NOTICIAS DEL SAN JUAN

Por Elacio Murillo M.

Por unanimidad el concejo municipal de Istmina negó unas facultades solicitadas por el alcalde para donar todos los predios o ejidos urbanos sobre los cuales la Diócesis de Istmina-Tadó ha construido sus edificaciones y sobre los terrenos sin construir con una tenencia de más de cuarenta años y que ya tienen destinados para obras en las que se fomentará el bien común y social. En un principio la comunidad no vio con buenos ojos la actitud de los ediles, pero estos mediante un comunicado explicaron los motivos que los llevó a desaprobar el proyecto. Explican que encontraron falencias protuberantes de la administración municipal, como la de citar unas normas que no correspondían al caso concreto y relacionar unos hechos irreales; lo que significa que presentaron mal el proyecto, por falsa motivación y trámite irregular. Y además, consideran los concejales, que el art. 355 de la Constitución Nacional prohibe donaciones a personas jurídicas de derecho privado.

Con los recursos del sistema general de participaciones se dieron en el municipio del Río Iró diversos contratos leoninos en el sector salud y educación, que hoy la nueva administración no los observa reflejados en beneficio comunitario, ya que la mayoría de los mismos no cumplieron su cometido. A pesar de haberse invertido grandes millonadas las obras no se terminaron, como el centro de salud del corregimiento de La Encharcazón, donde como lugar turístico acude mucha gente, pero ante un accidente, no existe un centro adecuado para la atención. Dicen que lo que existe costó más de cien millones de pesos; la escuela de Curubá 94 millones y está sin terminar y pare de contar.

El racionamiento eléctrico a que la empresa Dispac ha sometido a la comunidad istmineña, en el período comprendido entre las nueve de la mañana hasta la una de la tarde, ha causado inconformidad general, la cual concientizó a estudiantes, profesores, amas de casas, artesanos y como cosa curiosa, a muy poquitos comerciantes, a organizar una concurrida marcha por todas las calles de la ciudad el 26 de marzo del año en curso, donde manifestaron toda su rabia al frente de las oficinas de la citada empresa. Por su parte, Dispac señala que el racionamiento se debe a falta de pago de las tarifas por parte de algunos usuarios. Sin embargo las gentes consideran que la mayoría no puede sufrir las consecuencias del no pago de las minorías.