ADA me mostró una dona amarilla. La bola me indico que estaba bajo y descendiendo. Libere la palanca hacia atrás -repentinamente olvidando sobre el DLC- para contrarrestar mi descenso, y sentí como el APC daba un toque de poder para mantenernos en velocidad. Estaba ligeramente a la derecha mientras llegábamos al modo y me sentí sobrecargado -parecía que había muchas cosas que cuidar.

El LSO se comunico con la familiar llamada "En modo". "Dos-Dos-Cinco, estas a tres cuartos de milla, llame la bola."

"Valkyrie, Bola. Siete punto cero," conteste, sabiendo que mi acercamiento se estaba dirigiendo al infierno en una canasta.

"Correcto, Bola," dijo. "Está bajo. Alinéese a la izquierda."

"Use el DLC, Jake," dijo Steffi, tranquilamente.

Presione la palanca del DLC cerca de los alerones y gire suavemente a la izquierda. La Bola detuvo su descenso y empezó a elevarse hacia las luces verdes. Hice lo mejor para anticipar el comportamiento de la Bola y libere el control del DLC, regresando los alerones a su posición neutral, Estaba un poco tarde y deje la Bola medio alto. Decidí dejarla ahí.

"Ligeramente alto," dijo el LSO. "Prosiga con el curso."

Mientras nos acercábamos rápidamente a la "nave". Resistí a la urgencia de mirar al área de aterrizaje. Golpee una pequeña columna de aire descendente y la bola descendió rápidamente debajo de las luces DATUM. Jale la palanca hacia atrás y después hacia adelante y escuche como el APC aceleraba las turbinas para mantener nuestra velocidad. Había sobre compensado la bajada y no había corregido el ascenso suficientemente rápido y flotamos. Íbamos a cruzar el umbral muy alto.

"Dos-Dos-Cinco, aborte, aborte. De la vuelta,"ordeno el LSO.

"¡Maldición!" Sisee en mi mascara mientras retraía los alerones, tableros y tren de aterrizaje, al mismo tiempo que agregaba potencia completa para dar la vuelta. "Alerones subiendo. Maldición. Lo perdí al final, Steffi."

"Esta bien. A todos les pasa. Es muy diferente aquí afuera que en el simulador. ¿Cierto?"

"Si, así es."

"Muy bien, toma un respiro y volvamos a intentarlo. Esta vez lo intentaremos sin el DLS y sin el APC. Vas a tener que aprender a manejar por instinto ahora. Recuerda. Recuerda, haz las correcciones que necesitas, retíralas y luego agrega lo que necesitas para mantener lo que necesitas. Solo tienes que sentir tu manera en el modo," dijo tranquilamente.

Su voz era ten hermosa, tuve una visión momentánea de recargar mi cabeza en su regazo mientras ella acariciaba mi cabello. Inmediatamente me sentí avergonzado de hacer eso. ¡Deja de jugar y vuela el avión, hombre! Pensé. ¡Muestra ese brío!

Una vez mas entre la ruta y eleve el avión, dejando apagados el APC y el DLC. "Tren abajo, uno, dos, tres verdes, ningún rojo. Tren abajo y asegurado." Llame al LSO. "Dos-Dos-Cinco, en ruta."

"Correcto, Dos-Dos-Cinco. Prosiga," el LSO contesto.

Doce segundos en la ruta. Otra llamada mientras me dirigía a la "nave". Una tercera llamada mientras buscaba la bola. No la encontraba en ningún lado. "Estoy alto,"dije, reduciendo algo de potencia para descender.

"Recuerda, la velocidad es uno-tres-cero son el DLC," me recordó Steffi.

Levante la nariz ligeramente, reduje el poder ligeramente y disminuí mi velocidad a 130 nudos. Estaba sobre el lugar, luchando para volar con decisión mientras mantenía un acercamiento suave y estabilizado. Estaba fallando miserablemente.

"Dos-Dos-Cinco, estas a tres cuartos de milla, llama la bola," dijo el LSO.

"Dos-Dos-Cinco, Valkyrie, Bola, siete punto cero, Manual," llame, indicando que no estaba usando el DLC ni el APC. Podía ver las luces verdes, pero la Bola no estaba en ningún lado que se pudiera ver.

"Correcto, Bola. Estas alto."

El "lento" galón verde apareció en el indicador AOA y empuje la nariz hacia delante para ganar velocidad. La Bola reapareció en la parte alta de las lentes y se deslizo rápidamente hacia abajo "¡Maldición!" Exclame, empujando bastante empuje mientras el LSO escupía ordenes más rápido de lo que podía reaccionar a ellas. Había puesto mucho empuje. Mi velocidad cayo al infierno y la Bola subió mas arriba de las luces otra vez.

"Estas alto. Estas rápido."

Jale hacia atrás el propulsor y mantuve constante la caída, entonces agregue mas poder para contrarrestar el descenso que había iniciado. Las turbinas del Valkyrie gimieron mientras la Bola descendía de regreso hacia las luces de datos y mientras cruzaba el umbral estaba en la velocidad y un punto arriba en el visor de descenso. Era un milagro.

¡Crunch! Justo en el punto del cable número cuatro. Limpiar, acelerar y de regreso al aire. Mire sobre mi hombro mientras el asfalto de la pista quedaba detrás y a mi derecha.

"Ese será un '2.0 Sin Grado,' Jake. Debajo del promedio, pero un pase seguro." Indico Steffi desde el asiento trasero.

"Correcto," conteste, bajo mi respiración trabajosa. Cualquier duda sobre el esfuerzo requerido en aprender a volar sobre un portaaviones fueron instantáneamente borradas entonces y aquí.

"Seiscientos pies. Inicia tu descenso, Jake," indico ella.

Gire hacia la izquierda y empecé otro acercamiento. Este, también, fue algo menos que estelar y me sentía como un pescado fuera del agua durante el resto de la sesión de practica. Durante casi una hora, el proceso se repitió, una y otra vez, y logre realizar un total de 10 intentos en el día. Cada uno era tan difícil como el anterior y rápidamente me di cuenta de que no exageraban la dificultad en aterrizar en un portaaviones. Mi calificación promedio (GPA) fue menor a 2.0 para el primer día. Claramente, el aterrizaje de emergencia que había realizado n el Cronos era menos un testamento a mis habilidades que un triunfo a la mente alborotada. Aun así, no había permitido que mi mal desempeño me intimidara, sabia que mi técnica de aterrizaje mejoraría. Después de todo, iba a tener mucha practica.

Y practica así fue. Las siguientes dos semanas estuvieron cargadas de tres sesiones de practicas al día, y de ocho a diez intentos durante cada sesión (casi un tercio de mis sesiones de practica se realizaron en la noche). Al final del segundo día, estaba exhausto. La concentración requerida era enorme y me preguntaba como iba a soportarlo otros doce días.

