Para entender mejor las bases sobre las que reposa el capitalismo, me gustaría ilustrar uno de los movimientos teóricos que más resonancia están teniendo actualmente.

Me refiero al Marketing. Me refiero más concretamente a la publicidad.

Primeramente me gustaría dar una pequeña definición de Marketing, entendiéndolo como el conjunto de técnicas utilizadas para comercializar y distribuir un producto entre los diferentes consumidores.

Y es, desde esta perspectiva, donde podemos poner en duda, no tan sólo la naturaleza de estas técnicas (que ya de por sí se sustentan en "el fin justifica los medios") sino también el conjunto de ideas y comportamientos que éstas producen en el seno de nuestra sociedad.

Empezando por la primera línea argumentativa, sería interesante destacar los métodos de los que se sirve el marketing en su función "post-productiva". Esto es el fomento de la demanda y de la venta de productos, mediante la utilización de métodos engañosos y falsos.

Al fin y al cabo, todo el sistema capitalista es una falacia, un engaño...se dice de sí misma no tan sólo que se sustenta en la democracia y en el bienestar, sino que es la creadora de la democracia y del bienestar. Que su forma de entender la sociedad y los valores en los que se sustenta ésta son los únicos válidos. Que todo lo que no es capitalismo está equivocado, y tan sólo puede llevarnos a la destrucción y el caos...

Pero no es su prepotencia lo que me hace reflexionar, sino el verdadero fondo que trata de ser ocultado a través de la manipulación de los individuos. Los medios de comunicación están siendo el estandarte del capitalismo. La prensa, la televisión, la educación... todo está siendo censurado y deformado para reducir la visión social a un estado de ceguera perpetuo.

El capitalismo es un sistema de desigualdades que se alimenta del consumismo. EL consumismo es la sangre que proporciona vida al monstruo. Por poner sólo un ejemplo puedo proporcionar el dato de que las 2/3 partes de la economía de los EEUU depende directamente del consumo (ya sea industrial o familiar).¡2/3 partes de la economía del país más poderoso del mundo!

El marketing presenta los productos que vende con características que no son propias de ellos. Mediante el engaño intenta ofrecernos la idea de que el consumismo proporciona la felicidad, y usa nuestra propia mente en nuestra contra. Hay gabinetes de psicólogos que trabajan para grandes multinacionales, cuyo trabajo es observar a los consumidores, hacer análisis de comportamiento,etc para aplicar, posteriormente, estos conocimientos en el campo de las ventas.

El marketing es el caballo de batalla del consumismo. La publicidad, las promociones de venta, etc. han sido creadas para poder sostener el capitalismo. Sin consumo, todo este sistema desaparecería. Su mayor virtud es, a la vez, su punto débil.

Siguiendo mi segunda línea argumental me gustaría decir que el marketing no identifica ùnicamente las necesidades del individuo, para satisfacerlas (como nos quieren hacer creer los teóricos), sino que crea necesidades. Nuevas necesidades que provocan nuevos pobres. Se ha inducido a la ostentación de los productos comprados como muestra de categoría social y poder económico . Una especie de diferenciación de clases a través del lujo y el consumismo. Se ha creado y se ha difundido el "yo soy lo que tengo". Asociar nuestra personalidad y nuestras ideas a comprar o llevar puesto cierto tipo de ropa u oír cierto tipo de música, etc. Vendernos a nosotros mismos como imagen, como representación de lo que somos...

Por tanto, al marketing no tan sólo se le puede reprochar el fomento y mesiánica visión de estas líneas de actuación, sino que los valores a los que induce son: la superficialidad (mediante la concepción de estereotipos y estándares que ayudan a igualar los gustos de los consumidores) y la concepción de lo efímero (una manipulación moderna del "carpe diem" renacentista). Lo válido es lo moderno, y lo pasado de moda es desprestigiado socialmente. El individuo es arrastrado por las modas pasajeras a un torbellino de consumismo del cual, no es siquiera consciente. En el capitalismo son las formas las que ocultan y deforman el fondo que se esconde tras ellas.

Esta idea puede ayudarnos a entender cómo, tras la aparente innovación a la que conduce el capitalismo y el marketing, se esconde tan sólo una renovación constante en la forma pero no en el fondo. El capitalismo de ahora es el neoliberalismo que surgió en los hornos de la Revolución Industrial. Los estereotipos actuales siguen fomentando y consolidando los valores establecidos durante siglos. Tras la imagen de progreso, salud social y mejora de la vida, se esconden otras realidades sociales que son ocultadas para que el capitalismo pueda sobrevivir.

Además la competitividad (otra de las bases del sistema capitalista), que muchos la consideran como una fuerza global positiva, es en realidad, perjudicial para la sociedad. Destruye el pequeño comercio, a favor de las grandes empresas que, mediante precios, publicidad, medios, etc. y valiéndose de las herramientas del marketing se expanden mundialmente queriendo devorarlo todo. Mientras otras empresas más pequeñas se ven abocadas a la ruina, al fracaso y sus empleados al paro y el desempleo.

La renovación no puede buscarse en el capitalismo, debe venir de una revolución social profunda. Debemos arrancarnos las vendas de los ojos y las cadenas que nos sujetan. Es el único camino que nos conducirá a la verdad y a la verdadera revolución.

"Sólo una teoría radical es capaz de juzgar las deformaciones, desviaciones y rodeos que desorientan al proletario y frenan su acción" (Karl Marx).