¿Quién responde por los desastres de las administraciones?

Por Harold Mosquera R.

Antes las desastrosas administraciones en el departamento del Chocó, vale la pena replantear la manera como se gobierna y como se elige.

Los chocoanos hemos esperado con la santa paciencia del justo Job una gran gestión de los gobernantes, que permita sacar a nuestro departamento de la postración política económica, y social que actualmente vivimos.

Preocupa mucho que al terminar los períodos de gobierno en los distintos entes territoriales, los chocoanos nos sentimos cada día más desconsolados porque el horizonte se va cerrando con nubes más grises y pesadas, producto de que en cada gobierno se aumenta ostensiblemente el déficit fiscal y las obras no se ven por ningún lado. Distinto al de las páginas publicitarias de los diferentes periódicos donde se registran con gran despliegue muchas obras que solo se han realizado en la imaginación del gobernante.

Sorprende sobremanera que los organismos de control sean los únicos que no saben lo que pasa con frecuencia en los distintos municipios. Los actos delictuosos, que son evidentes, terminan siendo imprecisos. Igual responsabilidad tenemos los que elegimos a futuros delincuentes que después de acceder al poder, lo único que realizan con celeridad es su enriquecimiento ilícito, hasta el punto que doblegan a los organismos de control que sin ninguna duda terminan siendo controlados.

Es penoso y abominable que los administradores de la cosa pública, tengan enorme precipitud, no para realizar obras, sino para llegar a Anayancy, destino final del setenta por ciento de los que administran nuestros entes territoriales.

Hasta donde hemos caído si en otrora era degradante caer en prisión por atentar contra el erario público. Hoy se ha vuelto una 'virtud' y una 'fortaleza'.

El pueblo recoge lo que siembra y en los últimos años no se ha sembrado progreso, sino desolación.