Como era de esperarse, mi desempeño mejoro con cada sesión y para el tercer día esta en posición para obtener mi primer grado "4.0 OK". Mientras me dirigía al paraíso, todo se veía bien. La bola estaba justo donde debía de estar, la dona de velocidad estaba iluminada y estaba alineado justo en la línea central. A un cuarto de milla de la pista podía ver que mi descenso iba a ser grandioso y anticipaba la felicidad de un buen acercamiento.

"Levanta el vuelo, regresa, Jake," llamo Steffi en mis oídos.

Estaba paralizado y un poco confundido, mientras agregaba potencia y me daba la vuelta. "¿Qué paso?" pregunté, mientras mi Valkyrie aceleraba hacia el cielo de tono naranja.

Solo escuche dos llamadas del tren. Quiero tres."

"¡Maldición! ¡Hice tres!" proteste.

"No, hiciste una en el descenso y una en la vuelta."

"¡Rayos! ¡Ese era un perfecto pase! ¿Por que lo arruinas?" era como un niño al que le habían quitado su paleta. "¡Maldición! Ese hubiera sido un pase 4.0..."

"Bueno, la próxima vez haz tres llamadas del tren."

No dije nada y continué mi practica con una notoria mueca en mi cara. Me asegure de hacer las tres llamadas en cada vuelta, pero mis acercamientos no fueron muy buenos. Mi cabeza caliente estaba afectando mi desempeño y esa no era manera de comportarse de un oficial. Me esforcé para dejarlo atrás. La siguiente tarde, en mi ultimo acercamiento del día, otro pase "4.0 OK" estaba al alcance. Mientras me acercaba a la nave me asegure de no dejarlo escapar, anunciando rápidamente, "Tres-verde-no-rojo-tren-abajo-y-asegurado. Tres-verde-no-rojo- tren-abajo-y-asegurado. Tres-verde-no-rojo-tren-abajo-y-asegurado. Esas fueron tres llamadas al tren, el tren esta abajo y asegurado."

Steffi se rió fuertemente en el asiento trasero y sonreí. La bola se mantuvo en su posición y volé un perfecto pase.

"¡Buen trabajo!" indicó, estirándose alrededor del respaldo de mi asiento para darme una palmada en el hombro. "Llévanos a casa."

Sonreí y me dirigí a la base, sintiéndome mejor que nunca sobre mis habilidades. Finalmente estaba empezando a tener el instinto de "Volar por Bola" y después de algún trabajo de esfuerzo en acercamientos a una turbina, Steffi me dejo hacer mi primer solo en el quinto día. Ella tomaría la posición del LSO, guiándome para trabajar en buenas y malas.

Nunca dejo de impresionarme. Como todos los LSOs, ella estaba siempre delante de los pilotos en el patrón, conociendo mas sobre lo que hacían nuestros aviones que nosotros. Yo podía estar en el descenso, realizando mi tarea de descenso, en velocidad, en diagonal y escuchar una petición de mas potencia. Empujaría los propulsores hacia delante y observaba que la bola permanecía fija. Si no hubiera agregado mas potencia, la bola hubiera descendido y seguramente el acercamiento se hubiera ido al infierno rápidamente. Era sorprendente.

Para el final de la segunda semana, las correcciones de Steffi eran más infrecuentes y mis reacciones a la bola eran más instintivas. Era tiempo de ir al bote.

Esta seria una de las experiencias más increíbles de mi vida.


Capítulo 50 - El Bote

Desperté a las 0600 en la mañana del 20 de Noviembre de 2012, me bañe, vestí, rasure y comí algo rápidamente en el comedor. Revise el tablero de asignaciones de vuelo y encontré que estaba programado para estar en el bote a las 1300 horas para el Día de Calificación de Portaaviones. La junta de prevuelo estaba programada para las 1100. El plan de acción era que Steffi me guiara al portaaviones de practica -"El Bote"- donde haría mis pruebas de aterrizaje, diez de día y seis de noche, durante los siguientes dos días.

Como una manera de coser tradicionalismos y su terminología mas exacta, los pilotos navales siempre encontraban una manera de abusar, mal usar o ignorar este argot. El frente de una nave nunca es llamado "proa" o una ventana nunca es llamada "claraboya" y una pared nunca es llamada "mampara". Así mismo, el portaaviones, el indiscutible rey de todas las maquinas marítimas siempre era conocida como "el bote" por los aviadores. Los marineros se frustraban con esta bastardización de su lenguaje. "Un bote es un juguete con el que juegas en una tina de baño" insistían. "Todo mundo sabe que un verdadero bajel que cruza los océanos en una "nave" o "velero". Para ellos, "bote" es una palabra de cuatro letras.

El "bote" de hoy era la nave nuclear U.S.S Ronald Reagan. Prestado en un esfuerzo de cooperación con la naval estadounidense, Reagan era el último portaaviones, clase Nimitz, construido por los Estados Unidos y fue nombrado por el carismático cuadragésimo presidente de los Estados Unidos, Ronald Wilson Reagan. Durante dos términos como presidente (1980-1988), Reagan tiene el crédito de reconstruir la milicia estadounidense, salvar una economía fallida y ganar la Guerra Fría, derrotando la amenaza global del comunismo. Un símbolo de la fortaleza Estadounidense durante el siglo 20, era apropiado que la marca mas alta de los diseños navales se llamado después del siempre popular Ronald Wilson Reagan.

Aunque más pequeño que las naves clase Prometeo, el Reagan era una nave enorme. Con un desplazamiento de 46,000 toneladas métricas y capaz de cargar casi con cien naves de ataque. Era todavía una arma poderosa bajo cualquier definición. Terminada muy tarde para ver acción en la Guerra Global, fue uno de los últimos ejemplos de su clase y ahora servia como el principal portaaviones de entrenamiento para los aviadores de la Naval y Marina de la RDF y de los Estados Unidos. Como todos los portaaviones que precedieron a los de clase Prometeo, las naves clase Nimitz de la Naval estadounidense carecían de la habilidad de sumergirse y por eso, muchos de ellos sirvieron en batalla durante la Guerra Global solo para ser destruidos durante la Lluvia de la Muerte de Dolza. En muchas maneras, Reagan era una moderna reliquia, un vestigio de una era ya ida y estaba excitado ante el hecho de aterrizar en su cubierta.

Steffi repaso conmigo un resumen muy detallado, para asegurarme de que había entendido todos los procedimientos, frecuencias y cursos necesarios para poder abordar la nave. Yo anote toda esta información en mi tablero y, como muchos pilotos hacen, escribí las frecuencias en el anverso de mi mano, "por si acaso".

