El pasivo: reto para el nuevo gobierno

Narcilo Vivas Martínez

Durante las últimas décadas el pasivo ha sido uno de los problemas mas frecuentes en el Chocó. Se ha incrementado con el paso de los gobiernos y se ha convertido en una traba para el desarrollo económico y social. Uno de los grandes retos que deberá asumir el nuevo gobierno es el de afrontar la aguda crisis económica y fiscal que hoy atraviesa el Chocó, ahondada por la pobre gestión del actual gobierno en materia económica, política y social.

Cabe resaltar que para 2001, cuando William Hálaby se acogió a la Ley 550, el pasivo del departamento para esa época ascendía a 102.343 millones. Ahora resulta preocupante que, según información revelada en el balance general del departamento y un informe publicado por la gobernación, se pudo establecer que su pasivo actual asciende a 152.066 millones, sin incluir los intereses moratorios de las cesantías, causados por el no pago oportuno de estas a los servidores públicos desvinculados.

Lo cual indica que durante estos tres últimos años el pasivo se incrementó en 49.723 millones, de los cuales 20.641 millones corresponden a deudas del antiguo FER, que asumió el departamento. Ante este caso, una de las primeras tareas que deberá adelantar el nuevo gobierno para resolver la crisis fiscal se debe centrar en reorganizar las finanzas públicas, mediante reformas económicas y tributarias que permitan mejorar los niveles de recaudo, y gestionar recursos ante la nación y de cooperación internacional, a fin de poder hallar un equilibrio entre los gastos, las obligaciones contempladas en el marco de la Ley 550 y los ingresos reales del departamento.

Así se frenaría el crecimiento del déficit fiscal del departamento. Por otra parte, en asocio con otros departamentos del país que hoy están padeciendo situaciones económicas similares, impulsar una reforma a la ley 244 de 1995, que permita frenar el taxímetro de los intereses moratorios de las cesantías.

De lo contrario podría resultar imposible resolver la crisis fiscal y económica del Chocó. Hoy el departamento no está cumpliendo ni tan siquiera con el pago de sus obligaciones derivadas de sus gastos operacionales.

Y mucho menos está en capacidad de pagar la nómina paralela que en la actualidad tiene, causada por los intereses moratorios de las cesantías.