Cuba es, sin duda, el centro de agrias polémicas en todo el mundo, es uno de los pocos refugios que hoy quedan en la Batalla de Ideas, mientras la mayoría de la sociedad internacional camina aletargada y gris, sin esperanzas ni sueños de vivir otra realidad, Cuba levanta pasiones, enherva los ánimos y desata tempestades ( o corbatas como la de nuestro Jose Mari I de ¡España!). Así pues, no es de extrañar que ante la capacidad que tiene esa pequeña Isla del Caribe de influir en nuestras opiniones, los gobiernos capitalistas no desaprovechen cualquier oportunidad que se les presente para tomar partido, para ganarse adeptos y reforzar su posición imperialista.
Es vergonzante comprobar cuál es la información que disponemos los ciudadanos de a pie, en el estado español, sobre lo que realmente pasa en el mundo. La intoxicación que sufrimos por parte de los medios de Des-Información del Imperio raya en la paranoia enfermiza, convirtiendo el digno oficio del Periodismo, en pura prostitución política, la venta del sentido de la información al mejor postor, o, al más poderoso. No es de extrañar pues los esfuerzos que realizan personajes de dudoso talante democrático como el represor Mariano Rajoy, en controlar dichos medios para suprimir cualquier crítica al régimen del mostacho, contando con acólitos de la calaña de Luis del Olmo, Buruaga, etc.
Pero sin duda, uno de los temas más sangrantes en cuanto a manipulación informativa es el tema Cubano. No hay intervención en televisión, prensa, radio, que no desprenda una rabia irracional, una ignorancia supina, un posición semifascista en contra del pueblo Cubano. La colección de mentiras llega a ser obscena, y la capacidad imaginativa de algunos para inventar crímenes de lesa humanidad reprochables al régimen socialista cubano llega a puntos de paranoia orwelliana.
Pero la realidad, como siempre, los hechos de la Revolución, les desmiente, es el insecticida perfecto para estos gusanos descerebrados. Y la realidad cubana, su día a día, es el fiel reflejo de las palabras que nos traen sus dirigentes, cabeza visible del pueblo revolucionario. Podría entretenerme en relatar, en mostrar las miles de cifras, que son prueba abrumadora de la superioridad del socialismo cubano ante cualquier sistema neoliberal o capitalista, inclusos aquellos que gracias a su situación de aislamiento físico han
llegado a desarrollos grandes de la socialdemocracia burguesa. Pero no lo voy hacer, aunque puede que se me escape alguna cifra, lo que me gustaría plasmar en este artículo es la sonrisa de los niños que vi jugando por el malecón habanero, la confianza de la madre campesina de Birán que no temía por el futuro de sus hijos, sabía que iban a tener todo lo necesario, la mirada bonachona y tranquila de aquellos compañeros del hogar de ancianos, mirada que reflejaba la tranquilidad del que se sabe bien atendido y con el cariño respetuoso de los suyos, las manos firmes del campesino holguinero mientras me contaba como
su abuelo había sido esclavo no hace tantos años, antes de la Revolución, la determinación del pueblo santiaguero en continuar la construcción del socialismo al recordar a aquel gran revolucionario llamado Frank País, vilmente asesinado por la dictadura Batistiana.
Es difícil transmitir la sensación que uno tiene cuando pisa La Habana por primera vez, todo lo que ve choca de manera brutal con la mentalidad pequeñoburguesa occidental que nos han inculcado. Esas casitas de muchos colores, típicas Caribeñas, que contrastan con el gris cemento que día a día se apodera de nuestras almas en las grandes ciudades. Ese trajín risueño, simpático, burlón que tiene cualquier parte de la ciudad, a diferencia de la agresividad a la que estamos acostumbrados, esos policías integrados en el discurrir agitado, como uno más, algunos distraídos, otros altaneros ellos, siempre dispuestos a entablar conversación con la primera compañera mejor o peor parecida que pasara en ese momento.
¡¡¡Que shock¡¡, ¡¡que impacto!!! para un españolito de izquierdas como yo, toda la vida acostumbrado a temer a la policía, al ejército. Son años de torturas, de represión, de ver como apalizan a los obreros en plena calle, como imponen su ley del terror en las calles, son años de GALes, son años de Fragas, Aznares y Corcueras, son años teniendo que soportar que los que "velan" por nuestra seguridad sean los perros de presa del capitalismo. Pero en Cuba, NO... NO son torturadores, NO son chulescos, NO reprimen indiscriminadamente... SI son el mismo pueblo alzado en armas, SI son cultos y preparados , SI se ríen y comparten con el ciudadano, SI siempre están dispuestos a echar una mano al ciudadano que lo necesite. Esa Policía Nacional Revolucionaria, ese Ejército Popular, es el fiel reflejo de los ideales comunistas, del hermanamiento entre obreros y soldados que tanto hizo en el triunfo de
nuestra primera revolución socialista, aquel maravilloso año del 1917. Nunca olvidaré el momento en que me dirigí a un policía y le pude decir: "Compañero", porque de verdad lo era. Tantas cosas por ver, tantas por contar, día 21 de Julio, día de los niños, los Comités de
Defensa de la Revolución organizan actos populares para los más pequeños, cantan, bailan, aprenden, no se verá un niño en la calle desnutrido, ni ese día ni ninguno, no se verá un niño pidiendo dinero, no se verá un sólo niño harapiento, drogado.. Se verá una de las tasa
infantiles de mortalidad infantil más bajas del mundo, se verán como la educación integral llega a cada pueblo, por remoto que sea, se verán niños con un FUTURO por delante, cultos, conscientes de su historia y de su pueblo, conscientes de la lucha indómita que sus mayores han tenido que hacer para que ellos puedan disfrutar de aquello que es negado por el capitalismo a millones de niños en el resto del planeta. Conscientes del comunismo, quieren ser como el Che...
¡¡Español!! ¡¡España!! me reclama un vivo vendedor por el parque Central, la picaresca de los cubanos es histórica, quiere que le compre el Granma, Órgano del PCC, a 1 dólar, cuando su precio son 20 centavos de peso (1$=26 pesos). La entrada del turismo ha hecho que algunas zonas de la capital habanera, así como otras de Santiago de Cuba o Varadero, se conviertan en una especie de bazar para muchos cubanos donde poder conseguir el ansiado dólar yanqui.