"Aterrizar en el botes es como aterrizar en el terreno. Todo se vera familiar," dijo ella. Yo no había notado nada inusual sobre su comentario, después de todo, había hecho esto ciento de veces antes en el espacio y casi cien veces más en el campo de entrenamiento, ¿qué tan diferente podría ser?

Llegue a la chabola del Maestro de Equipo y obtuve mi equipo de vuelo. Después de vestirme, toe mi casco y paracaídas, registre con el Oficial de Operaciones y me encamine hacia la puerta y hacia el Valkyrie que seria mi montura esta tarde. Mientras caminaba sobre suelo de concreto, me sorprendí que no tenia mariposas en el estomago. Una brisa de sodio me baño mientras me deslizaba junto a una fila de pulcramente estacionados, como tiburones VF-1Ds. El sol estaba todavía bajo en su apogeo, pero el calor del Sur de Texas empezaba a sentirse.

Un trío de personal de tierra enlistados, estaban ocupados sobre mi avión, asegurándose de que trabaje correctamente para mi sesión de CALPOR. Mi jet era un modelo usado Block Ten. Ella se veía bien desde la distancia, pero una inspección más cercana me revelo que había tenido una vida dura. Varios de los paneles de acceso del avión se fundían con el esquema de pintura roja sobre blanco del avión, habiendo sido canibalizada de otros aviones, y era claro que este Valkyrie era una nave dura. Hice una completa inspección de prevuelo, teniendo estos hechos en mente y note un ligero escurrimiento de fluido hidráulico del puntal principal del tren de aterrizaje izquierdo. Después de consultar con mí jefe de tripulación determine que estaba dentro de los límites de seguridad y me encarame por la escalera de abordaje dentro de la cabina delantera. Con un pie en el asiento de ejecución y otro en la escalera, mire sobre mi hombro para ver a mi ágil instructora entrando graciosamente en su cabina. Mis hormonas tomaron lo mejor de mí, otra vez y por un breve instante me imagine a mi mismo involucrado en una cita romántica con la hermosa rubia. Me hizo la señal del pulgar mientras permanecía parado en la escalera de abordaje, mirando como un niño de escuela. Le regrese el saludo, repentinamente avergonzado y me acomode dentro de la cabina.

Los rituales familiares de inicio y previos al despegue fueron realizados sin fanfarrias y con las máquinas de mi Valkyrie manchado como fantasma gris rugía en el aire matutino, seguí a Steffi fuera del área de estacionamiento y me dirigí a la pista en uso. Un T-45 estaba delante de nosotros en la pista mientras nos acomodábamos en la línea de espera. El viento cambio abruptamente y el olor de queroseno quemado invadió mi cabina abierta. El aroma me trajo a la mente las memorias de niñez de los Learjets pasando junto a mí, desde el mirador del aeropuerto de McAllen, Tecas. Siempre había amado el dulce aroma a quemado del Jet-A mientras rugía por las pipas de esos pequeños jets empresariales y por un breve instante, fui un niño, una vez mas, contento de jugar con mis pequeños aviones de juguete en las pistas de tierra que había hecho en el pasto del jardín delantero.

Mientras esa memoria surgía y desaparecía como una bengala en la noche, mire a mi alrededor y me di cuenta de que había recorrido un largo camino desde entonces. Los juguetes que ahora manejaba no eran muy diferentes a los que usaba en mi juventud. Las visiones que había creado en mi mente como un juego, actuando la película "Fuerza Aérea", pretendiendo ser Charleton Heston mientras bombardeaba la Flota Japonesa en "Midway" o animando John Wayne mientras vencía a sus enemigos en "Los Tigres Voladores", habían rendido sus frutos. Iba a hacer lo que siempre había soñado y las piezas del rompecabezas que era mi vida estaba formado, una por una, un retrato de mi que había sido pintado mucho antes de que naciera.

La cabina de Steffi se cerro cuando el control de la torre nos dio el permiso para un despegue doble. Con movimientos precisos de los propulsores, nos dirigimos hacia la pista y nos detuvimos. Observe su avión de nariz a cola, asegurándome de que todo estuviera bien. Ella hizo lo mismo para mí. Viendo que no había nada mal, le hice la seña del pulgar, el cual ella regreso. Hizo una seña con su mano, y ví que el calor de sus escapes crecieron. Moví mi propulsor a Potencia Militar y revise los indicadores. Con un movimiento ligero de su cabeza, señalo que liberáramos los frenos y salimos disparados por la pista como un par de demonios.

Como si estuviéramos conectados por cables de acero, nos levantamos en el aire como uno, tren y alerones retractándose suavemente, mientras la pista se encogía debajo de nosotros. Me coloque sobre la ala de Steffi, manteniendo la posición lo mas justa posible para que nuestra formación de dos naves se viera precisa para aquellos, que estuvieran en el suelo, observando nuestro despegue. Ascendimos directamente a 35,000 pies y tomamos dirección este, hacia el Ronald Reagan. El cielo estaba absolutamente hermoso -brillante, azul claro como el cristal de horizonte a horizonte. Algunos cúmulos esponjosos de nubes se podían ver flotando perezosamente sobre el océano azul-verde, que se encontraba debajo, sus sombras formaban masas negras sobre la superficie del mar, pero a pesar de eso, el aire estaba completamente limpio.

Observe como el DME descendía mientras nos acercábamos a la posición del Ronald Reagan a 450 nudos. No estaba preocupado mientras Steffi daba nuestra posición y recibía nuestras instrucciones de espera. El portaaviones tenía un problema con su tren de amarre y la recuperación estaba definitivamente atrasando el programa. El espacio aéreo sobre el Reagan estaba lleno completamente de aviones mientras un nuevo grupo de pilotos, trabajando para calificar o recalificar en sus aviones, antes de reportarse a un escuadrón de combate, orbitaban pacientemente hasta que el problema fuera resuelto. Con el espacio aéreo tan ocupado como estaba, teníamos que permanecer alejados hasta que el Centro de Control de Trafico aéreo del Portaaviones (CCTAP) tenga espacio para organizarnos a todos. Reducimos la velocidad a 250 nudos y entramos a un pequeño patrón de pista de carreras a 30,000 pies, a casi 30 millas de la popa de la nave. Arriba y debajo de nosotros, otros jets estaban apilados a intervalos de 1000 pies y esperando como nosotros, esperando por su turno para entrar al patrón de aterrizaje.

Después de diez minutos en el patrón, nos ordenaron bajar a 20,000 pies y acercarnos a 20 millas del portaaviones. Después de otros quince minutos, nos ordenaron volar directamente sobre el portaaviones a 10,000 pies. Estaba tan concentrado en mantener la formación de vuelo que no me era posible ver el ballet que pasaba debajo de nosotros, pero mi oportunidad llegaría pronto.

"Hormiguero Dos Uno Siete, Charlie a su llegada," vino la llamada del controlador.

"Dos Uno Siete, entendido," contesto Steffi.

