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Amor Real

Capitulo 5º

Augusta, la Reina de la Intriga.

Por: Maria Elena Venant

Augusta y Pru llevan a la apaleada Mati de regreso a su casa. El Dr. Fuentes Guerra las sigue a respetuosa distancia. Cuando Matilde ya no puede caminar por el dolor, él la carga en brazos.
Augusta agradece a Manuel sus atenciones para con su familia, pero él le echa un balde de agua fría al anunciarle que parte a la Hacienda y que renuncia a Matilde ya que ella ni lo pela. Augusta desesperada le echa mentiras de que su hija es una timidona, etc. Etc. Esa noche Manuel le revela a Sixto que le cuesta abandonar a Matilde. Ella le gusta, le inspira compasión deseos de protegerla y (textualmente) “me calienta”. Esa noche Manuel en su cama sueña acariciando a Matilde.

Crisis en la Mansión Villarreal
Se vence el pago de la hipoteca de la hacienda. Manuel iba a pagarlas ¿Pero ahora? Humberto le insiste a su madre (bellísima en amarillo limón con encajes blancos) le dice que no puede amarrar a Mati como a un cordero para el asado y ofrecérsela a Manuel. Con una levita decente color azul (seguimos con temas azulados) y el cabello recogido con una cinta, H. Recibe instrucciones de su padre. Debe ir donde un tal Galiana y solicitar un préstamo

La deshonra de Matilde
La Tía Pru atiende los múltiples golpes a su sobrina y le pregunta qué médico la atendió. Muerta de vergüenza, Mati le cuenta que fue Manuel y que le dijo que era médico. Pru se horroriza y baja corriendo, casi rodando por las escaleras a contarle a su hermana. Augusta ahora de azul violáceo con vuelos en gasa azul marino bordados en puntilla celeste, escucha que Manuel “manoseó “ a Matilde y la vio “en cueros”.
Feliz sube al cuarto de su hija y le dice que ahora tendrá que casarse con el heredero Fuentes Guerra, porque estuvo en su cama y el la vio y tocó desnuda. Mati insiste que el es doctor, pero Augusta finge no creerle. Y le anuncia que tienen suerte. NO habrá que exigirle a Manuel que se case ya que el mismo ha solicitado la mano de Matilde.

Augusta visita a Manuel y finge estar molesta por su invasión de la intimidad de Mati. Dice que a su hija solo la atiende un médico viejito y siempre en presencia de ella o Prudencia. Manuel le confirma que es médico. Augusta le pregunta si estudió en Londres o París. Manuel enojado le dice que estudio en la Escuela de Medicina Nacional. Augusta le confiesa que debido al bochorno de Matilde, ella tuvo que revelarle los planes de boda de Manuel. Este pregunta esperanzado cual fue la reacción de ella. La astuta Augusta le dice que Mati “lloró de alivio, pero también de emoción” Manuel queda estático de felicidad.

Matilde Escéptica

Mati no cree que deba casarse con Fuentes Guerra y huele que es una trampita de su madre.

Humberto le cuenta a su hermana que fue en busca de Adolfo. Que en el cuartel le dijeron que tras la visita de “su esposa” el Teniente Solís desapareció y se teme haya desertado.

Mati recibe la visita de Pilar (en un precioso vestido azul lino. Matilde tiene puesta una bata blanca de muselina con cintas celestes) Aunque Augusta les ha dicho a todos que Mati se cayó por la escalera, ésta le cuenta toda la verdad a su amiga. Matilde se niega a aceptar que Adolfo sea casado y que la haya engañado. Más tarde envía a Ignacia al cuartel a buscar noticias de su ex prometido. Ignacia vuelve con noticias terribles. Adolfo ha desaparecido creen que se fue y si regresa lo espera el paredón de fusilamiento.

Los Peñalvert comienzan a ordeñar a Manuel

Augusta hace que H. Le diga a Hilario que no ha encontrado a Galana, que este se fue de viaje. En presencia de Mati, el General se desespera ¿Quién podrá ayudarlos?

Augusta y Pru visitan al DR. Fuentes Guerra y muy descarada , la Sra. Curiel de Peñalvert le pide dinero para la hipoteca. Manuel mueve la cabeza indignado. El iba a hacerles un préstamo, pero sólo después de su compromiso. ¿Y que problema hay? Dice muy fresca Augusta. Cuando quieran anuncian el compromiso. Manuel le hace el préstamo, pero exige que Matilde no se entere. Si llega a saber que ella algo sabe, no se casan.

Humberto casi no puede creerlo cuando llega Sixto cargando un baúl de monedas de oro. Augusta le cuenta al General del préstamo y este se altera. Siente que los compromete el que Manuel lo ayude llevado por su afecto hacia su hija. Augusta le dice que Manuel ha tenido la delicadeza de exigir que Mati nunca se entere de su ayuda.

Augusta busca su hija que esta guardando ropa en un baúl. Otro vestido precioso de Mati blanco con florcitas violeta y adornos de seda lila. Augusta la cubre de reproches. Mati esta deshonrada debido a su desvergüenza de ir a buscar a Adolfo al cuartel y luego dejar que Manuel la viese desnuda. Si Hilario se entera se morirá de la pena. Desesperada Mati acepta casarse con Manuel pero le suplica a la madre que ya no la atormente. A solas Matilde llora amargamente y dice que “Ojala Adolfo sufras tanto como sufro yo”

¿Y dónde esta Adolfo?

En una celda horrible de San Juan de Ulua. Ha llegado con una pierna fracturada por los golpes que se le ha gangrenado. Lo llevan a la enfermería donde el médico dice que hay que amputársela. Adolfo le suplica que no lo haga. Adolfo vuelve a despertar en su celda tiene mucha fiebre. El guardia que le trae la comida, le dice que no le amputaron la pierna. Adolfo le suplica que buque a su amigo el Capitán no se cuantos. Dice que es inocente. El soldado lo mira compasivo y le dice que quizás sea cierto pero nada se puede contra una orden del General Bermudez Cañedo

Humberto en líos

Esa noche Humberto vuelve a jugar con desesperación. Se nota que su vicio es una enfermedad. Su oponente, un tal señor Cordero (Carlos Amador) le exige una garantía de que si pierde le va a pagar. H. Enojado le da la garantía que quien responde es su futuro cuñado Manuel Fuentes Guerra. Humberto pierde.
Al día siguiente Manuel recibe la visita del Señor Cordero. Furioso, el médico le dice que el no tiene ningún cuñado y aunque lo tuviera no le pagaría sus vicios. En la calle, Manuel se encuentra con su “cuñado” que muy meloso, le pide un dinero para comprar pertrechos para la cosecha. Furioso Manuel le dice que se dejen de ordeñarlo” y que nunca más lo ofrezca de aval en el juego. H. Le pide mil disculpas, le hace mil juramentos, pero le suplica que lo ayude sino se meterá en un lío muy serio. Manuel le palmea el hombro y le dice que ya está metido en un lío muy gordo.

En la Mansión Peñalvert, Mati recibe al Sr. Cordero que insiste en ver al General. Este le cuenta sobre la deuda de Humberto.