La impresión que puede dar tal situación es la de un país necesitado, un país donde la gente se gana la vida vendiendo por la calle lo que puede... Nada más alejado de la realidad. Lo cierto es que, el lúmpen que merodea a los turistas es una parte insignificante del pueblo
cubano, éste lúmpen viene atraído por el dinero fácil, por la posibilidad de ganar grandes cantidades de dinero en poco tiempo y sin trabajo alguno (recordemos la paridad peso-dólar).

Pero ellos no piden para comer, no piden para sobrevivir, no piden por drogas, ni siquiera piden, simplemente se aprovechan del turista que va a derrochar los dólares, ellos también quieren su parte. Aunque, por supuesto, no se verá violencia, no se verá drogadicción, no se
verá conflictividad social, la tasa de robos y/o asesinatos es prácticamente nula, ni siquiera los más antisociales, los enemigos declarados del pueblo suelen ser capaces de recurrir a dichos actos, el socialismo ha conseguido inculcar en todos los cubanos un respeto infinito por la vida humana y por la sociedad en que viven...
Dejo la Habana ya enamorado de Cuba, me dirijo a Holguín, y allí decidiría, días después,

casarme con la Isla. Para siempre, hasta que la muerte nos separe, adquiero el compromiso consciente de defender a esta Revolución en cualquier foro, de cualquier manera. No puedo hacer otra cosa después de conocerla.
Holguín es una provincia fundamentalmente agrícola, con gentes sencillas donde se pueden palpar de manera notable lo que ha supuesto y supone el estado socialista en la vida de los cubanos. Las ciudades de la provincia, son como pueblos pequeños, sin grandes edificios, con
el mismo tono colorista de toda Cuba, ricas también en construcciones coloniales de la época española. Allí nos recibe el Poder Popular, verdadero método de gobierno en el que participa toda la población, nos explican, nos muestran la ciudad, nuestra visita coincide
con la movilización del estudiantado universitario para contribuir como fuerza de trabajo de primera mano a la elaboración del censo nacional, otra muestra más de la capacidad de trabajo del pueblo cubano, y podemos visitar la Universidad de Holguín, donde además de los cientos de cubanos que estudian allí de manera gratuita, nos encontramos con decenas de estudiantes de todos los países: México, Perú, Guinea... Internacionalismo cultural, Internacionalismo educativo, Internacionalismo consciente de los cubanos que ofrecen su
formación a los pueblos que lo necesitan...
Visitamos Freire, pequeña ciudad de la provincia, junto a la Unión de Jóvenes Comunistas aprendemos, sentimos como vive el campesino, el obrero, el pueblo. Vemos como, a pesar de que, obligados por la caída del valor de el azúcar, se han visto obligados a cerrar la central azucarera que era la mayor fuente de ingresos, ningún trabajador se ha quedado en paro. Han sido recolocados en nuevos puestos de trabajo, con una nueva formación específica para cada uno en caso que la necesitara. Ellos ya hacía meses que habían sido informados del
cierre de la fábrica, habían decidido apoyar el mismo, y, con la Central de Trabajadores de Cuba abanderándolos, como siempre, lo habían decidido porque es necesario para mantener la Revolución, su Revolución... También vimos las playas, sí, esas playas que la gusanera dice que están prohibidas para los cubanos, que son un ghetto privado de los turistas, y, resulta que ni prohibiciones ni elucubraciones mentales, las playas son abiertas a todo el que
quiera ir, incluso algunas cuentan con pequeñas urbanizaciones estatales, donde los obreros van a pasar sus vacaciones subvencionados en gran medida por el Estado, a mismo pie de playa, donde en España se construyen edificaciones gigantes del capital para el disfrute de los ricos en Cuba se construye para el obrero, para el trabajador.