A mi líder se le había otorgado permiso para tomar aterrizaje en la cubierta de la nave. Me hizo la seña del pulgar, lanzo un beso en mi dirección y rompió suavemente la formación. Bajo circunstancias completamente diferentes, un beso de la Comandante Lori hubiera sido el paraíso, pero no hoy. Mientras ella descendía del cielo azul cobalto, miré hacia el pequeño portaaviones, flotando en el océano como un corcho y me di cuenta de que era muy pequeño. Esto no era como aterrizar en el espacio. No era nada parecido. ¿Cómo diablos iba a aterrizar en esa cosa tan pequeña? ¿había perdido la razón? Ahora estaba solo, a tres millas sobre la tierra, orbitaba impacientemente sobre ese pequeño punto en el mar, esperando mi turno para intentar llegar al bote. No estaba nervioso. ¡Esta muerto de miedo!

"Jesús, ¿En que me metí ahora?" murmure, observando la nave, una estela blanca de una milla, fluyendo por detrás.

Durante quince minutos, orbite el Reagan, observando con aprensión como otros tomaban sus pruebas en el bote. Mientras el golpe del tamaño pequeño de la nave lentamente se desvanecía, empezaba a relajarme y para la hora en que era mi turno para entras al patrón, estaba listo para hacerlo.

"Hormiguero Dos Dos Cuatro, Charlie en su llegada," llamo el controlador.

"¡Dos Dos Cuatro, Entendido!" exclamé, sonando mas excitado de lo que deseaba.

Jale los propulsores a punto muerto y suavemente baje la nariz antes de dirigirme hacia la nave. Estaba a dos millas de popa y descendiendo a 420 nudos cuando alcance la APT (Altitud del patrón de Trafico) de 800 pies. La nave gris y negra aparecía en frente de mí, justo a la izquierda de mi nariz. Me había colocado en el lado contra viento, a casi un octavo de milla a la derecha del portaaviones, colocado detrás de los otros jets en el patrón con 090 grados de dirección. Presione los propulsores al setenta y cinco por ciento y pase rápidamente sobre el bote gigante -mirando rápidamente mientras rugía a través- esperando hasta que el avión que seguía paso mi "línea Tres-Nueve" antes de empezar mi descenso. Con los propulsores otra vez en punto muerto, jale cuatro G en el quiebre y entre a favor de viento, dirigido a 260 grados, con las alas abiertas buscando que el indicador de velocidad marque 200 nudos. Un acercamiento estabilizado produce un buen aterrizaje.

La adrenalina empezó a fluir mientras recorría mi revisión previa al aterrizaje. La nave estaba adelante y a la izquierda de mí y aun a una milla de distancia, demandaba respeto. Todavía se veía lastimosamente pequeña y aunque podía ver como otro Valkyrie frenaba bruscamente en el área de aterrizaje, parte de mi cerebro se rehusaba a creer que ese aterrizaje completo en esa pequeña cubierta era posible. Verifique que el tren estuviera abajo tres veces y me sentía adelantado al avión mientras me acercaba al portaaviones.

"Dos Dos Cuatro, Acercamiento. Piloto Framton. Valkyrie siete punto cero, manual," llame. No estaba usando el APC o el DLC ya que las regulaciones de CALPOR requerían al menos se realizaran cuatro aterrizajes de día -y dos de noche- sin estas herramientas activas. Era mejor sacarlas de una vez, ahora, pensé.

"Dos Dos Cuatro, entendido. Continué," contesto el Jefe aéreo.

Conté hasta diez y después hice un giro de treinta grados a la izquierda y reduje mi velocidad a 130 nudos. Mientras me encarrilaba Curso de Recuperación Básico de 080 grados, ví la bola ligeramente arriba y a la izquierda. Estaba con precaución y confidente. Aunque mi margen de error era pequeño, el Valkyrie me quedaba como un guante -podía hacer con el lo que yo quisiera. Con movimientos practicados de los propulsores y de la palanca, la acerque aun más al portaaviones.

El área angulada de aterrizaje del Reagan estaba peraltada diez grados a la izquierda de la quilla de la nave. La nave -y mi blanco para contacto- se estaba alejando y ligeramente a la derecha de mi a unos 20 nudos. Por lo tanto, necesitaba un poco mas de potencia para mantener el descenso y tenia que apuntar un poco mas a la derecha para mantener mi línea. Bajo idénticas condiciones, un acercamiento exactamente practicado en el campo de entrenamiento terminaría un poco corto y a la izquierda, siendo usado en el bote, a menos de que las acciones correctivas fueran tomadas.

"Dos Dos Cuatro, estas a tres cuartos de milla, llame a la Bola," indico tranquilamente el LSO.

"Dos Dos Cuatro, Valkyrie, Bola, siete punto cero," conteste.

"Correcto, Bola."

No había compensado lo suficiente para el movimiento de la nave y mi acercamiento era un poco bajo. El LSO me ordeno elevar mi nave y asentí. Mientras la nave se apuraba para encontrarme, me resistí a la urgencia de jalar la palanca y como un saco de piedras, mi Valkyrie golpeo la cubierta sonoramente. Los puntales hicieron poca cosa para absorber el choque un aterrizaje duro y más de un piloto de portaaviones de Valkyrie -incluyéndome a mí- han perdido el relleno como resultado. El gancho tomo el cable dos y mientras jalaba los propulsores totalmente y retraía los alerones con el botón del freno de velocidad, bajo mi pulgar izquierdo, se jalo mi caza a un alto total en menos de ochenta metros. Un director de vuelo, de camisa amarilla salio corriendo en frente de mi caza, ambas manos sobre su cabeza, señalándome que colocara mis propulsores a punto muerto. Los jale y seguí sus instrucciones para levantar mi gancho y mis alerones, contraer las alas y avanzar rápidamente para salir del área de aterrizaje, para el caza que venia detrás de mi.

¡Lo había logrado! ¡Un completo aterrizaje de portaaviones! Estaba extasiado y sonreía incontrolablemente debajo de mi mascara. Mientras el director de avión me dirigía hacia las catapultas de proa, pensaba a mi mismo, Hey, esta no es una mala manera de tener una vida. Que razón tenía.


Después de una breve espera, la catapulta me lanzo fuera de la punta filosa del portaaviones. Una brisa oriental esta soplando a cinco nudos y el Reagan estaba navegando directamente a este viento a veinte nudos. Agregando los veinte nudos generados por navegar a esa velocidad mas los cinco nudos del viento, nos daba un componente de "viento sobre la cubierta" (WOD) de veinticinco nudos. Idealmente, un avión necesita ser lanzado de la cubierta a una velocidad de alrededor de veinte nudos sobre la velocidad estática (algunos aviones usaban 1.3 veces la velocidad estática). Entre mas bajo el componente WOD, el golpe de la catapulta era mas duro para asegurarse de que los aviones que dejaban la cubierta pudieran volar. Con veinticinco nudos sobre la cubierta, esperaba un golpe suave de la catapulta, pero estaba equivocado.

Sin temor a equivocarme, ir de cero a ciento quince nudos en menos de tres segundos era un buen paseo. Las pistas de la catapulta de los portaaviones clase Nimitz eran casi 70 metros más cortas que las pistas de los clase Prometeo. Aunque las catapultas de la pista eran del tipo de liberación de presión progresiva -lo que permitía que la presión se liberara a intervalos durante el golpe de catapulta en vez de liberarlo en un impacto- la longitud mas corta de la catapulta hace que el disparo del Reagan algo fuerte. Claramente me había corrompido despegando del Prometeo con sus catapultas más suaves por mucho tiempo. Aun en un día con cero viento, los lanzamientos del Prometeo eran mas cómodos comparados a este, y para el quinto disparo, estaba listo para regresar a una nave clase Prometeo.

Durante las siguientes dos horas que siguieron mi primer aterrizaje, realice seis descensos mas. Necesitaría diez descensos de día y seis de noche para calificar para la flota. Después de estacionarme en el lado derecho del portaaviones, estaba listo para un descanso. Ya había sobrepasado la regla de las cuatro horas por un amplio margen y después de apagar las turbinas, abrí la cabina, me quite la mascara y me senté ahí, disfrutando la brisa marina que me golpeaba la cara. Después de cinco minutos, desciendo de la nave y estire mis brazos y piernas, mientras el fuerte viento recorría mi traje de vuelo húmedo de sudor.

El sol estaba empezando a descender en el horizonte occidental mientras cargaba mi casco y tablero hacia la isla del barco. Pase por la puerta ("escotilla") y me encamine hacia la Sala de Preparación. Steffi estaba esperándome ahí con un vaso frío de té helado, que rápidamente bebí. teníamos mucho que discutir en un periodo corto de tiempo. La prueba real estaba justo alrededor de la esquina.

La noche ya me estaba llamando.


Permanecí de pie en el nido del cuervo, un delgado mirador que presidía la pista de vuelo, y observaba las operaciones de recuperación, mientras el sol se hundía mas bajo en el cielo. No importaba cuanta agua bebiera, todavía tenia mucha sed. había escuchado todas las historias de horror y hasta había experimentado una yo mismo, con respecto a aterrizajes nocturnos en portaaviones. Los aterrizajes verticales de noche, eran pan comido y yo realmente los disfrutaba, pero descender del cielo oscuro hacia la oscuridad para un aterrizaje convencional, sin nada, excepto las tenues luces de la cabina y un pequeño sistema óptico de aterrizaje como guía, era un acto completamente innatural. Los descensos durante el día eran divertidos y virtualmente, todo el que los ha hecho llegan a amarlos, pero no podía pensar en ninguna alma ahí afuera que tenga las ganas de aterrizar en un bote en la noche. había kilómetros de cinta con sobresalientes consecuencias de un mal manejado aterrizaje nocturno en la Televisión de Apoyo para Aterrizajes y no importaba lo que intentaras, no podías retirar esas horribles imágenes de fuego y muerte de tu mente.

Caminaba nerviosamente, mirando mi reloj cada minuto, mientras los jets continuaban aterrizando y despegando de la pista del Reagan. Yo no era del tipo de personas que escondía sus miedos, ni tampoco me avergonzaba admitir cuando estaba asustado, ser un bravucón nunca fue mi punto fuerte. Habiendo dicho esto, cuando algo me asustaba, aunque no afectaba con mi entusiasmo loco, nunca daba la espalda y corría del evento, tampoco. Era simplemente un caso de obligarme a mi mismo en una posición donde no tenía otra opción más que empujar y salir adelante, y al hacerlo, sobrepasaba mis miedos a través de la experiencia directa. Esta noche no seria diferente.

Mientras la orilla inferior del sol naranja tocaba el horizonte, me di la vuelta y regrese al Salón de Preparación. Tenía algunos preparativos de último minuto que debía atender, antes de salir disparado del portaaviones en el cielo nocturno, por lo que esperaba serian 3 aterrizajes exitosos.


"Confía en tus instrumentos, confía en el HUD y confía en la bola."

Con esas palabras y una palmada de apoyo sobre el hombro, Steffi vio como me dirigía al hangar. Sus palabras serian muy importantes esta noche. No había luna. Una capa gruesa de nubes se había movido sobre el área, durante el día, oscureciendo aun las estrellas más brillantes. Era seguro que el vértigo asomaría su horrible cabeza, esta noche.

Mientras revisaba nerviosamente mi Valkyrie mientras esperaba en la bahía del hangar. Mientras caminaba alrededor de ella, los gritos y tañidos del personal de mantenimiento trabajando en los otros aviones estacionados cerca, hacían eco en los muros de metal. Era seguramente mi trepidación al tener que aterrizar a bordo del portaaviones esta noche, lo que ocasionaba que encontrara un sin fin de cosas mal en mi Valkyrie. Rayones y abolladuras, fluidos escapando de varios sistemas y pequeños golpes en lugares aparentemente alarmantes aparecieron como llagas mientras caminaba alrededor de mi cansado caza. Ella no se veía tan mal esta mañana, ¿o si? Pensaba. Dios, no puedo volar en un avión que se ve tan mal.

Mi mente corrió buscando una excusa para escaparme de volar, pero sabia, muy dentro de mi, que simplemente se me asignaría otro avión, y quien sabe como luciría ese otro. Dos Dos Cuatro estaba gastado, pero al menos ya sabia como manejarlo y el miedo a lo que ya conoces es mejor al miedo de lo que no conoces. Con manos que temblaban mas de lo que yo quisiera, trepe por la escalera de ascenso, al frente de mi "VD" (uno de varios afectuosos sobrenombres derivados del VF-1D) y recorrí nerviosamente la lista previa al inicio. El tractor de arrastre engancho su pequeña barra de arrastre al puntal de la nariz de mi jet. Me hizo la señal para liberar los frenos. Empuje los frenos hasta el punto final de los pedales del timón con mis pies, verifique que la palanca de estacionamiento estaba abajo, libere la presión de los pedales y le di al conductor la señal del pulgar. Emitiendo un murmullo metálico, el tractor jalo mi Valkyrie hacia delante con una sacudida. Inconscientemente, tome los rieles de la cabina con mis manos, apretándolos hasta que mis nudillos se volvieron blancos.