Y como no, vivimos la noche del 25 de Julio, verdadera fiesta popular, noche de reafirmación en los ideales que llevaron a Fidel al asalto del Cuartel Moncada, en la lucha por la libertad, una noche donde todo el pueblo se reúne agrupado en sus CDR's, engalana sus calles, por todos los sitios aparecen banderas cubanas, fotos de Camilo, Raúl, el Ché, Fidel, carteles de apoyo al proceso revolucionario, contra el imperialismo, este año especialmente recordando a los 5 compatriotas Héroes de la Revolución, que están prisiones en las mazmorras de EE.UU por el "delito" de combatir el terrorismo. Y no cabe duda, es la
libre voluntad del pueblo, el fervor revolucionario y la confianza en la causa socialista la que hace salir a la multitud a la calle a manifestar su adhesión incondicional, a festejar su independencia, su soberanía, y su voluntad de seguir trabajando para prosperar en la
misma senda, sin siquiera pensar en abandonar aquella que trazaron los barbudos de Sierra Maestra. Muchos en España aseguran que aquello está manipulado, que la gente es obligada, MENTIRA, FALSEDAD, INSULTO A LA INTELIGENCIA son las palabras que se me vienen a la mente, allí nadie obliga a salir a la calle, no ví un solo conflicto aquella noche, ni un sólo policía ni siquiera para vigilar que no hubiera tumultos, no hacía falta, allí no hace falta espolear al pueblo para que salga a la calle, sale él solito, porque conoce demasiado bien quién es el enemigo, quién es el que se empeña en mantenerlos bajo un bloqueo genocida, quien es el que ataca sus cosechas, pone bombas en sus aviones y hoteles, sabe que ese es su enemigo, el Sr.Imperialismo yanki y todos los que le apoyan y sabe bien, que la barrera que
separa las garras del águila del norte de la isla cubana se llama REVOLUCIÓN SOCIALISTA y por eso la celebra y defiende, porque es suya, y es de todos.

Como de todos son los techos que Sodepaz Asturies ayuda a construir en Cueto, pequeña ciudad de Holguín que tuvimos el honor de visitar. Vimos como la ayuda solidaria del pueblo español se transforma en acciones reales útiles para el pueblo, comprobamos como la ayuda internacionalista es empleada totalmente en beneficio de l@s cuban@s, en sus viviendas, en los centros de atención médica, comprobamos que no había prebendas religiosas, que no había negritos que evangelizar ni almas que salvar (eso se lo dejamos a las sectas de turno, Padre Ángel no se nos enfade, que a usted siempre le quedará darle a la Botella), sino compañeros que ayudar; compañeros que sufren de un bloqueo genocida que bajo su bota imperialista intenta aplastar esa montaña de orgullo y rebeldía que se yergue a escasas millas de la tierra del tirano. Pero a pesar de ese yugo, vimos hospitales, bibliotecas, museos, hogares de la tercera edad, casas de maternidad, vimos un pueblo culto y alegre que disfruta de una vida que en este país capitalista llamado España nos niegan, disfrutan de la alegría de convivir, de compartir, de sentirse parte de un proyecto emancipador del ser humano, de saber que todo lo que tienen es gracias a su esfuerzo incansable, de saber que su trabajo contribuye al desarrollo de todo un pueblo y no a engordar las arcas de un vulgar cocainómano adinerado....

Son infinitas las cosas que se quedan por contar, infinitos los detalles, los gestos, los trocitos de cariño que en esa tierra hemos podido llegar a alcanzar; serían muchas hojas las necesarias para poder hacer justicia, si quiera un poquito, para poder hacer llegar todo aquello que el pueblo cubano nos transmitió; Pero sin duda, hay tres frases que encierran todo el sentimiento de un pueblo, toda su historia y todo su futuro. Tres frases que en un día 26 de Julio del 2002, aprendimos a valorar en todo su significado. Tres frases para una vida, para una revolución, para un ejemplo de la humanidad...

¡¡¡VIVA FIDEL!!!

¡¡¡PATRIA O MUERTE!!!

¡¡¡VENCEREMOS!!!

Xurde.

Militante Juventud Comunista de Asturias

Viajero Internacionalista.