El paseo hacia la pista de vuelo oscura, fue muy corta para mi gusto. En poco tiempo, mi Valkyrie esta listo y corriendo, y estaba dirigiéndome hacia la catapulta de estribor y popa, en dirección de las varas verde neón de un director de avión. Trague saliva nerviosamente, mientras me guiaba sobre la guía de la catapulta. Me dio la señal de avance y agregue un pellizco de poder. Con un pequeño empujón, la barra de lanzamiento de mi caza estaba agarrada al transportador de lanzamiento y llego a un alto total. Estaba a solo momentos de mi disparo de catapulta.

recorrí otra serie de puntos de mi lista. Alas abiertas. Cola abierta. No bandera en la izquierda. No bandera en la derecha. Alerones a treinta. Tablillas afuera, Tableros dentro. Controles están libres y correctos -en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- Amen. La marca de peso mostrada al oficial de catapulta y verificada. La velocidad de lanzamiento esta fija a 140. Recite todo lo más fuerte que pude.

El oficial de catapulta, bañado en la luz roja del sistema de iluminación del portaaviones, coloco sus varas sobre su cabeza y moví los propulsores a potencia militar. recorrí mi letanía memorizada. "Estoy tenso, mis pies están en la cubierta, alas están abiertas y seguras, medidores se ven bien, no hay luces de aviso, controles libres, fáciles y correctos. Revisiones completas. Listo para el disparo, vienen las luces."

Levante mi mano izquierda y encendí el faro y las luces de navegación. El oficial de la catapulta miro hacia delante, toco la cubierta con la vara, mientras se arrodillaba, después señalaba hacia delante. El oficial de lanzamiento presiono el botón de lanzamiento desde su panel de control y libero 30,000 kilos de presión de vapor en el cilindro de la catapulta. La barra de sujeción, se libero en el momento correcto, se abrió, liberando mi Valkyrie en la oscuridad.

Mis pulmones, llenos de aire por una aspiración nerviosa de aire, se vaciaron con la presión G transversal que resulto del golpe de catapulta. El efecto fue el mismo que el de mi primer disparo solitario de catapulta del Prometeo hace casi tres años. "YAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!". Grite, mientras mi caza salía volando de la proa del portaaviones como una bola de cañón.

Mis ojos, comprimidos por la fuerza del golpe, solamente vieron un destello verde, donde el HUD estaba proyectando su información. Tres segundos de brincos y sacudidas, seguidos por una repentina y tétrica suavidad. sentía como si estuviera volando hacia atrás en el espacio y luche contra el deseo de mi oído interno de empujar la palanca hacia delante. Mis ojos volvieron a tener la habilidad de enfocar, una vez más, y observe al indicador de velocidad. Indicaba 140 y libere un suspiro de alivio. Cualquier cosa menos que eso significa que algo esta mal. Cualquier cosa menor a 120 y mi Valkyrie terminaría en el agua.

Levante el tren de aterrizaje, establecí mi mejor posición de ascenso y espere a que se desarrollara la velocidad de vuelo, retraje los alerones a los 250 nudos y llame al controlador de acercamiento, quien me guió durante el cielo oscuro.

"Hormiguero Dos Dos Cuatro. Gire a la izquierda, dirección uno-siete-cero, libre a cinco punto cero. Espere dos cero cero en uno cero minutos."

Mantuve los 250 nudos y gire para tener la dirección de uno-siete-cero grados. A los cinco mil pies, nivele el avión, y observaba como el DME empezaba a elevarse. Después de seis minutos me indicaron que llegara a 20,000 pies y me dirigí a mi punto de espera. Mientras alcanzaba los 18,000 pies, salí de la bruma y llegue a un hermoso cielo despejado. Disminuí la intensidad del HUD y de la iluminación de la cabina y me maraville al ver que brillantes las estrellas estaban. Por todo el alrededor, luces de navegación rojas, verdes y blancas destellaban mientras otos jets esperaban su turno "en el barril". El controlador de despegue me paso con el controlador de aproximación de la pila Marshall y me dio mis instrucciones de espera.

"Hormiguero Dos Dos Cuatro, patrón Marshall. Espere en el radial uno-seis-cero a treinta-cinco DME. Mantenga nivel de vuelo Dos Cero Cero. Hora de empuje es tres cuatro. Altímetro 30.10," indicó el controlador.

Repetí la orden y descendí. Durante la noche, los jets en espera son asignados una altitud y una distancia. Entre mas alta la altitud de espera, mas alejado estaba uno del barco. Al tomar la altitud asignada y agregando quince a los primeros dos dígitos, uno puede determinar que tan lejos esta uno esperando. Por lo tanto de 20,000 pies, tomo el veinte, agrego quince y me da treinta cinco, con lo que verificaba lo que el controlador me señalo. La "hora de empuje" era el tiempo en el que esperaría recibir instrucciones para dejar mi punto de espera. En el evento de una falla de comunicación, dejaría mi altitud y empezaría a acercarme a los treinta y cuatro minutos después de la hora, dentro de quince minutos.

Orbite en el cielo nocturno en el radial uno-seis-cero a treinta y cinco millas. Las operaciones de espera estándar indicaban realizar círculos de un minuto, y después de ajustar dos veces mi avión, para compensar los vientos altos, finalmente había ajustado mi avio para que estuviera en el punto de descenso de mi última vuelta, precisamente a treinta y cuatro minutos después de la hora.

Escuche a los otros aviones realizar sus acercamientos al bote y empecé a sudar. El aire estaba tranquilo y suave, pero era una ruina nerviosa. Observe el cielo sobre de mi cabeza y debajo de mi. No había nada más que oscuridad -el tipo de oscuridad que absorbe a los aviones por completo. Mientras los minutos pasaban, mis manos empezaron a temblar y exhale fuertemente, "Oh, Dios, Dos, Dios... Por favor ayúdame... Puedo hacerlo... Puedo hacerlo... Por favor ayúdame." Las palabras fueron dichas por una voz extraña, una que temblaba incontrolablemente. De as de caza temerario a cobarde gimoteante. había caído muy bajo en un corto periodo de tiempo -la última desventurada victima de esa evolución llamada el aterrizaje nocturno en portaaviones.

Estaba dentro de la vuelta interna a los treinta y tres minutos después de la hora, sabia que mi turno llegaría en cualquier momento.

"Hormiguero Dos Cero Cuatro, patrón Marshall. Gire a la izquierda en dirección dos-ocho-cero, vectores para su curso de aproximación. Descienda y mantenga nivel de vuelo Uno Ocho Cero."

"Dos Cero Cuatro."

Jale los propulsores hacia atrás y empuje la palanca hacia delante, a tres grados debajo de la nariz. Me deslice suavemente hacia la izquierda y empecé a descender a los 18,000 pies como indicado. Mi garganta estaba tan seca que dolía tragar y tenía un mal síntoma de "piernas cansadas" (donde ambas piernas se contraen, retuercen y menean nerviosamente). podía sentir mi caza meciendo su cola por el aire, mientras mis pies bailaban sobre los pedales del timón. Esperaba que la Televisión de Apoyo para Aterrizajes no tuviera vistas de la cabina. Pensaba. Uno nunca sabe que esperar, cuando se trata de tecnología de espionaje.

"Dos Cero Cuatro, patrón Marshall. Su dirección de acercamiento final será cero-uno-cero. Intercepte el localizador. Charlie en la llegada, reporte la Plataforma. Contacte Aproximación, botón Uno Cinco."

"Dos Cero Cuatro, a Aproximación, nos vemos."

Presione el botón en el propulsor y llame al controlador de Aproximación. "patrón de Aproximación, Hormiguero Dos Cero Cuatro, Valkyrie, siete punto seis. Siguiendo patrón uno-siete-cero a tres-tres. Saliendo de uno ocho para cinco." Esto le indicaba al controlador que era un VF-1 "Valkyrie" con 7,600 libras de combustible y que estaba saliendo del radial uno-siete-cero grados a treinta tres millas, descendiendo de 18,000 pies a 5,000 pies.

"Dos Cero Cuatro, llame a sus agujas."

Mire a mis agujas del ACLS en el HSI y el HUD. La aguja de curso estaba a escala completa a la izquierda y la aguja de descenso estaba completamente abajo. "Descendiendo y a la izquierda."

"Dos Cero Cuatro, entendido. Continué. Reporte a Plataforma."

"Dos Cero Cuatro."

Continué mi descenso a la Plataforma. Mi radio de descenso estaba a más de cinco mil pies por minuto, estaba manteniendo 250 nudos, con los propulsores en punto muerto y los alerones colocados para bajarme. Después de seis minutos, alcance los 5,000 pies, a aproximadamente doce millas de la popa de la nave, nivele el avión y escuche con compasión a los otros pilotos en el aire, mientras tomaban sus turnos respectivos para aterrizar a bordo del portaaviones en la oscuridad.

Para reducir el trafico radial y para asegurarse de que las instrucciones eran recibidas claramente, los controladores de Aproximación tienen dos frecuencias diferentes, "A" y "B". El primer avión de la pila le seria asignada la frecuencia "A", al tipo detrás de el, la "B", el tipo detrás de el la "A", etc. Etc. El botón Uno Cinco era la frecuencia "A" y por lo tanto, podía escuchar a cada piloto en "A" realizar su aproximación. La sensación del miedo controlado que escuche por la radio me hizo erizar la piel y no hizo nada para tranquilizarme.

Todavía esta rodado por oscuridad. Mi Valkyrie estaba ronroneando fielmente, manteniendo el curso y altitud perfectamente como le ordenaba hacia el portaaviones. Estaba tan feliz como podría estarlo dado que el aire nocturno estaba tranquilo -un cielo turbulento, seguramente hubiera sido mas de lo que pudiera manejar.

El radio se volvió silencioso y permaneció así por un tiempo. El cabello de mi nuca se erizo cuando la idea de un problema de comunicación entro en mi mente. Me acerque para ver que todo estuviera funcionando correctamente cuando el controlador regreso al aire y me ordeno iniciar mi descenso. Con un creciente cuidado, jale los propulsores hacia atrás y empecé mi descenso hacia el océano oscuro que se encontraba debajo.

Aunque mi adrenalina tomo lo mejor de mi por un rato, finalmente me calme lo suficiente para seguir el curso de la aguja sin perseguirla por todo el lugar. El DME empezó su tendencia descendiente y ore por cualquier excusa para ser enviado a la playa. Realmente no quería hacer esto.

A las cinco millas, recorrí mi lista de revisión, configurando mi avión para el aterrizaje, y después llame al bote. "Dos Dos Cuatro, Valkyrie, Puerta, siete-punto-cinco."

"Dos Dos Cuatro, entendido, continúe."

"Alerones arriba." Era el LSO.

"Oh, Dios, este espectáculo es de a de veras, ahora," murmure.

En ese momento, pensé del aviador naval y astronauta Alan B. Shepard, uno de los últimos grandes héroes Estadounidenses. Aun así, mientras me enfrentaba al pozo oscuro delante de mi, no eran sus heroicos logros -el primer Estadounidense en viajar al espacio y uno de los primeros hombres en caminar sobre la luna- los que vinieron a mi mente, si no, la oración tímidamente desafiante que canonizo tan elocuentemente sobre la plataforma de lanzamiento del Libertad Siete en Cabo Cañaveral, Florida en 1961. "Dios Mío, por favor no me dejes arruinarlo."

Murmure esa oración mientras salía del cielo hacia la oscuridad.

Dos Dos Cuatro, estas a tres y un cuarto de millas, incremente su radio de descenso.

Observe las agujas del ACLS y casi brinco de mi piel. Estaba muy arriba del nivel de descenso y en el borde de una desviación mayor, lo que significaría que abortara y una mala calificación de aterrizaje. Inconscientemente había jalado la palanca hacia tras para evitar descender mas, ocasionando mi excesiva desviación, agregue un poco de DLC para reintereceptar mi descenso.

Continué volando las agujas, mirando fuera, después de regreso para revisar todo. Alineación, descenso, ángulo de ataque. Alineación, descenso, ADA. Repetí la mantra una y otra vez, en mi mente, y robaba una mirada fuera cuando me atrevía, desando desesperadamente poder ver el barco.

"Dos Dos Cuatro, estas a una y un cuarto de milla, llame la bola," indico el LSO.

Me esforcé para verla en la oscuridad, mientras mi Valkyrie descendía, a cuatrocientos pies. Estaba punto de llamar Clara cuando la vi, clara como el día, un destello amarillo fijo en la distancia.

"Dos Dos Cuatro, Valkyrie, Bola, siete punto cero," llame, viendo a la luz amarilla. Era un error crítico, aunque típico. En vez de revisar todo -incluida la alineación colocada en la cola del portaaviones- me fije en un punto de mi visor. Mi oído interno jugaba su truco favorito en me en este momento y a pesar de estar perfectamente al nivel, sentía como giraba hacia la izquierda. En respuesta al estimulo falso, moví la palanca hacia la derecha y empecé a dibujar un arco hacia la derecha de la ruta de acercamiento.

"Un poco izquierda," llamo el LSO inmediatamente.

El HUD me mostró una desviación de treinta grados, tan claro como la luz del día y jale la palanca rápidamente hacia la izquierda, agregando potencia y después reduciéndola para compensar la pendiente de mi vuelta. Mis pantallas eran un completo desastre y una vez mas, la fijación mostró su horrible cabeza mientras me enfocaba más en la alineación que en la administración de potencia, ADA y línea de inclinación.

"Esta con sobrado de potencia," gruño el LSO.

Ahora, a solo cinco segundos de tocar el suelo, jale los propulsores hacia atrás y observe la bola empezar a elevarse sobre las luces de datos mientras entraba en el turbulento aire de popa de la nave, llamada la burbuja.

"Un poco abajo el DLC," ordeno el LSO, mientras golpeaba la burbuja y cruzaba la rampa.

Presione la rueda del DLC, hacia delante, matando el ascenso que se generaba por las alas y golpee la cubierta del portaaviones. Con un impacto que torturo mi cuerpo completo, el tren derecho toco primero, seguido rápidamente por el tren izquierdo y el tren de la nariz. había dado por seguro que había cruzado la cubierta de acero con el tren de aterrizaje. El gancho trastabillo sobre el tercer cable y atrapo el cuarto, jalando mi caza a un alto total, mientras las turbinas de reacción dobles rugían en la noche nocturna, luchando contra el cable de sujeción. Desde mi derecha, un par de bastones verdes brillantes aparecieron desde el fondo de la oscuridad, señalándome que colocara mis propulsores en punto muerto para que el cable se soltara del gancho de sujeción de mi caza. Hice como se me indico y sentí que mi Valkyrie rodó hacia atrás, como un metro mientras apagaba las luces externas de mi jet. El director de avión me dio la señal de "enganchar" y la señal de "doblar alas" y me indico apresuradamente que me moviera hacia delante.

Pise el pedal del timón derecho, simultáneamente agregue potencia, levante los alerones y doble las alas. Tenia que librar la "línea de falta" antes de que el avión, que se aproximaba detrás de mi, aterrice sobre mi cabeza. Aunque los aterrizajes nocturnos de portaaviones son una experiencia desagradable, circular en una pista de vuelo de un portaaviones en la noche no es como comer pan caliente. Una falla de freno o cualquiera de la docena de diferentes errores del piloto o tripulación de cubierta pueden ocasionar que el avión salga de la pista y se hunda como un ancla.

Los bastones del director de avión, me pasaron a otro par de bastones, y los seguí obedientemente como un perro bien entrenado. Mientras me estacionaba detrás de los Deflectores de Explosión Jet (JBD) de la catapulta de estribor y proa me di cuenta en un instante que había engañado a la muerte una vez más. Con una rápida mirada me di cuenta de que estaban temblando. Mis cejas estaban cubiertas de sudor y mis piernas temblaban incontrolablemente. Apretando mis puños, tome un respiro profundo y en poco tiempo, estaba listo para salir por la catapulta, otra vez.

EL ritual estándar de prevuelo fue repetido y terminado. Con mi mano izquierda encendí las luces de mi Valkyrie y me acomode para el lanzamiento. El gatillero de la catapulta, presiono el botón sobre su panel de control y fui lanzado a la oscuridad. Una mano gigante me presiono contra mi asiento y sentí mis botas de vuelo, despegarse de los pedales, mientras me deslizaba por la guía de la catapulta. Mi mano derecha se movió hacia atrás también y mientras mi caza libraba la proa, la nariz se jalo hacia delante en un ángulo de treinta grados. El cuerno seco estallo en mi oído, y empuje totalmente los propulsores a sobre marcha, enterrando la palanca hacia adelante.

"Buen trabajo, idiota" me maldije, mientras luchaba para mantener el control de mi caza. había fallado en colocar mi brazo en posición durante el golpe de la catapulta y se había girado de más en el despegue. Era un error de novatos, uno que no debería de haber hecho a estas alturas del juego y del que seguramente oiría de el mas tarde. Aun así, aunque mucho auto-castigo hubiera sido apropiado, otros negocios mandaban que lo dejara pasar y obligue que mi error quedara en el fondo de mi mente. Todavía tenia que hacer dos aterrizajes mas esta noche si quería permanecer dentro del programa y podía sentir la fatiga haciéndose sentir. Estaba trabajando muy duro para hacer que las cosas funcionaran y el nivel de presión ocasionaba un efecto altamente notorio en mi.

Otro ascenso a la altitud, fue seguido por un tiempo de espera, el cual, en su turno fue seguido por otro acercamiento largo y lleno de terror y un aterrizaje. Este fue mucho mejor que el primero y el LSO apenas dijo una palabra a mi, mientras me guiaba por el visor de descenso, en velocidad, estabilizado y bajo control. Deje que mi éxito me llenara la cabeza en mi último aterrizaje y termine volando un acercamiento seguro, pero, no tan estelar.

Lleve mi caza hacia si espacio de estacionamiento y apague las turbinas. Después de un algo peligroso traslado a través de la cubierta de vuelo oscura a la seguridad de la isla del portaaviones, encontré a Steffi en el salón de preparación.

"Buen sobre giro, Teniente," dijo con una mueca.

"Si... Gracias," conteste, algo desanimado.

"No lo tomes tan duro," dijo, palmeándome sobre el hombro. "Le pasa a todos, tarde o temprano. Ahora que ya te paso, asegurate de que no vuelva a pasar." Sonrió, me dio un rápido guiño y tomo asiento en una de las sillas afelpadas que cubrían el salón. Su actitud positiva hizo toda la diferencia en el mundo y me sentí mejor por eso.

Nos sentamos para una revisión completa, guante la cual consumí casi 4 litros de agua, después tome algo de comida Mexicana de uno de los "finos comedores" de la nave y nos dirigimos hacia nuestras habitaciones temporales por una merecido descanso.

Era difícil lograr dormir esta noche. Steffi estaba usando el catre debajo del mío y a pesar de mis mejores esfuerzos, no podía mas que asomarme y espiar en ella mientras dormía. Ella era completamente hermosa, y mi mente se lleno de fantasías que nunca serian realidad. Una tristeza melancólica me cubrió en ese instante y me lamente que nunca la tendría en mis brazos. Arroje un beso en la oscuridad, como un chico de tercer año enamorado de su maestra y me sentí avergonzado de hacerlo. ¿Que pensaría Rebeca de mi, por estar deseando otra mujer? Me di la vuelta para observar el techo que estaba a centímetros, sobre mi corto catre y escuche los sonidos metálicos de los jets que eran lanzados y recuperados sobre la cubierta, encima de nosotros. Desgarrado entre los pensamientos de la hermosa mujer, debajo de mi y de la culpa que me ocasionaba, eventualmente caí en un sueño.

Veinticuatro horas, y seis intentos mas tarde, era un aviador de portaaviones totalmente calificado. Uno de los oficiales nos tomo una fotografía de Steffi y de mi sobre la pista del hangar, en frente del Dos Dos Cuatro, con los brazos de uno alrededor de la cintura del otro. Uno no podía decir viendo la fotografía, pero el triunfo y tragedias del vuelo de combate se asomaba justo a la vuelta de la esquina.



por Jason W. Smith
Julio 1995

traducción Gerardo Campos De León
Julio 1998

Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith

(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)

Basado en los personajes y situaciones de
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Última Fecha de Revisión: 24 de Noviembre de 2003